Revista N.º 38
- ESPACIO DEL POETA
REVISTA
LITERARIA DE HABLA HISPANA
Enero 2014
Claude Monet
El
encuentro
(Microrrelato)
Era de
noche y hacía mucho frío.
Un hombre alto, de cara angulada y
cetrina piel; tenía, asida de su
huesuda mano, la crin corta y amarronada de su pequeño asno.
Minúsculas gotas de agua, que salían de
su aguileña nariz, se perlaban al caer sobre su barba gris.
Por el
sendero, apenas iluminado por la luna, le salió al encuentro la Muerte.
-¿Hacia dónde
te diriges, hombre bueno?-le dijo en un tono gutural, con maliciosa inflexión.
El
hombre, sorprendido primero, temeroso después, se limitó a decir:
-Vengo de
Al Huhassan, y me dirijo a mi
hogar, que está en Deir ez-Zur.
-Y tú de
dónde vienes-prosiguió, el hombre, con un tono de voz entorpecido por la angustia.
-Eso a ti
no te incumbe. Yo voy discurriendo por el mundo, sin más. Últimamente, me
conformo con un óbito diario. No olvides que con la edad, nos volvemos más
improductivos.
-¡Oh Señor
de las Tinieblas! Tengo suma prisa. Te ruego que me permitas llegar a casa,
antes de que despunte el alba.
Debo entregar estas medicinas a mi
familia, con urgencia.
-Si, ya
lo veo. No temas buen hombre. ¡Vete en paz ¡ Porque esta mañana, ya cumplí con
mi faena.
Y estuve, por unos instantes, en Deir
ez-Zur.
José Romero Espasa
Muñoz- Benidorm -Alicante -España
Décima
simple...-.
Cada hombre tiene un drama,
un sainete, una comedia;
a veces una tragedia,
con desenlace y con trama.
La vida, esa impía dama,
que al ser atrapa y coloca,
en su trance al porvenir,
enfrentando al existir,
mientas la mente
trastoca...,
La vida ,infiel, nos
convoca,
y nos lleva hasta el
delirio,
impulsa al hombre al
delirio,
y entre angustias lo
sofoca.
La vida al fluir nos toca,
y nos invita al placer;
marca sutilmente al ser,
sin que acaso lo advirtamos
que, cada paso que damos,
ya no nos deja volver....
La vida debiera ser
un discurrir placentero;
pero su ritmo severo
no nos mide el parecer.
En la vida, un mal querer,
de esos que el ser nos
destruye,
de tan mal manera influye
que del amor renegamos,
y ya jamás aceptamos,
que el rencor nada
construye...
La vida, eterna obsesión,
es devenir. Lucha, entrega;
es un bajel que navega
en pos de nueva ocasión.
Quien presente el corazón,
enrumbando al porvenir,
jamás habrá de morir,
porque aunque al fin
sucumba,
emergiendo de la tumba,
logrará sobrevivir...
M.º Nieves Merino Guerra- Gran Canaria-
Canarias- España
INFANCIA"
Con la
misma pluma con que escribo poemas
con la
misma frescura de fontana,
con la
misma gracia de juegos en las calles,
de
escondidas bajo las farolas de los patios,
de
figuras con gallos de veleta
de
todo aquello que he visto,
que he
oído y he vivido;
Vírgenes
atravesadas por puñales,
jarrones
con peces y arreglos florales,
niñas
en las ventanas y azoteas,
ángeles
de las torres,
juegos
y hamacas en las plazas,
relojes
en los campanarios
escudos
dominantes y banderas destenidas,
arlequines,
señores de trajes, mendigos,
soldados
ebrios y enamorados,
curas
y monjes escondiendo sus pecados
bajo
la tela opaca del disfraz,
eruditos,
sabios y políticos
partidarios
de los que no tienen nada
y
hasta la tranquilidad de la nada se les niega,
llanto
en la sombra de la noche
cobarde
de asesinos;
Con la
misma pluma con que he escrito
a este
pueblo que sigue siendo mío
ríos
corredores de alta montaña
dueño
de espumas nuevas
en
medio de las soledades
crucificadas
del desierto sur,
viento
que llaman con su canto
peregrinos
de aullidos,
como
la sangre derramada que grita
desde
los cerros, desde los coirones amarillentos,
desde
el “paralelo 42”
hasta
el frío nevado del Anecón.
Con la
misma pluma con que escribo
aquel
paisaje de juventud
como
una eterna estudiante en vacaciones,
esos
mismos paisajes que tantas cosas
dijeron
a mi poesía;
Entre
los tirantes estíos de Harosteguy
movidos
de manzanos y limoneros,
aquella
guitarra firme en las manos de mi PADRE
invadiendo
los silencios de las noches,
enredando
grillos en sus acordes de milongas.
¡Que
fascinante! Había magia, duendes,
algo
irresistible en todo aquel sitio campestre,
Ah...esos
días de mi infancia
que no
quieren desprenderse;
No hay
escarcha de luz que pueda enfriar
tanto
sentimiento,
no hay
canto ni diluvios de azahares
que
puedan cubrir tantos recuerdos,
no hay
cristal que cubra de plata
tanta
luna reflejada en las retinas
hay
sí, un nombre, convertido en hojas
bajo
la palma de mis manos,
que
después de recorrer este extraño camino
hasta
la pluma,
acaba
convirtiéndose
en
rayos de luz, que fue mi “INFANCIA”.
Nora Flamini Avellaneda- Argentina
Hoy...
incierta...desterrada...perdida...
de aquello que me llama...
quebrantando mi hoy...
masticando el ayer...susurrando el mañana...
como el agua que corre sin remedio y sin cauce...
sin poder encontrar el poder de mi misma...
perdida en las sombras que me habitan a diario...
quebrantando mi alma...
cercenando caminos...
de silencios forzados...
de olvidos compartidos...
Hoy...
mi corazón se llena de doloroso hastío...
de huellas invisibles, marcadas de recuerdos...
recuerdo que me siguen, que me acosan y matan...
danzando al compás de mi promesa rota...
para volver a encontrarte en mi recuerdo
mañana...!!
Alejandra Leal Gana-Chile
SOLEDAD,
ÚNETE A MÍ
No merezco nada;
mas que el olvido allá en el horizonte
donde el sol se oculta
y la noche reina
¡Soledad se mi compañera!
ni el sonido arrojo de un poema sutil; anhelo
ni los cariños del amor sublime de pareja, se unen a mi
ni las efervescencias de una amistad
dulce y pueril han de estar conmigo
El cariño no es cariño
cuando emocionalmente se deshace
en zafiros para desaparecer en polvo
En agua para hacerse vapor
mejor es irme… ¡YO Sola!
Sin nadie ni nada a quien yo pueda perturbar
Soledad amada
hace más de 20 años eras mi mejor amiga
en las bellezas de tu aroma mil reflexiones me otorgaste
¡Hoy deseo seas tú, mi eterna compañera!
Alejandrina Arias-Autlan-Jalisco –México
UN NUEVO SENDERO…
Ya no
aguanto ni siquiera mis huesos.
No
espero nada ya de la vida.
