domingo, 1 de junio de 2025

Revista Nº 142 -Espacio del Poeta


Revista Nº 142 -Espacio del Poeta

2º epoca

REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA


Junio 2025

Claude        Monet



https://espaciodelpoeta.blogspot.com/









ELLA

En ella caben todas las mujeres de este mundo

Las resguarda. Las abraza. Las ama. Las odia, a veces.

Está la que muerde la mítica manzana...y la escupe.

Está la que se cuelga de la costilla rota.

Está la gata que come uvas verdes y camina,

por la cornisa de una hoja de tilo.

Está la enamorada de la piel del mar.

dentro de una botella.

La que muerde la copa con sus piernas entre vahos de hombre.

Está la mujer de tiza, la de cal, la de humo.

Está María .María luna .María Buenos Aires.

María María. María madre. María hija. María padre.

María dulce. “Dulcísima. Dulce.”

Como una naranja. Como un durazno.

María. María Triste. Tristísimamente triste.

Como un pantano. Como una lágrima. Como un verde enterrado.

Está Yerma, con su primavera acuchillada.

Está la niña del guardapolvo almidonado.

De abrazo sollozante. De cedro y candelabro.

Está Soledad, sentada a la sombra de su padre.

Sola, como un dromedario o un cementerio.

Atrapada por la sacrosanta lengua de lagarto.

Está la que enciende sándalo entre las cenizas del incesto.

Está la amante que odia el día.

Que ama la noche atrapada en sus cuerpos.

Y el hombre la desnuda como la ruda macho.

Y ella invierte su lengua como la ruda hembra.

Está la que lucha con las pequeñas muertes.

Con la cebolla. Con el reloj. Con pañales de trapo.

Está la enemistada con el dios de barro.

Con las tumbas. Con los ojos huecos. Con la piel tumefacta.

Está la que desafía los límites.

Está la Sacerdotisa de la sal.

La de espalda arqueada. La de cosecha nula.

Está la fecundada por la aurora.

Con un pecho hecho asombro y  el otro ,hecho arrullo.

Arándanos blancos y caderas de cedro.

Están las meretrices, de corales negros y medusas.

Está la que lava la ropa con ceniza.

La blanquea con sudor y lágrimas...y canta.

Está la que no ha bebido la sed, pero desea el agua.

La que rastrea gotas en la lluvia.

En ella caben todas las mujeres del mundo, menos yo.


Amelia Arellano-Argentina


Y la ciudad detrás del cielo 

Y la ciudad
             detrás del cielo

 

el eclipse de luna
el ruido de los autos pasajeros 

los transeúntes azules 

agitados 


y detrás
                        el silencio 

como un espejismo con tus ojos 


y la ciudad
detrás
el monte sus susurros
el ulular de un búho en mis recuerdos 

la noche clara 

                          vertical 


sobre la soledad
y la vida
alzándose en el vuelo de los pájaros 

que huyen hacia otro sitio 

y la ciudad detrás 

detrás
devorando los sueños 


negándonos igual 

aunque la desafiemos 


intentando pulverizar las huellas 

y sin embargo
la ciudad detrás 

             detrás del cielo
y todas las ciudades derrumbadas 

              y sólo el cielo

 

Ana María Mayol- Argentina


AL CAER LA NOCHE... 


Con intenso y perfumado ambiente,

se abre camino a través de los sueños,

y deja su rastro en las baldosas que 

flotan bajo tus pies elevándote.

Las últimas horas de la tarde caen,

con ese sabor agridulce de las uvas 

en sazón, con taninos.

La bella Caliope, te acompaña en 

 tus sueños inspiradores, en primera

clase, y recorres los caminos que las

musas derraman letras, y te ausentas

del mundo real, para sumergirte en el

mundo soñado.

Por tener un concepto diferente,  la 

sociedad intenta ignorarte, y resistes los

embates, presentado batalla, con esa 

lucidez que te da la pluma.

