Revista Nº 142 -Espacio del Poeta
2º epoca
REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
Junio 2025
ELLA
En ella caben todas las mujeres de este mundo
Las resguarda. Las abraza. Las ama. Las odia, a veces.
Está la que muerde la mítica manzana...y la escupe.
Está la que se cuelga de la costilla rota.
Está la gata que come uvas verdes y camina,
por la cornisa de una hoja de tilo.
Está la enamorada de la piel del mar.
dentro de una botella.
La que muerde la copa con sus piernas entre vahos de hombre.
Está la mujer de tiza, la de cal, la de humo.
Está María .María luna .María Buenos Aires.
María María. María madre. María hija. María padre.
María dulce. “Dulcísima. Dulce.”
Como una naranja. Como un durazno.
María. María Triste. Tristísimamente triste.
Como un pantano. Como una lágrima. Como un verde enterrado.
Está Yerma, con su primavera acuchillada.
Está la niña del guardapolvo almidonado.
De abrazo sollozante. De cedro y candelabro.
Está Soledad, sentada a la sombra de su padre.
Sola, como un dromedario o un cementerio.
Atrapada por la sacrosanta lengua de lagarto.
Está la que enciende sándalo entre las cenizas del incesto.
Está la amante que odia el día.
Que ama la noche atrapada en sus cuerpos.
Y el hombre la desnuda como la ruda macho.
Y ella invierte su lengua como la ruda hembra.
Está la que lucha con las pequeñas muertes.
Con la cebolla. Con el reloj. Con pañales de trapo.
Está la enemistada con el dios de barro.
Con las tumbas. Con los ojos huecos. Con la piel tumefacta.
Está la que desafía los límites.
Está la Sacerdotisa de la sal.
La de espalda arqueada. La de cosecha nula.
Está la fecundada por la aurora.
Con un pecho hecho asombro y el otro ,hecho arrullo.
Arándanos blancos y caderas de cedro.
Están las meretrices, de corales negros y medusas.
Está la que lava la ropa con ceniza.
La blanquea con sudor y lágrimas...y canta.
Está la que no ha bebido la sed, pero desea el agua.
La que rastrea gotas en la lluvia.
En ella caben todas las mujeres del mundo, menos yo.
Amelia Arellano-Argentina
Y la ciudad detrás del cielo
Y la ciudad
detrás del cielo
el eclipse de luna
el ruido de los autos pasajeros
los transeúntes azules
agitados
y detrás
el silencio
como un espejismo con tus ojos
y la ciudad
detrás
el monte sus susurros
el ulular de un búho en mis recuerdos
la noche clara
vertical
sobre la soledad
y la vida
alzándose en el vuelo de los pájaros
que huyen hacia otro sitio
y la ciudad detrás
detrás
devorando los sueños
negándonos igual
aunque la desafiemos
intentando pulverizar las huellas
y sin embargo
la ciudad detrás
detrás del cielo
y todas las ciudades derrumbadas
y sólo el cielo
Ana María Mayol- Argentina
AL CAER LA NOCHE...
Con intenso y perfumado ambiente,
se abre camino a través de los sueños,
y deja su rastro en las baldosas que
flotan bajo tus pies elevándote.
Las últimas horas de la tarde caen,
con ese sabor agridulce de las uvas
en sazón, con taninos.
La bella Caliope, te acompaña en
tus sueños inspiradores, en primera
clase, y recorres los caminos que las
musas derraman letras, y te ausentas
del mundo real, para sumergirte en el
mundo soñado.
Por tener un concepto diferente, la
sociedad intenta ignorarte, y resistes los
embates, presentado batalla, con esa
lucidez que te da la pluma.
Morfeo te acoge en sus brazos y como
si hubieras tomado dormidera, te hundes
en esos mundos, solo creados por la
imaginación que no atiende a ninguna
razón de la métrica, que se impone cuando
despiertas.
Cada parte de tu ser se deja llevar.
Y oyes voces hasta alcanzar el Nirvana, que
sumerge a tu conciencia, en un placer de
inconsciencia.
Y no deseas retornar, solo ser un espíritu errante,
con forma humana, que vaga por los espacios
trasmutados, entre cascadas de miel, y jardines,
con flores de colores en las veredas.
Y transcurre la noche placentera.
Oyendo la música de las ninfas, con
arpas de cristal de Murano.
Y las voces de sirenas.
Que tratan de que cambies el rumbo
de esa nave que recorre los espacios
siderales…
Arnaldo Rodriguez Cabrera-España
QUE ES POESÍA
Es un libro abierto a otros mundos,
un verano candente en invierno,
un cálido sendero en desiertos,
es volar lejano en cortos versos;
Es gritar silente tus sentires
bajando entre tinta el mismo cielo,
vivir del amor en solitario,
es retar a la luna en un duelo.
