Revista N.º 37
- ESPACIO DEL POETA
REVISTA LITERARIA
DE HABLA HISPANA
Diciembre 2013
ANATOMÍA DEL EDÉN
PARTE II
Recuerdo
todavía el coloquio con aquel sabio social,
le
escuchaba apuntando en mi cerebro sus parábolas,
no
repartía peces ni panes, "ayuno de ignorancia y bufé de avenencia",
con estas metáforas de un Lunes de Noviembre,
embutido
en felpa, definiría a la astucia, o zorro, como cacareó un diputado.
Con
gafas entornadas y cejas de par en par, me comentó de la protección de la mujer
andaluza, ensalzando su misterio maternal.
Yo he
visto esa aparición y no soy pastorcillo que moja hongos en leche. Latitud
Fuentes Marin, por vuestra heráldica comienza el Sur, todo azabache entregáis
al Guadalquivir, mirada de tornado al cotilla de ultramarinos,
de esa
templanza va el monaguillo de Lucifer sin criadillas.
"¡Garra de
vendaval!
¡Zarpazo del olivo!
Esa es tu caricia
cuando te muerden
la cintura...
conozco algunos perros
ladrando sin luna
y dentadura"
José Romero- Ciudad Real- España
Aun creo…
Uno al compás del otro, desnudos en el andar…sobre la cálida
alfombra de arena…se van hundiendo mis pasos mas no en la arena y si, en la
intrínseca memoria…como visor secuencial, una tras otra van surgiendo imágenes
remotas desbordadas de matices…niñez en rosa, preñada de cariño paternal con
olor a café y menta…suspiros
largos de añoranza.
Un prisma en movimiento de adolescencia, ilusiones…mariposas
revoloteando mi ser. Pasan los años
con degrade de claroscuros pincelados por dos broches de oro…dos pedacitos de mí!!
…interludio, donde me amaron, ame…falle o me fallaron…y una pregunta, da círculos
concéntricos…una y otra vez…en mis pensamientos
Acaso suena a escepticismo, si el haber pasado, muchas lunas sobre mi piel, esta estrella pierda su brillo y su fuente de
inspiración?...iluso…querer sentir una mirada almibarada que acalora y vuelve
rosa mis mejillas?...
Utopías…disfrutar una danza de dos, piel a piel y en un susurro
quedo, temblar ante un “te amo”?
Quizás deliro, quizás sueño…o son realidades
donde te vuelves ciego! Mas no, y otro no…la esperanza seguirá vertiendo su
ánfora de sagrado bálsamo sobre mis sueños hasta volverlos ciertos…aun creo,
aún sigo tejiendo una ilusión con el color del alba!
Carmen Guzmán Cedeño- Curmaná- Venezuela
BUENO PARA NADA
Ya cargado en años y cansado, se dormía sin querer en cualquier parte. Sus párpados simplemente se
cerraban. Todos sus amigos sabían de antemano lo que le sucedía a Tommy.
Así que hoy no era un día distinto en su fantástica vida. Volvía a soñar. Ahí
pegado en la borda del vapor, navegaba en su mente, sorbía el enérgico y puro
aire del mar del ingenio que inundaba todos sus poros. Había una cortés
simpatía general por él.Todos observaban su dormitar y nadie se atrevía a
despertarlo. Una fantástica y privilegiada mente no debía ser perturbada.
Nosotros simplemente nos metimos en su sueño, así sin avisar. Aún se veía de
niño, corriendo de aquí para allá. Su madre le tenía un gran amor, quizá como
extranjera en un país difícil se apegó más a sus hijos. Una gran prole de la
cual Tommy era el séptimo.
En
su sueño se veía en la escuela. Tenía muchas ganas de aprender. Tomaba sus
libros y un pequeño pizarrón. Un beso de su madre y listo…
El
caso es que jamás se imaginó lo que sucedería aquel día en la misma. Un maestro
intolerante y poco dado a las pláticas fue el actor que marcó para siempre la
película de su vida. Por eso el sueño era repetitivo para el viejo Tommy, quien
lo recordaba y su mente no hacía más que volver al pasado en cada descanso...,
en cada sueño.
Aquel
día el pequeño Tommy regresó a casa llorando. No tenía más de ocho años cuando
el maestro le dijo: “Eres un bueno para nada” y luego lo calificó como “estéril
e improductivo”. Vaya noticia que fue para la madre. Una y otra vez se lo
repetía. Estéril e improductivo.
Nancy,
su madre no le dio mucho crédito, lo tomó del brazo y siguió con su educación
personalmente.
Tommy
recordaba en el sueño perfectamente cómo vendió diarios, verduras, mantequilla
y moras en un tren. Y lo que más recordaba eran esas interminables horas que
aprovechaba para leer uno que otro libro en una biblioteca pública. Como quiera
que pasara gran parte de su vida en los trenes, empezó a trabajar en ellos,
pero no por mucho tiempo. “Bueno para nada” fue despedido por desobedecer órdenes.
Una vez más su carácter le trajo problemas.
El
sueño repetitivo del Viejo Tommy iba y venía de las muchas veces en las que
intentó hacer algo y no lo consiguió. Fueron muy pocas veces las que “Bueno
para nada” logró su propósito.
El
viejo sonreía dormido en su chaqueta negra perfectamente entallada. Todos lo
miraban dormir justo cuando llegó el mayordomo, quién abriendo la inmensa
puerta de roble contigua al recinto caminó hacia él y tocándole el hombro
suavemente, lo despertó:
-
Sr. Edison, despierte lo aguarda el presidente.
JUSTO
ALDÚ/Julio Stoute.-Panamá
CABALLERO MISTERIOSO
Una belleza serena, varonil, asoma a la
ventana del arte.
Como una milagrosa aparición, emerge de
la mano de la artista;
con pulso suave y trazos firmes.
Un Adonis estático, iluminado con la luz
de la inspiración
para deleite de ojos creativos.
Imagen de cabecera, gallardía,
símbolo de pasiones, fantasía.
Como un poema de Bécquer arrulla a su
dama,
en un paseo romántico por el jardín de la
calma.
Paraíso de placeres, ilusión de amor
eterno;
paisaje de estanque y cisnes por senderos
del Edén.
Caballero misterioso con romántica
mirada,
cuerpo etéreo, imaginario, pensamientos
de la nada.
enigmática belleza que me invita a soñar,
dulces sueños de romances, sueños dulces
para amar.
Marga Utiel- Badajoz- España
CANDILEJAS
DE LA NOCHE
Tus pensares,
pupilas de lo impensable,
pueden hacer
que el órgano de la vida
sueñe despierto.
Túnica externa del tiempo,
carros corriendo el espacio
con las velas encendidas
y sin antorchas teñidas.
Luna blanca
que va en su carro de plata,
nos arrullará en la noche
con presagios de lo ausente
y con luces indirectas,
solo con su resplandor
beberemos esos cuentos
que son cuentos del amor.
Y poder saborear
la penumbra del presente
en la noche intrascendente.
Faroles por todas partes
y el musgo que nos envuelve,
las rosas que nos acosan
y colores del ambiente.
El espejo impenetrable
lleno de luz nos absorbe
y ya vienen los fantasmas
con máscaras venecianas
al carnaval de la vida
y una sonrisa que miente
en la noche que no acaba.
