Revista nº 99 -Espacio del Poeta
REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
Febrero 2019
Breugehel. El triunfo de la muerte
El doble dolor
O poeta é um fingidor,
leí una tarde en Pessoa,
finge que es loa su loa,
dolor su mismo dolor.
Escribe siempre el clamor
intenso de lo vivido:
lo que quiso, lo perdido,
el doble dolor que siente
cuando finge un aparente
dolor que tanto ha sufrido.
dolor su mismo dolor.
Escribe siempre el clamor
intenso de lo vivido:
lo que quiso, lo perdido,
el doble dolor que siente
cuando finge un aparente
dolor que tanto ha sufrido.
Alberto Edel Morales-Cuba
Desde el abismo profundo
Desde el abismo profundo
de mis noches solas,
y de mis días grises,
habla mi corazón…
Quiero madrugadas
donde renazca el sol,
y donde la esperanza
vuelva en una voz;
una voz que despierte
en mi alma el amor,
un corazón alegre
que me llene de sueños,
que susurre en mi oído
un poema de amor;
que me regale canciones
y quizá, una flor;
que comparta conmigo
todos los momentos…
los malos, los buenos,
primaveras, otoños,
veranos, su calor
y los días de invierno
bajo un edredón
recordemos que el tiempo,
nuestro tiempo… es hoy.
donde renazca el sol,
y donde la esperanza
vuelva en una voz;
una voz que despierte
en mi alma el amor,
un corazón alegre
que me llene de sueños,
que susurre en mi oído
un poema de amor;
que me regale canciones
y quizá, una flor;
que comparta conmigo
todos los momentos…
los malos, los buenos,
primaveras, otoños,
veranos, su calor
y los días de invierno
bajo un edredón
recordemos que el tiempo,
nuestro tiempo… es hoy.
Alibel Lambert-Argentina
Sé
Sé que tu lengua no gozará
mi cuerpo,
ni abrazará mi alma en ese
tango descompasado nuestro.
Sé que tus dedos no surcarán mis mares,
no venerarán mis estrellas al ocaso.
Sé que tu piel no vestirá la mía.
Hoy quedará esperando
la caricia en clave de sol.
Hoy sé que te has ido
Y no volverás…
Amparo Tatay- España
La mudanza
Lucía con una sorpresa de esas que jamás queremos que nos toquen en el camino. Amargura y tristeza fueron sus componentes principales en su sendero que no lo abandonó nunca.
Llegando a casa con la ilusión de abrazar a su familia el panorama era totalmente diferente con las paredes vacías. Ese día fue su vuelta oscura a casa. Esa mañana jamás pensó que su retorno a su hogar sería el vacío en su alma. Venía como cualquier día a compartir en familia pero la realidad era otra distinta a lo que él creía vivir.
Bajó de su auto nuevo, se dirigió a la puerta como era su costumbre, colocó la llave en la puerta girando la misma pensando que pronto cenaría alguna comida rica como siempre al regresar de su trabajo encontrándose a sus seres queridos su amada esposa y sus hijos, viendo las tareas del hogar de la escuela de sus hijos. Al abrir todo cambió y solo se veían las paredes peladas con la pintura en ellas desnudas y frías que llegaba a calar los huesos de la impresión fuerte y difícil del momento revelado. La mirada estaba vacía... ¿qué pasó...? lo cotidiano que vestía bonita cada habitación ni los amores que él creía tener nada allí estaba.
La desilusión, el trago de saliva amargo y la pena recién descubiertos ya se comenzaba a asimilar con aplomo como era su modo. Se supo que con gran amargura años atrás abrió la puerta de entrada a su casa y cruzó la calle a los vecinos con los cuales tenía confianza preguntando si ellos pudieron ver algo. Cuando se sentó y comenzaron a hablar lo sucedido el hombre ensombrecido se calló en el sillón como desplomado del no saber ¿por qué a él le aconteció esto? Y el no poder comprender y asimilar las acciones porque ellas tenían un sentido para él y que al parecer no era así. Comenzó a conversar con ellos de lo acontecido.
La sorpresa fue que nada sabían y que sólo les llamó la atención que al regresar a casa ambos esposos del trabajo vieron un camión de mudanza irse y no saber nada que ellos sus vecinos pensaban mudarse y sin despedirse creyendo que tenían una amistad. Al saber y comprender lo sucedido se dispusieron a prestarles algunas cosas necesarias para esa noche y el día siguiente como sabanas, mantas, almohada.