Es la espera del olvido que no acaba
transferido en estrofas musicales
que transforman la sequía en manantiales
y renuevan ilusiones con el alba
Poesía es palpar lo invisible,
es calmar con letras los fantasmas,
navegar en sueños por las aguas
y en versos alcanzar lo imposible
Beatríz Vielman S.-Guatemala
Liturgia
Inculcados de amor,
crecimos como clan,
mis vegetales ojos
se asomaron al árbol
genealógico y respiraron
voces añosas de polen
armonioso que fingían
ser una colmena que
nunca se dispersa.
Sólo la muerte contradijo
ese introito de este
ritual familiar congénito.
La única razón de ser
es la palabra; y a ella
me acojo cuando asomo
la tecla para adivinarme.
Es la palabra un canto
gregoriano que alerta
a Dios sobre el hombre.
Es la palabra, un grito
de Dios dirigido a los
hombres, por el hombre.
Un solo canto, un canto solo;
un poema únicamente, sólo un poema.
La verdad disfrazada de historia
compartida que nada más
el autor conoce, y canta.
Canto ritual, liturgia de la tribu,
que permite hacer cantar
hasta a los mudos y los sordos.
Testamento infinito, legado
de una mano escrita por
todos los poetas de una
patria, que son todas…
y ninguna…
La infancia de la sombra,
con palabras, el verbo
hecho miradas al futuro.
El presente inmanente,
los silencios ruidosos
y múltiples de significados.
Desnuda, arrepentida,
la palabra se arropa
en el poema, esconde
todo su origen sacro,
y sin embargo muestra,
juega, enseña, adivina,
adelanta y bendice…
pero no maldice,
bien decir es su misión,
su meta, su esencia,
condición encadenada
del fuego que arde
desde que el hombre
escribe y comunica
todo, hasta lo que no sabe.
La palabra, callada sombra
a gotas; esencia de la luz,
mortaja del silencio.
Silencio al fin, que expresa,
lo que apresa, dice, confirma,
ratifica y deja luceros de duda
en las piedras que acuna.
Afuera llueve, adentro está mojado,
las gotas de agua caen sobre la mesa.
Un hombre en sed infecto, estira la mano,
en la mano un ojo, que quiere un poema:
soledad y azúcar se lleva el viento.
El hombre cae y muere, murió ahí
la tristeza, murió la palabra, se inundó
la mesa. Este rito es largo,
resucita siempre la palabra impresa.
Benjamin Araujo-Mexico
Raíces
La vida no detiene su pulsión,
es energía y siempre se transforma;
la muerte que nos lleva, grácil norma,
es la misma que mueve el corazón.
Lecho de rocas, carne de carbón,
raíz que con la tierra se conforma,
biología que busca libre horma,
savia penosa, sangre de aluvión.
Frida, serás ahora enredadera
sobre tus pedregales mexicanos,
ave ligera o mariposa alada.
La individualidad: esa quimera
que el tiempo nos arranca de las manos
en el girar del todo y de la nada.
Blanca Barojiana-España
CUANDO ME HAYA IDO.
¡Qué será del mar cuando me haya ido!
¡Dónde llegarán sus olas!
¡Quién… las leerá!
¡Qué ojos, qué oídos
entenderán lo que no digo,
lo que me aprieta,
lo que permanecerá…!
¡Qué serán de los suspiros,
del diente que fluye en arco
hasta caer en olvido!
¡Qué será de no leerle,
de no sentir lo que inspira,
lo que se entierra en la orilla
como engañando a la muerte!
¡Qué será del verso libre,
del ritmo del caligrama
que con sus flores muté!
¡Quién… se bañará en la playa,
en el verde de la esperanza
que por mirar le conceda
la arritmia del abecé…!
¡Quién guiará mi firmamento,
mi odisea de espuma,
la que se esparce en burbujas
de sentimiento y rubor!
¡Por una sonrisa un ciento
de letras que me sustraigan
al cabo de las valquirias
donde resuena su voz!
¡Quiero ser la calma tensa,
la música de sus planes,
el recuerdo que no arde
ni que se estanca en mi féretro!
¡Por una caricia un ciento
de lágrimas que suplican
la estirpe de Nava al tiempo
que el glauco se multiplica!
Nada, vuela, corre, salta…
¡Qué cuando cierre mis párpados
sienta más el agua fría!
