Revista N.º 67
- ESPACIO DEL POETA
REVISTA
LITERARIA DE HABLA HISPANA
Junio 2016
Pablo Picasso Paisaje mediterráneo
Ocaso en Termas de Reyes
Entre cerros esmeraldas y ocres,
tajos plateados acuchillan el imponente
valle pedregoso.
El sol vibra.
Su esbelto
esqueleto hace equilibrio en la cúspide del cerro milenario.
Con lentitud
penetra su cima, perdiéndose en sus entrañas.
Póstumos brillos
tiñen el poniente.
Transitamos
julio.
Sin embargo, el
destiempo de una primavera cálida me adormece.
El ocaso apenas
enfría la tarde abrigando el lugar con un manto de misterio.
En ese minuto
esclarecido, creo en Dios.
Él me persuade de
mi pequeñez.
Mi corazón,
tantas veces dudoso, lo invoca.
El día extingue
su final, sin premura, con ritmo perezoso.
Un simbólico
tañido de campana se esparce en la tibia brisa.
La grandeza de
esa naturaleza sabia templa mi espíritu.
Ha llegado la
hora de amansar los sueños.
Enlazar
tenazmente lo que me hace feliz.
Mellar la espada
contra los sucesos que retrasan mis propósitos.
Demorarme como en
un abrazo, en los soplos luminosos.
Ya aprendí que
son sólo destellos fugitivos.
En este instante
justo y necesario,
señales palmarias
se han cruzado en mi camino.
No estoy
distraída.
Las percibo.
Ada Gil-Rosario-Argentina
Aceptación de lo indecible
Cuando
te llegue el tiempo
te
irás sin ceremonia ni palabras.
No has
de decir adiós a nadie pues hace mucho que tu existencia es,
más
que vivir, una amorosa despedida.
De
todos tus recuerdos recogiste los más castos
por
hacerte más niño, ahora, que ya se inicia un interior
despojamiento,
para
mejor sentir —dormir—
en el
abrazo de aquélla que algunos llaman muerte.
No le
ocultes tu sangre ni tu rostro.
Ni
temas. Es su oficio.
Cuando
llegue el momento, sal, recíbela en tu puerta; y dile
quedamente,
en un susurro:
entra,
amor, y reposa; te esperaba.
Amando Fernández-Guisa- Cuba
Magnetismo
Sostenida
por las hojas
de
las despedidas
Contempla
alucinada
los
vaivenes
No
obstante, camina
Y
en la cautela
los
pies
Recorre
de
la lucidez en procura
el
hechizo
Y
es en la oscuridad del mar
donde
se sumerge.
Ana
Romano-Buenos Aires- Argentina
Miedos y muerte
Se fue por el sendero
con el corazón sangrando,
casi desplomada,
al más allá.
...y volvió
como una nueva piedra
dentro de una mina.
Era una amatista.
Por las manos de un poeta
fue tallada.
Encontraron su belleza
a través de tanta luz.
Cuarzo transparente,
teñido por el oxígeno de manganeso.
Te llamabas Violeta
y así fue el bello color,
pero sufriste de amor...
con el último suspiro de tu vida.
El poeta lloró ...
por tu belleza y tu luz.
Y empezó a pensar
en los caminos ...
en la brisa ...
en los destinos ...
en la sonrisa ...
en los tormentos ...
en la tristeza ...
en los momentos ...
en tu belleza ...
en las antorchas ...
en los fríos ...
en las alcobas ...
en los gritos ...
y tú ...
callada ...
hablabas a través de tu luz
de corindón violado.
Antonio
Monzonís Guillén-Valencia-España
También en el otoño, palpitan primaveras...
Te
vislumbro lejano, distante
como
farola que apaga a la media noche,
mas
coincido con el farolero, pues se encenderá
al
otro día…
Vagas
errante en tu nicho de concreto,
pidiendo
a la primavera, ramilletes de azahares
que
va perlando tu frente…
A
lo lejos se escucha el sonido de un “blues”,
tal
vez te traen recuerdos de aquella prieta hermosa
con
desnudada piel, abrillantaba espejos en el mar
de
tus ojos…
Lontananza
de abriles, suspiros de un presente.