Antonio Monzonís Guillén._Valencia- España
Caos literario…
Como frase suelta, un eslabón perdido de
palabras huecas, ya sin sentido…y estas comas que no entienden mi larga espera
y los signos de interrogación que se me plantan soberanos en mi cabeza y los
paréntesis abrigando este silencio abrumador…
Y luego, estos puntos suspensivos resbalando
como perlas de un collar que se me rompe…
Y este punto que no sé si es definitivo o si
prosigue la historia de no sé qué, de no sé quién ni sé de dónde.
Qué adjetivos pondré al caos que me aprieta las
líneas de un texto como nudo en la garganta, cómo susurrarle al viento sin la
rima de una ráfaga de versos y entonces, ¡no puedo evitarlo!, llora mi exclamación
con signos de admiración en mis adentros… ¡mira que he hecho!, destrozar el
lenguaje con un caos que no entiendo:
La mayúscula se me declara en baja auto estima y
la minúscula más ínfima que ninguna, luego, esta sangría recortándome el
espacio de una frase que se me niega a morir…
Dime, ¿qué se puede esperar de una esdrújula, de
una grave y una aguda no elegidas a conciencia del sentimiento que les abruma?…
Y este acento que me perturba las letras
endebles e inmaduras, cómo cerrar este caos con que me reclaman las letras su
inconsistencia, su atadura…yo no soy amo y señor de sus lamentos, se me
colgaron de la soga de un triste pensamiento y se fugaron de mí, dolidas,
ásperas y etéreas…aún no sé si hay algo que rescatar de todo esto, si acaso, la
palabra “etcétera”…como un caos interminable o fugaz…en que llegue la
inspiración de otra manera…
Lorett Vaz Tor-México
Cercanía
Aun
más que ausente:
mira
desfigurado
Pregunta
Absorto
niega
Huye:
la
realidad
persigue.
Ana Romano.-Buenos Aires- Argentina
Como
espiando
desde el prisma de mi hombro,
sigo esperando
el "algún día" prometido.
Algún día seremos ...
algún día estaremos...
algún día volveremos.
Como espiando el pasado,
veo cómo huellas de renuevos
se apacientan,
cómo la sangre de los ancestros
abona el suelo
para que no muera la semilla,
para que el ganado tenga pasto,
para que el trigo sea dorado
y los lupinos de colores.
Algún día...
Martín Fierro dejará de ser
una estatuilla
para observar nuestra conducta.
Algún día...
Don Segundo Sombra
alumbrará desde sus páginas,
Santo Vega descolgará
la guitarra del crucero del pozo
para cantarnos una zamba
y nosotros...
dejaremos de mirar
hacia afuera.
Para que se cumpla
el "algún día"
en que seremos argentinos
desde la verdad hasta la raíz...
Carlos Alberto Giménez- Ushuaia-Tierra de fuego-Argentina.
Cómo hacer para
explicarte esta visión?
Cómo
hacer para que entiendas lo que ve mi corazón? si es mas fuerte que la
intensidad del viento en un tornado destructor... Cómo poder dibujarte lo que
enseña el cristalino espejo de la vida a mi alma adormecida? Cómo, si es
privilegio de mi esencia de rubí poder ver esos ojos de esmeralda!!! Si son mis
manos de piel blanca, las que reciben aquella perla azul y dorada... Si es la
tibieza de mi voz la que dice Gracias!!! Cómo poder explicarte si ni yo se a
donde viajo, si no reconozco el lugar en donde tu caminar ha despertado, si
aunque estoy ahí paralizada frente al telón de lo mágico, no logro comprender
en totalidad, el marfil de aquella catedral... Cómo hacer que tus ojos marrones
puedan ver en mi interior, y que los sonidos de los violines también descansen
melodías marinas en tu poción de amor... Cómo, dime cómo!!! si el lagrimal del
ángel parece encerrarme en su mirar, y no puedo ver mas que la explosión de
sentimientos, que arrancan de raíz y con determinación, todas aquellas
canciones que solo hablan de dolor, y depositan en mi frente dulces tonadas de
sol... Cómo poder explicarte, lo que ve mi corazón, cuando me siento en
silencio frente al espejo de aquella dimensión, donde son los ángeles quienes
te vistan entregándote una flor... Cómo compartir contigo, esta dulce
sensación!!!! y que seas parte infinita del regalo del Amor... Cómo!!! Dime
como!!!! La luz que titila en la habitación, ha dejado una huella dentro del
abanico de perlas que dejé caer en el costado de la vieja conclusión, de que
somos parte de una sola esencia. Somos seres unidos bajo un solo Dios... Cómo
poder explicarte, lo que ve mi corazón, cuando tus ojos marrones descansan los
colores del día, tranquilamente tras el cristal y el neón... Cómo!! Dime
cómo!!!
Cristina Guerrero-Chile
Poema a los hombres marginados del Perú
Vocero que el
altavoz utiliza
para llamar a
todo el ganado terrícola,
a ti te invoco
para hacer una plegaria fugitiva:
deja que me vaya
del Perú,
deja que me vaya
a los lindares de España
o la tierra del
Chapulín Colorado,
a otro
territorio donde el blanco se coma al indio,
donde el mestizo
se coma al indio,
donde el blanco
se coma al mestizo,
deja que me vaya
mas no me dejes aquí,
en el Perú,
donde verte
sufrir, compatriota,
es un amargo
suspiro
para el mayor
amante de tu tierra,
soy un hereje en
su propio albergue,
un extranjero en
su propia tierra degradada
que consume a
sus hermanos de sangre,
soy de élite,
un extranjero en
su propia tierra,
un indigente que
conoce la Lima de Miraflores
y el golf de San
Isidro
mas lleva la
yaga
que consume a su
patria apaleada,
un hombre que
habita en el Perú
mas vive de
Arguedas
y robustece de
Pachamanca,
un hombre que
habita en el Perú
mas creció con
los ojos abiertos,
con esos mismos
ojos
que escucharon
al vecino decir:
“eres un cholo
de mierda”,
¡ay!, palabras
dolorosas para el hombre
que suda en tu
mismo rebaño,
que come del
mismo pescado
que sirven en el
ceviche,
que consume de
la misma bandera
que alzan en los
estadios de fútbol,
¡ay!, palabras
dolorosas para el marginado,
para ese hombre
de rostro andino,
para ese hombre
que se mira al espejo y sufre,
para ese hombre
que se reconoce en el espejo y sufre,
para ese hombre
que miran y escupen por la calle,
haciéndolo
sufrir de amargura y de dolor,
como lo hicieron
los mismos chilenos
la noche en que se
llevaron el Huáscar,
¡ay!, palabras
dolorosas para el marginado,
para el propio
peruano que comparte tu tierra,
para el mismo
ganado de la roja y blanca bandera,
¡ay!, palabras
dolorosas
para el hombre consumido y degradado,
para ese amargo
camarada
que duerme en
albergue de madera,
para ese mismo
camarada
que monta
caballitos de totora
o pesca lo poco
que da el mar,
¡ay!, palabras
dolorosas para el indio,
para el mestizo,
para el burro,
así le llaman allí en Asia,
¡ay!, palabras
dolorosas
para el mendrugo
que pide limosna,
para el hombre
que pide limosna,
para el pobre
diablo, así le llaman en Lima,
que pide
limosna,
¡ay!, para el
peruano pobre
y consumido de
mi tierra peruana,
para el
desgraciado, golpeado e iracundo,
de la alberca
peruana,
ese mismo que
escupen en la esquina
mientras lleva
una valija desahuciada y vacía,
valija que los
centavos desprecian a la deriva.