Hombre sufrido de muchos años dolorosos que era normal en su rostro, algo desconfiado por momentos pero no era todo habitual y sí real en los sentimientos de Joseph.
Ana María Manuel Rosa-Argentina
Acciones
Resbala
sobre la oscuridad de las aguas
Se columpia
entre los cuerpos perezosos
La
incierta luna
planea
Y
un bostezo.
Ana Romano-Argentina
Música de estrellas
Cuando hay amor de corazón.
Escuchas
como se oye el sonar
de alas.
Cuando vuelan
las palomas blancas
hacia el occiduo.
Buscan con templanza
volver a encontrar,
un día que no termina
como la sal del tomillo.
Porque siendo occiduo
vuelve a amanecer.
Escuchando
los suspiros de la noche.
Rompiendo el día
sin la música de las estrellas,
con la luz del rojo sol.
Antonio Monzonis Guillén- España
Noche mustia
Gema alumbra la arbolada,
fundiendo azur, en el cielo
apenas deambula la noche,
concediendo un resplandor de fuego
Dulces estrellas caminan a mi paso,
del brazo, el faro del silencio
Apenas murmura la enramada,
y yo, cavilando en tu amor,
sobre los pámpanos tristes,
que se desprenden de mis recuerdos.
concediendo un resplandor de fuego
Dulces estrellas caminan a mi paso,
del brazo, el faro del silencio
Apenas murmura la enramada,
y yo, cavilando en tu amor,
sobre los pámpanos tristes,
que se desprenden de mis recuerdos.
Araceli García- México
Todo lo tiñe tu risa
Todo lo tiñe tu risa
oh música del viento
lame con una ola
el verdor de los pájaros
asidos a la tierra
revuelve de mis cabellos
las cenizas de la tristeza
recuérdale a mi boca
como tejer sonrisas
Recuérdame de nuevo
los colores de mi cielo
y llévate las brasas
no te digo que todas
del laberinto de mi infierno
Dame praderas para despertar
de este cansancio inmenso
Y mueve con tu cola de brisa
lágrimas que me hacen desierto
Y sigue con tu regalo
canción eólica sin tiempo
revuelve de mis cabellos
las cenizas de la tristeza
recuérdale a mi boca
como tejer sonrisas
Recuérdame de nuevo
los colores de mi cielo
y llévate las brasas
no te digo que todas
del laberinto de mi infierno
Dame praderas para despertar
de este cansancio inmenso
Y mueve con tu cola de brisa
lágrimas que me hacen desierto
Y sigue con tu regalo
canción eólica sin tiempo
ML.Artesana de versos-Venezuela
Somos amor
Somos los que parimos manifiestos
los que bordamos sol en las pestañas
de aquellos que se niegan al contento.
El amor es un grandioso caballero
que recorre las galaxias
intentando abrir un hueco
es cada corazón desesperado.
Somos amor en su sustancia primigenia
luz de esperanza
calor de besos
manos que abarcan solidarias
a aquel que está perdido en la soberbia.
Somos semilla que germina
en las fronteras de la brisa.
Orquestamos con versos bendiciones
para que el mundo se perdone.
Perdonemos al mal
démosle dulces
abrámosle la puerta a la esperanza.
Hay muchas almas exquisitas
dispuestas a donar una palabra
una sonrisa azul
una paloma
una caricia alada que desplace
el dolor de los pobres que se humillan
solos
vencidos
olvidados.
Somos los que parimos manifiestos
de una vida con alas extendidas
a un puede ser más grande la alegría.
Somos algunos los que vemos
al Dios interno que nos ama
y nos reclama
en esta gesta que promueva
la unión de almas trasmutadas.
Beatriz Ojeda-Uruguay
Mis niños
Han crecido
de breves sarmientos
a guías eslabonadas,
serán soporte y escudo
de sus mayores,
habitarán el crepúsculo
y los colores del mañana,
aunque hoy
sobre nuestros párpados
dejen la sal de la nostalgia.
Volarán…
Dios les regaló las alas.
A ese vuelo torpe
de luciérnaga
que iluminaba cada atardecer
de la Bahía Encerrada,
sus maestros, nobles labriegos,
le fueron nutriendo de ternura,
de comprensión y enseñanza,
para que plantados
de frente a la vida,
hoy puedan dejar la casa
que los acunó
hasta hacerlos fuertes,
en seis años de ofrenda
y de demanda.