Que
no se apague tu lumbre!
Aun
en el otoño, con corazón de sepias
el
músculo palpita…
Y
el alma amigo, el alma fluye como riachuelo
Sonriéndole
a su antojo a la alborada...
Carmen Guzmán Cedeño-Cumana-Edo Sucre-Venezuela
A ti poesía
A ti, poesía
A ti que doblegas el arco de los guerreros, el hierro se funde con
tus versos
y surge la nostalgia en diva.
Tú que remontas los lugares en veloces sueños,
cabalgas a pecho abierto
las llanuras haciendo
de la tristeza alegría, dando color al cuadro por medio de voces
y al poeta cual artista
sumes en hiriente melancolía.
Tú que meces las palabras
en redondillas, cubriendo con gala cualquier algarabía, de frases
selectas, rítmicas y sencillas.
Tú que me tientas cada día
y a la noche secuestras
para traer inspiración de cada negra orilla, a las estrellas bajas
para ver su luz que brilla...
a ti, bella y seductora poesía.
Tú que hablas de mares y amores y un sinfín de historias
que hacen de mi alma
la más sencilla.
!Por ti ho poesía!
por la palabra que sale
y brota del corazón herido,
del que pierde su latido
y lo plasma en tinta... dejándolo como una sublime... y bella
poesía.
César
Curiel- Durango- México
París
La
noche malva
olía
a granizo incierto.
después, vidrios rotos
Entendí
que debía irme.
Quise llevarme mi pueblo,
entre el Paraná y el Uruguay,
poder dejar todo
atrás.
En la mirada
cada roca
y el cielo,
su caminar hondo en el río.
Gualeguay,
hoyos de vizcachas,
nidadas de teros,
el maguey onduloso
que
observaba vigía.
No pude dejar esa tierra
la retuve en mí,
la escondí del riesgo
del olvido.
Alguna mañana
me encuentra
un zumbido de alas,
lo empujo lejos
pero sigue conmigo,
en este helado París,
desconfiado e inerte
en el silencio,
hasta el regreso.
Diana Luz Bravi –Rosario-Argentina
La lógica es eternamente obscena
La lógica
es eternamente obscena
y ebria e impotente. Aquí no sirve.
La mañana ha estado en su apogeo
y yo quiero sin embargo el oscurecimiento
-aclaración y transfiguración...-
Lo milagroso tanto como lo monstruoso
en palabras que nunca diré ni escucharé.
Cuando el alma se retira del cuerpo
y me devuelve rotos
los lados débiles de la sensibilidad
el dolor en paciencia se derrite
y mi sangre más antigua que yo
olvida que traición es paradigma.
Asalta entonces el terror de las noches
perpetuamente amenazantes
de los eternos culpables sin ninguna culpa.
Mas yo sé que la vida cotidiana
-también el pensamiento-
pone en el alma el máximo relieve
me llama a la existencia al goce
al relincho de todos los sentidos
al desorden de la sinceridad...
En la isla donde hemos nacido
todos son como nosotros pero a mí me salva
tu imagen elevada por la firmeza de mi fe.
Ezequías Blanco-Zamora-España
Del amor y del tiempo
Cuando amamos,
un mes es como un día,
un año es como un día,
diez, veinte, treinta años
son como un día.
El tiempo se invierte sólo cuando lo
que amamos muere
y nuestro corazón es entonces
el depósito donde se va oxidando
un tiempo que no existe
Ezequiel
Feito-Buenos Aires-Argentina
"¡Es posible!"
Nos reclama, nos exige
el fulgor del horizonte
elevar un mundo libre,
una unión de corazones.
Quedan tantas
mezquindades,
queda tanta iniquidad,
desde tiempos
ancestrales...
...que aún hoy nos
niegan paz.
Nos reclama, nos exige
cada río y cada bosque,
cada especie que se
extingue;
nos increpa,...¡por ser
viles!
Nos reclaman por ser
tantos
y no hacer lo
suficiente
en favor de un mundo
sano,
por la unión de tantos
seres...