Diego Miró
Quesada-Lima-Perú
CUANDO
MARINA CAMINA
Cuando Marina camina
la tierra sonríe y calla.
Tiene en su andar un peligro que deja al fuego turbado.
Es su meneo una alondra que canta por la mañana
y despierta mil pasiones
cuando el viento le levanta su falda de gasa blanca
y sus piernas bronce y oro esparcen goces avaros
en el alma de los hombres
que inspirados por su andar exaltan la voz del ansia.
Cómo no ver la mañana con ojos de desenfreno
cómo no ser imprudentes
si las caderas se mueven como la brisa del alba
y la tarde se enamora de la noche que regala
estrellitas de colores para alumbrarla en su paso.
Qué importa si el cielo acecha
si la luna se desmaya
y la lluvia no desata sus lágrimas postergadas
Si está Marina en la calle
el mundo es una fogata
y todo gira y retoza con su cadera ondulante
El viento
carnal y astuto corre detrás del aroma
de esa mujer que despierta
pasiones y sobresaltos
delirios fiebre y quimeras
con sólo pasear la calle.
Beatriz Ojeda-Montevideo- Uruguay
Depresión.
Mi otoño…
Cubre en silencio tu mar
Y corren los días con sus horas
Tratando de darme vida.
Ya nadie me reconoce,
Solo el ave que se atraviesa
Ha encontrado mi reflejo
En la sal de mi sollozo.
¿Cómo navegar en tus aguas
Si el invierno endurece mi alma?
Déjame atravesar el calor
de tu imaginable destino,
No me dejes sumergida
Donde la luz pierde la vida
Invéntale un color
Al transparente atardecer … de mi ser
( GRISSEL ) Canche Albornoz D. R. Mérida- Yucatán-
México
......deudas atrasadas........
“Usted me debe... Me debe
las horas de sueño que no he podido conciliar, y exijo que me pague haciendo lo
que en medio del insomnio, con usted he imaginado.” (anónimo)
…y tantas otras cosas …
que mis días se
quedaron…sin esa magia sutil
…de lo cotidiano…
Y Usted…
que me conoce tanto
sabe a ciencia cierta que
iré a cobrarlas…
una a una…y sin
descaros…!!!
Usted me debe:
las calles solitarias…
las sombras de mi lado…
las madrugadas denudas de
hartazgos…
…y entre otras tantas…
cuatrocientos mil abrazos…
Usted me debe:
la esquina de la casa sin
su mano…
la almohada sin su
retrato…
la cocina de música
silenciada…
el espejo del baño sin el
beso…
la puerta ausente de
visita…
…y entre otras cosas…
mi espalda acostumbrada a
sus caricias.
Usted me debe:
la lluvia tibia que
sosiega…
el sol dorado de la
escarcha…
el perfume de su piel
morena…
ese hombro donde yo me
recostaba…
…y entre otras cosas…
mi alma extraña cuando
Usted la desnudaba…
Usted me debe:
………..las flores tiradas
por el suelo
con mis encajes dibujando
ese camino hacia la Gloria…
bailándonos de piel y de
locura…
parafraseando a la magia y
al encanto…
Usted :
…me debe tantas cosas…
y antes que termine el año
……….. iré a cobrarlas ¡!!
Pilar Ferrer-Ushuaia- Tierra de Fuego-
Argentina
El
esqueleto del laboratorio
A María Victoria
Que yo recuerde nunca fuimos presentados
pero tu estabas allí, tan firme, como ausente
de todo movimiento,
con tus ojos mirando la nada, tus brazos
extremadamente secos
y tus descarnadas manos que invitaban
a saludarte involuntariamente.
Aquí nada te falta,
ni la tardía caricia de una mujer que siempre pasa
ni expresivas sonrisas
que puedas festejar;
o la paz, la tranquilidad y cierta quietud morosa
quizás muy parecida al más allá.
De vez en cuando, una música
alegra el insípido ambiente donde vives sin vivir
donde oyes sin oír, donde descansas sin descansar,
donde todos son tus ojos sin que tu veas, donde otros
ríen
con tus
inexistentes labios.
Donde eres el centro de atención sin que nadie sepa tu nombre
ni tu rostro.
A veces, cuando por azar estoy presente,
y alguno que otro cruel adolescente o profano adulto
bromea contigo por su miedo ante la muerte, me
pregunto
si quizás estará riéndose de su padre muerto
o de una abuela arrebatada tempranamente por aquella
que aunque nadie se de cuenta
festeja la broma desde el otro lado.
Quizás sea la mano que toma
la misma que lo acarició cuando era niño o lo salvó de
estar
como él ahora.
Quizás las mandíbulas donde ponen el gastado
cigarrillo,
sean aquellas que sostenían un labio que besaba.
O escriban el seco cráneo
de aquel que les enseñó a escribir su nombre por vez
primera.
O simplemente sea alguien que nació, vivió y murió
como todos los que estamos alrededor de él,
y que algún día
también podamos disfrutar del alto destino
de enseñar a los vivos el extraño misterio de la
muerte:
De pie, secos, sin voz ni palabra alguna
dentro de un seco laboratorio.
Ezequiel Feito-Buenos Aires- Argentina
Historia de un
árbol
Sonó la campana de clase, cogí mi mochila y salí corriendo. Mi abuelito
iba a buscarme a la puerta del colegio. Me gustaba que fuese mi abuelo, siempre
me contaba alguna historia de camino a casa.
Allí estaba esperándome, me abracé a el y le dí un beso. De camino a
casa, pasábamos por una urbanización que tenía unas casas preciosas y siempre
me quedaba mirando una de ellas. Era enorme, o por lo menos a mi me lo parecía,
podía ser debido; a mi pequeño tamaño de por entonces. Tenía los muros de
granito rosáceo. Los vecinos de por allí decían; que el granito lo trajeron
expresamente de la sierra de la pedriza, en Madrid, que es rica en este tipo
roca. La casa estaba rodeada por unos tupidos arbustos que le daban frescor a
todo el cercado de la casa, junto a sus bien cuidados jardines y una piscina
que poseía una preciosa cascada. En la entrada tenia una puerta de forja, de
una altura considerable. Una casa majestuosa.
Miré a mi abuelo y le pregunté:
-Abuelo, ¿por qué existiendo casas tan bonitas y tan grandes como
estas, nosotros vivimos en un piso pequeño, donde casi no entramos? -Ay, mi
querida nietecita, el dueño de esta casa tiene mucho dinero porque cuando era
como tú estudio mucho y ahora es médico, y eso le proporciona mucho dinero
-Abuelito, yo voy a estudiar mucho, y seré médico para tener una casita
igual o mejor que esta
-Querida, tú debes estudiar y ser lo que mas te guste de mayor. Si tu
decisión es ser médico, adelante, pero si eres médico es para ser medico no
para tener una gran casa.
