Revista nº 88 -Espacio del Poeta
REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
Marzo… 2018
Juan José García Pérez Rincon Boquense
Asfixia
Oropeles engomados
en los suspiros
Olisquean
cadavéricas mordazas
en las aureolas
Es en las gargantas calcinadas
la asfixia
Las madres
bordan rituales
desangrando hijos
que involucionan
en la placenta.
Ana Romano-Argentina
Noche larga
Ahora puedo decirte
generadora de vidas,
lo mucho que yo deseo
comprenderte en la mañana.
Cuando el manzano florece
en tus idas y venidas,
al ver sus hojas tan verdes
llenitas de golondrinas.
Con la vida que florece
en la mañana del alba.
Es la fuerza de la savia
y el empuje de las olas,
la fuerza de tus entrañas
en la alegría del alma.
Son tus dedos tan suaves
al recoger la frutada,
con el amor de tu cara,
con los vientos que la soplan.
¡Qué bien me encuentro chiquilla!
Después de una noche larga.
No quiero dejarte nunca,
eres amor y conciencia,
con esa vida tan llena
esperaré que me digas
¡Ya es de noche, no te vayas!
Antonio Monzonís-España
Espero
Espero tu caminar desnudo de tiempo
tu miel de oro en tus ojos confesos
tu cuerpo en ondas de luz en torbellino
tu canto de verano entre mis brazos.
Espero una sonrisa de cristales blancos
que deslumbre mi ascenso al universo
con tu nombre pronunciado por mil ángeles.
Espero comenzar una batalla de aromas
aspirar azucenas y nardos en tu cuello
Hambriento como un lobo atacando su presa
vivir la primavera en tus pechos de seda.
Espero embriagarme con tu sol
quemarme en tu fuego aventurero
sacudir las amarras de todos los veleros.
Incrustarme en tu joya de misterio
descubrir el supremo placer de tu milagro
madurar tu mujer con mi primicia
arrancarle a la vida un grito arcaico.
Beatriz Ojeda- Uruguay
Estación Concordia
Aquella vieja Estación
ya no trae el sordo ruido de los trenes
se fue cubriendo de olvido poco a poco
con el frío cabalgando en sus andenes
Ya no tienes, vieja Estación Concordia
vagones cargados de anhelos
ni el saludo del viajero que te admira
cuando pasa por tu tierra de progreso.
Eras vos, la Estación más concurrida,
la segunda en importancia de aquél tiempo,
cuando Posadas se unía a Buenos Aires
y la locomotora interrumpía tu silencio.
Amabas cada tren que acariciaba tus andenes,
besabas su figura, ansiabas su regreso,
viendo el humo trepar la vieja pasarela,
y al Barrio Paredón entorpecer su sueño.
Ya no eres aquél edificio altivo,
tu personal hoy es algún linyera,
o un borracho que refugia su miseria
en tu pasillo ornamentado de pobreza.
¡Qué triste es ver tu figura amarillenta!
Por el paso del tiempo y el descuido,
porque dejó de ser el negocio de unos pocos,
el recurso de viajar del pobrerío.
Carlos Alberto Gimenez-Argentina
Corazón
Corazón, corazón con alma de mujer
La que se lamenta un día,
de haberse vestido con ajustado corsé azul,
Y delinear las líneas de la boca de un rojo tentación.
Corazón con alma de luna, destellos de estrella
Transitando con cortos pasos, la calle de asfalto.
¿Qué caballero, manos de poeta desatara
las trenzas de este músculo atado?
¿Quién con voz de canto articulará fonemas
Que tamborileen en mi boca tentación?
¿Quién borrará las dudas y temores acunados
Tras mi ajustado corsé azul?
Solo tú trovador errante,
que te escondes tras del faro de mis pretensiones.
Ven y extiende ante el solar de mi mirada;
senderos de azules pétalos a modo de sortilegio
en el ligero temblor del pleamar de mis antojos
…Y si algún día de junio, logras desatar
mi arrítmico corazón colándote en el muro de su alma,
toma tu pluma poeta y con tibieza estampa tu huella en él….
Corazón, corazón con alma de mujer en un verso de tu boca
Sucumbió a la tentación….
Carmen Guzmán Cedeño- Venezuela
Oda al sublime amor
Por vos,
solo por vos...
se abrirán mis labios
y el abanico de mis dedos,
para tocar y cantar la oda
más sublime de todos los cielos.
y el abanico de mis dedos,
para tocar y cantar la oda
más sublime de todos los cielos.