Pues
ni siquiera mi dolorido cuerpo,
me persigue
y hace de mí la huida.
Estoy
cansada de llorar y reír.
Sólo
veo en mi piel su marchitar,
como
otoño que registra el vivir.
Ya mis
ojos no pueden ni mirar.
Sólo
encuentro temblores en mis manos
cuando
las alzo para recordar
Y en
mi corazón en latir en daños,
hacen
que mi cuerpo quiera parar.
Ya no
hay duda de mis pasos al andar,
pues
sólo en sueños recorren la libertad.
Ni
siquiera para poderme levantar,
cual
mi alma prepara su despertar.
Ya tan
sólo me queda un rezo emigrante,
Que
divaga en mi mente sin razón,
se
pierde en los ecos al cante
de
baladas continuas en pasión.
No hay
milagros en lo que se acaba.
Ya es
principio de un camino nuevo.
Allí
me esperan algunos que amor me daban.
Cual
mi alma a Dios .. que en su senda… llego.
Alicia Climent.- Elche- Alicante- España
No se busca la redención
No
se busca
la
redención
con
la palabra
no
basta
con
ser
voz
de
madera y cerrojo
con
creerse
posibilidad
infinita
y
más allá
No
basta
saberse
paso obligado
y
dejar salir
las
nostalgias
por
las rendijas
hace
falta
ser
fábula
oler
a teca
ser
crujido
tener
textura
de
metal
o
de
astilla
Amanda Reverón-Venezuela
Contrasentido
Licencia
que
encabeza
la
arbitrariedad
Preludio
que
amedrenta
la
recuperación
Creencia
que
evoca
el
orgullo
Mutila
los
cuerpos
el
sicario
Domina
la
soberbia
las
vestiduras
El
cíclope
agrupa
el
instrumental
Desnudo
el
nódulo
mendiga.
Ana Romano- Buenos Aires- Argentina
Sin título
Tomas levantó el chato y pegó un sorbo, el vino
se balanceó en el vaso dejando una lágrima regodeándose sobre el cristal.
-¡Chico, ponnos otro!- su voz recorrió la
estancia hasta llegar a la barra de madera, el chico rondaba los cincuenta, y
tenía el mismo perfil que el local, como si uno fuera la proyección del otro.
Tomás tendría por entonces cincuenta y tres, los acababa de cumplir. Lo sé
porque a mis treinta y cuatro me nombraron jefe de personal y fui yo quien le
dio la noticia.
-¿Y dónde voy a ir yo a esta edad - me dijo
completamente pálido- después de 30 años de trabajar en la contabilidad?
Chico apareció con unas cazuelas pequeñitas de
paella y dos huevos fritos con pimentón, a un lado había colocado dos rebanadas
de pan de hogaza. Lo mejor de la ciudad era su afán por compartir su
gastronomía, el único lugar donde no te cobraban las tapas, y era de mal gusto
rechazarlas.
Tomás me llevaba veinte años, me resultó extraño
en un principio tener que dirigir a gente de la edad de mis padres, luego lo
asumí, aunque ellos me trataban como a un chaval, casi fue él el que acabó
consolándome, salió de la oficina dándome palmaditas en la espalda. Cuando
estudiaba psicología no hicimos ningún simulacro de este tipo de situaciones, y
debería, porque se pasa muy mal.
Los meses fueron pasando, tuve noticias de
varios a través de los compañeros, algunos de los más jóvenes habían aceptado
destinos en el extranjero, pero en general el ERE los había dejado a casi todos
en el paro, y la empresa se convirtió en un mero reducto de gestión del trabajo
en el exterior.
Tomás vociferó: - ¡Pon otro, Chico, que aquí
viene Fernandito!- Fernandito en cuestión rondaba los cuarenta y cinco, desde
el parón no había levantado cabeza, aunque al menos la mujer tenía un buen
empleo.
-¿Qué pasa? - Saludó con la mano antes de
atravesar el dintel.
-Aquí-hinchó los carrillos Tomás, -sacando el
sábado adelante- Fernandito escogió el lado del ventanal y se sentó en el banco
de madera. Un grupo de peregrinos entró a olisquear, miraron nuestros huevos
fritos y decidieron sentarse.
- ¿Y tus niñas?- pregunté a Fernandito.
- ¡Listas, listas!- se le iluminó la cara- acabo
de dejar a la mayor en la clase de judo.
- ¿Y tú?- me palmeó la mano- ¿te echaste novia ?
-Le sonreí con cara de ni fu ni fa- ¡pues Tomás tiene unas sobrinaaaas! - y
levantó el vaso. ¡Por tu nueva vida, Tomás!
Levantamos el vaso los tres.
-¡Vamos, que se me hace tarde, tengo que volver
a la pollería!- se levantó Tomás mientras estiraba su delantal- ¿Quién me iba a
decir a mí que aprendería a trocear pollos y me pasaría el día recogiendo
menudillos después de pasar mi vida en una oficina? Aunque prefiero esto que no
hacer nada en casa, mi mujer estaba ya amargada.
-Vete yendo-, le comenté- luego pasamos a por la
carne para la plancha.
Ana
Ruibarbo- Las Palmas de Gran Canaria- España
EL BALCÓN
Lo mismo que en tu balcón
me quitaste tú las penas,
yo te di mi corazón
y la sangre de mis venas.
Y de testigo la luna
en las sombras de la noche,
con las rosas y los lirios
con los lirios y las rosas.
Me enamoré en tu balcón
y quiero volver a ver
en ese cuerpo moreno
La pasión que me entregaste,
tus uñas en mis espaldas
mientras cerraba los ojos.
Antonio Monzonís Guillén – Valencia-España
QUIERO
OBSEQUIAR UN VERSO
Quiero obsequiar un verso
para esta navidad,
que esté cargado de amor
y aflore en felicidad.
Un verso que lleve vida
y un abrazo fraternal
que tenga aroma a canela,
y sepa a fruta invernal.
Que viaje por el camino
con su cesta de ilusiones,
que lleve fe al peregrino
y toque los corazones.
Un verso de amor donado
por el cielo y su nobleza
un verso por Dios amado,
por la vida y su belleza.
Quiero obsequiar un verso
de recuerdos liberados
asido en el universo
por silencios expresados.
Beatriz Vielman S. Guatemala
YO HE DE SER LA CAPITANA
Yo he de ser la capitana
de tu barco solitario
llevaré su timonel
al océano turbado
y las gaviotas en vuelo
contarán avergonzadas
que tu barco solitario
se ha vuelto un potro embrujado.
Se ha vuelto un potro tu barco
con sus cascos desbocados
espoleando tus infiernos
yo despierto tus soldados.
Yo he de ser la capitana
tu jinete voluntario
barco y corcel es tu esencia
barco y corcel devorado.
Barco que surca el océano
horadando sus entrañas
potro que brinca las olas
potro jadeante afiebrado
barco desnudo tu cuerpo
timonel desorientado.
Perdido el barco su rumbo
tu potro cae agotado.
Beatriz Ojeda- Montevideo- Uruguay
La gota
La gota…
diadema de reflejos,
como una lágrima perezosa
fue cayendo lenta
sobre el cristal empañado.