-Abuelito, claro que si algún día soy medico será para ser medico, no
entiendo lo que me quieres decir
Mi abuelo me cogió de la mano, me sonrió y me dijo:
- ¿Recuerdas el árbol que hay junto al río debajo de casa?
- Si
-Pues cuando lleguemos a casa, nos vamos a sentar en un banco de los
que hay al lado y te voy a contar su historia
Le di la mano a mi abuelo y no hablamos mas durante todo el camino,
cuando llegamos al árbol nos sentamos en un banco y comenzó a contarme una su
historia:
-Aquí, donde ahora ves tantas viviendas, antes había un bosque muy
frondoso con árboles milenarios iguales que este. Decían que era un bosque
encantado, y que sus árboles hablaban y se movían de lugar
Un día un vino a esta zona un arquitecto, varios constructores e
ingenieros de caminos y decidieron que el bosque debía ser talado para
construir viviendas.
Los árboles que oyeron a estos hombres, se reunieron y decidieron
impedir que eso ocurriese.
Empezaron a llegar obreros junto a máquinas, sierras, hachas,
excavadoras, etc., y dieron comienzo a las obras para talar los árboles. Los
trabajadores ignoraban la inteligencia de esos árboles y cuando fueron a cortar
el primer árbol, vieron que era imposible, que los árboles se habían juntado
tanto que aunque cortaran el árbol, no caería. Para que ello fuese posible tendrían
que cortar todos a la vez. El arquitecto, los constructores y los ingenieros de
caminos, quedaron sorprendidos, ya que cuando estuvieron viendo el terreno, los
árboles, no estaban tan unidos. Tuvieron que pensar en otra forma de actuar,
trajeron otras maquinas más destructivas, logrando al fin comenzar su cometido.
Durante todo el trabajo, de desertar la zona, hubo varios accidentes, donde
incluso se llegaron a perder vidas, pues los árboles siempre hacían lo
imposible para que no fueran cortados. Al mismo tiempo que talaban, se
construían edificios, tiendas, etc., hasta que un día llegaron al final del
bosque donde sólo quedaban los árboles de la vereda del río, que pasa por aquí.
Entonces el arquitecto junto con los constructores y el ingeniero de caminos
decidieron que esos árboles no se talaran. Porque quedaban bien y daban un
aspecto elegante a la zona. Pero los árboles que había en ese momento, estaban
indignados por lo que estaban viendo. Sus hermanos habían sido cortados y
convertidos en muebles, por lo que decidieron que tenían que vengar sus muertes
y pensaron que la mejor manera de hacerlo era sacando sus raíces y derribando
todo lo construido. Pero un árbol les dijo:
-No, no hagáis eso, si lo hacéis acabaréis como nuestros hermanos
Contestaron los otros árboles:
- Somos árboles inteligentes y les enseñaremos que igual que a nosotros
nos destruyen nosotros a ellos también. Tenemos que vengar la muerte de
nuestros hermanos, de algo tiene que servir que ellos hayan luchado. Si no
hacemos nada, ellos habrán ganado.
Por lo que dijo el otro árbol.
- Que poseamos inteligencia no significa que la mal utilicemos, y
sacando nuestras raíces, no servirá, nada mas que para ser cortados, por lo que
nuestra inteligencia desaparecerá.
Los árboles no quisieron escuchar al árbol y durante la noche sacaron
sus raíces y destruyeron los edificios que había.
A la mañana siguiente sólo había un amasijo de hierros y cemento, donde
las raíces se veían por doquier.
Los dueños de las casas, estaban muy furiosos y llamaron al constructor
para que pusiese una solución de inmediato. Cuando vieron la catástrofe causada
por los árboles se decidió que debían ser cortados, y dicho y hecho.
Cuando se dirigían a cortar el último árbol, una voz se escucho entre
la gente y dijo:
-¡NO, no cortéis ese árbol!
Todos los que estaban allí entonces, se quedaron mirando al hombre y le
dijeron; que si estaba loco. Que como no iban a cortar el árbol
Y el les contesto:
-Yo también he sido victima de esta catástrofe, pero este árbol, no ha
sacado sus raíces, no es ningún peligro para las viviendas.
El constructor dijo:
-Éste árbol ahora no ha sacado las raíces pero quien dice que no lo
haga mas adelante.
-Éste árbol no quiere ser cortado, y si hubiese querido sacar las
raíces ya lo hubiese hecho, dijo el hombre
-No entiendo, dijo el constructor
-Este árbol ha demostrado su inteligencia, cuando se han cortado los
otros árboles el ha estirado sus raíces a lo largo del río, sujetando las
paredes. Si cortamos este árbol, las raíces se pudrirán y el río se desbordará
inundando todo. Por lo que no se podrá construir nada aquí, pues el firme de la
tierra, ya no será seguro.
Y contesto el ingeniero junto con el constructor
-Pero eso no significa que el no las quite de las paredes del río y las
saque fuera para destruir todo
Por lo que replicó el hombre
-Éste árbol quiere vivir, si quita las raíces del río también morirá,
pues la fuerza del río acabara con él.
Ya convencidos, aunque con dudas, el árbol no se cortó.
Como ves querida nietecita, el árbol aún sigue aquí, su inteligencia le
salvó.
Impresionada por la historia que me contó mi abuelo.
Le hice una promesa:
Abuelito, he comprendido tu historia, y prometo que si un día soy
médico, será para ser médico, no para tener una gran casa.
Begoña M. Bermejo- Guadalajara-
España
HOMBRE
Hombre de espalda franca,
derroca la muralla,
engendra
embriones fértiles.
Préndete,
arde sin infiernos,
lluvia, árbol,
océano sin costas,
enciéndete.
Viento y estrellas,
bajo la aurora
desangran.
Y allá entre los valles,
ilumina
el templo que nos deshace.
Barro de volcán
en la soledad que te enoja,
arde.
con la pasión de la queja,
incinérate,
ceniza de cielo
quema,
arde.
Adentro están las semillas
Lame la lava,
lava
las sombras calientes.
Con el recuerdo,
del ronquido ronco
cántale a mi voz enardecida
y vive ardor
sin nombre.
Para vivir muriendo con el
hombre,
lava la lava
y despojado de miserias,
engendra pájaros y
ríos eternos.
Stella Maris Sandoval-San Lorenzo- Santa Fe-
Argentina
LA CASA
DE ARENA
Gusto a sal en la boca,
principio y fin de todas
las cosas.
Cuando el verano termine
el viento me tallará como a
una duna.
Mi arrepentimiento es no
terminar a tiempo
y que mis deseos
permanezcan más allá de mi mismo.
Anoche tuve un extraño
sueño...
Podía ver pasar la vida,
como se da la mano o la
espalda.
Las cosas cambian su
sentido y con ellas se detiene lo previsto.
Sé que hay otro mar e
irrumpe ensueños su larga travesía,
piedra horadada que recoges
lo que el cielo desprecia.
Vulnerable es el hombre
nacido al amparo de su luz.
Cuando era niño solía
susurrar exigente
el término del miedo,
ahora cuando llamen por mí,
habré desaparecido.
Amo este día porque todo se
pierde,
el estar aquí nada más que
por nada,
cautivo y libre en un
instante eterno.
Asumo esta vida extrañado
como si fuera de otro.
¿ Acaso no seré mi propia
sombra ?
