Revista Nº 105 -Espacio del Poeta
2º epoca
REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
Mayo 2022
Salustiano García Cruz
EL BAILE DEL SAUCE
El abedul es lo que he estado
mirando toda la tarde
SUJATA BHATT
He visto al sauce llorón
mover los brazos de sus ramas
y acariciar con sus dedos-hojas
el aire caliente de la tarde
Silencio
Silencio y susurro de hojas
en mis oídos
Se tambalea el sauce
Doblado por la fuerza del vendaval
roza mi ventana
Quiero alcanzarle
Abrazarme a él
Ser hoja prendida en sus raíces
Subirme a sus pies
para que me enseñe a bailar
mientras mi piel se seca y arruga
como su tronco
Ser rama
Hoja
Raíz
Fruto
Copa
Sauce
Ser agua
Asunción Caballero-España
El fractal
Hace meses que anida un fractal en mi cabeza.
Pincha, quiere hacerse notar y lo escondo.
Unos días intenta salir por mi boca,
le preparo un whisky, le doy un cigarro,
y le pongo el termómetro.
Así no lo oyen los vecinos.
Otros días quiere salir por mis ojos.
Entonces, los pego al ordenador o al asfalto,
y, con el sombrero puesto,
me voy a la compra.
Nunca lo descubre la cajera.
Si quiere salir por las manos, lo dirijo hacia los dedos,
le pongo delante un papel
y le incito a que haga garabatos.
Eso lo tranquiliza.
Lo peor es cuando quiere salir por mis pies:
estos se convierten en plomo,
el fractal se ancla al suelo
y siento que me ahogo en un charco.
Solo algunas noches le dejo salir.
Atraviesa mi piel, y me duele.
A veces sangro.
Nunca aprovecha para escaparse.
Ángulos (Ed. Nazarí 2017)
Chelo de la Torre-Linares-Baeza, Jaén-España
Ciudad
Villa de arte o de historia,
O ciudad dormitorio,
en medio de la nada,
Villa de arte o villa de agua,
Surcada por canales,
Villa nueva, sabiamente cuadriculada,
Villa de la luz, toda iluminada,
Pequeño o gran hormiguero,
Con sus vidas apiladas
En las torres de los barrios,
Prisa, vida :
Verde, verdor, verdad,
Una pluma de palabras,
Una pluma de pájaro,
Ante mis ojos se posó,
Lazo terrestre, lazo celeste,
Aminoro el paso
Entre las fisuras del asfalto,
En las grietas del concreto,
Une fleur jaune soleil,
Claire Bertet -Francia
Encuentro
De Penelope desnuda
Búsqueda incesante
de cielos azules
en la estepa
de naranjos que se alejan tras lo corpóreo y el silencio. Ventiscas que demoran
el encuentro.
Luces, rojos, verdinegros se interponen.
¿es acaso al alba
donde imagino
la celebración?
Preludio de intimidad.
Esto, ¿es una esfera? ¿una burbuja?
Giro, giro y giro,
En círculos, en redondas vueltas
en vueltas redondas, en círculos. Vuelvo a amanecer
abro los ojos
recorro el círculo y doy vueltas
las mismas vueltas
las siempre vueltas.
Nada por descubrir
y todo por destapar.
Todo se transforma
nada renace.
Recorro, camino
volteo, me desangro.
Duermo otra vez
y aún, nuevamente,
una vez más.
Sale el sol ciego a mis ojos
se desvanece sobre el cemento infértil, le extiendo mi mano
débil como esos rayos inciertos.
Giro, otra vez
sobre mis pasos quietos
en el andar interno
en el silencio aislado.
Perpleja la mirada
sobre un blanco conocido sobre los mismos bocetos y las mismas estrellas.
Es el adentro que titila
en un aire que ahoga
en un mutismo que estalla en palabras añejas
de tanto rasguñar la fuerza.
Es una burbuja vacía
que sangra por las tardes que amanece desierta
en barrotes de aire
sin respuestas a los gritos infértiles
silenciados
corroídos.