Nos reclama este
planeta
elevar un mundo libre,
con respeto y con
simpleza.
Con justicia,...¡es
posible!!!
Fernando
Adrián Zapata-Concordia-Entre Ríos-Argentina
Cuando alguien se cruza
Qué bien sentir cómo la pasión que nos gobierna
siega y decapita de repente el alma inquieta
cuando un ignoto astro de luz cruza un instante
nuestro azaroso camino de trasiego y búsqueda.
Qué dicha percibir la alteración del latido
al ver un bello cuerpo que se acerca y confluye.
Qué gran favor nos presta esa faz al permitirnos
contemplar el campo de sus preciosos ojos.
El volátil afán del deseo se aposenta
y se entrega al aura de quien miramos y vemos
con un inagotable anhelo de posesión.
Qué extraño venial dolor advertir la violencia
de ese deseo llegar al galope pidiendo
el rapto de la excelsa destellante figura
que nos deslumbra con su soberbio resplandor.
Qué dulce decepción cuando al volver la cabeza
y detenernos a observar la esfinge que pasa
verificamos lo que perdemos para siempre.
Qué mal nos deja al momento la triste desdicha,
pero qué bien descubrir que aún seguimos vivos.
Fernando Sánchez Mayo-Córdoba-España
Realismo
De
bruces sobre la fatigada mesa que todo soporta
Salpicabas
con tu llanto el fino borde de color caoba
Apretabas
los puños amenazando sucumbir en un descuido,
Y
tu café…
Tu
café temeroso se mecía desde el fondo a las orillas
desafiando
al suspiro impuesto en el vaivén de tu cuerpo.
Ya
corría media noche, la fragancia de los lirios sostenía
la
alegría que tus dedos prodigaron un instante de caricia
Repetías
y repetías aquel nombre desgastándolo en su eco.
¿Fue
su culpa o fue la mía? desplazabas la pregunta...
Más
la incógnita siempre sería una fisura, y por eso te dolía.
Y
de pronto te enderezas, gritas, te sacudes sorprendida
Divergentes
vuelan notas, plumas y espantadas las hormigas
Entre
manchas de flores caídas, lágrimas y dolor se olvidan…
y
esa taza de café…
Grissel Canche Albornoz- Yucatán-México
Grito hacia Roma
Manzanas
levemente heridas
por
finos espadines de plata,
nubes
rasgadas por una mano de coral
que
lleva en el dorso una almendra de fuego,
Peces
de arsénico como tiburones,
tiburones
como gotas de llanto para cegar una multitud,
rosas
que hieren.
Y
agujas instaladas en los caños de la sangre,
mundos
enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán
sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula
que
untan de aceite las lenguas militares
donde
un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y
escupe carbón machacado
rodeado
de miles de campanillas.
Porque
ya no hay quien reparte el pan ni el vino,
ni
quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni
quien abra los linos del reposo,
ni
quien llore por las heridas de los elegantes.
No hay más que un millón de herreros.
Héctor Berenguer-Rosario-Argentina
Fragmento y olas
Un
fragmento, sí.
Un
árbol abierto en brazos paralelos.
Ventana
traslúcida, la del ahora
y
la anterior.
Voz
de negro que ilumina.
Afuera
el sol, adentro la luz
–
lumbre y albur – que viene de lejos,
de
otros puertos y otras llegadas,
de
otras partidas y misterios,
de
otros martirios y magisterios.
Su
voz no es la suya; es las otras,
las
de ayer, las de hace un instante
que
estuvo, que pertenece, que ya no es.
Desde
su resonancia de alfa y omega o Aleph
llega
el relámpago a la pequeña nave
donde
aprenden a leer los navegantes
de
otros cielos, de otras pasturas y esferas,
los
de las estrellas fugaces
–
tan fugaces como una muerte temprana –
las
coordenadas del tiempo y el espacio,
la
velocidad de la luz,
que
va a la par del pensamiento
en
expansión
como
el universo o las galaxias,
o
la sabiduría de lo humano
más
allá de la luz y su oscuro.