Saltará mi corazón
a la dulce armonía,
y mi garganta, será música
de guitarra con arpegios.
Colmarme de amor
aunque me lo deis...
con amargo sándalo,
veréis...
que se agita en trajín
mi pecho florido y coronado;
¿queréis más ?
os daré más, de mí.
Os daré todo...
todo, lo que encierra
mi alma con voz.
Seré, otra dulce Ofelia
loca de amor,
andaré descalza por la tierra,
cortando con mi boca,
las más hermosas flores.
Gota a gota, os daré...
la sangre de mis venas,
y de mi pensamiento el saber
que encierra en fantasía
un cielo cuajado de estrellas.
¡ Todo eso... os daré !
Hasta mis piernas,
y la fibra de mis entretelas.
¡ Todo eso, y más...me arrancaré!
Llevaros mi pensamiento y memoria
llevároslo, si gustáis;
que yo no renuncie a la gloria
si vuestro amor después me dais.
Clotilde.Román- España
Voz novena
A menudo
busco bases de ceniza
o copas imposibles
o alguna otra forma imprecisa
de interrumpir al viento,
de cambiar las cosas de lugar,
de posición o de latido,
desenderezar lo enderezado,
activar lo pausado,
y despertar las tardes de ausencias
como única forma imprecisa
de rasgar la nada,
dejando al todo
en una escueta,
rígida y absurda carencia
de intenciones.
Concha González.- España
En blanco
“Del libro Ángulos”
Las teclas del ordenador están inquietas:
hace días que no las acaricio.
El folio, desafiante, muestra su desnudez.
No están los adjetivos en la cesta de la compra,
no conservo una rima en la nevera
y aún no se ha asentado el polvo.
No están los adjetivos en la cesta de la compra,
no conservo una rima en la nevera
y aún no se ha asentado el polvo.
Deambulo.
Una nube roja me nubla la vista
y en palestina una madre llora.
En la mesa, el último maltrato,
el folio y un diccionario vacío.
Consuelo de la Torre- España
Consecuente
“De Nada es soledad”
Nunca olvida la MUJER de ojos en vigilia
suele llevar de a poco a la trastienda
íntimas vivencias de antier y si el sol
le inquiere por ellas sin dudar le responde
tú sales por el mismo lugar todos los días
le inquiere por ellas sin dudar le responde
tú sales por el mismo lugar todos los días
Se aferra a cualquier estío que la lleve a su silencio
a procurar allí dibujos abstemios de andares lucidos
con sus manos agarradas
a una camisa azul rockera que insinuaba
que la felicidad como utopía posible
solo la podían alcanzar los dioses
custodias de la sal una vez que la savia bíblica
hiciera dudar a los ateos
Mantiene incólume las veces que sus labios autores
entregaban sus rojos bajo lunas ajenas
a los veranos y su piel se desataba desde sus senos
hasta los pies
Su memoria es un armario de madera sin fondo
para todas las baladas abrealmas nocturnales
de las que siempre discurren cuando la pasión
empieza por sí misma a jalar los rojos vestidos
y el dedo de la otredad inicia su hurgar pausado
en la boca que empieza a entregar sus respiros
No deja que ningún ave le prohíba mirar las ramas
supone que allí anclan muchos recuerdos a la deriva
Le es rutina adhesiva ir al misal a registrar
los propios signos de la fidelidad así lo hacen
las diosas que observan a Cristo dudoso y triste
pero con ganas de retomar la marcha hacia el edén
Permite en algún instante que una lágrima le hable
con ecos inaudibles cuando por casualidad deja
una ventana abierta por donde gotean presencias
¿Cómo olvida si ella es el inicio del tatuar metáforas?
Dalmiro Durán- Vernezuela
Lenguaje de piedra
Poemas “La vida y el corcel”
Clave del abecedario:
"Afecto, odio,
ignorancia,
desprecio.
El lenguaje de piedra
golpea el alma,
desangra el rostro
textual de la miseria.
En el silencio del aula
el lenguaje elige
al viento. La vida
permanece imperturbable
ante el negro mensaje
que me acosa.
"Diego Miró Quesada Mejía_Perú
Mi terraza
En éste, mi lugar,
el aire flota como la música,
como el humo;
a veces golpea con puños de tormenta.
El aire es un libro cargado de presencias.
Es el mar de este lugar
su continente de movimiento y vida.