¿Es la esfera, la órbita,
el Universo?
Laberintos de papeles arrugados.
Cristina Nuñez-Rio Gallegos -Argentina
De la brisa haré tu carta
De la brisa haré tu carta,
con las nubes por tinta,
para versos de luz.
Las palabras hacer la batalla
y de nuestras lenguas las espadas
que enfrenten la guerra...
la guerra de tu mirada.
Lenguajes de movimientos
sin mis mensajes en tu piel...
como brisas celestina de ramas y hojas
que tintinean en saludos celestiales de vida.
de los restos de mis sensaciones hago tu cotidianidad
De lo que nos ocurra
haremos los mimbres de este amor...
de momentos de dos....
y de tu compañía la bandera
de este amor de corazones olvidados
en la tinieblas de soledades pasadas.
David Valdés Belinchón.-España
Rosa frágil
El sol asomó por la ventana
la mañana como un día cualquiera
era abril cuarto mes del año
y por ende primavera
El hombre abrió los ojos
simulando descansado
el insomnio lo hizo presa
por pendientes atrasados
Se incorporó y alzó la sien
para agradecer al cielo
buscando con la mirada
en algún punto encontrar consuelo
Se avecina otro día más
la rutina, el trabajo, obligaciones
al igual que el resto del mundo
a luchar y reprimir sus emociones
Era lunes, quizás martes
en realidad el día no importaba
debía confundirse entre el mundo
afuera la batalla lo esperaba
Agobiado pensativo
a punto de cumplir cuarenta
con la etiqueta de soñador
y su alma puesta en venta
Sobre el Buró de una mesa
cuentas interminables
insumos, colegiaturas
gastos impagables
Se incorporó y vistió su pantalón
se hizo fuerte miro al espejo
se guardo tres lágrimas en el bolsillo
y a su cabeza volvieron los consejos
Recordó las palabras de su padre
el hombre que lo educó
-así el mundo se esté despedazando
no tienes derecho a caerte, recuerda eres varón.
Se apoyó sobre un mueble
jalo aire intento respirar
era tanto lo que contenía
pesada su carga emocional
Se derrumbó y sentó
sobre la orilla de la cama
soltó dos o tres lágrimas
sus ojos ardían en llamas
De pronto y sin esperarlo
sobre su espalda sintió consuelo
un par de manos tocaron su pecho
y en silencio respetando su duelo
Le dio tres besos en la espalda
y lo apretó sobre sí
el hombre sintió volver la vida
y sintió deseos de sonreír
Era ella la compañera y consejera
ella su cura natural
la que de noche, día o madrugada
a su lado siempre incondicional
Que sin decir palabra lo dijo todo
y de energía lo renovó
su batería estaba recargada
al cien por ciento alcanizada con amor
Él un fuerte roble
con piel y corazón de acero
que al verse derrotado
solo entre sus brazos encuentra consuelo
Ella una frágil rosa
llena de belleza y voluntad
ella la mujer la diosa
con la fuerza del imponente mar.
Felipe Cancino Castro -México
Al nacer el tercer mes del año veinte
Al nacer el tercer mes del año veinte
aves nacidas en el Imperio Oriental
se posaron, cruentas, en las puertas,
francas y amigables, del Lugar del Paraíso.
I
La Ciudad se cerró sobre sí misma
-bivalvo de acero o fosa llena-
para devorarse y ser una sombra interminable
en el desierto mediodía.
II
-Bajo el eclipse extrañamos los abrazos
y debimos alejarnos para así evadir
el gélido aliento de la Peste, y el temor
habitó en nuestros hombros y graznó
nombres de cementerios nuevos.
En el borde del camino las cajas nos esperan.
Son el último transporte hacia
el anochecer del planeta muerto.
III
Las noticias son partes de guerra:
Ayer en el sur de la Frontera dos muertos.
Tres ciudades defendidas por soldados y marinos
y en las trincheras blancas se ahogan los ancianos.
IV
La Ciudad se estremece al recordar las multitudes
aullando consignas por las Avenidas. Extraña
el rugir de las calles , la música, el ruido del Mercado.