Y corra
entre mis venas
la suerte de mi desdicha…
Diego Noel- España
CAPULLO LETAL...
Esa noche como un niño inexperto me deje atrapar,
por una especie de araña que me envolvió en la urdimbre de su tela,
se aprovecho de mi y me llevó donde ella quiso,
en su terreno fue mortal y en sus capullos destilo su letal veneno...
Me adormeci con el dolor y el frío de la noche,
y le pedí a una paciente soledad que viniera por mi,
y a través de los vidrios rotos de esas sucias y viejas ventanas,
dejé escapar mi esencia tan floja como pueril...
Picaste mi alma desprevenida que jugo vacía y sin saber,
deshojaste mi margarita sin siquiera pedirme perdón,
para dejarme tirado en el callejón junto a tus deshechos,
y no intentaste siquiera mirar una vez hacia atrás...
Hoy el veneno de tu piel es el remanso de mis días llenos de nubes,
y tu luz angelical la pasión que me envenena el alma,
los amaneceres sin colores evacuan mis sórdidos pensamientos,
soltando las tibiezas que deambulan cerca del alféizar de la ventana...
Una ventana que cerró sus persianas hace ya mucho tiempo,
y una vida que pasó sus años esquivando baches,
un veneno que sabe al dulce polen de las margaritas,
y un callejón aún a oscuras que sin saberlo grita ¿ por qué ?…
Eduardo Garrido-Argentina
Para ti, que llevas la brisa en la piel y el alba en la mirada
Esa nube, que parece mi cintura alejándose,
deja paso a un amanecer entre tus brazos.
En la piel del cielo
se esconde la memoria de la noche,
silenciosa, temblando entre luces rotas.
Me alejo,
como quien deja un rastro en el viento,
sin mirar atrás,
sin saber si volveré....
Y ahí quedas,
siguiendo el eco de mi sombra,
intentando encontrar mi silueta
en este amanecer que despierta.
Pero el alba,
en su ternura dorada,
me susurra que no hay sombras en el cielo,
solo memorias hechas de luz.
Los be(r)sos, siguen tomando forma, naciendo entre imágenes que danzan en el horizonte, de los cuerpos y las sábanas...
Fabiola Rubio Gil.-España
Bésame esta noche
Bésame esta noche, con la pasión más pura,
créame al besar, delinea tú mis emociones,
que el aroma de tu beso en mí perdura,
al decir adiós y acoger las decepciones.
Dame de ti lo que tú quieras,
daré por completa esa entrega reprochable,
aunque por amada tu arrogante seas,
y por miedo al desamor yo sea un miserable.
Yo, no tengo miedo de perderte más de lo que te he perdido,
ni temo amarte más de lo que te he amado,
dolería más, decirte en el pasado sin haberte olvidado,
y retenerte entre mis brazos cuando ya te has ido.
Tú, lo mismo, tomas, dejas, te quedas y te vas,
cual costumbre que se acoge y se niega,
de tus labios es costumbre el para siempre y el jamás,
aunque ni uno se revela ni el otro se reniega…
Sé entonces de mis sueños, luz de luna,
yo seré sombra imperceptible en tu lecho,
aunque yo te ame ya sin esperanza alguna,
y tú me mientas al posarme en tu pecho.
Horlin Alberto Doubront Armas-Venezuela
Con tu nombre.
Región inexorable entre tú y yo, el abrazo;
manantial de aguas perpetuas
que quitan la sed de siglos de espera
con el dulce brebaje de los antojos
ante el gesto inevitable de la consumación.
Hoy, aquí, en nuestra actualidad,
la vida alcanza su esplendor en los pechos
y la sangre corre por amplias avenidas
en ancestral y mesurado ritual de los cuerpos.
La tarde cae, nace desde las sombras la noche.
Y cuando los ruidos pasan y se desvanecen,
ecos que dormitaban en los rincones
traen consigo aquellos suspiros -los tuyos-,
como cascabel del más bello de mis tesoros.
Mis sábanas, estas mismas sábanas de ahora,
estas mismas que ya no son sino pétalos,
y que son pétalos de una flor
que se han convertido en mariposas,
vuelan en torno a mí, desde mis adentros,
y se me estampan contra mis labios con tu nombre.
*
Ella era.
Juan Ricardo Ruiz-Argentina
Azul de mayo
Cuando tus manos se hayan ido
por el sendero azul
aquel de mayo
cuando el olvido escancie ortigas en arenal vacío
y la vejez reniegue acantilados
cuando imágenes virtuales
hayan tornado al fin
un clip
que ya no vuelve
sabré
sabremos
dondequiera que te halles
de mi entrada al regreso.