Volarán…
Dios les regaló las alas,
el Colegio del Sur
le pintó los colores
que hoy lucen orgullosos
en su vuelo de esperanza.
Volarán mis niños…
Volarán mis hadas…
Dios guiará su vuelo,
Él les regaló las alas.
Carlos A. Giménez- Argentina
Cuando soy amada...
Cuando soy amada...
…Y si algún día fui amada,
Por incognoscible razón
Olvide en el lecho tibio
mil desiertos de ausencias,
llenándome de tu presencia.
mil desiertos de ausencias,
llenándome de tu presencia.
Y así volcaste como ánfora sagrada
un riachuelo de constante susurro
en el crisol de mi leve desnudez.
Y me volví sorda
a las pisadas en mi derredor.
Solo contaba el temblor
de grana de tus labios,
y el caudal de lluvia en mi ventana…
Y así prófugos de la mar ausente
Te fuiste adueñando de mis lunas,
y su cara oculta
a punta de besos la iluminamos
de diminutas luciérnagas.
Y en ese olvido te fui descubriendo
en la redondez de la yema de tus dedos
caminándome la espalda,
En tu risa,
volviéndose música en la oquedad de mi boca.
Y un descorche en oleaje de vinos
madurados en el tiempo,
nos inundó la vida, nos regocijo el alma...
En este cabalgar de cuerpos
ese día cuando fui amada…
Carmen Guzmán Cedeño.-Venezuela
Silencio, dueño y señor
No contemplo más que el burbujear
de la mar sin olas caracola en mi puño.
Escribo en el silencio de la voz
que callada subsiste en la templanza
de una lluvia empalagosa a medio llegar,
cae floja, débil, tímida.
No asombra el chapoteo de zapatos
que parloteando con el asfalto, caminan.
Ellos no necesitan cielo misterio universo.
Mentira, en la Tierra, la arena
es negra y azul, hormiga y océano
como mi despertar cuando te llama
y tú respondes.
Te lo digo a ti que me escuchas.
que callada subsiste en la templanza
de una lluvia empalagosa a medio llegar,
cae floja, débil, tímida.
No asombra el chapoteo de zapatos
que parloteando con el asfalto, caminan.
Ellos no necesitan cielo misterio universo.
Mentira, en la Tierra, la arena
es negra y azul, hormiga y océano
como mi despertar cuando te llama
y tú respondes.
Te lo digo a ti que me escuchas.
Consuelo Jimenez-España
El asombro
Te despiertas y, al rato,
dejas tu casa y sales a la calle,
a la casa del mundo.
Salir es un entrar. No hay intemperie
cuando con firme pie
y afanosa retina
nos adentramos en los incontables
e ingentes aposentos del asombro.
Los vamos recorriendo sin descanso.
Todos tienen el techo a cielo abierto,
con muros transparentes y con anchas
puertas de par en par que no interrumpen
el avance en la luz.
Y no hay desprotección, ni puede haberla,
en la perplejidad que para el ojo
es todo cuanto ve
(este azaroso ir ineluctable
de una emoción a otra,
de la sorpresa al sobresalto, al ansia)
sino el cobijo incierto de la vida,
que nos alza hasta el vértigo
y nos mantiene a salvo en su oleaje
porque el misterio existe.
Salir es un entrar. No hay intemperie
cuando con firme pie
y afanosa retina
nos adentramos en los incontables
e ingentes aposentos del asombro.
Los vamos recorriendo sin descanso.
Todos tienen el techo a cielo abierto,
con muros transparentes y con anchas
puertas de par en par que no interrumpen
el avance en la luz.
Y no hay desprotección, ni puede haberla,
en la perplejidad que para el ojo
es todo cuanto ve
(este azaroso ir ineluctable
de una emoción a otra,
de la sorpresa al sobresalto, al ansia)
sino el cobijo incierto de la vida,
que nos alza hasta el vértigo
y nos mantiene a salvo en su oleaje
porque el misterio existe.
Eloy Sánchez Rosillo- España
Árbol caído
Un árbol caído conserva
la hermosura de lo inédito
y en su yacer perviven
los rasguños del tiempo.
Son las ramas desnudas
estelas funerarias de lo secular,
homenajes tardíos de primaveras
y otoños que tiñeron de gloria
la superficie de lo vivo.
Ahora toca rendir
la muda palabra que el viento
diseminó en la tarde asoleada,
voces vegetales en eco convertidas,
brasas en nuevas voces germinadas
como un hogar de sentires
que nunca cesarán en los labios.