Morfeo te acoge en sus brazos y como

si hubieras tomado dormidera, te hundes

en esos mundos, solo creados por la 

imaginación que no atiende a ninguna

 razón de la métrica, que se impone cuando  

despiertas.

Cada parte de tu ser se deja llevar.

Y oyes voces hasta alcanzar el Nirvana, que

sumerge a tu conciencia, en un placer de

inconsciencia.

Y no deseas retornar, solo ser un espíritu errante,

con forma humana, que vaga por los espacios

trasmutados, entre cascadas de miel, y jardines,

con flores de colores en las veredas. 

Y transcurre la noche placentera.

Oyendo la música de las ninfas, con

arpas de cristal de Murano.

Y las voces de sirenas.

Que tratan de que cambies el rumbo

de esa nave que recorre los espacios

siderales…


Arnaldo Rodriguez Cabrera-España


QUE ES POESÍA




Es un libro abierto a otros mundos,
un verano candente en invierno,
un cálido sendero en desiertos,
es volar lejano en cortos versos;

 

Es gritar silente tus sentires
bajando entre tinta el mismo cielo,
vivir del amor en solitario,
es retar a la luna en un duelo.

 

Es la espera del olvido que no acaba
transferido en estrofas musicales
que transforman la sequía en manantiales
y renuevan ilusiones con el alba

 

Poesía es palpar lo invisible,
es calmar con letras los fantasmas,
navegar en sueños por las aguas
y en versos alcanzar lo imposible





 

 

Beatríz Vielman S.-Guatemala 




Liturgia


Inculcados de amor,

crecimos como clan,

mis vegetales ojos

se asomaron al árbol

genealógico y respiraron

voces añosas de polen

armonioso que fingían

ser una colmena que

nunca se dispersa.

Sólo la muerte contradijo

ese introito de este

ritual familiar congénito.

La única razón de ser

es la palabra; y a ella

me acojo cuando asomo

la tecla para adivinarme.

Es la palabra un canto

gregoriano que alerta

a Dios sobre el hombre.

Es la palabra, un grito

de Dios dirigido a los

hombres, por el hombre.

Un solo canto, un canto solo;

un poema únicamente, sólo un poema.

La verdad disfrazada de historia

compartida que nada más

el autor conoce, y canta.

Canto ritual, liturgia de la tribu,

que permite hacer cantar

hasta a los mudos y los sordos.

Testamento infinito, legado

de una mano escrita por

todos los poetas de una

patria, que son todas…

y ninguna…

La infancia de la sombra,

con palabras, el verbo

hecho miradas al futuro.

 El presente inmanente,

los silencios ruidosos

y múltiples de significados.

Desnuda, arrepentida,

la palabra se arropa

en el poema, esconde

todo su origen sacro,

y sin embargo muestra,

juega, enseña, adivina,

adelanta y bendice…

pero no maldice,

bien decir es su misión,

su meta, su esencia,

condición encadenada

del fuego que arde

desde que el hombre

escribe y comunica

todo, hasta lo que no sabe.

La palabra, callada sombra

a gotas; esencia de la luz,

mortaja del silencio.

Silencio al fin, que expresa,

lo que apresa, dice, confirma,

ratifica y deja luceros de duda

en las piedras que acuna.

Afuera llueve, adentro está mojado,

las gotas de agua caen sobre la mesa.

Un hombre en sed infecto, estira la mano,

en la mano un ojo, que quiere un poema:

soledad y azúcar se lleva el viento.

El hombre cae y muere, murió ahí

la tristeza, murió la palabra, se inundó

la mesa. Este rito es largo,

resucita siempre la palabra impresa.



Benjamin Araujo-Mexico




Raíces





La vida no detiene su pulsión,

es energía y siempre se transforma;

la muerte que nos lleva, grácil norma,

es la misma que mueve el corazón.