Éstos
sabían al pie de la letra, o de la leche
de
aurora, que también eran forasteros,
mas
en otra arena, en otro paisaje.
Por
eso medían el tiempo en el Libro
que
les fue revelado en un lejano ayer,
o
presente, el que algún día llegará a puerto:
sueño
o quimera que aún persigue
al
pensador, al que sueña, a la poeta herida.
Las
categorías en el Libro de Horas
estaban
enunciadas en letras divinas:
eran
las palabras del Dios que se hacían verbo
o
poema, historia rediviva a través de su voz
de
médium o de oráculo moderno y arcano
o
un Tiresias de estas modernas edades.
Las
palabras y su evidencia son las que acompañan
–son
el son, el sóngoro cosongo–
y
no descuidan al maestre de aqueste barco
que
camina desde hará tanto con su proa
hermosa
rompiendo el horizonte incierto,
dirigiendo
el Arca de sus Libros
a
través de sus mares, penumbras y desafíos,
con
maestría de naviero insigne
José Ben-Kotel-Osorno-Chile
Confesión
Yo señora, nací en el mes
donde se extinguen
las buenas intenciones y
se deshacen las cadenas
del pensamiento impuesto.
Vivo en la acción de las
embestidas, sin reconocer
silbidos, ni muros que me cerquen.
Incendio las descripciones
que me atan a ti
para que no te sientas segura.
Agotaré todas tus fuerzas
hasta que te acerques,
con la humildad de un caballo vencido.
Puede que te sorprendas
verme
leyendo.
José
Javier Martínez Palacin-Madrid-España
Si yo tuviera alas
Si yo alas tuvieras,
¡Cuántas cosas haría!
Como una golondrina veraniega,
a tu estancia yo iría
como en aquellos tiempos que han pasado.
Si yo tuviera alas,
caminos abriría
que fuesen aún mejores que los mapas
y más tenues que todo día claro.
Y en un tornar de vagas
y quemantes melodías,
aun después de abrasado,
tus manos sentiría
que atónitas me abrazan
y me cuentan aquel viejo relato
de los sueños que pasan.
Entonces, simplemente,
tu vida reharía
y el curso de las cosas de tu mente
volvería a aquel año...
...si yo tuviera alas.
Luis Gonzaga Álvarez León-San Sebastian de
los Reyes- Venezuela
Mudanza
Me inspira la tristeza,
me gusta estar ausente
de todos y de nadie.
Mis ojos siempre te han de
reconocer,
tus ojos no me ven.
Camino en lo imposible
también en lo posible,
sobre todo cuando cierro los
ojos.
( Anda ríe soy una soñadora, nada
mas ).
Voy a mudar de mente,
de encuentros y retornos.
Mabel
Quijano-Colombia
De ti
escucho el estremecimiento de un
cuerpo
disipándose contra la máscara
esculpida en el sueño
arremete al osario
con mordeduras de luz
en geografía nocturnas
es el extraño que visita
hondas habitaciones
su temblor elige el juego
entre mi boca llena de lodo e insectos
y la mano acuciosa que persigue
el gesto en el sueño
de ti
el estremecimiento en la página
desolado puerto
María
Aveiga del Pino- Lacatunga-Ecuador
"Solo dos
palabras"
"Poema para una MADRE"
Bastan sólo dos palabras
para expresar lo que siento,
más no hallaría modo alguno
de mostrar mis sentimientos.
Dos palabras, sólo dos,
para decirte: "Te quiero",
para decirte: "Gracias"
por tus noches de desvelo.
Si tantas veces te herí,
si mi amor no te mostré,
no dudes de mi querer,
tal vez...no supe entender.
Tal vez no supe entender
tu sacrificio abnegado,
tantas noches sin dormir
sin esperar nada a cambio.
Porque eso es ser una MADRE,
y tú para mí eres bella,
y no hay rosas ni azucenas,
no hay estrellas,
no hay luceros,
que merezcan ser regalo
para quién me dió la vida,
quién me cuidó con celo,
quién me acunó tantas noches,
quién por mí desveló el sueño.