Lilí Muñoz-Argentina
Lo inesperado de un minuto .
Llega la noche con su silencio anclado,
Siento mi corazón palpitando descompasado.
Mi espíritu se Resquebraja , no lo quiero detener, lo dejo salir.
El que se salve, ya lo reconstruiré en sus pedazos .
Tensión en mis tendones, en mis carnes .
Días turbulentos de ansiedad, de dolor.
Sin saber hasta donde llegará,
solo sé que es un hueco sin fondo,
Un dormir con desvelo, una certidumbre dudosa.
Un deseo de ocultar este día bajo tierra, o que no existiera.
Una llamada y el día se hizo gris ...
con la luminosidad del sol sobre mis hombros.
Silencio interno.
Muda la noche oscura la luna.
Cuantas preguntas en mi larga historia.
Prefiero ser yo.
Prefiero ser yo Vida.
Dios.
Cuantas madres dirán lo mismo. Ahora entiendo .
Si! Ahora entiendo cuánto queremos cambiar la historia.
Cuánto queremos morir de amor.
Ma Estela Villasenor Anguiano- México
LADRILLO A LADRILLO
La miraba el tiempo con cariño
como lamentando
tener que ir derrumbando
ladrillo a ladrillo
el hermoso edificio de su cara.
Derruyendo los bellísimos
pilares y paredes maestras, de su cuerpo.
La miraba el tiempo, intentando disimular.
Haciendo ver que miraba hacia otro lado
hasta que la nieve, cubrió de blanco
sus negros cabellos.
Aun así, la vida tuvo que empujarle
para que cumpliese su cometido.
Llorando por dentro, la fue desmontando
ladrillo a ladrillo.
Mabel Escribano Usero-España
Soleá del amor desprendío
"Mira si soy desprendío
que ayer, al pasar el puente,
tiré tu cariño al río.
Y tú bien sabes por qué
tiré tu cariño al río:
porque era hebilla de esparto
de un cinturón de cuchillos;
porque era anillo de barro
mal tasao y mal vendío,
y porque era flor sin alma
de un abril en compromiso,
que puso, en zarzas y espinas,
un fingimiento de lirios.
Tiré tu cariño al río,
porque era una planta amarga
dentro de mi huerto lírico.
Tiré tu cariño al agua,
porque era una mancha negra
sobre mi fachada blanca.
Tiré tu cariño al río
porque era mala cizaña
quitando savia a mi trigo;
y tiré todo tu amor,
porque era muerte en mi carne
y era agonía en mi voz.
Tú fuiste flor de verano,
sol de un beso, luz de un día;
yo te cuidaba en mi mano,
y en mi mano te acunaba,
y tu, por pagarme, herías
la mano que te cuidaba.
Pero al hacerlo, olvidabas
(tal vez por ingenuidad),
que te di mis sentimientos
no por tus merecimientos
sino por mi voluntad.
Yo no puse en compraventa
mi corazón encendío;
y has de tener muy en cuenta
que mi cariño no fue
ni comprao ni vendío,
sino que lo regalé.
Porque yo soy desprendío;
por eso te di mi rosa
sin habérmela pedío.
Porque yo soy desprendío
y doy las cosas sin ver
si se las han merecío.
Por eso te di mi vela,
te di el vino de mi jarro,
las llaves de mi cancela
y el látigo de mi carro.
Ya ves si soy desprendío
que ayer, al pasar el puente,
tiré tu cariño al río.”
Manuel Benitez Carrasco-España
¿Y si así termina?
Esta mañana,
el café cayó
en una taza vacía.
Un pedazo de pan
esperaba.
Sabía que no lo tocaría.
No era hambre,
era rito.
Me pregunté,
en silencio:
¿y si así se acaba todo?
Con el eco tibio
del colao,
llenándome
sin decir nada.
Desnuda,
me movía
por la sala
como quien ya no se esconde.
Mi cuerpo,
libre.
Mi olor,
fuerte.
Mi alma,
quieta.
Sin más abrigo
que el vapor
de un sorbo lento.
Y si es así…
que me encuentre
el final
amada,
mía,
en calma.
¿Y si así termina? ¿Habré muerto sola?
Marisol Ojeda Rosado-Puerto Rico
Las palabras me fallan instintivamente
Y en silencio expreso todo lo que siento
Palabras de amor
Tan lleno de colores...
Palabras que quedan sin terminar
Oprimido... silenciado
A veces los callo con un grito.