La casa del sol,
un espejo donde el mundo se contempla.
Donde este pájaro eterno
que canta
viene a enseñarnos,
a pesar de todo,
Cómo subir al cielo.
Egle Frattoni Romano-Argentina
Padre nuestro
A Robert L. Frost
Mi padre era un borracho
y borracho salía
a dar la vuelta al lago.
Primero a pie, después
nadando.
Nosotros también íbamos.
Cada brazada larga
nos devolvía el aliento.
a dar la vuelta al lago.
Primero a pie, después
nadando.
Nosotros también íbamos.
Cada brazada larga
nos devolvía el aliento.
Papá nadaba
como si el agua
fuera cemento.
Todos mis labios
decían Dios,
todos mis labios
Dios por favor.
Papá nadaba
sin preocuparse
por los abstemios.
como si el agua
fuera cemento.
Todos mis labios
decían Dios,
todos mis labios
Dios por favor.
Papá nadaba
sin preocuparse
por los abstemios.
Eleonora González Capria-Buenos Aires
Mientras bajo el lucero..
Mientras bajo el lucero,
se dirige hacia el sol,
se encuentra con un árbol,
disfrazado de cunero,
¡un árbol de lana!,
¡un árbol de lino!,
¡una lona!;
ni lanero es el árbol,
ni es el árbol linero,
no es una lona el árbol,
se pregunta el loco viajero,
le pregunta al cuenco,
de la cuenca de su mano,
a pie del árbol seco, hueco
¿dónde está la cuna?
¿dónde está el sonajero?;
sepultada la luneta,
fulminado en un plas el sol,
los cuernos del caracol,
y el reloj en la cuneta.
Fáti Zah F&Z- Granada España
Dialogo en la encrucijada
Poetica
¿Adónde conduce este camino ?
- No lo sé-
¿ Y este otro ?
-No lo sé-
¿Y adónde va aquél ?
-Tampoco lo sé-
¿Y su camino adonde lo conduce ?
- Tal vez a ninguna parte, no lo sé -
¿ Pero usted no sabe nada ? -
-No saber nada no es igual que estar perdido -
Moraleja :
"Quien sabe su lugar nunca se pierde
quien está perdido nunca sabe su lugar."
-Tampoco lo sé-
¿Y su camino adonde lo conduce ?
- Tal vez a ninguna parte, no lo sé -
¿ Pero usted no sabe nada ? -
-No saber nada no es igual que estar perdido -
Moraleja :
"Quien sabe su lugar nunca se pierde
quien está perdido nunca sabe su lugar."
Dialogo en la encrucijada
Hector Berenguer- Argentina
Habrán mas instantes
Habrán más instantes
abiertos al mar,
con el horizonte bailando
a nuestras espaldas.
Acariciando la tez
de infinitos latidos,
y pulsos que anochecen
en el poro de la piel.
Vendrán nuevas olas
a bañar nuestros cuerpos,
entre un vaivén de braveza
y la suavidad que arrastra
un beso bajo la luna.
Llegarán nuevos atardeceres
en el regazo de tu pecho,
sintiendo el corazón
cuando me arrope tu abrazo.
Volverán tus manos
a teñirme el alma de ternura,
y volveré a soñar
con tus labios sedientos
sobre fuego y sal.
Volveré a soñarte despierta.
de infinitos latidos,
y pulsos que anochecen
en el poro de la piel.
Vendrán nuevas olas
a bañar nuestros cuerpos,
entre un vaivén de braveza
y la suavidad que arrastra
un beso bajo la luna.
Llegarán nuevos atardeceres
en el regazo de tu pecho,
sintiendo el corazón
cuando me arrope tu abrazo.
Volverán tus manos
a teñirme el alma de ternura,
y volveré a soñar
con tus labios sedientos
sobre fuego y sal.
Volveré a soñarte despierta.
Isabel Garrido-España
Exodo
Tal vez no sabes que te sigo amando,
y que aún recuerdo tus manos de harina,
volando sobre la mesa del hogar florido.
Mientras un viento de pobreza, por una puerta oscura,
me arrastró hacia las latitudes duras;
tu lealtad era la polea trabajando en mi sangre.
Y ahora, reunidos, después de sortear el mar y las raíces,
nuestros hijos (como animalitos perdidos)
deambulan día y noche por nuestro dormitorio;
quieren preguntarnos y no se atreven;
los acecha una melancolía de rostros borrados por la lluvia,
y el contraste de una pobre vecina vieja;
confinada en un desdichado balcón sin música:
a la que le robaron hasta sus flores, y no lo sabe.