Lecho de rocas, carne de carbón,

raíz que con la tierra se conforma,

biología que busca libre horma,

savia penosa, sangre de aluvión.

Frida, serás ahora enredadera

sobre tus pedregales mexicanos,

ave ligera o mariposa alada.

La individualidad: esa quimera

que el tiempo nos arranca de las manos

en el girar del todo y de la nada.



Blanca Barojiana-España





CUANDO ME HAYA IDO.

¡Qué será del mar cuando me haya ido!

¡Dónde llegarán sus olas!

¡Quién… las leerá!

¡Qué ojos, qué oídos

entenderán lo que no digo,

lo que me aprieta,

lo que permanecerá…!

¡Qué serán de los suspiros,

del diente que fluye en arco

hasta caer en olvido!

¡Qué será de no leerle,

de no sentir lo que inspira,

lo que se entierra en la orilla

como engañando a la muerte!

¡Qué será del verso libre,

del ritmo del caligrama

que con sus flores muté!

¡Quién… se bañará en la playa,

en el verde de la esperanza

que por mirar le conceda

la arritmia del abecé…!

¡Quién guiará mi firmamento,

mi odisea de espuma,

la que se esparce en burbujas

de sentimiento y rubor!

¡Por una sonrisa un ciento

de letras que me sustraigan

al cabo de las valquirias

donde resuena su voz!    

¡Quiero ser la calma tensa,

la música de sus planes,

el recuerdo que no arde

ni que se estanca en mi féretro!

¡Por una caricia un ciento

de lágrimas que suplican

la estirpe de Nava al tiempo

que el glauco se multiplica!

Nada, vuela, corre, salta…

¡Qué cuando cierre mis párpados

sienta más el agua fría!

Y corra

            entre mis venas

la suerte de mi desdicha…



Diego Noel- España


CAPULLO LETAL...





Esa noche como un niño inexperto me deje atrapar,

por una especie de araña que me envolvió en la urdimbre de su tela,

se aprovecho de mi y me llevó donde ella quiso,

en su terreno fue mortal y en sus capullos destilo su letal veneno...

Me adormeci con el dolor y el frío de la noche,

y le pedí a una paciente soledad que viniera por mi,

y a través de los vidrios rotos de esas sucias y viejas ventanas,

dejé escapar mi esencia tan floja como pueril...

Picaste mi alma desprevenida que jugo vacía y sin saber,

deshojaste mi margarita sin siquiera pedirme perdón, 

para dejarme tirado en el callejón junto a tus deshechos,

y no intentaste siquiera mirar una vez hacia atrás...

Hoy el veneno de tu piel es el remanso de mis días llenos de nubes,

y tu luz angelical la pasión que me envenena el alma,

los amaneceres sin colores evacuan mis sórdidos pensamientos,

soltando las tibiezas que deambulan cerca del alféizar de la ventana...

Una ventana que cerró sus persianas hace ya mucho tiempo,

y una vida que pasó sus años esquivando baches,

un veneno que sabe al dulce polen de las margaritas,

y un callejón aún a oscuras que sin saberlo grita ¿ por qué ?…


Eduardo Garrido-Argentina 



Para ti, que llevas la brisa en la piel y el alba en la mirada



Esa nube, que parece mi cintura alejándose,  

deja paso a un amanecer entre tus brazos.  

En la piel del cielo  

se esconde la memoria de la noche,  

silenciosa, temblando entre luces rotas.  

Me alejo,

como quien deja un rastro en el viento,  

sin mirar atrás,  

sin saber si volveré....  

Y ahí quedas,  

siguiendo el eco de mi sombra,  

intentando encontrar mi silueta  

en este amanecer que despierta.  

Pero el alba,  

en su ternura dorada,  

me susurra que no hay sombras en el cielo,  

solo memorias hechas de luz.  

Los be(r)sos, siguen tomando forma, naciendo entre imágenes que danzan en el horizonte, de los cuerpos y las sábanas...