Tu mano
hundida en el silencio
sorprendió a mi mano.
Tu beso
prófugo de un suspiro
sorprendió a mis labios.
Tu gesto seductor
en sonrisa contenida
sorprendió a mi pulso.
En la brevedad
de un hoyuelo
que coqueteaba
cerca de tus labios,
fui dejando en cuotas
retazos de mi vida.
Mientras…
Pablo Milanés
desde la consola del auto
me proponía negarte tres
veces
antes de que rompa el alba.
Y me hice sueño
que se espesa en el cielo…
y se esfuma en la lluvia.
Jugamos a amarnos
jugamos a recrear la piel
hasta que la gota llegó
al límite del cristal
Y sólo quedó
la compañía
de un sordo gorjeo
percusión de aguacero
sobre el techo de la noche…
Carlos Alberto Giménez- Ushuaia-Tierra de Fuego- Argentina
VOY A BABOR
Voy a babor
y a estribor
con la proa
y la popa
de mi antigua goleta
y soy yo mismo
y el que me abomina
al que sacio su hambre
con mi pan
todos los días.
Atalaya de pueblos redimidos
enjaezo mi caballo
con borlas,
y tiemplo el ébano
de mi arco
cuando quiero.
Con el canto lastimoso
del muecín
llamo a los fieles
a la oración
y como mito solar,
soy nadie
y todos
al unísono.
Carlos
Garrido Chalén- Perú
A MÍ ME
LLAMAN "POETA"…
Dedicado
a ciertos poetas
que se
piensan los "mejores"
A mí
me llaman “poeta”…
pero
yo no soy poeta.
Sólo
sé que necesito
echar
al aire mis letras.
Escribo
lo que me sale
de
dentro del corazón,
sin
palabras rimbombantes,
que
así lo concibo yo…
porque
hay cada diletante
que no
lo entiende ni Dios.
Con
capacidad se creen
de
enjuiciar a los demás,
y tan
sólo hacen pegar
una
frase tras de otra,
que a
la gente vuelve loca
para
poder descifrar.
He
encontrado algunas perlas
en
poemas de Internet.
Quien
lo haya escrito lo entienda…
porque
yo no lo sé hacer.
Y no
sólo hablo por mí…
porque
hay mucha gente más
que se
quedan a dos velas.
¿Dije
velas?... ¡¡oscuridad!!
La
poesía es tan sutil
tan
airosa y tan etérea,
que
requiere se la trate
con
suma delicadeza.
Hay
que imprimirle su ritmo
su
sentir y su cadencia;
lo
mismo si es verso libre
o si
abrazado se encuentra.
Y con
palabras sencillas
hacer
figuras poéticas,
y
crear grandes metáforas
con un
puñado de estrellas.
Y a mí
me llaman poeta...
¡Pero
yo no soy poeta.!
ya que
no me considero
digna
de tan alta esfera.
Carmen Aguirre -
Málaga- España
SIGILOSO VACIO
...Enciendan cocuyos el
titilar de sus luces...
como ciudad suspendida en
el aire
en la extraña oscuridad...
quiero luz en mi camino, camino
que serpentea a través de la incongruencia...
Si permaneces ahí, jardinero
fiel...sorbiendo mi alma...sembrando horizontes...
porque la nostalgia que
huele a tristeza?
acaso la magia...apago su candil?...la
mecha que ardía. se vuelve cenizas…que como virutas
ahogan mi espacio...
El efluvio de fragantes
azahares de aquella mañana de octubre...no impregnó las blancas paredes...
las sabanas verdes
ni mi piel en
espera...
Una sigilosa vaguedad se
me fue anclando, por cada suspiro ,por cada beso...hasta sentirme vacía!!
El efluvio celestial que
emano de tu aliento, salto desde una brillante y candida luna llena...hasta
pisar la menguante...
luna llena tu aliento, luna
llena tus ojos...mas no es, el que tu no estés...sino el que no me encuentro!!
tu hoguera encendida...se
volcaba en mi...derramando el eros de mil primaveras...fueron minando de pétalos
húmedos...mi inerte
despertar!!
Te pedí un
abrazo...enlazados cuatro brazos..en dos cuerpos fundidos...
fue cálido...mientras
delineaba tu espalda
intentando despegar la
gélida escarcha que intuía en ti...mas todo era cálido..
la bruma cubrió la
escena..pero aún sentía frío....enjugaste una lagrima de mis pupilas...colocándola
en tus labios...intentando descubrir el insondable misterio de mi alma de
mujer...es así de incomprensible...
llora
gime...ama... como ama!!
pensemos solo fue el
viento otoñal, no me perdonó un rocío primaveral!!
..mas no es el que tu no estés...sino
el que no me encuentro!!
Carmen Guzmán Cedeño- Curmaná- Venezuela
ESTOY CANSADA
Estoy cansada de todo y de todos,
ando por los rincones sin rumbo fijo
y desvarío intentando encontrarte y
encontrarme.
No hallo el modo de zafarme de tanto
dolor
y tanta hiel en las entrañas,
que me tienen sin respiro por momentos,
que no me dan margen de maniobra
para llegar a tu interior y conocerte,
tal cual eres en el fondo de tu alma.
Esa alma para mí en nebulosa,
tan lejana y fuera de mi alcance.
Y, es que es tan importante para mí estar segura
de ése amor que pregonas a cada instante,
que mi entendimiento se encierra en mil
barreras
y no sé salir de estos barrotes y esta
pena.
Pena en el corazón por no encontrarte,
pena en las entrañas de tanto amarte
Charo Bustos Cruz- Sevilla-
España
Quiero dormir…
Quiero dormir,
Tengo sueño,
¿cansada?
No creo,
Hoy no hecho nada,
Solo he paseado
Por la playa,
He cosido una estrella
Que en el cielo
Estaba rota,
He tomado un poco
De agua de mar
Para bailar con ella
Al son de la paz,
He escuchado
En trinar de las campanas
De una iglesia cercana,
He visto llorar
A un niño buscando
Un caramelo por la arena,
He ido a coger
Flores a un campo
De cactus,
Por tonta me he pinchado
En un dedo,
Nadie ha escuchado
Mis gritos,
Me he encontrado ¡tan sola!
Quiero dormir,
Tengo sueño.
¿Cansada?
No creo,
Hoy, no hecho nada.
Conchita Hernández Santos- Madrid
En el camino azulado del
silencio
En el camino azulado del silencio, Donde
nadan en burbujas de luz las pequeñas sirenas, Y se encienden candelas de fuego
eterno. En el sendero mágico de aquel misterioso sentimiento, Al que rodean
avenidas de pensamientos bellos, Se dibuja la línea que delimita la explosión
de un beso. En la laguna profunda que se baña de deseos, Con caracolas blancas
que pintan un cuadro de óleo fresco, Se construyen alfombras de espuma para
descansar un momento. Se tiñen de sonrisas las caricias al despertar de un
sueño, Y descubrir las negras pupilas del mismo universo. En el camino azulado
del silencio, Bajo en manto protector del fuego eterno, Se tejen pergaminos de
seda con el mapa del tiempo. Se dejan ver el amor y la felicidad, Se toman de
las manos una incandescente ilusión y las ansias de volar, Se entrega el alma
en un frasco de cristal, Se carga de esperanza la belleza de la humildad. En el
camino azulado del silencio, De despierta el ave fénix de tu cuerpo, Se
descubre la inmensidad de un pequeño momento, Se retorna a la nostalgia eterna
del sueño. De un sueño alado en pasiones infinitas, Impregnado de aquel camino
azulado que conduce al tan anhelado silencio.