Héctor Berenguer-Argentina
La desidia
Tienes la cara cubierta de silencio,
las manos fundidas
limpiando un fango de años en la espera,
un dolor hecho sangre en la mirada,
un gemido callado que no sale
y se queda rezagado en las entrañas.
Hay alguien en cada esquina que no grita,
alguien que esconde lo que siente,
alguien acosando los momentos,
que lucha por vencer lo que no sabe,
que sabe de libertad y no la alcanza,
que pasea su impotencia por las calles
y no respira.
No,
no respira aunque se ahogue,
no respira.
La tierra se alarga interminable,
definitivamente muda sin matices,
oscura en su centro y sus extremos
y no llegamos nunca a recorrerla.
El cansancio nos hunde en la miseria y la
impotencia.
Y no llegamos,
no, no llegamos.
Porque las piernas se olvidan de dar el
paso.
El paso definitivamente frenado en la
desidia.
Charo Bustos Cruz-Sevilla-
España
“LA MISMA
HORA"
Sigue marcando las agujas
del pesado reloj de estación...
la misma hora,
en el preciso instante que las campanadas
y el silbato de la locomotora
anunciaron mi partida.
en ese largo tren,
subí mis esperanzas de niña
aferré mi exiguo pasado
a los lúgubres pasillos
amalgamados a tabaco
y madera reseca.
Con el pecho apretujado
y como en un suburbio de ilusiones,
me entregué a la aventura:
el tren de mis sueños
ya había partido,
me dejé acunar en su marcha acompasada
y en el letargo somnoliento de mi viaje
arraigué mi esencia de mujer a un pedazo de sur...
del andén,
ya había partido el tren.
Allá en aquella estación ferroviaria
de “Las Flores”,
las agujas del reloj sigue marcando...
“la misma hora”
Flamini Nora Liliana- Buenos Aires
LOS
AMANTES DE LA MUGRE,
-Tienes que armarte de paciencia, Micaela- dijo el médico.
- Además, debes quitarte los apósitos y lavarlos con agua y
jabón suave todos los días. No los empapes demasiado, procura secarlos con
cuidado y trata de evitar que se formen fuelles.-continuó, mirándola con
ternura.
- ¿Y cuando me seduzca la mirada de un hombre enamorado?-dijo
melancólica, Micaela.
-Tu hermosura te librará de inquietudes - exclamó el médico.
-¡Miente! ¡Miente!- gritó Micaela.
A lo lejos el gran río color de león sacudía su lomo y derramaba
su humedad sobre la piel de Buenos Aires.
Los ojos de Micaela parecían dos celosías azules enmarcadas por
unas afiladas y simétricas cejas; su cabello caía suavemente sobre sus senos y
de sus manos se desprendían efluvios de dulzura.
¿Qué hombre podría resistírsele?
El veinte de Febrero de 1942, Micaela, concurrió con sus padres
(como de costumbre) a presenciar los carnavales porteños. Histórico evento, al
que no le escatimaban críticas ciertos círculos intelectuales de la época.
“…una suerte de degradación de la comparsa…”, así se
pronunciaban, cuando se referían a la murga, por ejemplo.
Las murgas adoptaban las características exclusivas de cada
barrio. A pesar de que la crisis del año 30 afectó decididamente el brillo y la
calidad de los carnavales; a partir de los años 40 se fueron transformando y,
al desaparecer la mayoría de los instrumentos melódicos, fueron cediendo paso
al voluminoso bombo y al rimbombante platillo de bronce.
El reloj marcaba las 10 de la noche, la garúa caía molesta y persistentemente.
Impasible, Micaela, contemplaba el desfile sentada en la primera
fila.
A metros de allí se encontraba un niño bien (disfrazado de
Marqués) que no le quitaba sus ojos de encima. Era alto, rubio, y tenía una
boca increíblemente hermosa; sólo pretendía relacionarse con alguna joven de su
edad. Como miembro de una distinguida familia porteña, consideraba al carnaval
como una fiesta vulgar. El epíteto estaba justificado, por el sólo hecho de
pertenecer a dicha clase social.
¡Qué otra opinión!... se podía esperar de alguien que
frecuentaba los museos, los salones del Jockey Club y las veladas de gala del
teatro Colón.
Mientras la multitud se entusiasmaba al paso de los
malabaristas, lanzallamas, estandartes y artistas, Micaela lo buscaba con su mirada
intentando entrelazar sus ojos con los suyos. Por momentos, se quitaba su
antifaz veneciano de macramé rosa para llamar su atención. El mozo, al percibir
su acción, exclamó como un suspiro:
-¡Mascarita, mascarita mía…!
Imprevistamente la garúa se transformó en lluvia. En
consecuencia, los carnavales se suspendieron hasta el próximo domingo veintidós
de Febrero.
Aprovechando el receso, durante la tarde del sábado, frecuentó
algunas jugueterías de la ciudad para comprarle un regalo que pudiera comprar su
afecto.
Se detuvo en la juguetería Colón, ubicada en Santa Fe y
Talcahuano. Miró por la vidriera. ”Cien Pesos moneda Nacional”, decía el cartel
debajo de un monito manicero (Gaspi), ocre sobre rojo y rojo sobre verde...
¡Fárrago! - exclamó, vio una muñeca China Dolls, vio una italiana Lady Lenci.
¡Bah…!-dijo disgustado.
El joven buscaba algo más, sin saber qué era ese algo más…de
pronto descubrió una Shirley Temple, recién traída de EE.UU. cara, carísima
(pensó).
-Después de todo no es mi novia, ¡Eh!- concluyó con desenfado.
Cuando las primeras sombras del crepúsculo se apearon sobre la
ciudad, decidió regresar. En sus pies se le iba enredando… un fantasma de
mujer.
La víspera del domingo se vio sumido en una gran inquietud.
-¿Por qué pienso?… porque pensar es comparar, ¿No?- monologó.
Y comparó, porque no podía no comparar y, además, tenía que
calcular sus próximos pasos.
La aristocracia con la plebe, la ópera con la murga, el gallardo
disfraz con el disfrazado, el altivo salón con algún lúgubre patio trasero de
la ciudad de Buenos Aires.
Cotejó y contrastó todo en su balanza emocional: y, trabajado
por su ego y la belleza de la joven, decidió volver.
Llegó a las nueve y cuarto de la noche; cruzó raudamente la
Avenida de Mayo y, dirigiéndose al palco oficial, recorrió el lugar con su
mirada, buscándola sin resultado. De repente…fue como si su alma le hubiera
vuelto al cuerpo, porque la vio sentada, mimetizada entre la serpentina celeste
y la gente. Llevaba, con elegancia, un fino vestido con escote en v de lamé
azul y gasa brillante.
Buscando intimidad, se acercó y le hizo una seña para que se
dirigiera al palco.
-¡No insista, caballero!- exclamó una mujer, sonrojándose.
Alguien le lanzó una mirada enlutada e intentó cerrarle el paso.
Impertérrito, como un caballo alazán que oteó a una sudorosa
yegua castaña a pocas varas de distancia, continuó con su plan. Al ver que no
se levantaba, intentó acercársele, aún más, abriéndose paso entre las sillas y
las mesas con tanta torpeza que la derribó de su poltrona. Micaela se desplomó
de cúbito dorsal,… sin piernas, sólo le afloraban dos muñones pequeños y
amorcillados... enredados en su falda corta tipo enagua de color salmón. Era la
imagen patética de la belleza y la tragedia expuesta al aire.