Calor que en el labio se hará beso.
los rasguños del tiempo.
Son las ramas desnudas
estelas funerarias de lo secular,
homenajes tardíos de primaveras
y otoños que tiñeron de gloria
la superficie de lo vivo.
Ahora toca rendir
la muda palabra que el viento
diseminó en la tarde asoleada,
voces vegetales en eco convertidas,
brasas en nuevas voces germinadas
como un hogar de sentires
que nunca cesarán en los labios.
Calor que en el labio se hará beso.
Esteban cabrejas Martín- España
Te amaré a corazón abierto
Te amaré a corazón abierto,
en los silencios del alma
y en rincones sin sombras.
Mis labios acunarán tu nombre,
besando suavemente atardeceres,
serás mi fortaleza inquebrantable,
lazo sagrado en el crepúsculo
de mi vida donde cobijar sueños.
serás mi fortaleza inquebrantable,
lazo sagrado en el crepúsculo
de mi vida donde cobijar sueños.
Esther Martinez carne-España
DE Pupilas Voraces
Muerden mi aura
dibujan abstractos
copian fantasmas.
Navegante en una hoja
en la claridad del segundo
con el dolor
en el cuerpo.
Etherline Mikëska-Argentina
Mi esposa duerme
Para Delicia
I
Mi esposa duerme
el largo sueño de un hogar ordenado
cubierta por cálidas nubes que descendieron
del cielo a la pieza
Duerme, coronada su cabeza por brillantes estrellas
mientras que nuestra habitación se llena
de constelaciones desconocidas
que cuidan nuestro sueño.
Cuando duerme, la oscuridad nunca es completa
sino que la tenue luna pone en su cuerpo
una oculta santidad de lirios.
II
Duerme. Profundamente duerme, y hemos desaparecido
las niñas y yo, la gente y las plantas,
los vecinos, los amigos y toda la casa;
los platos, la heladera y el lavarropas;
la escoba, la cocina, la mesa y todo aquello
que la rutina de sus manos convertían
en un arte mágico y sencillo.
III
La miro y me pregunto, ¿dónde estaré ahora?
¿Seguiré aún estando en su corazón?
¿O en su sueño, al igual que todos,
habré desaparecido para siempre?
IV
Mi esposa duerme o muere. Estoy seguro
que en ella cabe toda la existencia del universo.
Ezequiel Feito- Argentina
Trazos
Como la lluvia que abre camino
y en cada gota ocupa un espacio,
así seré en persistencia de llegar
a cada rincón de tu conciencia.
será la misión en mi magno intento
de hacerte sentir en cada latido
uno a uno mis sentidos… ¡¡te quiero!!
Grissel Canche Albornoz (GRISSEL)-México
Quise un día para mí
Quise un día para mí
una vida resguardada.
Yo no elegí este doble exilio
entre el silencio y la palabra.
Ni un instante pude evitar estos dolores.
Conciencia : Ajena y mía.
De un abismo a otro vamos,
tan desolados,
tan desconocidos
De este modo cavamos en la noche de una celda.
vivimos y morimos los unos en los otros
sin reconocernos.
Hector Berenguer-Argentina
Cae la misma lluvia
Cae la misma lluvia
una noche más,
sobre la misma alfombra
de flecos desgastados,
con el tedio que supone
que vuelvan a pisarte.
Cae ese agua fría
sobre el asfalto,
y sobre la almohada
que otra noche más,
soñará con promesas
y sonrisas que escapan
y se convierten en palabras,
que el aire esparce
y convierte en ceniza.
que vuelvan a pisarte.
Cae ese agua fría
sobre el asfalto,
y sobre la almohada
que otra noche más,
soñará con promesas
y sonrisas que escapan
y se convierten en palabras,
que el aire esparce
y convierte en ceniza.
Isabel Garrido-España
El color de la soledad
Píntate soledad hoy como quieras
en este día gris que te oscurece
con tu acuarela de pasados y recuerdos,
de otoño dorado aquí en mis ojos,
del amor que huyó de mi vida,
de la melancolía que amanece en cada hora,
del silencio que te envuelve entre mis labios.
del amor que huyó de mi vida,
de la melancolía que amanece en cada hora,
del silencio que te envuelve entre mis labios.
Dibújate de dolor y de abandono,
de sueños imposibles y fracasos,
de un mar apacible entre tus penas.