Y no he hallado presente
que merezca ser tu dueño.
Tan sólo esas palabras
grabadas en mi alma, a fuego.
Por eso quiero decirte:
Nunca olvides dos palabras,
Nunca olvides que:
"TE QUIERO".
Marian
Martín Humanes-Villaluenga-Castilla-La mancha-España
Inevitablemente
Si pudiera cambiar de vida
como se cambia de acera
si pudiera...
inevitablemente lo haría.
Si pudiera transgredir mis propios límites
más allá de la pátina del tiempo
y remontando mi propia diversidad
pudiera arrancarme una costilla
y volver a fabricarme
si pudiera...
inevitablemente lo haría.
Si pudiera dormir plácidamente
y envuelto en brumas oníricas
exhalara el último suspiro
si pudiera...
inevitablemente lo haría.
Mario
Bronte-España
Desembarco
Y hoy,
O quizás, algún día,
Me iré contigo
Nos fundiremos en una sola mirada
Mis lágrimas caerán mar adentro
Lejos de los albatros,
Cerca de las gaviotas
Se fundirán como perlas en el océano
Así encallará mi vida
Solo me quedarán las olas de tus recuerdos.
Me siento como un barco perdido.
Y llueve sobre mi corazón
Y otra vez el llanto de tristeza
Se apodera de este muelle sin barcos,
Estoy preso de esta nostalgia infinita
Que se escapa, que es mitad retorno
Que es mitad despedida.
Mi niña de los ojos tristes
Mi niña, cuanto te amé,
He soñado con capturar tu mirada
He soñado con tu amor,
Como una estrella prisionera
Tu sonrisa se me escapa
Y sufro como un delfín solitario,
En esta inmensa mar.
Me abrazan tus eternos brazos
Mientras el calor corre por mi sangre
Tus ojos me miran con pasión,
Me asustas,
Me asusta tu misterio,
Mientras la luna sonríe,
Lejos del mar.
Junto a las estrellas
Más cerca del cielo.
Miguel Gallardo-Chile
Bisiesto
Por alguna razón suceden las cosas le
dijo con voz sensual y sonrió con tal amplitud que sus labios abrazaron la luna. Él la miró con ojos erizados e intentó navegar la corta
distancia que los separaba. Se dejó llevar por la sensación de que esa boca
fresca abriría una puerta más allá del deseo. Las crestas en rompiente no
lograron distraerlos, se habían poseído desde la misma piel de la noche. Se
abrigaron con el manto de los besos en la desnudez de la playa. Ese era el
lugar, astros y oráculo lo
confirmaban. Se permitieron amar tantas veces como giraron las manecillas del
reloj, luego él se durmió al calor de las musas en la más profunda poesía y
ella se perdió donde el mar se une con el amanecer. Dicen que cada cuatro años
el mar los vuelve a unir, al final de febrero.
Pablo Lautaro-Patagonia Argentina
Llegó la hora.
Del poemario Versos
alados.
Llegó la hora de volar solo,
y agradecido contigo, mi querido Maestro;
por los siglos de Amor, que me diste,
porque a pesar de mi ignorancia;
nunca perdiste la Fe en mí,
aún, ni cuando yo mismo la tenía.
Me diste tu mano,
en las tribulaciones que creí, exterminarían mi ser,
me animaste a seguir más allá,
cuando sentí; que ya era el mejor,
con tu aliento, impediste que mi ego aniquilara mi Ser
Divino.
Y pude sentirte,
en las pirámides o en las catacumbas,
a orillas de ríos y mares;
entre montañas inexploradas y selvas vírgenes,
de guerras salvajes; te llevaste mi alma,
en campos de exterminio; también me recogiste,
cuando la ira y el odio revolvían mis entrañas;
Tú supiste darme tu sonrisa más amorosa,
nunca tuviste en cuenta mis reproches o dudas,
mis ansias o afanes de gloria;
y, cuando atravesé tu pecho con mi lanza,
me abrasaste con tu Amor más puro.