CRISTINA
GUERRERO- Chile
CENIZAS
DEL DESTINO
Las palabras se volvieron momentos,
los momentos, existencia... tu existir en mi.
Las caricias se fueron de mis manos,
de tu piel hicieron poesía,
con la que vestir la vida...
como tus recuerdos la mía.
Tus cartas en letras que embargan mi mente,
tiñendo mis lagrimales de tinta y sangre...
de las letras que escribimos,
de la vida que vivimos y murieron en los adioses.
Las emociones fueron culpables de tu recuerdo,
las alegrías de mis frustraciones... desamor en el viento.
tus labios el veneno y los míos el cadáver de este amor,
Que sentimos intensamente en las cenizas del destino.
David Valdés Belinchón. Arganda del Rey- Madrid
OPUESTOS
Verano
Despréndete de sol
Tócame de ramas tibias
acércame
Siémbrate de ventanas
Esculpe mis pies de azahar
Acaríciame de colibríes
Despiértate colmado
Verano,
Recíbeme
Invierno
Aferrado al sol
calentando viejos huesos
acércate
Mirando tras los cristales
con los pies junto al brasero
ya no veo golondrinas
y amodorrado en el recuerdo
Invierno
vete
Diana
Bravi Torras Rosario- Argentina
Rafael Serrano Ruiz- Madrid- España
PLEGARIA
Entre mis
manos
preparé tu
vuelo.
Nervaduras
sagradas
prometieron un
cauce
y tan solo te
nutriste
de la sal de
mi
credo.
Humedecida
y caliente,
aprendiste
de la caricia
que con poco
se vive,
(tus primeras
palabras).
Te fuiste hoy
con el
silencio
de las huellas
por las
rendijas
que formaron
mis dedos,
(tu prisión
entre mis miedos).
Epístola
buscando
su destino
sin tormentas
(sin
tormentos),
su nuevo
cuenco.
Diego Santiago Cazzaniga-
Rafaela- Santa Fe - Argentina
La tarde
Tenue es la luz, quizás la tarde recuerde
la melodía de nuestros labios,
de aquellos que hoy, corroídos por el polvo,
hayan perdido su memoria para siempre.
Sepultados por la sombras, disueltos en un ocaso
que volvería a nuestras almas transparentes
solíamos contemplar aquella belleza,
la atractiva belleza sin retorno
de lo nacido muerto, de aquella tragedia anunciada
por lo imposible de ser el uno para el otro.
En la tarde, en esta tarde que parece
atravesar el alma y deshacerla,
callando nuestra voz, detenida en el viento
hay una melodía incontenible
que habla por nuestro silencio
de hojas secas.
Viajante, tú que en el crepúsculo, lleno de vida
vienes hacia aquí, hacia este amable suelo
detén tu marcha, y por nosotros
reza una plegaria.
Ezequiel Feito- B Aires- Argentina
Poesía, que belleza y de verdad
"Mi poder es la palabra,
desde el hálito del ser,
como un buey que, arrastra, labra
la tierra por florecer...
Mi palabra es cuerpo y alma
de mi sueño y mi verdad,
como un rumbo que se empalma
a una mejor realidad...
Mi poder es la palabra,
para siempre y por doquier,
para que el futuro se abra
a un más justo amanecer...
Un poder que, en sí, no basta
si no hay lucha, fe y amor...
...¡ya que su ímpetu entusiasta
es fértil trabajador!"
Me lo confesó, extasiada,
la Poesía, aura en papel,
¡y al amarla, volviose hada,
pan, zorzal, miel, flor, mujer!!!
Fernando Adrián Zapata- Concordia-Entre Ríos-
Argentina
Esta larga noche
Tras los cristales de esta larga noche
van por calles florecidas
algunos augurios
o promesas
Entre trinos y relámpagos
hay paseantes que cantan a la luna
Más allá de la cordillera
de las
largas nubes
de los
mares
tú habitas la región de las viejas tierras
Hablas con el cifrado lenguaje del tiempo actual
( Tu voz me trae ecos de antiguas piedras
de decires olvidados
antiguos poemas
canciones y danzas inscritos en la memoria de mi
tribu)
Y acá bajo la fría noche del Fin del Mundo
intento recrearte
y
beber de tus labios de vino
la fuerza embriagante y perfumada de la vida
Mi noche
se alarga como un río
caudaloso
y lento
hasta el océano del amanecer
y te sueño
Somos una repetida y placentera agonía
en la distancia
Frans Gris- La Cisterna -Santiago de Chile- Chile
Belen- El portal
Caminante, el portal
huele a miel de maíz
y es un puente la piel
Corazón sin doblez
Un silbar y fulgor de estación
al partir
y seguir
para siempre llegar.
El portal
Navidad
turrón y mazapán.
Corazón ilusionado,
espíritu renacido
pues el gran día ha llegado.
Buscador, el portal
tiene lluvias
y ríos del ser
abrazados al mar de
unidad.
Navidad
el portal
no tienes de qué temer
nunca más.
Visionaria, el portal
llega siempre una y
otra vez
A encontrar el
principio sin fin
del amor.
Diana Bravi Torras Rosario -Argentina y Rafael Serrano Ruiz- Madrid España
¿QUIEN
LLAMA EN MI SILENCIO?
¿Quien llama en el silencio
de mi alma?
casi creo escuchar mi
nombre en el vacío,
despacio, imperceptible,
llega en calma,
trayéndome el recuerdo del
que ansió.
Y quedo absorta, sin ánimos
pensando,
¿Por que lo escucho tan
cerca, si esta lejos?
si hace mucho me dejó
triste llorando,
y me quedé con estos
recuerdos viejos.
Si su imagen se me pierde,
mas su risa,
llega a mis oídos en mis
noches de desvelo,
y lo vuelvo a recordar con
mucha prisa,
queriéndolo encontrar aquí
en mi cielo.
Y duele el corazón cuando
lo añoro,
y mi voz no lo alcanza, ni
mis besos,
y aquellas caricias por las
que lloro,
al traerme de su amor sus
embelesos.
¿Quien llama en el silencio
de la noche?
y acompaña en el susurro su
esencia,
esa que por amarlo hoy es
reproche,
y grita en mis adentros su
presencia.
Ese que me busca, está en
mi mente,
en ella has hecho casa y
nunca dejas,
que haya nadie más en mi
presente,
y me siento prisionera
entre tus rejas.
¿Quién llama en el silencio
de mi alma?
y viene a perturbar un
corazón que ama,
y entre dulces susurros,
pierde la calma,
sabiendo que jamás
encenderá esa llama.