Píntate con el pincel del tiempo
en esta transparencia donde solo te reflejas
con tus grises de anhelos y carencias,
de viejos sueños y espejismos,
de lejanía en cada con tu gama de colores añejos.
Dibújate en este corazón marchito
de un azul pálido en la mirada,
de una muerte negra muy cercana.
Píntate hoy como yo quiero
de partidas, de adioses,
de nuncas, de un viaje final,
de una eternidad oscura en el alma,
de un ayer que nunca volverá…
Maria José Acuña-Argentina
Caminos andados
Mientras camino en soledad,
Voy soñando caminos andados
En tardes de otoño frío
En mi locura y pasión
Por un amor esquivo
Que con dolor,
Logre quitarme un día.
En mi locura y pasión
Por un amor esquivo
Que con dolor,
Logre quitarme un día.
Hoy te he vuelto a ver
Me digo a mi misma
¡Pero que tenias que
Deslumbraste mi vida!
¡Nada! ¡Que locura mía!
Deje lagrimas inútiles
Derramadas en mi almohada
Este camino andado
Me va enseñando,
En cada recodo
Que el amor es mucho más que un beso,
Es más que una pasión desbordada
El amor es verdad, sublime, bondadoso.
Lo demás, lo demás es lujuria, apetito feo,
Y no puede llamarse amor.
María mercedes Castro- Chile
"Añorado encuentro"
En la blanca arena
donde caminabas
detrás de tus huellas
fui yo, paso a paso.
fui yo, paso a paso.
Sí dejar rastro
llegué a tú encuentro
el gran añorado
y bello momento.
Y así frente a mí
me tomó en sus brazos
y con la pasión
de un amor en llamas
Despojó mis ropas
con suave manera
hasta deslizarnos
por la suave arena
Me cubrió de besos
igual hice yo
bebí de su aroma
y él de mí licor
Todo sentimiento
sin ningún pudor
donde disfrutamos
de éste, nuestro amor.
María Rosa Castro-Cuba
Atreverse
Y habré de irme, sin saber a qué he venido
y habré vivido, sin saber a dónde voy
no sabré, yo, nunca quien hubiera
sido
si no me atreviese, a saber quien soy
sido
si no me atreviese, a saber quien soy
Mia Zak-Argentina
Espero a la luz de la luna
Te espero a la luz de la luna,
en la sangre de mis versos.
En mi alma. Con mi cuerpo.
En mis sueños y esperanzas.
En ilusiones tardías.
Bajo la luz de ésta luna
en mis recuerdos...
En las canciones que escucho.
En los paisajes que veo....
E imagino
Que tengo amor a mi lado.
Del que se entrega leal.
Del que ama por amar.
Correspondido y sincero.
Del que comparte la vida
Con alegría y respeto.
Amar a la luz de los sueños...
Tocando ésa luna plateada
tañendo el rumor de mi mar.
Melodías. Requiebros…
Nieves Mª Merino Guerra-España
Canta Turpial
Hoy el turpial alzó, por fin, su canto,
millones de personas lo han oído,
y lloran, pues el canto, tan sentido,
les dio un suspiro del perdido encanto.
y lloran, pues el canto, tan sentido,
les dio un suspiro del perdido encanto.
Lloran ahora, sí, mas en el llanto
dejaron a la muerte en el olvido,
con ella se esfumó lo que han sufrido
hacia un lejano e incierto camposanto.
Canta, Turpial, levanta a Venezuela,
no dejes de cantar que llega el día
de ver a esta nación que alegre vuela
y que ve en sus luceros armonía;
canta, Turpial, tu canto el sueño vela
y es del Venezolano padre y guía.
Pietro Igarza- Perú.
Hoy
Hoy, en un nuevo amanecer
que los dioses me han donado,
ni quiero, ni puedo olvidar…
Imágenes,
donde tú, reinando en ellas,
mis pensamientos inundas.
Grabada a fuego te llevo
en el fondo de mis ojos.
Embriagado por tu aroma.
Por tu sabor hechizado
y calmado el corazón…
en tí, mi dulce, mi amada.
Suspiros, susurros
Cómplices miradas que todo lo dicen..
manos inquietas
que rozan, que aprietan.
Vano empeño en retener
lo que no pueden guardar.
Hoy
En un nuevo amanecer
No quiero, ni puedo olvidar…
Tu amor, mi felicidad.