Tú, mi Amado Maestro;
que me guiaste por este milenario camino,
y que siempre confiaste en el día en que; seguiría
solo,
me enseñaste que la Fe es; Creer Amorosamente en mí.
Panolillo Díaz-Islas Canarias-España
Tacones amarillos.
..hay días en que me pondría
unos tacones bien altos y amarillos,
y abriré las puertas...
esas que me gustan
de sinceridad
donde soy yo...
sin retazos y sin complicaciones
donde sueño y trepo la esperanza
más allá de los colores y estaciones...
porque hacen juego con tiempos de lluvias torrenciales...
según las cartas en mis premoniciones
......y otros...
me pondría
esas alas prestadas de mariposa nacarada
donde cada madrugada conjunta con distancias...
porque he aprendido
este último teorema
....que :
vos y yo en la enésima potencia
somos ese resultado exacto
entre la química y la locura
donde los puntos de lo cóncavo y convexo
hacen la exactitud de las geometrías....
porque con alas de mariposa malherida
calzaré tacones y sin melancolías
!! Como Dios manda...
en una despedida !!!
Pilar Ferrer-Ushuaia. Tierra de Fuego-Argentina
Tal vez
Llega la primera lluvia de Mayo,
esa que humedece tus cabellos
y ensalza la atrayente jugosidad,
la almibarada dulzura, de tus labios
en la neblina del día,
Y tu no llegas.
Viste la tierra sus mejore galas,
verdes y amarillos, pétalos y corolas
adornan su vestido con embriagador
perfume…
renacer de vida y de esperanzas
y tu no llegas.
Sueños de caricias.
Despertar en tus labios
recorriendo profundas serranías.
Manos que descubren valles y riscos
entre insinuantes transparencias
revelando una bandada de antojos
intuidos.
En el aroma de tus especiados poros,
aunque mi piel no te sienta,
en el despertar de mis profundos deseos,
en la no existencia de la caricia…
te espero…
Y tu no llegas
Y la espera se alarga
Y la espera agoniza
Y tu no llegas.
Rafael Serrano Ruiz-Madrid-España
Cuando el día ya sea casi noche…
Cuando ya no
recuerde ni el sabor de tus besos
ni el tacto de
tu piel, amada mía,
cuando llegue
ese día
de pensamiento
fútil y quebradizos huesos,
en que ya casi
es noche y el futuro es presente,
si observas
que te miro y mi mirada
se pierde por
la nada
y mi rostro
denota una expresión ausente,
te pido que te
vayas, no quiero preguntarme
cómo se llama
el ángel que me cuida
en lo que ya
no es vida.
No me digas
que no, déjame que me alarme
cuando puedo
sufrir pensando lo que quiero,
que luego no
sabré ni ser sincero.
Ricardo
Fernández Esteban –Barcelona-España
Besos celulares
Manos de seda
Al tocar la vida
En órganos que funcionan.
Corazón de león
Al hincar un bisturí
O un aguja sobre la piel.
Mirada de águila
Escrutadora, impávida
Sin parpadeo posible.
Exigente trilogía
En la génesis del cirujano!
Manos que se mueven con
Precisión de cronómetro vital
Enguantadas de ternura
Jugueteando con torundas de algodón
Y ordenadas gasas
En coreografía de instrumentos,
Agujas enhebradas
Con hilos, sedas cat-guts
Nudo simple, doble nudo,
Puntada seguida,
Puntos sueltos
Tijeras, erinas, pinzas
Prolongando los dedos
En busca del órgano dañado,
Extirpación del inoportuno,
Campo operatorio limpio
Artística reconstrucción
Con pegamento de amor
Hace que se besen una
Mitad de célula con su homóloga
Que circulación sanguínea continúe
Murmullo de sueño tranquilo
Quietud de vísceras
En el fluir de la vida
Para terminar en la última sutura
Como rúbrica de muy buena letra
Cicatriz siempre indeleble
Cirugía profesión de artistas.
Rina Tapia de Guzmán- Cochabamba- Bolivia
La Palabra
Quede el sonido allí
que solo baje por la oscilante simetría del eco
que resbale por su propia ansiedad
por su delirio de ser voz.