El joven elevó las mejillas, frunció su nariz, plegó sus
párpados… y sintió compasión. Quiso ayudarla, pero vaciló. Su pasado obraba
como una rémora…, incesante.
Si Micaela era apenas una mancha azul derramada entre las mesas,
él era una sombra intentando justificar su culpa.
Entonces…
Recordó (no pudo impedirlo) unos ojos azules, detrás de una
puerta cancel, en un caserío de Annecy, Francia; rememoró (no sin asco) el día
en que sus amigos burláronse de un mendigo en Plaza Dorrego; trajo a su memoria
la imperiosa pero dulce voz de su madre, enumerándole el decálogo del buen
aristócrata; evocó un rito, dos rezos y una superstición que creía olvidada;
reafirmó su rechazo visceral a los carnavales: pero reconoció el valor de la
dádiva.
Unos instantes después…
El joven…se quebró, y eligió el escape a través de lo grotesco;
dejándose arrastrar por los integrantes de una murga (apodados: “Los amantes de
la mugre”)
Un murguero le acercó unos modestos platillos y lo animó a hacer
bullicio.
Y mientras se cubría el rostro con su mascarilla de Marqués,
granjeándose el aplauso rabioso de la multitud y el sarcasmo mordaz de sus
amigos, comenzó trabajosamente (quiso negarse pero se lo impidieron) a tararear
este deplorable estribillo popular:
“¡Somo somo lo mugrientos // del Barrio Municipal!
“¡Somo pobres pero honrados// y venimos a bailar!
“¡Somo somo lo mugrientos // del Barrio Municipal!
“¡Si no les gusta nuestro canto// a nosotro nos da igual!”
José Rodolfo Espasa Muñoz-
Benidorm- Alicante- España
La noche antes
Sospecho
(pero no estás)
Inquieta miro la hora
mil veces más
El sueño no cede
debo
esperar
elegir siempre la tierra.
Con tu voz.
desbordar la piel
mientras
el olor
de
papeles
de ayer
el desamor
de resistir y soltar.
Este ensayo del día
no alcanza
el recodo urgente
del abrazo.
el reloj me
inquieta
y otra vez
sospecho
(pero no estás).
Diana
Bravi- Rosario- Santa Fe- Argentina
MIS VERSOS
Mis
versos que vivían bajo un sauce, han huido y, se han refugiado, bajo los pinos
que dan calor a la frontera de los sueños.
Noche
de vieja luna.
Cortina
de sauces tristes inunda la vida ahora.
Camino
callado, frío.
Entre
jirones de nubes grises, como garzas reales, el amor voló al amanecer.
Las
alas del deseo se paralizaron.
El
amor dejó de ser nómada de los sueños.
Se
llevó los silencios.
Y… los
quemó.
Sus
cenizas en playas del recuerdo se disolvieron en el mar del olvido.
Ya no
hay más tiempo.
El sol
duerme entre sombras grises, quieto, en todas los claros del bosque.
Los
crepúsculos, huérfanos de felicidad, callan entre las rocas, para que sus
silencios no sean rotos, y, su última luz petrificada, guarde en sus labios,
recuerdos alegres.
La
belleza se dibuja en el aire con hermosos rasgos. Y el alma resucita recordando
pasiones prohibidas.
El
amor muere alegre.
José Álvarez Arnal-Barbastro- Huesca- España
MUJER MUDA
Recuerdo
su rostro temeroso. Su cabello
plomizo
y sus ojos interrogantes.
Detrás
de ella las vías del tren. Sus lamentos
ya
no me aterran, los atesoro.
N
o sé de dónde venía ni a dónde iba.
En
sueños vino, quizás a cuidarme,
quizás
a despedirse.
Recordarla
o soñarla. No importa
si ya no está.
Si
en esas vías entregó el alma. ¿ Habrá
tenido
la oportunidad de darse cuenta?
Revuelvo
cuando niño y allí está.
Sé
que no se ha ido. Tan solo
se
esconde detrás de algún vagón.
HORACIO
E. FRATTONI – Rosario- Argentina
MUSICA SUAVE
EN LA DISTANCIA.-
Música
suave,
como
si fuera bálsamo para el alma,
cuando
tú no estás,
y
saberte en la distancia,
no
hace más que anhelarte,
como
solo se anhela ,
a
quien bien se ama.-
Música
suave, o silencio,
el
silencio que marca los pasos,
como
si el tiempo se agigantara,
mientras
siento,
como
mi mundo es tuyo,
únicamente
tuyo,
aun
en ausencia,
mientras
los deseos concedidos ,
en
el destello de las estrellas fugaces,
se
hace sonrisa al anochecer,
Y
siento profundo,
como
las olas imaginarias,
me
golpean el rostro,
con
perfumes que al pasar,
te
han sustraído,
en
el tibio romance,
de
una reina y sus dominios.-
Música
suave, casi apagada,
que
me lleva a rastras,
a
cubrirme en la noche,
y
más que en la noche,
a
fugarme,
para
que tú me abraces con intensidad,
aun
sea con la débil sonrisa ,
que
el horizonte pinta,
en
los labios dulces y mágicos,
que
sueñan amor,
en
tiempos de hastío.-
Víctor Kartsch- Encarnación -Paraguay
Navidad
Pensé la navidad,
a ésta la pensé distinta.
Vestiré mi árbol de luces
radiantes.
Pondré una a una las estrellas de paz,
anidarán en él palomas blancas,
colgaré las campanas de la risa
para darle música de esperanza.
Las hojas...
las pondrán los niños olvidados,
para traerlos a compartir la mesa.
Sueño distinta esta navidad, sencilla,
con la sencillez de aquel pesebre
la emoción de aquella María
y con la bondad de aquel Jesús.
Nelda Lugrin-Concordia –Entre ríos -
Argentina
PACIENCIA
Me
diste la caja,
Pandora,
y
te amuraste
al
olvido.
Recojo
tus desgracias
que
engañan como
cirros al atardecer
y
lloviéndolas dentro,
las
vuelvo a encerrar.
[Sólo
manos samaritanas
destaparán
el buen secreto,
cuando
perfume el loto,
cuando
sea
el
momento.]
Diego Santiago- Rafaela-Santa Fe-
Argentina
Va cayendo la noche
Va cayendo la
noche y no tengo tus besos
y el
silencio va inundando el corazón
de
invierno, envuelto en jirones de nieblas,
esperando
que tu barco arribe a mi puerto.
Va
cayendo la negra noche y el crepúsculo
va
cubriendo el horizonte con velos negros,
arrojando
en el alma añoranzas y desvelos
las
miradas se pierden y no tengo tus besos.
Va
cayendo la noche y una lluvia monótona
purifica
el cielo y Morfeo me abraza
con lazos
de fuego, eres mío y te beso.
Va cayendo la
noche de estrellas y luceros
y mis
sueños son míos donde no hay fronteras
ni
anhelos, donde se cumplen todos mis deseos.