José Rodolfo Espasa-Argentina
Dejaré un poema sobre tu cintura
Poemario"Siento un soneto de amor"
Dejaré un poema sobre tu cintura
que te hable y te cuente lo que siento,
que te duerma y acaricie, te de aliento,
y sea un fiel aliado de tu alma pura.
Dejaré en tu boca un verso, criatura,
que te enseñe el amor y el sentimiento
de un corazón, honesto como el viento,
que no se debilita y sin fisuras.
Posaré a tus pies toda mi poesía
dejando mi pecho al descubierto,
te entregaré mi alma, vida mía.
Que el poeta sin musa nada es, cierto,
lo que soy te debo, mi sol, mi alegría
pues llegaste a mí cuando estaba muerto.
Panolillo Díaz-España
Lluvia…
Lluvia que vienes a mi encuentro
sutil lamento de la mañana,
me abrazas tímidamente
lavando mi rostro con lágrimas.
lavando mi rostro con lágrimas.
Camino vagando al compás
de unas agujas doradas
que marcan con su tic tac
el camino hacia la nada.
¡Que me quede un aliento
en esta boca apretada,
el recuerdo de un beso,
un abrazo, una mirada!
Miro con pausa a lo lejos
mis cuencos acuosos delatan
unos ojos abiertos
que no encuentran esperanza.
Caricia de terciopelo
que recibe mi piel cansada,
es la de esta lluvia gris
sutil lamento de la mañana.
Marcela Toro_Argentina
Cuando llegó el amor
Reto Poético N° 3
Cuando llegó el amor
No pude verlo llegar
Se equivocó de puerta
O yo no lo dejé pasar
No pude verlo llegar
Se equivocó de puerta
O yo no lo dejé pasar
Cuando llegó el amor
No fue como lo soñaba
En vez de un dulce sueño
Fue un triste despertar
Cuando llegó el amor
Era otoño en mi vida
Llegó tarde a la cita
Solo pude decir adiós
Cuando llegó el amor
Me vio y cruzó de acera
Me dejó y nunca supe
Porque jamás volvió
Cuando se fue el amor
Dejó invierno en el alma
La soledad de los años
Y una rosa marchita…
María José Acuña-Argentina
Mi propio Vronsky
Mi propio Vronsky:
Arrollado por trenes
en una estación de muelas
¿Lleno de deseo?
¡Ávido!
De la mano de la muerte
y de los excesos.
Y yo, fuera de libreto,
explicando mi estado civil,
cayendo en la cuenta
que el vestido y las piernas
producen efectos.
Una Daria Alexándrovna
según mis ojos.
Y en los de él,
una estación o un sueño
que le devolvió las ganas de vivir
(por una noche).
Maritza Castro Frias- Chile
Cuando me vaya
Aquél pajarillo sobre el alféizar de mi ventana, al que veía irse, volver, picotear y saltar nervioso, como si quisiera hablarme a mi que, sentado sobre mi sillón relax, tapaba mi miedo a la muerte buscando por los resquicios de aquella habitación tan fría, por los huecos o por cualquier rendija para expulsar mi dolor.
La mañana era luminosa. El sol quería traspasar las cortinas cogidas hacia los lados, fulminando su color púrpura. Parecía querer aportarme esa energía que la vida escudriñaba entre mi esqueleto limitándome, si no fuera por aquel rosario de pastillas que aniquilaban mis entrañas ya prestadas.
Me observé apretando con mis manos huesudas la manta adherida a mi troncoso esqueleto adormecido por los parches de morfina.
-Suelta y relaja, -Me dije- pero no respondía, no, no, podía relajarme.
Al parecer, mi esqueleto espástico se negaba a obedecer a la fresca mente que se resistía a claudicar y permanecía tan lúcida como cuando crecía y me llamaba a jugar y a saltar sin parar. Sin embargo, mi cuerpo iba adelantado en varias vidas a mi cerebro. Así, comencé a vivir y a nutrirme de recuerdos, mientras el aire me permitiera respirar, mientras no parara el corazón y el cuerpo que la vida me prestaba se pudiera adormecer con comprimidos.