Que mida la distancia entre la sílaba y la miel del verbo
que viaje por las sinuosidades de su aliento anterior.
Sólo así podrá ser.
Y cuando quiera estar en la pregunta
en el indescifrable cosmos del acento
que pase a ser cadencia
ritmo en la ascendente escala
rito en la musicalidad
y plenamente brote a la luz
como un susurro líquido
en la secuencia de las
sensaciones.
Simon Zavala Guzmán-Guayaquil -Ecuador
POQUITO A POCO:
Poquito a
poco,
cuan hálito
surgido del misterio,
me rodeas,
como si
fueras el viento,
la brisa, el
tenue horizonte;
me
envuelves,
me
conquistas, me seduces,
te haces
esencia en mi vida,
te fundes
con mi alma,
me invades
en el pensar,
y en el
decir,
como si no
te bastara ser musa,
te haces
diosa,
pues el
universo te sonríe,
en esa
sonrisa única,
que solo
Dios entiende.-
Y así eres;
conquistadora,
seductora,
esencial en
mi vida,
poema
bonito,
que se
desliza a través de la alcoba,
y deja
aromas intensos en el lecho,
que juntos
anhelamos.-
Así eres
poema bonito,
que a cada
instante, se filtra en mi vida.-
Víctor Kartsch Brenh-Encarnación-Paraguay
La lectura
“Las
palabras abren puertas sobre el mar”
Rafael
Alberti.
Una tarde tibia de otoño, paseaba, cámara
en mano, captando cuanto habría de llamarme la atención.
Estoy de visita en la ciudad, a la que había
llegado un par de días antes. Todo era nuevo, cercano, diferente y bello a la
vez. Quería retener en la memoria y en la cámara, que cuidaba como a un pequeño
tesoro, cada pedazo del momento actual, que me retrotraía a mis años de juventud
y revivir, simplemente, historias que se quedaron plasmadas en mi memoria y mi
sangre.
Me encuentro en pleno centro de Buenos Aires.
Como cualquier capital del mundo, el bullicio es parte del entorno citadino. El
deambular constante de sus gentes lo contribuye en gran medida, así como las
ofertas, a viva voz, de los vendedores ambulantes, congregados en las calles
más concurridas del sector. Complementan el panorama, las enormes vidrieras y
cafés, de donde emana un exquisito aroma que invita a entrar. Recién admiraba
la majestuosidad de la Casa de Gobierno y la plaza que determina el carácter
emblemático y cívico del lugar.
A
poco andar, entrando la penumbra del atardecer, algo llama mi atención en un
enorme portal. Se trata de una mujer de mediana edad, en un espacio resguardado
por un pilar, en uno de sus lados, leyendo, casi inmóvil, un libro que no alcancé a distinguir
detalles.
Era sin ninguna duda, una pordiosera. Estaba
sentada, piernas cruzadas, sobre
una cantidad de trapos o cojines de colores, que la separaban varios
centímetros del suelo. El pelo algo canoso y crecido, cuidadosamente recogido.
Su aspecto, pulcro en general, contrastaba en algún grado, con el de las
pertenencias sobre las que se encontraba.
Mi primer impulso fue fotografiarla. Me parecía
medio surrealista la imagen de la mujer, cubierta apenas con unas ropas y
algunos artículos domésticos que
pude apreciar, leyendo, absorta de todo movimiento o presencia a su
alrededor. Levanté la cámara buscando el objetivo, pero no pude apretar el
disparador.
Algo me pesaba en el alma, más que en las
manos; la atmósfera que establecía su actitud, era de intimidad, pese a estar
en la calle y a la vista de todo el que reparara en ese pequeño rincón del
portal y, seguí caminando, pasé frente a ella un par de veces más, tan
lentamente como mis ansias me lo permitían; volví sobre mis pasos otras, me
alejé del lugar unas cuadras, para volver nuevamente, la mujer seguía en la
misma actitud, ausente, inmersa en su lectura o en su mundo interior. Sólo un
leve movimiento para cambiar de página, acusaba su presencia real. Hice un
nuevo intento de captar aquella
imagen, que seguramente no volvería a ver, pero, no pude y abandoné el
lugar, con un sabor agridulce en la boca.