Gladys Alvarado -Estados Unidos
La espera
En este tiempo armado
de libros, café y poesía
me confabulo con las letras,
Porque amo ese cantar
que en silencio me contagian,
y aunque son breves los espacios
entre líneas de tinta y grafito,
puedo sentir que me apasionan
los momentos sostenidos entre líneas,
tu imagen… se escabulle en mis versos
y acompañan a mis frases solitarias,
se me ocurre un deseo... un suspiro,
y en un sorbo de café, me detengo
a la espera… de la calidez de tus besos.
Grissel Canche Albornoz.- Mérida -Yucatán -México
Lo que se
queda aquí
Es
el día de dejar la antigua casa: los muebles
ya
han sido retirados, las ventanas
están
ya sin cortinas; y los cables de la luz
cuelgan
del techo con tristeza de desastre.
Nada
importante va a ser olvidado. Pero acaso,
ocultos
en un rincón, seguramente queden
fragmentos
de uñas, de cabellos, un botón
de
una vieja camisa, la hilacha de un vestido,
una
moneda de diez centavos que una mañana
saltó
de mi bolsillo —poca cosa
como
para extrañar su ausencia—, alguna mota
de
polvo de un viaje lejano. El resto está ahora
en
el camión de mudanza. Menos el tiempo
que
imperceptiblemente nos fue apartando de las fotos
que
llevaremos a la última casa, las uñas del dolor,
los
cabellos de la ternura, los botones
de
los días de fiesta. Eso se queda aquí:
las
hilachas de las conversaciones, las monedas
perdidas
del amor, el polvo que trajimos de otros sitios
en
los que rozamos la felicidad. Cáscaras de nuestras vidas
que
ignorarán los que vengan, bagatelas sin precio
que
a nadie más enseñarán a vivir.
Guillermo Pilía- Buenos Aires- Argentina
LA MUSA
INFIEL
Alguien debe hacerse cargo del tiempo perdido:
El tiempo es una musa infiel,
bien lo sabemos.
Una palabra clara nos cuesta mucho más
que un poema desolado.
Defendemos una tradición de gran fragilidad.
Y a la hora de partir
nadie sabe bien quien está del otro lado
de un poema.
En la delgada línea de una hoja de papel
como en el filo de un puñal
cabe la vida entera,
el resto es nada.
Unas pocas palabras claras
y el resto es nada,
solo palabras vacías para corazones muertos.
¿ Es esa la medida de todas las cosas ?
Cuando fallan los contadores de palabras
y los contadores siempre fallan,
empezamos a saber si somos la respuesta,
o el problema que la impide.
De unas pocas palabras bien escogidas
un poeta extrae su paraíso,
tiene como único recurso la belleza.
Soñé con un desconocido
que escribía estos versos.
¿ Acaso es el hombre que yo habito ?
Sólo con él podía ser solícito y amable,
abrirme y acogerlo como a un huésped,
rodeándome de vida en un laberinto de dicha común.
Es bueno reconocerse y olvidarse en otro.
"Sé quien eres", me dijo:
"La tan temida nada".
Al fin supe
que nuestra orden tiene un templo,
que nos deja solos
frente al muro del mundo.
Entre rituales en ruinas
y largas horas de lamentaciones.
En la intimidad de la creación
la vida encierra su secreta musa,
para mirarse en un desconocido
que la ame.
HECTOR BERENGUER- Argentina
UN HOMBRE BESANDO SU COLOR
Cuando tus huellas busquen
aquella hoja, coloreada
por el gris
de tiempos sombríos, te
invadirán
los recuerdos de aquel
hombre,
gitano de manos sin
surcos,
miliciano de hambrunas
implacables,
hasta terminar en un padre
de sombras sin luna,
agitando su agonía
entre la lumbre de sus
ojos
y la certeza de sus
huesos.
Cuando tu memoria se
retuerza
entre las siluetas
formales
y los quebrantos decididos
por la tradición y la
historia,
los recuerdos de sus
hazañas
sabrán a peñascos
solemnes,
… o tal vez
a ríos bravíos y
renuentes,
agotando sus conjuros
ante las orillas sin
brillo,
en esas noches abandonadas
al debilitado estío.
Cuando tu dolor se renueve
entre las promesas a
la vida
o los halagos a la muerte,
las plegarias de su piel
se quebrarán
entre crucifijos de sangre
y el olor a músculos
bendecidos
por la pólvora de nuestras
uñas,
rompiendo los espejismos,
conjurando los adioses sin
retorno,
hasta abrazar la justicia,
…la justicia de nuestros
fluidos
en las piedras sin color.
A la memoria del gran
Nelson Mandela fallecido el día de hoy 5 de diciembre de 2013.
Hugo Manrique -San Miguel (Perú)
UN DÍA...COMO OTRO
CUALQUIERA...
Hoy hace frío...
Apenas si ha dado unos momentos de relax la
pertinente lluvia que me recibía cuando de madrugada salía de mi casa rumbo al
trabajo...
Gotas que se adhieren al parabrisas de mi coche
ofuscadas, y que las escobillas de los limpia parabrisas barren a cada rato,
dejando tras de si la imagen de un paisaje con apariencia noctámbula e irreal,
tras una leve pátina de humedad.
Los faros horadan la oscuridad, para iluminar de
nuevo a base de lúmenes prefabricados, una oscuridad insistente que parece
negarse a ser desvelada, mostrando así los misterios que sus sombras
encubrían...
Un jabalí cruza la carretera a plena carrera, y
pasa por debajo del quita miedos, como si en ello le fuese la vida, para
desaparecer en el denso matorral de zarzas que crece al lado del arcén,
perdiéndose en su impenetrable espesura.
Fijo los ojos con mas atención a la carretera;
no vaya a ser que uno de esos porcinos se me atraviese delante y me lo lleve
puesto.
En la radio, un presentador desgrana con voz
pastosa las noticias del día recién iniciado.
Me cansa su voz...
Esa voz pastosa, densa, cansina, que da la
impresión de que está contabilizando una a una las palabras que pronuncia...
Mi mano se desliza hasta el mando del dial, e
inmediatamente y de forma casi inconsciente, uno de mis dedos oprime el
botón...
Los dígitos de la pequeña pantallita color
ámbar, comienzan una loca carrera hasta detenerse en la frecuencia de otra
estación de radio...
Escucho...
Es música pop-rock...
A esas horas de la madrugada, uno no tiene el
cuerpo para demasiadas florituras, ni la mente, que aún lleva guardada en su interior
la ultima sensación de un placido dormir, al lado del recuerdo del ultimo sueño
que persiste en el cerebro como negándose a abandonarlo definitivamente para
dar paso a la actividad del nuevo día.
Mientras suena un tema de un grupo de moda. el
vehículo sigue avanzando en la oscuridad; taladrando las sombras; profanando la
oscuridad con sus faros, que dibujan sombras a ambos lados de la carretera,
mientras el coche se va tragando kilómetro a kilómetro, la distancia que me
resta por llegar a mi destino.
Llego a la altura del paso a nivel, que como
tantas otras veces está cerrado, con las barreras rojiblancas atravesando la
carretera, mientras un semáforo de vías; con sus dos luces rojas, me hace
guiños alternativos, como si de dos ojos rojos se tratase.