Haciendo un mito de ellos
Tantas palabras que decir
En una vida de suceder
Que me callen la boca
Todas las palabras de dolor
Que sólo hablen de amor
Deja florecer mi jardín
Quiero algunas palabras congeladas
Bordado acuático
Dales corazón
Las palabras habladas de amor
Si no es así
Deja que se callen dentro de mí
En el silencio
En este gran amor
Que choza
pero en silencio habla
Palabras de dolor
Palabras de amor
Tirar amor al viento
Y dejar que se desborde con cada sentimiento
De amor para ti
Hasta el final…
Sandra Elias-Portugal
¡Le gusta ser ella y eso mata!
Le gusta ser ella, su amor propio combinado
con inteligencia, eso mata cualquier prejuicio.
Emocionalmente un universo de universos
y su alma fuente de canciones inspiradas en
el ego de su alma.
Le gusta ser ella y es que sus alas de mariposa azul; vuela sin lamentaciones con sus gemidos
y suspiros.
Siendo sus lágrimas apaciguadas lentamente
en cada verso sin tabúes y eso mata cualquier
tristeza sin censurar comportamientos
inadmisibles del alma cuando de amar se trate.
Vamos a mandar al diablo todos los manuales sobre; ¿¡cómo amar, besar, cómo ser libre
de pensamientos sin que verboten al amor¡?
Vamos a querernos con esa horrible palpitación
de ser; única y selectiva e irremplazable con
esa extraña forma de querernos en un solo latido, en un solo cuerpo; eso mata porque le gusta ser ella.
Sandra Mendoza - Ecuador
Cayó la oscura tierra
Cayó la oscura tierra
en las sombras de los ojos
alejando la posibilidad del verde
ruido
y del placer poético de Dios
rebozado de estrellas
Un poema no es otra cosa
que un poema
como una rosa es una rosa
en su llamar puro
en ese caer de golpe iluminado
en las cosas amadas
que crujen solitarias
Liturgia de mí
que he pasado el umbral
de la desdicha
que tengo olor a mujer desnuda
azorada en la ternura
rebelde concha marina
que rompe su cordel de
espuma
patio de los misterios
hija de un padre insonoro
Solange Rincón-Venezuela
TU SOLEDAD Y LA MÍA
“SOLEDADES” (Provisional)
Cuaderno XVIII
Contigo de la mano despiertan
– hilos intangibles- mis ojos,
al ampararlos y cubrirlos con los tuyos.
Despiertan al mundo luminoso
del color, pues eres presencia, camino,
orientación; eres el modo de percibir
la vida, de sentir con fuerza lo que nunca
antes se vivió, y descubrir, en la cama
del placer o en el bosque del silencio,
lo importante que significa amarte.
Sin fronteras ni patrias opresoras.
caminantes tenaces e ilusionados
en hallar rutas prodigiosas.
Decididos. Apetentes. Haciendo
vida –cuerpo con cuerpo, alma
con alma─ en constante aventura
y en sano aprendizaje mientras
van creando un destino singular
e incomparable, tu soledad y la mía.
Teo Revilla Bravo.-España
Indice Autores Nº 142 Junio
Amelia Arellano | Ella | Argentina | 142 |
Ana María Mayol | Y la ciudad detrás del cielo | Argentina | 142 |
Arnaldo Rodriguez Cabrera | Al caer la noche... | España | 142 |
Beatriz Vielman | Que es poesía | Guatemala | 142 |
Benjamin Araujo | Liturgia | Mexico | 142 |
Blanca Barojiana | Raices-España | España | 142 |
Diego Noel | Cuando me haya ido | España | 142 |
Eduardo Garrido | Capullo Letal… | Argentina | 142 |
Fabiola Rubio Gil | Para ti, que llevas la brisa en la piel y el alba en la mirada | España | 142 |
Horlin Alberto Doubront Armas | Bésame esta noche | Venezuela | 142 |
Juan Ricardo Ruiz | Con tu nombre | Argentina | 142 |
Lilí Muñoz | Azul de Mayo | Argentina | 142 |
Mabel escribano Usero | Ladrillo a ladrillo | España | 142 |
MªEstela Villa Señor Anguiano | Lo inesperado de un minuto | Mexico | 142 |
Manuel Benitez Carrasco | Soleá del amor desprendío | España | 142 |
Marisol Ojeda | ¿Y si así termina? | Puerto Rico | 142 |
Sandra Elias | Las palabras me fallan intintivamente | Portugal | 142 |
Sandra Mendoza | Le gusta ser ella y eso mata | Ecuador | 142 |
Solange Rincón | Cayó la tierra oscura | Venezuela | 142 |
Teo Revilla Bravo. | Tu soledad y la mía | España | 142 |
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