  

Fabiola Rubio Gil.-España










Bésame esta noche




Bésame esta noche, con la pasión más pura,

 créame al besar, delinea tú mis emociones,

 que el aroma de tu beso en mí perdura,

 al decir adiós y acoger las decepciones.

 Dame de ti lo que tú quieras,

 daré por completa esa entrega reprochable,

 aunque por amada tu arrogante seas,

 y por miedo al desamor yo sea un miserable.

 Yo, no tengo miedo de perderte más de lo que te he perdido,

 ni temo amarte más de lo que te he amado,

 dolería más, decirte en el pasado sin haberte olvidado,

 y retenerte entre mis brazos cuando ya te has ido.

 Tú, lo mismo, tomas, dejas, te quedas y te vas,

 cual costumbre que se acoge y se niega,

 de tus labios es costumbre el para siempre y el jamás,

 aunque ni uno se revela ni el otro se reniega…

Sé entonces de mis sueños, luz de luna,

 yo seré sombra imperceptible en tu lecho,

 aunque yo te ame ya sin esperanza alguna,

 y tú me mientas al posarme en tu pecho.



Horlin Alberto Doubront Armas-Venezuela




Con tu nombre.


Región inexorable entre tú y yo, el abrazo;

manantial de aguas perpetuas

que quitan la sed de siglos de espera

con el dulce brebaje de los antojos

ante el gesto inevitable de la consumación.

Hoy, aquí, en nuestra actualidad,

la vida alcanza su esplendor en los pechos

y la sangre corre por amplias avenidas

en ancestral y mesurado ritual de los cuerpos.

La tarde cae, nace desde las sombras la noche.

Y cuando los ruidos pasan y se desvanecen,

ecos que dormitaban en los rincones

traen consigo aquellos suspiros -los tuyos-,

como cascabel del más bello de mis tesoros.

Mis sábanas, estas mismas sábanas de ahora,

estas mismas que ya no son sino pétalos,

y que son pétalos de una flor

que se han convertido en mariposas,

vuelan en torno a mí, desde mis adentros,

y se me estampan contra mis labios con tu nombre. 

*

Ella era.


Juan Ricardo Ruiz-Argentina 















Azul de mayo




Cuando tus manos se hayan ido

por el sendero azul

aquel de mayo

cuando el olvido escancie ortigas en arenal vacío

y la vejez reniegue acantilados

cuando imágenes virtuales 

hayan tornado al fin

un clip

que ya no vuelve

sabré

sabremos

dondequiera que te halles

de mi entrada al regreso.




Lilí Muñoz-Argentina





Lo inesperado de un minuto . 


Llega la noche con su silencio anclado, 

Siento mi corazón palpitando  descompasado.

 Mi espíritu  se Resquebraja , no lo quiero detener, lo dejo salir.

El que se salve, ya lo reconstruiré  en sus pedazos . 

Tensión en mis tendones, en mis carnes . 

Días turbulentos de ansiedad, de dolor. 

Sin saber hasta donde llegará,

solo sé que es un hueco sin fondo, 

Un dormir con desvelo, una certidumbre dudosa. 

Un deseo de ocultar este día bajo tierra, o que no existiera. 

Una llamada y el día se hizo gris ...

con la luminosidad del sol sobre mis hombros. 

Silencio interno. 

Muda la noche oscura la luna.

Cuantas preguntas en mi larga historia.

Prefiero ser yo. 

Prefiero ser yo Vida. 

Dios. 

Cuantas madres dirán lo mismo. Ahora entiendo .

Si! Ahora entiendo cuánto queremos cambiar la historia. 

Cuánto queremos morir de amor. 


Ma Estela Villasenor Anguiano- México

LADRILLO A LADRILLO




La miraba el tiempo con cariño

como lamentando

tener que ir derrumbando

ladrillo a ladrillo

el hermoso edificio de su cara.

Derruyendo los bellísimos

pilares y paredes maestras, de su cuerpo.