Rafael Serrano Ruiz-España
A contra tiempo
Un, dos, tres…
Un, dos, tres…
Como en una clase de baile
tengo ganas de marcarte el ritmo
para que seas parte
de un juego acompasado
La ansiedad me lleva
al apuro, al impulso
que, a veces,
tropieza con tu tiempo para digerir
mis palabras, mis estímulos
Es como si la montaña
No respondiese con el eco
sino después de muchas voces
Como si eligieras
con cuidado de relojero
el argumento a responder
la frase a considerar
Y cada palabra fuera engranando
en los espacios vacíos
que te ofrezco
Sin llegar a completarlos…todos
Es avance y retroceso
Hambre y saciedad
Angustia y calma
Tiempo y contratiempo
Susana Corradetti- Argentina
Cuando escriba el último poema:
Cuando escriba el último poema,
nada cambiará;
el rosedal seguirá siendo rojo y apasionado,
el sol su luz rubia e intensa,
al universo seguirá regalando,
y tú sonreirás,
quizá con visos de nostalgias,
por esos versos encendidos,
que día a día,
en el umbral de tu vida,
he dejado.-
Cuando escriba el último poema,
y aun así las olas su rumor,
al infinito susurrarán,
y alguien joven y apuesta,
su estampa al horizonte regalará,
nada cambiará.-
Cuando escriba el último poema,
fuerte de las manos te tomaré,
te veré a los ojos,
me aferraré a tus sueños,
y sin escribir,
a partir de allí los poemas fluirán,
sin letras, sin ropaje,
sin garabatos intensos,
tan solo en sin igual armonía,
se dirán de corazón a corazón
Victor Kartsch-Paraguay
Nombre | 1ºApellido | 2ºApellido | titulo | Pais | nº | Orden | Pag |
Alberto | Edel | Morales | El doble dolor | Cuba | 99 | 1 | 2 |
Alibel | Lambert | Desde el abismo profundo | Argentina | 99 | 2 | 3 | |
Amparo | Tatay | Sé | España | 99 | 3 | 4 | |
Ana María | Manuel | Rosa | La mudanza | Argentina | 99 | 4 | 5 |
Ana | Romano | Acciones | Argentina | 99 | 5 | 6 | |
Antonio | Monzonís | Guillén | Musica de estrellas | España | 99 | 6 | 7 |
Araceli García | García | Noche mustia | México | 99 | 7 | 8 | |
Artesana de versos | Mary | Ramos | Todo lo tiñe ru risa | Venezuela | 99 | 8 | 9 |
Beatriz | Ojeda | Somos amor | Uruguay | 99 | 9 | 10 | |
Carlos Alberto | Gimenez | Mis niños | Argentina | 99 | 10 | 11 | |
Carmen | Guzman | Cedeño | Cuando soy amada… | Venezuela | 99 | 11 | 12 |
Consuelo | Jimenez | Silencio, dueño y señor | España | 99 | 12 | 13 | |
Eloy | Sánchez | Rosillo | El asombro | España | 99 | 13 | 14 |
Esteban | Cabrejas | Martín | Árbol caído | España | 99 | 14 | 15 |
Esther | Martinez | Carne | Te amaré a corazón abierto | España | 99 | 15 | 16 |
Etherline | Mikëska | De Pupilas voraces | Argentina | 99 | 16 | 17 | |
Ezequiel | Feito | Mi esposa duerme | Argentina | 99 | 17 | 18 | |
Grissel | Canche | Albornoz | Trazos | México | 99 | 18 | 19 |
Héctor | Berenguer | Quise un día para mí | Argentina | 99 | 19 | 20 | |
Isabel | Garrido | Cae la misma lluvia | España | 99 | 20 | 21 | |
Maria José | Acuña | El color de la soledad | Argentina | 99 | 21 | 22 | |
María mercedes | Castro | Caminos andados | Chile | 99 | 22 | 23 | |
María Rosa | Castro | Añorado encuentro | Cuba | 99 | 23 | 24 | |
Mia | Zak | Atreverse | Argentina | 99 | 24 | 25 | |
NIEVES M.ª | Merino | Guerra | Espero a la luz de la luna | España | 99 | 25 | 26 |
Pietro | Igarza | Canta turpial | Perú | 99 | 26 | 27 | |
Rafael | Serrano | Ruiz | Hoy | España | 99 | 27 | 28 |
Susana | Corradetti | A contra tiempo | Argentina | 99 | 28 | 29 | |
Victor | Karstch- | Cuando escriba el último poema | Paraguay | 99 | 29 | 31 |
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