El tren pasa...
Apenas alcanzo a divisar en su interior, las
figuras de unos pocos viajeros que reclinados en sus asientos dormitan,
esperando llegar a estación término...
Las barreras se levantan...
Los ojos han dejado de parpadear...
Sigo conduciendo calle arriba y me adentro entre
las calles de la urbe, que a estas horas empiezan a mostrar una actividad
incipientemente febril...
Giro en la rotonda, y me dirijo calle arriba
hasta el polígono industrial donde se ubica la nave que será mi punto de destino.
Al llegar a la calle en cuestión, me recibe una
hilera de coches aparcados a ambos lados de la calzada. Aminoro la velocidad y
miro tratando de hallar un hueco vacío donde poder estacionar; labor harto
difícil desde que a algún iluminado se le ocurrió la brillante idea de
construir una nueva zona residencial, llena de viviendas, pero carente de
estacionamientos para los vehículos de sus habitantes, que se ven obligados a
dejar aparcados sus autos por las geométricas calles que atraviesan el polígono...
Al fin, allá a lo lejos diviso un hueco.
Me dirijo hacia el y doy la vuelta para
encararlo.
Pongo la marcha atrás y las luces traseras me
iluminan el espacio vacío.
Maniobro y dejo mi coche estacionado.
Acciono la palanca de mando de los limpia parabrisas
y la paro.
Sigue lloviendo...
Agarro mi pequeña mochila donde llevo mi
"bocata"; mi frutita , mi botella de agua y mi termo lleno de café
caliente y abro la puerta con decisión...pero con pocas ganas...
Salgo y cierro tras de mi.
Comienzo a cruzar la calle casi a la carrera,
mientras mi mano derecha oprime el botón del mando a distancia de cierre, y mi
auto me responde con un guiño de sus indicadores de dirección....Todo está
bien...
Penetro en la vacía nave y me dirijo a la
escalera...
Mis pasos resuenan sobre los peldaños de la
metálica escalera que lleva al vestuario...
Abro la puerta y una maraña de gente en plena
actividad me da los buenos días...
Unos charlan, otros se están cambiando de ropa,
otros permanecen sentados; callados y taciturnos; tal vez intentando ahuyentar
los restos del sueño que aun embargan sus ojos...
Me dirijo a mi taquilla; meto la llave y abro la
puerta...
Comienzo a cambiarme, mientras voy dando los
buenos días...
Mi mente, se va despejando y mi cerebro comienza
en silencio a repasar lo que serán mis obligaciones del día...
Termino de vestirme con mi traje de
"romano" a colorines fosforitos, y de nuevo me dirijo a la
escalera...
esta vez mis pasos me llevan hasta la planta
baja de nuevo, y de nuevo salgo a la calle...
Intentando que la lluvia no me empape antes de
tiempo, me dirijo hacia la otra nave, donde me destinarán...
Paso mi tarjeta ante la implacable máquina de
fichar, que me muestra un lacónico mensaje de buenos días, pero que me muestra
tras de si el saldo de horas que me restan por cumplir en la jornada...
Me apoyo sobre una de las paredes, y enciendo un
cigarrillo.
Fumo en silencio, mientras el personal va
llegando.
Arrojo la colilla lejos y de repente la puerta
de la oficina se abre, y "la bestia parda" sale dando gritos y
berreando órdenes de destino...
Se acabó la diversión...
...Llegó el comandante y mandó aparar...
...Comienza otro día para mi...
Javier Beláustegui -Asturias-Siero-
Langreo- España
Despedidme
del sol y de los trigos
Despedidme del sol y de los trigos,
de los campos resecos, de las sendas,
de todas las riquezas, de las prendas,
de golleras, de capas y de abrigos.
Viviendo me he perdido en un camino
estrecho, sinuoso y sin retorno,
perdiendo, por perder, hasta mi entorno
amigos y família ¡ oh cruel destino !
Me aguarda una vejez, si es que me aguarda,
de todo parabién desposeída.
Y al fin , esa mi muerte que ya tarda.
Os dejaré tan solo con mi verso,
ese fruto que paro entre suspiros
y engendro con la fiebre del converso.
Joan Gimeno Conesa. Barcelona- España
Estar
contigo
Hoy solo quiero estar contigo,
Estar contigo, estar contigo,
Y en el rincón de las travesuras,
Hacer el amor, seguido y seguido…
Que destellen todas las estrellas,
Cuando llegues muy dentro mío,
Que tu cascada de aguas blancas,
Combatan las llamas, de este fuego mío.
Que tus brazos se enreden a mi cuerpo,
Cuando tu piel transpire junto a la mía,
Que los dulces movimientos de tu pelvis,
Transformen el dolor en alegría.
Hoy solo quiero estar contigo,
Estar contigo, estar contigo,
Y en el relieve de tu regazo amor,
Quedar dormido amor, quedar dormido.
Jorge
Amado Serrano.-Suardi – Santa Fe - Argentina
SÓLO ME
QUEDA
Sólo me queda
la hueca inmensidad de la
noche,
y el polvillo intangible de
luceros lejanos.
Solo me queda volver
Quiero un buen vaso de
silencio
que nade en el vino hermano
de la quietud interior;
y un gato
que frote su pelambre
con la piel de mi adulta
soledad.
Pido al tiempo
que recoja sus alas
y alargue las cuentas
de su propio rosario sin
tiempo.
Veo los rostros encogidos y
gastados
por la vista de nosotros,
y el rumor de las cosas que
se gastan
en el vientre cotidiano del
desear
y la renuncia.
Solo me queda olvidar.
De los pasos que se
escuchan
transitando los tejidos con
sonido
sofrenados
por la ansiedad que no
gozan,
solo queda la voz de la voz
dentro del cuerpo,
y ese frío fuera del
cuerpo…
La noche.
No hay quien entierre el
despojo,
ni el poquito de recuerdo
de la carne.
Solo queda encendida la
mirada
y el llanto tuyo que oreó
mi eternidad.
Solo quedaste tú cuando me
fui.
Luego la noche se hizo una
envoltura
al adueñarme de tu cielo
y habitar dentro de ti.
JUSTO ALDÚ/Julio Stoute. Panamá
NO PUEDO
MÁS
Nostalgia y aflicción
pulsan mis sienes.
Sorbo un cáliz acerbo…
mis malhumores.
Más sospechas.
Me insisto:
Ponle fin a ese recuerdo:
Monólogo absurdo
de un solitario.
Desnorteado y triste pájaro
que ya no bate alas
ni deseos alberga
de volar.
Sin voz ni aliento.
la razón abjura.
Desolados legajos
papelpluma, languidecen
en juegos efímeros
de saltimbanqui triste.
Por ella me ha sido vedado
redimir mi alegría.
Crepúsculo de maravillas
que ya no vibra
con aquellos tonos suaves.
Despertares somnolientos.
Brisa fresca en las
cortinas.
Tibieza de parva. Ladrido
fiel.
Melancólico tin, ton
De un lejano campanario.
¡Oh¡ Cuánto desearía
Rozar otra vez
con mi pie desnudo,
tu pollerón de alelíes
Así…apenas…
Y devolver con ansia loca
el beso que me quemó el
alma.