La miraba el tiempo, intentando disimular.

Haciendo ver que miraba hacia otro lado

hasta que la nieve, cubrió de blanco

sus negros cabellos.

Aun así, la vida tuvo que empujarle

para que cumpliese su cometido.

Llorando por dentro, la fue desmontando

ladrillo a ladrillo.

Mabel Escribano Usero-España




Soleá del amor desprendío



"Mira si soy desprendío

que ayer, al pasar el puente,

tiré tu cariño al río.

Y tú bien sabes por qué

tiré tu cariño al río:

porque era hebilla de esparto

de un cinturón de cuchillos;

porque era anillo de barro

mal tasao y mal vendío,

y porque era flor sin alma

de un abril en compromiso,

que puso, en zarzas y espinas,

un fingimiento de lirios.

Tiré tu cariño al río,

porque era una planta amarga

dentro de mi huerto lírico.

Tiré tu cariño al agua,

porque era una mancha negra

sobre mi fachada blanca.

Tiré tu cariño al río

porque era mala cizaña

quitando savia a mi trigo;

y tiré todo tu amor,

porque era muerte en mi carne

y era agonía en mi voz.

Tú fuiste flor de verano,

sol de un beso, luz de un día;

yo te cuidaba en mi mano,

y en mi mano te acunaba,

y tu, por pagarme, herías

la mano que te cuidaba.

Pero al hacerlo, olvidabas

(tal vez por ingenuidad),

que te di mis sentimientos

no por tus merecimientos

sino por mi voluntad.

Yo no puse en compraventa

mi corazón encendío;

y has de tener muy en cuenta

que mi cariño no fue

ni comprao ni vendío,

sino que lo regalé.

Porque yo soy desprendío;

por eso te di mi rosa

sin habérmela pedío.

Porque yo soy desprendío

y doy las cosas sin ver

si se las han merecío.

Por eso te di mi vela,

te di el vino de mi jarro,

las llaves de mi cancela

y el látigo de mi carro.

Ya ves si soy desprendío

que ayer, al pasar el puente,

tiré tu cariño al río.”


Manuel Benitez Carrasco-España





¿Y si así termina?



Esta mañana,

el café cayó

en una taza vacía.

Un pedazo de pan

esperaba.

Sabía que no lo tocaría.

No era hambre,

era rito.

Me pregunté,

en silencio:

¿y si así se acaba todo?

Con el eco tibio

del colao,

llenándome

sin decir nada.

Desnuda,

me movía

por la sala

como quien ya no se esconde.

Mi cuerpo,

libre.

Mi olor,

fuerte.

Mi alma,

quieta.

Sin más abrigo

que el vapor

de un sorbo lento.

Y si es así…

que me encuentre

el final

amada,

mía,

en calma.

¿Y si así termina? ¿Habré muerto sola?


Marisol Ojeda Rosado-Puerto Rico 

Las palabras me fallan instintivamente



Y en silencio expreso todo lo que siento

Palabras de amor

Tan lleno de colores...

Palabras que quedan sin terminar

Oprimido... silenciado

A veces los callo con un grito.

Haciendo un mito de ellos

Tantas palabras que decir

En una vida de suceder

Que me callen la boca

Todas las palabras de dolor

Que sólo hablen de amor

Deja florecer mi jardín

Quiero algunas palabras congeladas

Bordado acuático

Dales corazón

Las palabras habladas de amor

Si no es así

Deja que se callen dentro de mí

En el silencio

En este gran amor

Que choza

pero en silencio habla

Palabras de dolor

Palabras de amor

Tirar amor al viento

Y dejar que se desborde con cada sentimiento

De amor para ti

Hasta el final…


Sandra Elias-Portugal


¡Le gusta ser ella y eso mata!




Le gusta ser ella, su amor propio combinado 

con inteligencia, eso mata cualquier prejuicio.