Pastora Herdugo-
Málaga- España
Qué manera de pensarte…
Qué manera de pensarte mientras desvisto mi alma
Susurrando a mí conciencia el error de mi vida
Libre dejo el lamento, libre dejo mi cara de
vergüenza
Añorando vivir de retorno en el tiempo
¿Quién disfraza una mirada? La coraza cubre todo
menos eso
El luto interno que mantiene en velorio y vigilia la
esperanza derrotada
Recuerdos te pasean por momentos que te
restriegan por la cara tu carencia
Cartas jugadas, sentencia lista, ya no se puede
hacer nada
Ese arrepentimiento que será el peor castigo
Por los momentos una alianza con la evasión
Alianza de tiempo corto, al final la verdad siempre
pesa más
No entiendo nada, solo te pienso de esta manera.
Jorge Buendía- Cumaná- Venezuela
de
su libro “Pertenencia”,
Alguien dijo alguna vez: “Pobre de aquel que no sienta como
un orgullo el instante en el cual su abuelo contempló la costa por primera vez
con un puñado de angustia tapándole el corazón, con las manos vacías, aterido
de soledad en la cubierta del barco…”
(…) Mi abuelo Sopranzo Frattoni, nacido en Ancona, Italia,
tenía sólo once años cuando se embarcó, junto a su primo Pacífico (unos años
mayor), ambos escondidos en las bodegas, de polizones. Durante la travesía
pelaron centenares de papas y limpiaron utensilios de cocina, ya que quien los
protegía era uno de los cocineros del barco, amigo de sus padres… (…).
Llegaron al país en 1896. En la escala inicial (Bs As),
donde la mayor parte del contingente descendía, ellos decidieron continuar
hacia el puerto de Rosario (…); jamás se arrepentirían de haber tomado esa
decisión. Analfabetos, intuían que, si se separaban, era probable que no se
volvieran a ver, como les pasó a muchos que al venir de Italia a Argentina
perdían toda comunicación.
(…) Su adolescencia transcurrió cuidando y dando de beber a
los bueyes en la laguna- lodazal de la plaza Santa Rosa (actual Plaza
Sarmiento), bueyes que tiraban los carretones cargados con los productos cerealeros
de la pampa gringa que llegaban al puerto para ser exportados, y otros que eran
distribuidos a distintos mercados locales. Trabajaban también como troperos,
transportando los productos de los quinteros que los requerían a todas horas,
sin descanso.
Caminando sus calles empedradas o en el traqueteo de los
tranvías a caballo o en distintos carruajes fueron conociendo lugares y
paisajes; así la ciudad fue cada vez menos extraña.
Ahorrando día tras día (…) pudieron traer a los afectos
entrañables tan lejanos: padres, hermanos y abuelos. La familia se instaló en
lo que hoy es el departamento San Jerónimo: Puerto Gaboto, Gálvez, San Fabián…
Comenzaron arrendando tierras ajenas por la falta de cumplimiento de las
promesas hechas a los inmigrantes; éstos, después de varios años de cuotas o
anualidades, conseguían obtener los títulos de propiedad. (…) Muchas veces la
compra se hacía en forma grupal, entre hermanos y otros familiares. Luego, cada
uno formaba su familia y se independizaba. Fue, entre otros, el caso de Sopranzo
quien en Arocena conoció a María Juana Rebuffoni, hija de otro inmigrante
italiano, y se casaron en Maciel el 25 de febrero de 1905; ella tenía dieciséis
años; él, veintiuno.
(…) decidieron trasladarse a Monje, donde Sopranzo conoció y
trabó amistad con el futuro fundador del Partido Demócrata Progresista y futuro
senador, don Lisandro de la Torre, quien le vendió hectáreas de sus terrenos
con amplia financiación, en agradecimiento, en parte, a la gran colaboración de
Sopranzo a su campaña política. Ya por entonces, don Lisandro pregonaba la
autonomía de los municipios, la abolición de los impuestos a los productos de
la canasta básica y la imposición de un gravamen al latifundio, entre otros
avances. Mi abuelo admiraba la forma magistral en que Lisandro de la Torre se
batía en defensa de los intereses argentinos.
Instalados en Monje, con seis hijos de los dieciséis que
habrían de tener, construyeron su casa con ladrillos hechos por ellos mismos,
dirigidos por un constructor de apellido Pagura; una casa de habitaciones
grandes, con amplias galerías y sótano donde almacenaban bordalesas de vino,
quesos, facturas de cerdo y toda clase de dulces y mermeladas que provenían de
los frutales de su quinta. Allí nacieron los otros hijos del matrimonio; entre
ellos, mi padre.
(…) Rosario fue el punto de llegada y también el de partida
de la vida de Sopranzo. Lugar de transición que, transcurridos los años, se
convertiría , esta vez para mi padre, en su lugar en el mundo.
Todos ansiamos tener nuestro lugar en el mundo; algunos no
se percatan de que ya están en él y siguen buscándolo. Otros lo hallan sin
proponérselo. Y los más lo escogen según sus deseos o conveniencias.
Intuyo que mi padre eligió Rosario en busca de un punto de
referencia, un lugar sólido desde donde rebobinar la película de su vida con la
ilusión de verla de nuevo, volver sobre sus pasos, detenerse a evocar los
mejores momentos de su infancia y su juventud. (…).
Se había alejado de su padre para aprender a vivir lejos de
él. Supongo que imaginó que al volver a sus orígenes estarían más cerca que
nunca uno del otro. Creo que vino a buscar el acercamiento, la pertenencia, la
llave que necesitaba para llegar al final del camino. Eligió Rosario para
sumergirse y nutrirse en su nostalgia, (…) Y volvió a llamar a todos los
fantasmas de su lugar ausente… “Fantasmas” –como dijo Borges- quiere decir un
lugar común y un sentido de continuidad con el pasado. (…) Volvió de la
extensión de monte y cielo de mi Chaco a la hormigueante y vertiginosa realidad
urbana del río marrón.
(…) No necesita viajar, él ya tiene aquí su mundo entero, y
manifiesta, a su manera, que celebrar cada día que pasamos en el mundo es todo
lo que hace falta para no retirarnos nunca del lado soleado de la vida…
Egle Frattoni Romano-Rosario- Argentina
Robo
Estaba enamorado. Se volvió ladrón, poeta y
ladrón. Robó las palabras de tu poema. Quería seducirla.
Borró tu nombre y él se vistió con la palabra
de otro.
Recibió la recompensa.
¿Pensaste amor a cuántos sedujiste?
Esa joven te besa sin saberlo.
Lilí Muñoz- Neuquén- Argentina
Se nos va el tiempo
Nos queda poco tiempo
amor, se va de prisa,
ese tiempo para amarnos,
recuperar los años perdidos,
no malgastemos las
palabras en herirnos
si te quiero, si me
quieres, ya está todo dicho.
Un día, un mes, un año,
serán una eternidad
para esperarte, para
juntar mis labios a tus labios
respirar de tu
aliento, del latido de tu corazón
no hagamos del tiempo un
enemigo o un verdugo.
Se nos va el tiempo, y
queda tanto por decirnos
pero lo que más me hace
falta, lo que más necesito,
es el arrullo de tu voz,
diciéndome al oído,
eso que de ti me enamora,
tu gesto tierno.