-Me dije- yo no moriría-. A veces me sorprendía llorando, otras, riendo o murmurando con las mandíbulas encajadas y el cuerpo maltratado por los años. Otras veces, la impotencia, el miedo y la melancolía afloraban, enmarañando con nostalgia los átonos días diseñados para apearse sin hacer preguntas, como si en esta vida estuviese en nuestras manos marcharnos de ella por elección.
Frente a la ventana, aquel pajarillo me miraba inquieto, con su agilidad pasmosa, quizá para dar envidia a mi letargo. No dejaba de mirar su grácil compromiso. Su sutil exhibición me hizo sonreír. Era tal mi deseo de comunicación, que soñé con el ave, volando, notando la libertad, sintiendo el aire en mi piel, escuchando su sublime piar. Antes de volver a volar dejó sobre el alféizar una minúscula caca, Justo en ese instante la manta resbaló, mis dedos se volvieron frágiles de nuevo, me absorbió el aire del mundo y comencé a volar libre y sin dolores, y con una plácida sonrisa miré hacia atrás para reírme de aquel cuerpo perdido, estático, dolorido que, como el excremento del pájaro, yo ya había abandonado.
FIN
Marmara Gila Justicia. Granada-España
Amor a distancia
Perdí la razón de lo que soy,
queriéndote bajo la sombra de sentimientos ocultos.
Las fantasías de sentirte entre la piel y más allá,
entre sábanas blancas de amor bajo la mesa.
Quisiera no sentir la delicadeza de tú presencia en el día que transcurre en monotonía de un horario,
quisiera evadir la sensación que se prende en mi pecho cuando estas cerca,
quisiera...
Realmente quisiera?...
No lo sé,
una rosa me recuerda tu existencia,
y dejar de pensarte no quiero,
porque la sosobra de mi infancia fuiste tú quien la disipó,
te quiero marcando por siempre mis sentires,
te quiero por siempre en mi corazón alocado,
entonces...
Te querré en silencio eterno en un amor de estancia,
llevándote por siempre en el respiro de un día que me dijiste : Me gustas!,
y tuve que callar lo que sentía.
Deje pasar el momento,
pero no dejaré de vivir ese instante,
mientras tu compromiso te ata y el mío aún no llega.
Guardaré los sentires en mi baúl de secretos escondidos,
para desempolvarlos cuando lo requiera,
cuando sea necesario,
cuando quiera recordarte.
Mibel García-México
Lo extraño que surge en mi
Estrellas fugaces.
Frases perdidas.
Olas que chocan
en playas vacías
Días pasados
que son solo días.
Trances de agosto
en frugal poesía.
Unas montañas
que no son ni colinas
¿Que me ofrece al final
quien ni siquiera camina?
Estrellas fugaces.
luceros del día.
Y mañanas de nubes
y lluvia que enfría.
¿Que sabrá quien sabe
la ciencia no escrita?
La luna está ahí.
Los cometas... expiran.
Y la luna está ahí
permanente y concisa
y en noches sin nubes
me alumbra y me mira.
Miguel Garcia Freijanes-España
Que fue de aquel tiempo….
Qué fue de aquel tiempo,
de aquella sonrisa.
Puesta del sol junto al mar,
las sombras refrescan el día.
Jóvenes, al rededor de una hoguera,
lanzan al viento
románticas canciones.
Se lanzan miradas que cruzan el fuego
Ocultos mensajes solo ellos comprenden:
sentimientos brillantes
preludio de gozos y ocultos amores.
Atardecer entre olas del mar
viviendo tiempos que pasan.
¿Y que fue de aquel tiempo
de aquellas miradas?
Muchas veces nada,
otras……
un recuerdo,
una añoranza….
Rafael Serrano Ruiz-España
V
En el silencio rojo de la espera
quedó la huella de tu ausencia
y un apagado tiempo de promesas
¿alrededor de qué fuego danzan mis demonios?