Emocionalmente un universo de universos 

y su alma fuente de canciones inspiradas en 

el ego de su alma. 

Le gusta ser ella y es que sus alas de mariposa azul; vuela sin lamentaciones con sus gemidos 

y suspiros.

Siendo sus lágrimas apaciguadas lentamente 

en cada verso sin tabúes y eso mata cualquier 

tristeza sin censurar comportamientos 

inadmisibles del alma cuando de amar se trate.

Vamos a mandar al diablo todos los manuales sobre; ¿¡cómo amar, besar, cómo ser libre 

de pensamientos sin que verboten al amor¡?

Vamos a querernos con esa horrible palpitación 

de ser;  única y selectiva e irremplazable con 

esa extraña forma de querernos en un solo latido, en un solo cuerpo; eso mata porque le gusta ser ella.



 Sandra Mendoza - Ecuador




Cayó la oscura tierra



Cayó la oscura tierra  

en las sombras de los ojos

alejando la posibilidad del verde

ruido

y del placer poético de Dios

rebozado de estrellas

Un poema no es otra cosa

que un poema

como una rosa es una rosa

en su llamar puro

en ese caer de golpe iluminado

en las cosas amadas

que crujen solitarias

Liturgia de mí 

que he pasado el umbral

de la desdicha

que tengo olor a mujer desnuda

azorada en la ternura

rebelde concha marina

que rompe su cordel de 

espuma

patio de los misterios

hija de un padre insonoro



Solange Rincón-Venezuela


TU SOLEDAD Y LA MÍA


                                                                                            “SOLEDADES” (Provisional)

                                                                                                  Cuaderno XVIII



Contigo de la mano despiertan

– hilos intangibles- mis ojos,

al ampararlos y cubrirlos con los tuyos.

Despiertan al mundo luminoso

del color, pues eres presencia, camino,

orientación; eres el modo de percibir

la vida, de sentir con fuerza lo que nunca

antes se vivió, y descubrir, en la cama 

del placer o en el bosque del silencio, 

lo importante que significa amarte.

Sin fronteras ni patrias opresoras.

caminantes tenaces e ilusionados

en hallar rutas prodigiosas.

Decididos. Apetentes. Haciendo

vida –cuerpo con cuerpo, alma 

con alma─ en constante aventura 

y en sano aprendizaje mientras 

van creando un destino singular 

e incomparable, tu soledad y la mía.




Teo Revilla Bravo.-España




Indice Autores Nº 142 Junio


Amelia Arellano

Ella

Argentina

142

Ana María Mayol

Y la ciudad detrás del cielo

Argentina

142

Arnaldo Rodriguez Cabrera

Al caer la noche...

España

142

Beatriz Vielman

Que es poesía

Guatemala

142

Benjamin Araujo

Liturgia

Mexico

142

Blanca Barojiana

Raices-España

España

142

Diego Noel

Cuando me haya ido

España

142

Eduardo Garrido

Capullo Letal… 

Argentina

142

Fabiola Rubio Gil

Para ti, que llevas la brisa en la piel y el alba en la mirada


España

142

Horlin Alberto Doubront Armas

Bésame esta noche 

Venezuela

142

Juan Ricardo Ruiz

Con tu nombre

Argentina

142

Lilí Muñoz

Azul de Mayo

Argentina

142

Mabel escribano Usero

Ladrillo a ladrillo

España

142

MªEstela Villa Señor Anguiano

Lo inesperado de un minuto

Mexico

142

Manuel Benitez Carrasco

Soleá del amor desprendío

España

142

Marisol Ojeda

¿Y si así termina?

Puerto Rico

142

Sandra Elias

Las palabras me fallan intintivamente

Portugal

142

Sandra Mendoza

Le gusta ser  ella y eso mata 

Ecuador

142

Solange Rincón

Cayó la tierra oscura

Venezuela

142

Teo Revilla Bravo.

Tu soledad y la mía

España

142


























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