Un gaviotín gira anillos.
Su picotón indefectible
descubre y revuelve
el despojo inanimado.
Resaca del río pardo.
Olor de tierra mustia.
Pitazo de un tren distante
y el misterio de un adiós.
¡Ay de mi¡
¿A quién amar?
Capullo de manzanilla.
Orquídea de agua viva.
Fragancia de albahaca
fresca.
¿Dónde hallar el pecado
y la lumbre de lujuria?
Tan tuya. Tan para mi.
¿Dónde el jazmín de otoño?
¿En qué lugar la tersura
del duraznillo si no en ti?
¿Volverás en flores róseas?
El crepitante delirio
de tus senos…
Venero de losa y marfil
¿Alguna vez…?
Pero no.
Mi ceguera sin remedio
ha desgarrado para siempre,
la frágil y lánguida
tersura
del amor.
Sólo queda un nido vacío,
dote vil,
pesadilla inclemente…
desencanto del final.
Silban viento las palmeras,
Un halcón,
sombra lóbrega,
acecha su presa.
Lánzase al fin, intrépido
y ansioso.
Adiós…
mi quimera adolescente.
Ya nada más… puedo.
Luis Alberto Gontade Orsini- Montevideo
FOLCLORE
Y TRADICION
Con música y bailes,
Sus trajes y vestidos,
recuerdos y costumbres,
de un ayer que no olvidamos.
Trasnochadas peñas,
zambas y chacareras,
el gato y el pericón,
zapateadas en tierra o en salón.
Guitarras y bombos,
flautas, quenas y timbales,
instrumentos ancestrales
que animan la reunión.
Dejando a un lado las penas,
empanadas y vino,
sonrisas, miradas, amor
unidos en esta Fiesta de la Tradición.
María del Carmen la Torre. Rosario- Argentina
Derrota .
Es noche
cerrada, sin estrellas ni lunas
cielo negro
pintado en la acuarela de las horas.
El calor del
trópico implacable
va goteando por
el techo
la humedad…todo
es silencio;
un dolor que era
pequeño
va creciendo
otra vez,
como un árbol
seco que retoña.
Sin pensarlo tu
nombre volvió a mí
sin pensarlo me
acordé de lo nuestro,
y como una
estúpida lloré…
a secas… pero
lloré…
por ti, por mí,
por esta amargura
que se va
haciendo hiel
dentro del alma
y más adentro tal vez;
y en esta
sequedad de vida, desamor y piel
todo el dolor de
ti se me hizo carne.
Como ayer, como
en todas las horas
cierro mis
noches sin lunas
evocándote lejos
de mí,
más allá del
mar, más allá del tiempo,
preguntándome
por qué me dejaste tan sola.
Por qué? Será
porque nunca super ver tu corazón.
Otra vez es la
noche, ¡cuánto tarda el día!
Ya no hay más
preguntas, solo una certeza:
Tú fuiste y
sigues siendo mi peor derrota.
M José Acuña- Curmaná- Venezuela
Porqué me
enseñaste
Porqué me enseñaste
tantas maneras de amarte
si hoy no puedo estar sin ti.
Porqué tu esencia
vibra en mi
como un fuego arrasador .
Porqué este amor implacable
grita tu nombre
en el silencio de la noche.
Y te siento lejos
y necesito tu abrazo
y tus besos de ensueño
y tú no estás .
Y mis susurros
gritan tu nombre
y mi mano se extiende
hasta querer encontrarte
y ahora despierto
en lenta agonía
sintiendo las gotas de rocío
que hablan por ti.
Norma
Mabel Soria- Buenos Aires -Argentina
AGUJERO
Por la primera orilla
merodean
apretados en imágenes,
fantasmas de besos que han
partido.
Por la segunda, las sombras
de los que se han quedado.
Esqueléticos y valientes
recuerdos
asoman sus huesos curiosos
al círculo que perfora el
alma.
Melancolía.
Tentación de ir hacia el
fondo
para explorar ese hueco
que se tragó la infancia.
Fugaron los juegos,
en pos de sueños heridos
con la esperanza en
tacones.
Brillos y perfumes
adolescentes
en el ideal de la primera
vez,
hasta rodar por los bordes
de lo perfecto y resbalar
piadosamente, hacia el
pasado.
El futuro se sienta en el
presente.
Dos agujas se cruzan de
piernas
y espero... saltando la
soga
del Misterio.
En un momento me echaré a
dormir
tan allá... más lejos,
en la última de las
orillas,
donde está toda la Nada.
Donde nadie dispare
silencio
ni aseste ausencia de voces
y olores,
descerrajando soledades y
locura.
Donde la vida le hace seña
a los afectos
para sostener el equilibrio
sin caer, sólo llegando.
Norma Aristeguy -Argentina
…con solo
pensarte…
…con solo pensarte…
se me reinventan tus caricias…
…con solo imaginarte…
huelo en mi piel
tu nombre (porque me hacés falta)
...y uno a uno
todos tus besos…
…con solo soñarte…
en este mundo de acentos cotidianos
yo te necesito ¡!!
Me envuelvo en mariposas…
así,
tan sutil…y anaranjada
pasajera de brisas
en silencio…
sin palabras
…y sin que nadie se diera cuenta…
vuelo hasta encontrarte
…porque habitás
en esta avenida de mi alma...
Pilar Ferrer- Ushuaia-
Tierra de Fuego- Argentina
Carta a los Reyes Magos
Era sábado por la tarde y no me apetecía ver la
tele, ni leer un libro y ni siquiera tumbarme a la bartola en el sofá. Fui a mi
dormitorio y me puse a colocar los cajones del sinfonier. Ordené los pañuelos
por tamaños y colores, después, le tocó el turno a las medias. Descubrí que mi
diario con las tapas de piel roja estaba guardado en el sitio en que lo dejé.
Me llamó la atención cuando encontré la hoja emborronada dirigida a los Reyes
Magos.
Mi hermana y yo aún no habíamos cumplido los
siete y aquella carta decía así:
Queridos Reyes Magos:
Este
año mis hermanos y yo hemos sido buenos porque a mamá aún no la hemos sacado de
quicio y nuestra abuela no nos ha amenazado diciendo: —Un día de estos, os vais
a quedar sin madre y sin mí. Son insoportables las carreras que echáis por el
pasillo, esta casa se parece al Hipódromo de la Zarzuela. ¡Qué ganas tengo de
que llegue el día que os marchéis y no regreséis hasta que tengáis nietos con
capa!.
Mi hermano, que era tres años mayor que
nosotras, cuando oía a la abuela se encogía de hombros. Sin embargo, nosotras
le preguntábamos si aquella capa llevaba a niños colgando y cuánto tiempo
tendríamos que estar lejos de casa. Mi abuela y mi madre se reían y luego nos
comían a besos, a las dos.
Rey Melchor, este año no necesitamos la caja de
pinturas Alpine, hemos tenido muchísimo cuidado de no darle al sacapuntas, el
plumier de madera de dos pisos aún nos sirve. Y como hemos sido buenas, nos
gustaría pediros la muñeca Dulcita el color, a mi hermana y a mí nos da igual
que sea blanca o negra, y mi hermano quiere un fuerte con vaqueros e indios.