Victoria Gonzáles
Badani-Santiago de Chile-Chile
índice de autores de
Espacio del Poeta Junio 2016
Nombre
|
1º Apellido
|
2º Apellido
|
titulo
|
País
|
n.º
|
Orden
|
Pág.
|
Ada
|
Gil
|
Ocaso
en Termas de Reyes
|
Argentina
|
67
|
1
|
2
|
|
Amando
|
Fernández
|
Aceptación de lo
indecible
|
Cuba
|
67
|
2
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3
|
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Ana
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Romano
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Magnetismo
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Argentina
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67
|
3
|
4
|
|
Antonio
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Monzonís
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Guillen
|
Miedos y muerte
|
España
|
67
|
4
|
5
|
Carmen
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Guzmán
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Cedeño
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También en el otoño
palpitan primaveras
|
Venezuela
|
67
|
5
|
6
|
Cesar
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Curiel
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A ti poesía
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México
|
67
|
6
|
7
|
|
Diana Luz
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Bravi
|
Paris
|
Argentina
|
67
|
7
|
8
|
|
Ezequías
|
Blanco
|
La lógica es
eternamente obscena
|
España
|
67
|
8
|
9
|
|
Ezequiel
|
Feito
|
Del amor y del tiempo
|
Argentina
|
67
|
9
|
10
|
|
Fernando
|
Adrián
|
Zapata
|
Es posible
|
Argentina
|
67
|
10
|
11
|
Fernando
|
Sánchez
|
mayo
|
Cuando alguien se cruza
|
España
|
67
|
11
|
12
|
Grissel
|
Canche
|
Albornoz
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Realismo
|
México
|
67
|
12
|
13
|
Héctor
|
Berenguer
|
Grito hacia Roma
|
Argentina
|
67
|
13
|
14
|
|
José
|
Ben
|
Kotel
|
Fragmento y olas
|
Chile
|
67
|
14
|
15
|
José Javier
|
Martínez
|
Palacin
|
Confesión
|
España
|
67
|
15
|
17
|
Luis Gonzaga
|
Álvarez
|
León
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Si yo tuviera alas
|
Venezuela
|
67
|
16
|
18
|
Mabel
|
Quijano
|
Mudanza
|
Colombia
|
67
|
17
|
19
|
|
María
|
Aveiga
|
Del Pino
|
De Ti
|
Ecuador
|
67
|
18
|
20
|
Marian
|
Martín
|
Humanes
|
Solo dos palabras
|
España
|
67
|
19
|
21
|
Mario
|
Bronte
|
Inevitablemente
|
España
|
67
|
20
|
22
|
|
Miguel
|
Gallardo
|
Desembarco
|
España
|
67
|
21
|
23
|
|
Pablo
|
Lautaro
|
Bisiesto
|
Argentina
|
67
|
22
|
24
|
|
Panolillo
|
Díaz
|
Llego la hora
|
España
|
67
|
23
|
25
|
|
Pilar
|
Ferrer
|
Tacones amarillos
|
Argentina
|
67
|
24
|
26
|
|
Rafael
|
Serrano
|
Ruiz
|
Tal vez
|
España
|
67
|
25
|
27
|
Ricardo
|
Fernández
|
Esteban
|
Cuando el día ya sea
casi de noche
|
España
|
67
|
26
|
28
|
Rina
|
Tapia
|
De Guzmán
|
Besos celulares
|
Bolivia
|
67
|
27
|
29
|
Simon
|
Zavala
|
Guzmán
|
La palabra
|
España
|
67
|
28
|
30
|
Victor
|
Kartsch
|
Brenh
|
Poquito a poco
|
Paraguay
|
67
|
29
|
31
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Victoria
|
González
|
Badani
|
La lectura
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Chile
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67
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30
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32
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índice de autores
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33
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muy buen trabajo Rafael.
ResponderEliminarFelicitaciones desde Argentina.
Diana