Añora los cafés y las luces del tránsito nocturno.
V
(Esta noche la luna llena será un témpano
flotando en un mar de tinta negra).
(Frans Gris) Fredy R. Guzmán O. Poeta, pintor y artesano en cobre.-Chile
Intemperie
Cuando escribo poesía.
Estoy escribiendo de algo que se opone con todas sus fuerzas a mi vida.
El resultado es un poema.
Un poema es una forma de escribir mi fracaso.
De no ser tan, pero tan desgraciado.
Bueno así es todo trato con lo
lirico.
Por supuesto para llegar a esa conclusión tuve que vivir engañado.
El arte no es otra cosa.
Cuando escribo poesía.
- si así puede llamarse -
Observo que su contenido no es
necesariamente un conjunto de palabras.
Y se desplaza primitiva y nomade
en la superficie del espacio.
En los relieves de la luz.
En el horizonte donde un crepúsculo humedece su rostro en una línea finísima.
Frágil como una metáfora.
Desesperada igual que una figura.
Estas últimas huyeron de la poesía.
- sin un como ni un porque -
Son como ángeles que se caen o en su defecto tropiezan.
Sin saber.
Sin darse cuenta que iban a anclar entre nosotros.
En el instante preciso
en que abandonamos las ciudades.
Volviendo a las junglas.
Para devorar los árboles.
Guillermo Isaac Paredes Mattos-Perú
DEBE HABER UN CAMINO
DEBE HABER UN CAMINO que aún no he visto
donde la luz transmute la rabia
y el viejo árbol de la vida
germine
sin desarraigarte
debe haber un recodo
una retuerta
donde descansar el canto
un arbitrio donde el ego carezca de importancia
antes del mar
o del cielo circunstante
por allí caminaré
abrazándonos mientras te escribo
por allí caminaré
olvidada de otras equivocaciones
que me identifican
y nos hieren
en fila
agónica
deshabitada
caminaré
por esa ladera que se acerca inverosímil a nuestra propia verdad
con un poema que nos restaure
un poema que nos nazca aquí
en nuestro lugar
en nuestra memoria
en la percusión de nuestro río
aunque los pulsos
parezcan
rotos
en cuanto el hijo de Iápeto
alquimie de nuevo la lluvia
en nuestro limo
El pulSo del ríO (Ed. Nuevos Ekkos. Col. La palabra inquieta 2020)
Isabel de la Cruz Abalo-Madrid -España
Aprendí, de ti…,
Aprendí, de ti…,
que ignoras la situación sin huir,
que asumes el tiempo
y lo enfrentas,
que piensas y actúas por instinto...
Aprendí, del mundo…,
que se acordarán de nosotros,
pensarán que fuimos en el tiempo
uno mismo sin llegar a unirnos;
fuimos dos que se miraron,
que hablaron mil veces, todas;
fuimos los que se veían siempre,
los que muy dentro conocían
lo que sentían
y que nunca lo enfrentaron.
Me pregunto ahora por qué,
por miedo, quizás,
por cobardía o respeto, tal vez.
Pienso que al final
aprendí mucho de ti,
más de lo que tú aprendiste de mí.
Ahora sé que dentro de mi ser
entiendo bien lo que significamos,
lo que representa ser lo que somos;
total siempre seremos dos
y no uno solo.
Y no es que deje de quererte,
sabes que no puedo,
pero aprendí a soñarte
y a admirarte desde lejos,
aprendí que tú eres feliz
tratando de no estar,
y que no estando tú en mi sitio
es como yo puedo habitarlo.
Y es que aprendí sencillamente,
que en éste mundo nuestro,
puede que exista un tiempo
para encontrarnos,
pero no hay un mismo espacio
para ser ocupado por ambos.
Jorge Daniel- Costa Rica
Victoria de mi infancia
“Sobre siete colinas se levanta Victoria”
Octavio Osuna
Llega la primavera al sur.
El año dio la vuelta.
A las tres de la tarde el sol agostará la tierra.
Los vientos
por nuestro sur al sur
en el país azul
país del truptu
hablarán de tu cuerpo.
En noviembre ¿recuerdas?
Atardecía aquel aire
y entre riachos ahítos
de irupés y poemas
arracimaba el cielo
las primeras estrellas.
Bordeé duros terrones
tendí urdimbres en grietas
hurgué cada silencio
en la patria de esperas
la de oblicuos olvidos
la de siempre partidas.
¿Otra patria en mi patria
desde tantas afueras?
Amanecen los nombres
tu nombre
entre colinas
A Victoria o La Matanza, según quien cuente la historia
Lilí Muñoz -Argentina
CUANDO SE DUELE EL ALMA
Hay veces que el dolor,
juega al escondite con el cuerpo,
para que no le encuentres,
aunque lo busques.
Te palpas,
tratando de hallar esa parte de ti,
que se queja y continúa haciéndolo,
de manera sutil y constante.
Tratas de recordar si chocaste,
tropezaste o diste con el mueble del recibidor,
ese que sobresale.
No recuerdas que el alma también se duele,
y olvidándote de ella sigues palpándote,
en busca del dolor, sin encontrarle.
Mabel Escribano-España
Preludio
A Mischa Maisky
Escucho a Mischa
su nombre significa
¿Quién es como Dios?
Preludio de la noche
Bach revive
y mi barca no navega vacía.
Colmada de fantasmas aparecen
constelaciones de alegrías
tristezas no olvidadas.
Un cello
la suite número uno
logran arrancarme del momento.
Encuentro la belleza que ignoro
Reverbera la música
un instante toco lo absoluto
mar y cielo recorren mi cabeza
suspendida en el aire ahora vuelo
no hay cerrojos.
y mientras agradezco
Hay un Dios y es Bach.
Paradoja del nombre, Misha,
¿quién es como Dios?
Tú lo revelas.
Escuchar las noticias
aterra oírlas.
Estadísticas contagio muerte
se superponen, hacen morisquetas
ríen.
Hay sonidos y palabras para todo
sonidos y palabras sin sentido
Pienso
casi existo.
Sin embargo, anónima tarea,
un poema
repara el universo.
De “Calíope desnuda”
Magdalena Aliau-Rosario- Argentina
II-Milán
De “Calíope desnuda”
Y ella dice, dijo:
es como morir un poco cada día
mientras sacaba, saca de su bandeja
dos platos, dos copas y cubiertos, servilletas, y se aleja,
se alejó para volver con nuestro almuerzo. Es como morir un poco cada día
así nombra la distancia que la tiene encallada en ese pequeño ristorante
que pone a diario sus mesas a la vereda
en un recodo de la vía Buenos Aires,
que ironía
estamos, estábamos en Milán,
la gente pasa, irá de compras,
caminan hacia el Duomo, a la Scala,
a la Galleria Vittorio Emanuele
donde se ostentan lujo, marcas y vidrieras,
y ella
allá, la americana que se deshace.
Y es como morir un poco cada día...
María Amelia Diaz -Bs As -Argentina
Solos tú y yo
Que solo tus manos y tu piel me toquen
como el arrullo de un mar embravecido
recorriendo mi cuerpo en frenesí herido
de pasión, deseos, entrega sin retoques.
La espuma blanca de tu ola íntima
me explora en la entraña ardiente
para apaciguar ésta ansia mímica.
Caudalosa rigidez que como diente
muerde el sabor de mi miel en tu miel
presente. Nos rodea la calma. Éxtasis.
Danza del vientre frenética de amor fiel
deshace hieles enquistadas. Metástasis
de noches encantadas desdeñan afanes
letárgicos amasando el deseo en panes.
Nieves María Merino Guerra- Nimar Gran Canaria –España
En el valle de las almas
Tango
A Jacqueline Sigaut, cantante del tango
En el valle de almas
Bailan en una carretera, en una nota angosta
Se sosiegan bajo la luna naranja
Canto de un orquesta que se abandona al infinito.
Como la luz de los almacenes,
Tanguean dos sombras
Dos caras se buscan
Dos pájaros luces en la noche sudeña.
Entre el corazón ternura y la vida violencia
Se agarran, se rechazan.
En la febril frontera del deseo
Riman sus cuerpos con el poema.
El bandoneón, la voz y el piano
En el bosque del baile se crea la música.
El espacio de la ventana entreabierta
Todo un silencio cubre el arrabal.
Del trance nace el baile
Vestidos y labios, leve seda roja
Atraviesan el traje, el pelo negro,
Jardín sangriento acostado en las tinieblas
La voz de Jacqueline Sigaut,
Palabras de los sueños que se encarnan.
Lleva su canto la intensidad de las afinidades
Estas se tensan como un arco lírico.
Pascal Mora- Francia
Partió el poeta
De “Calíope desnuda”
Partió el poeta
el aire gris se llenó de azules
las palabras redondas
como jugosas uvas
viudas de amante
huyeron en mortal silencio
dónde su vino oscuro
La voz estrangulada
vacía su maleta
su cuerpo y su alma
Mecida entre corales
desnuda en el agua profunda
yace la poesía
Silvia Rodríguez- La Plata-Buenos Aires-Argentina
Laberinto de piedra
Sentado en la vieja silla de paja
frente a la pared,
observo las grietas
que gritan los años,
tal vez debiera sentarme en la pared
para escuchar las grietas
que están sobre la silla.
Silvio Astorino- Rosario, Santa Fe – Argentina
Revelación
De “ Calíope desnuda”
Necesito siempre menos...
miré por la ventana y vi
el viento que agita las hojas
de los jazmines después de la lluvia
la soledad metiéndose en mi corazón,
me pregunto si el tiempo será suficiente.
Sol Alberini- Rosario-Argentina
Sembrando Paz:
Si sembramos
verdad,
Amor,
Justicia,
Libertad,
Y gratitud
Cosecharemos paz.
Admiro a las personas
Que brillan en la humanidad,
En la búsqueda del entendimiento,
Para conseguir la convivencia mundial.
Cuando la vida tiene paz
Se agradece y se celebra
Y cuando no la tiene,
Se sufre,
Se amarga
Y se aprende.
La paz se consigue por el entendimiento
Y la comprensión,
No por la fuerza,
No por la violencia,
Ni mucho menos por la guerra.
Son sirvientes del diablo
Los que generan las guerras,
La maldad,
Las migraciones y las fugas
De la humanidad.
Con mucha inspiración,
Música,
Amor,
Literatura,
Y poesía,
Aplicada en los gobiernos del mundo,
Los conflictos y las guerras desaparecerían.
Willian García Molina-Venezuela
INDICE DE AUTORES 105
Autor Titulo Pais
Asunción Caballero |
El baile del sauce |
España |
Chelo de la torre |
El fractal |
España |
Claire Bertet |
Ciudad |
Francia |
Cristina Nuñez |
Encuentro |
Argentina |
David Valdés Belinchón |
De la brisa haré tu carta |
España |
Felipe Cancino Castro |
Rosa frágil |
Mexico |
Frans Gris |
Al nacer el tercer mes... |
Chile |
Guillermo Isaac Paredes |
Intemperie |
Perú |
Isabel Abalo |
Debe haber un camino |
España |
Jorge Daniel |
Aprendí de tí |
Costa Rica |
Lilí Muñoz |
Victoria de mi infancia |
Argentina |
Mabel Escribano |
Cuando se duele el alma |
España |
Magdalena Aliau |
Preludio |
Argentina |
Nieves Merino Guerra |
Solos Tú y yo |
España |
Maria Amelia Diaz |
II-Milán |
Argentina |
Pascal Mora |
En el valle de las álmas |
Francia |
Silvia Rodriguez |
Partió el poeta |
Argentina |
Silvio Astorino |
Laberinto de piedra |
Argentina |
Sol Alberini |
Revelación |
Argentina |
Willian garcía Molina |
Sembrando paz |
Venezuela |
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