Pero aquel año no nos trajeron la Dulcita
blanca o negra.
El día de Reyes nos habían dejado unas cocinas
de madera, con las ventanas hechas de celofán rojo, los visillos a cuadritos
azul y blanco, disponía hasta de frigorífico y dentro tenía frutas de plástico,
en la encimera figuraba dos cartones redondos negros que servían de cocina y
había unas cacerolas y un par de sartenes para compartir. A mi hermano le
trajeron el fuerte, pero no con tantos vaqueros e indios como él deseaba.
Mi padre, en sus pocos ratos libres nos había
hecho las cocinas y mi madre, que sabía hacer de todo un poco, se encargó de
las cortinas con cuadritos azules y blancos.
Aquella mañana de Reyes, el pasillo volvió a
convertirse en el Hipódromo de la Zarzuela. El primero que llegó al comedor fue
mi hermano, para eso era el mayor.
Tres vasos vacíos de agua para los camellos y
los restos de unas migas de galletas daban testimonio de que en casa habían
pasado los Reyes Magos.
En la mesa del comedor unas cuantas monedas de
chocolate y peladillas, tres cuentos ejemplares que doña María, una enferma de
mi padre, nos había regalado: Santa Rosa de Lima le tocó a mi hermana y a mí,
Santa Teresa de Jesús y a mi hermano, por eso de ser chico, San Francisco de
Asís.
—Papa, dijimos mi hermana y yo cuando
descubrimos las cocinas—. Son preciosas, pero en la carta ponía que este año
queríamos las muñecas Dulcita, la blanca o la negra.
Mi padre respondió: — Este año no ha podido ser
porque hasta los Reyes han tenido que apretarse el cinturón. Estoy seguro
chicos de que el año próximo, si os portáis bien con la abuela y con mamá, os
lo traerán.
Tal y como había predicho mi padre, nos las
trajeron al año siguiente, y mi hermano recibió un montón de indios y vaqueros
que completaron su fuerte.
Pilar Serrano Rodríguez-
Madrid- España
TIERRA ROJA Y CALIENTE:
Tierra roja y caliente,
hija del verano a mediodía,
que deja el corazón,
en esos latidos intensos,
una voz imperceptible,
que clama amor,
en medio del silencio,
que diciembre inspira.-
Y estás tú,
en los versos frescos ,
que traen ecos de la cascada,
brisas que a la sombre del alma,
enjugan el sudor,
que cristalino se vuelve romance,
en esas voces imperceptibles,
que el verano deja a la vera del tiempo..-
Estas tú,
en las líricas notas,
que la guitarra deja como eco,
en el umbral del atardecer,
pues alguien que funge de poeta,
se ha puesto a susurrar al viento,
para que los sones leves y dulces,
se expandan en el horizonte,
con el ineludible destino: tu corazón.-
Tierra roja y caliente,
como la sangre que impetuosa,
se vuelca en pos de la vida,
esa que arde de pasión,
cuando me rozas la piel,
Tierra roja y caliente,
que arde, como arde el amor,
cuando al atardecer se mece en tus brazos.-
Víctor Kartsch Brenh Encarnación Paraguay
Mujer
enamorada
Te lanzas valerosa al horizonte
huyendo de les tristes madrugadas
que hirieron a tu alma enamorada
salvada por milagro de Caronte.
En vuelo de ilusión a otros albores
encuentras la melódica esperanza
que un bello corazón que al tuyo alcanza
te brinda en refulgir de otros amores.
Sea este renacer, sea esta danza
que en grácil pirueta y sin temores,
en paso conjuntado de alianza,
permita que de nuevo broten flores
en tu gastada tierra de labranza
do vayan a cantar los ruiseñores.
Xavier Coderch Vives-Barcelona- España
Lista de Autores Enero
Autor
|
número
|
titulo
|
José
Romero Espasa Muñoz
|
38-1
|
El encuentro
|
Nieves
Merino Guerra
|
38-2
|
Décima simple
|
Nora
Flamini
|
38-3
|
Infancia
|
Alejandra
Leal Gana
|
38-4
|
Hoy…
|
Alejandrina
Arias
|
38-5
|
Soledad, únete a mi
|
Alicia
Climent
|
38-6
|
Un nuevo sendero
|
Amanda
Reverón
|
38-7
|
No se busca la redención
|
Ana
Romano
|
38-8
|
Contrasentido
|
Ana
Ruibarbo
|
38-9
|
( Sin Título)
|
Antonio
Monzonís Guillén
|
38-10
|
El balcón
|
Beatriz
Bielman
|
38-11
|
Quiero obsequiar un verso
|
Beatriz
Ojeda
|
38-12
|
Yo he de ser la capitana
|
Carlos
Alberto Giménez
|
38-13
|
La gota
|
Carlos
Garrido Chalén
|
38-14
|
Voy a babor
|
Carmen
Aguirre
|
38-15
|
A mi
me llaman “Poeta”
|
Carmen
Guzmán Cedeño
|
38-16
|
Sigiloso vacío
|
Charo
Bustos Cruz
|
38-17
|
Estoy cansada
|
Conchita
Hernández Santos
|
38-18
|
Quiero dormir
|
Cristina
Guerrero
|
38-19
|
En el
camino azulado del silencio
|
David Valdés Belinchón
|
38-20
|
Cenizas del destino
|
Diana
Bravi Torras y R. Serrano Ruiz
|
38-21
|
opuestos
|
Diego
Santiago Cazzaniga
|
38-22
|
Plegaria
|
Ezequiel
Feito
|
38-23
|
La
tarde
|
Fermín
Adrián Zapata
|
37-24
|
Poesía,
que belleza y de verdad
|
Fran
Gris
|
38-25
|
Esta
larga noche
|
Diana
Bravi Torras y R. Serrano Ruiz
|
38-26
|
Belén
–el Portal
|
Gladis
Alvarado
|
38-27
|
¿quién
llama en mi silencio?
|
Grissel
Sánchez Albornoz
|
38-28
|
La
espera
|
Guillermo
Pilía
|
38-29
|
Lo
que se queda aquí
|
Héctor
Berenguer
|
38-30
|
La
musa infiel
|
Hugo
Manrique
|
38-31
|
Un
hombre besando su color
|
Javier
Beláustegui
|
38-32
|
Un
día como otro cualquiera
|
Joan
Gimeno Conesa
|
38-33
|
Despedidme
del sol y de los trigos
|
Jorge
Amado Serrano
|
38-34
|
Estar
contigo
|
Justo
Aldú
|
38-35
|
Sólo
me queda
|
Luis
Alberto Gontade Orsini
|
38-36
|
No
puedo mas
|
María
del Carmen la Torre
|
38-37
|
Folclore
y tradición
|
María
José Acuña
|
38-38
|
Derrota
|
Norma
Mabel Soria
|
38-39
|
Porqué
me enseñaste
|
Víctor
Kartsch
|
38-40
|
Tierra
roja y caliente
|
Xavier
Coderch Vives
|
38-41
|
Mujer
enamorada
|
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