Irracional te busco
no tardes
encenderé los leños
Silvia Rodriguez-Argentina
A veces las palabras faltan
se ausentan
Aunque estén escritas
están huérfanas de ideas
O, al menos, de la idea precisa
del decir justo para contar el sentimiento
No hay voces que puedan reproducir
el dolor de un corazón herido
el vacío de la ausencia
el desasosiego
la respuesta a la injusticia
o a la traición…o a la pérdida
Es ahí cuando lo escrito
se parece más a un cuadro
que a lo dicho
Es más forma
más imagen
…que sentido
Susana Corradetti-Argentina
Es la hora
Es la hora,
en que los duendes juegan con las estrellas,
y sombras que huyen,
cuando la hoguera aviva,
y tú que acortas distancia,
buscando cobijarte,
al amparo de mis brazos.-
Es la hora del romance intenso,
de los suspiros,
del rumor que del río viene,
de esas extrañas esencias,
que de la floresta se pierden,
con la sutileza de un beso,
es la hora en que el tiempo,
a tus pies se detiene,
como olvidando el eterno peregrinar,
a un destino incierto.-
Es la hora,
en que dan las doce,
inexorables, impías,
intransigentes consigo mismas,
y aun así,
el tiempo no se inquieta,
nos observa absorto,
se mezcla con la hoguera,
con los suspiros,
con el ardiente deseo,
que a mucho más conduce,
es la hora en que me seduces,
con la frescura de un beso.-
Victor Kartsch-Paraguay
Nací sin saberlo
Nací, lo sé, sin saberlo,
o acaso consciente fuí
antes de ser un ser vivo
e ignoro si ya existí…
En este mundo tan raro
un día te conocí
y siento que haberte amado
es lo mejor que sufrí.
Mi mente y cuerpo a tu lado
tantas veces que creí
no ser yo mismo y cansado
lloré lloré tu ausencia y… reí.
Hoy, si existe, es mi pasado
el sepulcro en que sumí
cuanto soy, si es que soy algo,
para seguir junto a ti.
Quizás el soplo del Hado
me vuelva a hacer como fui,
un pedacito de Nada,
para olvidarme de mi…
Xavier Coderch Vives-España
Indice de autores de Espacio del Poeta Marzo 2018
Nombre | 1ºApellido | 2ºApellido | titulo | Pais | nº | Orden | Pag |
Ana | Romano | Asfixia | Argentina |
88
|
1
|
2
|
|
Antonio | Monzonís | Guillén | Noche Larga | España |
88
|
2
|
3
|
Beatriz | Ojeda | Espero | Uruguay |
88
|
3
|
4
|
|
Carlos Alberto | Gimenez | Estación Concordia | Argentina |
88
|
4
|
5
|
|
Carmen | Guzmán | cedeño | Corazón | Venezuela |
88
|
5
|
6
|
Clotilde | Roman | Oda al sublime amor | España |
88
|
6
|
7
|
|
Concha | Gonzalez | Voz novena | España |
88
|
7
|
8
|
|
Consuelo | de la Torre | En blanco | España |
88
|
8
|
9
|
|
Dalmiro | Duran | Consecuente | Venezuela |
88
|
9
|
10
|
|
Diego | Miró | Quesada | lenguaje de piedra | Perú |
88
|
10
|
11
|
Egle | Frattoni | Romano | Mi terraza | Argentina |
88
|
11
|
12
|
Eleonora | González | Capria | Padre nuestro | Argentina |
88
|
12
|
13
|
Fáti | Aah | Mientras bajo el lucero | España |
88
|
13
|
14
|
|
Hector | Berenguer | Poetica_Dialogo o en la encrucijada | Argentina |
88
|
14
|
15
|
|
Isabel | Garrido | Habrá mas instantes | España |
88
|
15
|
16
|
|
José Rodolfo | Espasa | Exodo | Argentina |
88
|
16
|
17
|
|
Manuel | Díaz | García | dejaré un poema sobre tu cintura | España |
88
|
17
|
18
|
Marcela Toro | Toro | Lluvia | Argentina |
88
|
18
|
19
|
|
María José | Acuña | Cuando llegó el amor | Argentina |
88
|
19
|
20
|
|
Maritza | Castro | Frías | Mi propio Vronsky | Chile |
88
|
20
|
21
|
Marmara | Gila | Justicia | Cuando me vaya | España |
88
|
21
|
22
|
Mibel | García | Amor de estancia | México |
88
|
22
|
23
|
|
Miguel | García | Freijanes | Lo extraño que surge en mí | España |
88
|
23
|
25
|
Rafaels | Serrano | Ruiz | que fue de aquel tiempo | España |
88
|
24
|
26
|
Silvia | Rodriguez | V | Argentina |
88
|
25
|
27
|
|
Susan | Corradetti | A veces las palabras faltan | Argentina |
88
|
26
|
28
|
|
Victor | Kartsch | Es la hora | Paraguay |
88
|
28
|
30
|
|
Xavier | Codersch | Vives | Nací sin saberlo | España |
88
|
29
|
32
|
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