Ese gesto que hoy siento
perdido, ¿te habré perdido?...
cómo hablarle a tu
silencio, cómo decirte que te quiero
no hagamos de este tiempo
un muro de hierro,
solo dime que me quieres,
sólo eso, lo necesito.
Este tiempo se alarga, se
alarga tu ausencia y la espera,
la espera del
reencuentro, de abrazarnos otra vez,
de tomar juntos un café,
caminar de la mano,
de darnos ese beso
tan deseado, de amarnos…
Hoy de ti no tengo
nada más que silencio...
tu ternura ya no está,
esas palabras que me derretían,
que me hacían sentir niña
y mujer a la vez,
¿dónde fue todo eso?
¿Todo se lo llevó el viento?
No perdamos más tiempo
amor, dejemos el orgullo,
pero sobre todo rompamos
el silencio, hablemos…
el dolor de no verte, de
no hablarte, es la muerte
déjame saber que aún tenemos
tiempo….
Soñé
que me amabas
Soñé
que me amabas
en un
sueño largo y profundo.
Tan
real era, tan vívido
que
todo mi entorno soñó conmigo.
Y tu
conquista no escatimaba
tiempo
ni esfuerzo,
y toda
yo fui tu propiedad
creyendo
también que eras mi destino.
Soñé
que me amabas
en un
sueño claro y genuino.
Llegaste
inesperadamente
y
partiste el mismo día con el ocaso.
Y no
fue la mirada
sino
cómo nos miramos,
no
fueron los besos
sino
cómo nos besamos,
y fue
el éxtasis de habernos conocido
con la
promesa de volver a encontrarnos.
Toda
mi realidad se llenó de tu presencia,
eras
parte de mis días y mis noches,
pero
lejos, tan lejos.
Soñé
que me amabas…
Nos
encontramos nuevamente,
y fue
el clamor del deseo
entre la
urgencia y la ternura,
el amor nos
había invitado a
completarnos
uno en el otro.
Y otra vez
las distancias
equidistando
de los sentimientos.
Incertidumbre…
Quería
dormir, seguir soñando
que
realmente me amabas
y que te
quedarías conmigo.
Ay, amor de
instantes fugaces
durante
tanto tiempo soñé que me amabas…
hasta que
al fin, un día… desperté.
Un gato equivocado
Con un gato
enroscado
entre las vértebras,
un gato
equivocado y casi negro,
ensayo
verticales imposibles
sobre una sola
pierna.
Cara, tal vez,
de acróbata ambulante,
oculto el
miedo al suelo
que amenaza
con un contacto
violento y poco
deseado. La
pértiga reposa.
Volar
sería un
remedio equivalente
a salir por la
noche
sin sueño en
las pestañas:
un triunfo
pequeño cuando todo
es demasiado
grande
para unos pies
que acarician
el filo o lo
plano o lo infinito.
Desde su hueco
extraño en mi columna
el gato crece
y devora el universo
y aún es
pequeño
y todavía
araña
y maúlla asustado y se equivoca.
Mayte Sánchez Sempere- Madrid- España
"Vestidura de arlequín"
Salta y
baila
al
tono de los días
en el
escenario de la vida.
Para
ocultar su pena,
lleva
clavada
una
cruz en su alma.
Sus
ojos ya no brillan
como
solían hacer.
Un día
se llevaron
su
rosa mas hermosa
dejándola
sola
con el
alma rota y
entonces,
se recrea
donde
la imaginación
la
lleva: bailar
vestida
de arlequín
tratando
de ignorar el sufrir.
Con
sus ojos cerrados
divisa
un infinito cielo azul
donde
recrea su alma,
donde
regresa al lugar
que la
vio nacer
y el
viento le canta.
Mueve
el mundo y sonríe
por
que son dos en uno
con
diferente palpitar
al
compás de la sinfonía
de un
nuevo renacer
Montserrat Pardo N.J. – U S A
Días de Otoño
Caen lentamente los días
del otoño
como se desprenden las hojas del árbol...
y pasan las
interminables noches
entre intervalos de
imágenes y negrura,
horas lentas...
plenas de despertares,
donde la búsqueda
resulta inútil
por mucho que repita el
gesto...
sábanas vacías...
frescor donde esperaba
encontrar
tu apacible calidez...
Son cortos los días de
otoño
y muy largas sus noches.
Dicen...
que a veces los sueños
se realizan
si tal hecho es
cierto...
¡cuando te podré
encontrar!
Rafael serrano ruiz-
Madrid- España
Lista de Autores Diciembre
Autor
|
número
|
titulo
|
Nieves
Merino Guerra
|
37- 1
|
Almas amantes
|
José
Romero
|
37-2
|
Anatomía del Edén II
|
Carmen
Guzmán Cedeño
|
37-3
|
Aun
Creo…
|
Justo
Aldú
|
37-4
|
Bueno
para nada
|
Marga
Utiel
|
37-5
|
Caballero misterioso
|
Antonio
Monzonís Guillén
|
37-6
|
Candilejas de la noche
|
Lorett
Vaz Tor
|
37-7
|
Caos literario
|
Ana
Romano
|
37-8
|
Cercanía
|
Carlos
Alberto Giménez
|
37-9
|
Como espiando
|
Cristina
Guerrero
|
37-10
|
Como hacer para explicarte esta visión
|
Diego
Miró Quesada
|
37-11
|
Poema a los hombres del Perú
|
Beatriz
Ojeda
|
37-12
|
Cuando Marina camina
|
Canche
Albornoz (Grissel)
|
37-13
|
Depresión
|
Pilar
Ferrer
|
37-14
|
…Deudas atrasadas…
|
Ezequiel
Feito
|
37-15
|
El
esqueleto del laboratorio
|
Begoña
. M. Bermejo
|
37-16
|
Historia
de un árbol
|
Stella
Maris Sandoval
|
37-17
|
Hombre
|
Héctor
Berenguer
|
37-18
|
La casa de arena
|
Charo
Bustos Cruz
|
37-19
|
La
desidia
|
Flamini
Nora Liliana
|
37-20
|
La misma hora
|
José
Rodolfo Espasa Muñoz
|
37-21
|
Los amantes de la mugre
|
Diana
Bravi
|
37-22
|
Lan
noche antes
|
José
Álvarez Arnal
|
37-23
|
Mis
versos
|
Horacio
E Frattoni
|
37-24
|
Mujer
muda
|
Víctor
Kartsch
|
37-25
|
Música
suave en la distancia
|
Nelda
Lugrin
|
37-26
|
Navidad
|
Diego
Santiago Cazzaniga
|
37-27
|
Paciencia
|
Pastora
Herdugo
|
37-28
|
Va
cayendo la noche
|
Jorge
Buendía
|
37-29
|
Qué
manera de pensarte
|
Egle
Frattoni Romano
|
37-30
|
Rosario
: Un lugar en el mundo
|
Lilí
Muñoz
|
37-31
|
Robo
|
María
José Acuña
|
37-32
|
Se
nos va el tiempo
|
Marcela
H Toro
|
37-33
|
Soñé
que me amabas
|
Mayte
Sánchez Sempere
|
37-34
|
Un
gato equivocado
|
Monserrat
Pardo
|
37-35
|
Vestidura
de Arlequín
|
Rafael
Serrano Ruiz
|
37-36
|
Días
de Otoño
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario