Revista N.º 59
- ESPACIO DEL POETA
REVISTA
LITERARIA DE HABLA HISPANA
octubre2015
El
retiro Madrid
Caminos ahuellados
Esta tarde, la lluvia tenue,
ha debilitado la tierra del camino y me invita a andar sobre el rosario de
pasos que lo ahuecan. Decido recorrer esos atajos con la serenidad, que muy
pocas veces, habita en mi espíritu indómito y desmadrado. La tarde se despide y
me siento muy cansada. Saciada de ser otra, otra que trata de conformar a los
demás, y se convierte, poco a poco, en una desconocida para mí.
Cómo saber quién soy, si para
esconderme de la verdadera, he inventado mil máscaras hipócritas. Me es más
cómodo caminar sobre otras huellas, descubrir los amores, los misterios, las
traiciones, las historias de los otros, porque así me alejo de mi propia
historia, saturada de miedos y naufragios.
Al pisar otras huellas,
solitarias como las mías, pude algunas veces colmar los espacios vacíos que
tantas muertes me dejaron y tratar de esquivar el tropel de aflicciones que me
enajenan a diario. Recorrerlas sea, quizás, la forma prepotente de buscar la
luz que ilumine mis penumbras.
Sí, estas caminatas me
provocan de una manera que no deseo opacar. Al recorrer senderos heridos por
otros pasos deja de atormentarme, no sé porqué, ese sueño, sin sueños, que yo
llamo muerte. Ella, con atrevimiento, se instaló en mi vida desde horas muy
tempranas, dando zarpazos inesperados, alejándome de la calma.
Sobradas veces caminando
confusa esos senderos, no pude llegar a ningún lugar, es cierto, sin embargo
obtuve tiempos de sosiego, de letargo, de albores que me permitieron
reflexionar.
Hoy, por la inquietud y
turbación que me envuelven, presiento que estoy andando un camino que puede
resultar arriesgado, amenazador. La búsqueda espiritual que conforta, no es
tarea fácil, es un viaje largo, alegórico, poblado de dificultades.
Tantas cavilaciones me
agotan, mi andar se vuelve inseguro, mareada quiero asir una rama que me sirva
de apoyo, ésta se quiebra, y caigo al barro. Enlodada, entristecida, desgajada,
me pregunto: ¿Qué hago en este lugar? Agito mis dedos embarrados buscando una
respuesta, ésta no llega a mí, rebota, perdiéndose en la incipiente oscuridad.
Trato de calmarme, de aquietar la turbulencia de mi espíritu. De pronto mi
mirada perdida y febril choca con un insignificante resplandor extraviado en
tanto estiércol. Me acerco, es el tenue reflejo de un anillo, un fantástico
anillo enlazando una esmeralda, su verde intenso y diáfano desentona con el
escenario lúgubre. Miro a todos lados con sigilo, sólo el vacío y el silencio
me acompañan. Acaricio la alhaja, froto la piedra, araño el lodo y leo en su
interior: “Juan a María”, dos nombres comunes, escritos en letra cursiva, en la
redondez armónica del anillo. Los nombres corporizan sus imágenes. Los imagino,
a ella, menuda, frágil, dominada; a él, entrecano, varonil, dominante.
Sospecho que las huellas que
tanto me atrajeron son las de ella, por lo femeninas, por su tamaño pequeño,
pisadas de menguada profundidad. Sé que puedo encontrarla en algún recodo del
camino, aliviano mis pasos intentando serenarme. Un tiempo de turbación y bruma
me envuelve, me apoyo en un tronco macilento, entorno los ojos y al volver a
abrirlos, diviso, a lo lejos, una figura menuda. Sé que es ella. Las manos
sostienen su cabeza, como si los pensamientos le pesaran demasiado. Acurrucada,
como si tuviera frío. Me acerco, no se perturba, su mirada vacía y lluviosa me
traspasa. Miro sus dedos inermes sobre los muslos, el anular izquierdo gime la
ausencia de un anillo. Estoy segura que es el que aferro entre mis manos, el
que ya nadie podrá quitarme, porque lo encontré entre el lodo, estaba escondido
en medio del silencio y el vacío, como al acecho, esperándome, apenas asomado
en el barro, y el barro, no tiene dueño. Ya es mío, indiscutiblemente mío. El
anillo me seduce, se acuna en mi palma, me acaricia, me está pidiendo que no lo
abandone. Escondo ambas manos en mi espalda, intento colocarlo en cada uno de
mis dedos, índice, anular, meñique…, no, no puedo, es muy pequeño. La verdad
inexorable me mortifica. No soy María, no es mi dedo el que añora ese anillo.
¿Qué importancia tiene? es sólo un detalle vano, puedo adaptar su curvatura, su
equilibrada redondez. Distraída en tantos pensamientos ya ni me acuerdo de
María, sólo el anillo es el que me hostiga. Como una estela en tanta niebla, un
fulgor ciñe el lugar. Percibo una cercanía, el roce de unas alas leves. Ya sé,
es mi ángel, en él creo, surge siempre cuando me oprimen las tinieblas. Su
susurro imperativo me estremece: “ése no es tu anillo”. En ese instante, sin
titubear, entierro toda duda, mi cuerpo, como imanado, toca al de María. Un
impulso irracional, inesperado, hace que tome su mano frágil y coloque el
anillo en la aureola blanquecina de su anular izquierdo. Éste se ubica con
precisión milimétrica. María reposa sus ojos brillantes sobre él. Nos miramos,
con intensidad. En nuestros rostros, sonrisas tímidas, ocupan el espacio de
palabras inútiles. Ya no importa porqué ese anillo estaba entre las huellas del
sendero.
En ese atardecer comienzan a
esfumarse el vacío y el silencio, el barro se convierte en agua límpida y en mí
se anida una paz reconfortante. Me armonizo. La vida, una vez más, me allega su
mensaje, arrebata de mi rostro la máscara impostora dejando al descubierto mi
verdadera esencia. Mi grito atropella el aire transparente: “nunca más pisaré
huellas ajenas. Ya soy la dueña de mi propia historia.”
Ada Gil-Rosario-Argentina
CAMINO DEL CORAZÓN
Dejo atrás
en mi camino,
una amistad
fulgurosa,
fragante
cual bella rosa,
alevosa en
sus espinos,
Espinos en
mi camino,
Doloridos y
sangrantes,
Testificando
modales,
de ironías
y cinismos,
Cinismos no
merecidos,
en mi
corazón en ciernes,
sin sentir
duelo de bienes,
ni de su
cuerpo dolorido,
Manido
queda el camino,
con
hechuras indolentes,
a trueque
de deferentes,
en el más
vero cariño,
Cariño
quedó en camino,
Sementera
de ambrosía,
de bondad y
su alegría,
umbría ,
quedó en camino,
Camino
ahora breñoso,
donde antes
era floresta,
silencioso
él manifiesta ,
su pena en
suelo amoroso,
Amoroso
sigue el camino,
del herido
corazón,
cerrado a
ruin felón,
creyéndolo
muy genuino,
Genuino
corazón,
se siente
desgraciado,
por haberse
abrazado,
sintiendo
la fruición,
Fruición en
decepción,
se ve el
camino enturbiado,
por haberse
equivocado,
en la
amador selección,
Selección
de corazón.
semejando
cristalino,
dejó el
sendero cochino
de su
inmunda ambición,
Ana Arias Saavedra-Valencia-España
Fulgor
Revueltos
en la espuma
en la arena
Revueltos
en la noche
en el cielo
Las sombras
danzan
ruedan
y se agitan
Extendidas
y se tocan
Mascullan
cuerpos
y se invaden
Pensativa
la luna
espía
y con recelo.
Ana Romano- Buenos Aires- Argentina
El Pañuelo
Debajo,
de
la sombra
de
mi cuerpo,
estás
envuelta
en
el mundo
del
misterio.
¡Ay!
No
pidas ya perdón,
el
pañuelo,
ya
limpiará tu pecado
y
mis gritos
y
mi amor
van
a ser ya
tu
consuelo,
porque
yo,
estaré
ya
en el alfeizar
esperando
que salgas
de
mi sombra.
Y
yo,
romperé
el pañuelo
para
que no
limpie
nada.
Que
ya
con
tu desnudez
y
mi limpio
pensamiento,
de
un amor
sacrificado.
como
una piel
cautelosa
en
la espesura
del
bosque
me
entregaste
ese
amor.
Con
tus pechos
bien
rosados
entre
sombras
y
entre luces
de
las hojas
y
la luna.
Estabas
bajo
la sombra
de
mi cuerpo
aún
desnudo
apretando
con
tus brazos
mi
espalda...
pidiendo
boca.
Antonio Monzonís Guillen- Valencia- España
Ojos de ceniza
De cúspides aciagas
de subsuelo de escarcha de ojos de ceniza
de ofuscados relámpagos
de tormentas de llamas en la loma del
cielo.
Así se corta el anhelo de los vivos sin
luz
así las noches se extinguen
sin el premio clandestino en la memoria.
Mientras la tierra se anestesia y los
sueños se asfixian
en la niebla engañada.
De una orilla a otra orilla
se conectan los ancianos desnudos de
fragancia
y humedecen su frente con recuerdos
confusos
frente al agua ligera
ellos duermen
su duelo.
Beatriz Ojeda-Montevideo-Uruguay
NACER AL AMOR (Hacer el
amor)
Las manos,
amanecidas de espera
se buscaban sin verse
se hallaban sin pausas.
En tu mirada
asomaban renuevos
de un amor distinto,
regados
con aquellas lágrimas
que escondía la historia.
Desde la punta de tu lengua
huyeron las palabras,
para ocultarse en la noche
que polarizaba los vidrios,
y al fin… tus labios
hablaron desde el beso,
sepultando mármoles
con intensidad
anhelante y profunda.
Un suspiro
estremeció tus raíces…
y fuiste mujer,
desde los poros
hasta el alma,
y fuiste la hembra
que rompió las cadenas…
Como una luna sangrante
fuiste dejando en mi boca
tus besos de lluvia
Carlos. Alberto. Giménez- Ushuaia-Tierra de Fuego- Argentina.
Me desvistió como hidalgo
…Me desvistió como
hidalgo…
Ve desvistiendo como
corteza, la fina epidermis
de mi tronco de
resina perlada.
Una por una ve
desprendiendo alas de mariposas
que durmieron el
solaz retozo de alborozada aurora…
Sera toda una odisea
en tus manos de labriego
Ir despojando en
lluvia menuda de junio
las briznas de trigo
que solo darán pan
a tu boca…
Cigarras que
cantaron hasta que el nuevo sol con su batuta
destinara el final
de la canción…
Amarillas hojas,
opalinos tules, que van resguardando
Como
invernadero, audaz primavera que agazapada
espera, despiertes
en fragante mieles y abrazos de hinojos.
En descontada luna
creciente, con la última prenda de corteza
que desprendas de mi
cuerpo, justo ahí hallaras…
El manantial de mi
alma, entre retamas que flotan
Bordeado de
brillantinas…
Un corazón que
palpita
Un corazón como
premio por desvestir como hidalgo
…Con tus manos de
labriego…
...Mi
fino vestido de seda...
Carmen Guzmán Cedeño-Curmaná -Venezuela
El
que considera que esta solo….
El que considera que está
solo tiene una oportunidad y responsabilidad, más si localiza en sí mismo ese
espacio inmenso y desconocido que alojado en su yo interior le puede hacer que
se encuentre o se localice. Es así que el glaciar convierte en islas aquellos
fragmentos que pueden ser momentos, destellos, celajes, revelaciones, o
visiones, cuyas chispas pueden y hacen posible desencadenamientos que en el ser
humano le pueden dar sentido y significado a través del arte y la cultura, la
amistad, familia, pareja, caminar como deporte, espiritualidad, el amor, a su
vida, si fusiona esto consigo mismo en el espacio descubierto en ese preciso
instante en que deja de sentirse solo llamado solitud y la sigue como estrella que lo puede guiar a oasis
iniciáticos de encuentro consigo mismo sin pestañear de cuando se aprende que
la incertidumbre también es un camino necesario de recorrer y que se puede
desaprender para empezar a aprender de nuevo, aunque lleve tiempo hacerlo.
Daniel Alarcón Osorio- Guatemala
Estallidos
Pilar
bajó corriendo las escaleras cuando el teléfono de la pensión sonó apresurado.
En cada paso, cada escalón retumbaba en la madera antigua que tiembla para
desmoronarse. Abre la puerta que lleva al comedor. El viento sacude la ventana,
empuja la puerta y también a Pilar. El malvón agreste de la barranca se deja
ver, silencioso, vigilante. Salta los últimos escalones con la excitación
violenta de un encuentro. Llega al teléfono y ya es tarde. Resbalan unas
palabras extrañas en el contestador dejando un mensaje. No es lo que esperaba,
no es su padre. Siete años son pocos para comprender. Te lo dije corazón,
colibrí. Nunca llamará. Te lo dije yo, tu madre. Me equivoco cuando pienso que
ya cediste la espera. Que aprendiste a llegar siempre sola a la escuela sin una
mano que soltar, a marcharte sola de los cumpleaños sin un beso emparentado que apretar en la
boca. Y yo, yo tengo que trabajar. Puedo estar poco con vos, intento lo mejor
de mi. Aprieto, lavo, abrazo, peino. Apenas.
Del libro
Cuentos, mujeres y artificios.
Diana Luz Bravi- Rosario-Argentina
Corazón
arrancado
¿Serás real alguna vez?
le preguntó el hombre a
la divinidad.
Sólo si tu corazón lo
cree
le contestó ésta
llevándose la mano al pecho.
Entonces el hombre se
arrancó el corazón
y toda esperanza quedó
perdida.
Diego Miró
Quesada Mejía-Lima- Perú
TÚ, ESPEJO
Desnudo en la
noche ciega,
te toco
con la mudez
de un secreto
que sonríe a
tientas.
Y otras luces
me descubrirán
ante ti
como lo que
soy,
amor encriptado;
como lo que
serás,
lucero
abriendo los
ojos
de mi alma,
descifrando la
clave
en notas de
setiembre,
[despertando el
misterio,
petrificando la
magia
del diamantino
momento.]
Diego Santiago Cazzaniga- Rafaela-Santa
Fe- Argentina
YO VIGILO LA AURORA DE LOS AÑOS
Cada año me propongo ser más buena y pura;
ir dándole a mi vida esa alcurnia que trae
la continencia sobria de la mujer madura
cuyo dolor ama el silencio ascético en que cae.
Cada año, el primer día, con ánimo seguro
mi mente en un severo monólogo se abstrae.
Y enhiesta en el pasado, columbro hacia el futuro,
soñando ver cercana la estrella que me atrae.
Ya sé que a nada llevan estas melancolías
que alientan soledades como los ermitaños,
pero yo siempre aguardo la vuelta de los días.
Y fiel a la cordura que va en mi desvarío,
empecinada, alerta, veo pasar los años
como quien mira el paso sonámbulo de un río.
Quietud
Reposa el suave
viento sobre el árbol bueno
un verdor de
abril, sereno, se desplaza
en un cielo en
paz, errático de nubes
que ante el
horizonte despliega su nostalgia.
Sentado, en
soledad, escucho sin saberlo
las secretas
notas que la tierra ensaya
cantadas por las
aves, entonadas por la densa
majestad de un
verdor que cálido se abraza
como prenda de
unión del cielo con la tierra.
Y ebrio de
infinito,
me envuelvo sin
pensar en la plenitud inmensa,
fundiéndome
también con mi mente en alabanza.
Ezequiel Feito-Buenos Aires- Argentina
Cuando te conocí
...Cuando te conocí,
ya
supe de esta preposición...Para.
En ese día que te fueras,
de qué me valdrá ya la memoria.
Dime, para qué.
Para responderme muriendo.
Para declararme callando.
Para matarme olvidando.
Francisco José Romero-Ciudad Real- España
ENIGMA
Y callaste... cuando ingenua fui tu temida
respuesta
corriste a levantar el rostro señalando mi
lamento
y sangró la noche en el ritual de tu falsa
ternura
conjugando al prolongado hechizo de noches
nubladas.
Aquel enigma tuvo la firmeza de no ahogarnos la
mirada
gemí… ante el profundo desierto que habitaba mi
alma
a mis pies rodaron grises los pétalos de tantas
rosas
y ya no quise ser más la pieza equivocada en tu
parodia.
Se unieron mansos mis suspiros a la atrapada
mueca
que se afanó a la par del agitado pulso de su
verdugo
sin arrodillarme, quedé aturdida en sus vanos
elogios
preguntando lastimosa a la orilla de mi propio
eco.
¿De qué costilla fue formado el rostro de tu
cuna
que hasta la voz exhala un silencio indeciso
que nos roza?
Pero vamos… deshagamos los lamentos en una
fragua
porque no hay tanto espacio para desperdiciar
la vida.
Solo un acertijo queda suspendido entre la
duda,
¿Dónde quedará el reflejo de tantas consentidas
horas
si aún seguimos ocultando nuestra sed, en un
vaso con agua?
Grissel Canche Albornoz.-Yucatán- México
HOTEL ORIENTE
La oscura
bailarina
baila y mil
estrellas,
de
lentejuelas rojas,
bailan con
ella
en la noche
sin tiempo.
Los hombres
que la rondan
en la media
luz de sus cigarros
esperan ver
a un dios.
Cargada de
brazales,
ajorcas de
oro en los tobillos
danza con
místico terror,
como si
danzar fuera el borde de un abismo.
Como si de
su danza,
dependiera
el universo.
Esta segura
que es un dios
con brazos
de serpiente.
Por
momentos
él es ella.
Desconocido
dios
que todo lo
reúne.
Abandona
de su
influjo es una simple danzarina.
Todo se
entrelaza
amorosamente
en esa
danza alucinada.
Las luces
rojas se van apagando
una por
una.
Así
me digo...
es como
nace
y mure el
universo.
Muy a
menudo
pienso en
ella...
En un mundo
estremecido y ya sin dioses.
Con la vida
y la muerte
danzando a
nuestro lado.
Así,
sin darnos
cuenta,
ocurren los
grandes milagros,
una mujer
lo reúne todo
con un
simple paso de danza
y un vaso
de vino de serpientes.
Hector Berenguer-Rosario-Argentina
De:…………..Sed de Ser
Exhalados por el Mar,
experimentamos la
separación de los Orígenes.
El útero materno es la
imagen y extensión biológica
del útero divino,
vacuidad grávida de
existencia que nos engendra
sin
cesar.
Para ser gestados
biológicamente, necesitamos
de un tiempo y de un
espacio.
Durante nueve meses
habitamos ese lugar.
Paraíso de comunión
donde todo nos es dado
y donde todo está amortiguado
en ese ámbito acuoso y
translúcido en el que flotamos.
Pertenecemos y nos
pertenece ese estanque,
ese jardín,
esa cueva,
ese palacio.
En él se alumbra
nuestra primera identidad,
frágil silueta que no
conoce todavía distinción
entre lo de dentro y
lo de fuera,
entre lo propio y lo
ajeno,
entre yo,
el otro
y lo otro.
Progresivamente, esa
espaciosidad empieza a estrecharse.
Lo mismo que nos
permitía crecer comienza a ser obstáculo.
Hay que partir,
des-pertenecerse.
Así se produce la
primera ruptura,
la angustia
primigenia
y la primera libertad.
Para nacer hay que
arriesgarse
y
separarse.
El libro del Génesis
relata la Creación
como una sucesión de
escisiones.
Sin alejamiento y
diferenciación no hay crecimiento,
no puede proseguir el
proceso de individuación.
Cuando comencemos a
instalarnos
habrá que partir.
Será siempre así.
Pero hay que hacerlo a
su tiempo:
si nos
anticipamos
no permitimos la maduración;
si nos retrasamos
obstaculizamos la transformación.
Desamparados al nacer,
arrojados a la
intemperie,
necesitamos imperiosamente
sabernos parte
de alguien
o de algo.
El primer gesto del
recién nacido es el abrazo,
el impulso de tomar y
de ser tomado.
Nos agarramos a cuanto
se deja,
como el bebé coge los
dedos que se le acercan.
Necesitamos ese
contacto.
No podemos vivir al
raso sin el calor de presencias cercanas
que constituyen
nuestro primer lazo.
Así sobrevivieron
nuestros ancestros.
Entre el yo y la
inmensidad
está el calor de la
tribu que ha visto cómo nacíamos
y dábamos los primeros
pasos.
Diversas pertenencias
a lo largo de la vida
–comunidad de sangre
de lengua,
de ideología,
de creencias
o incluso una afición
compartida-
nos cobijan
frente al
cielo abierto,
frente al páramo inmenso,
protegiéndonos del viento huracanado
que azota la indefensa membrana
de nuestra piel.
Por el contacto
experimentamos la unión
y la separación.
Nos acercamos unos a
otros para sentir ese roce
y cercionarnos de que
no
estamos
solos.
Al mismo tiempo,
la piel que nos
envuelve
nos separa de todo
lo que ella
no contiene.
Javier Melloni Ribas- Barcelona-España
Si muero…
Si muero, acostúmbrate a vivir sin mí;
borra de tus sueños a mi rostro perdido y
deja que el tiempo guarde las cenizas de
mis labios,
en pequeños alcancías que juntos
abriremos algún día.
No te ocultes detrás de la incesante
estatua,
construida con los párpados inflamados de
hastío,
y vaga por caminos que aún sueltan mi aroma
errante,
amarrando tu corazón a todo lo que
existe... ¡espérame!:
en las grisáceas nubes de ruidosos
silencios,
donde las bocas no suplican, ni piden, ni
lloran.
Allí, donde se dispersan las resinas del
corazón herido.
Si muero, acostúmbrate a vivir sin mí,
y besa mi boca de nieve con tanta
fuerza,
que al llevarse mi muerte tu beso, yo
jamás halle olvido.
José Rodolfo Espasa Muñoz –Benidorm-Alicante- España
AMORES ACUMULADOS
Inserté ésta mañana
un anuncio necrológico
pues toda articulación
fue perdiendo el movimiento
amores acumulados
dientes tragados del cielo
acaso estrellas fugaces
devorando los adentros.
y cada paso que doy
regurgito con el tiempo
como si muchos amores
acumularan pensamientos
y reclamaran su espacio
con la mano en mi pecho.
Son ustedes testigos
pueden hoy decir si miento
aquel que no tuvo amores
no puede sangrar por dentro.
cada segundo, cada instante
por las calles voy sintiendo
la tristeza desdoblada,
la angustia y el sentimiento
de estos benditos amores
que no fueron nunca eternos.
Justo Aldú-Panamá- Panamá
Cómo olvidar
Cómo olvidarme de aquellos días,
esos días que fugazmente se fueron;
primavera del ayer; dulce recuerdo
que en un instante se llevó la vida
Cómo olvidar cuando nos conocimos,
el primer te quiero; el primer beso
fue la gloria; el cielo; el paraíso.
Amor tuyo y mío; que borró el tiempo
Cómo olvidar y matar lo que sentí;
podrá morir el amor, pero el recuerdo no,
podrá secarse la piel mas no el corazón
Evocarte es como volver a vivir
Alguien me dijo que la muerte te llevó;
no pude llorar; cerré los ojos y te sentí
te besé con el alma sin poderte decir,
que no veré tu tumba para decirte adiós
María José Acuña Beláustegui-Curmaná-
Venezuela
Ven aquí y míralas
Ven aquí y míralas...
En brotes y renuevos...
Mariposas vaporosas
Dulces estrepitosas
cual fogata inclemente...
Vienen indecorosas
Y crean en su vuelo
Un miraje las mariposas...
Ya no me sonrías rosas...
deja de aletear tu juego...
Porque soy de verdad fuego
Y tu eres la estopa...
que arderá en sus alas...
Y te volverás la miel
en la lengua de sus deseos...
Y yo...Inocente...
te veré cual anima penitente
abrasado y ardiente...
En sus incendios nuevos...
Mary Ramos-Barquisimeto- Venezuela
Tu Amor.
Las hojas caen,
pierden su verde color,
mientras tu cuerpo
estremece mis ansías,
y tu boca es el refugio
de mis besos ,
y de tus ojos ya no
quiero huir.
Y huelo a ti,
y tu olor se impregna
en mi, es mi alimento.
y a tu sexo se acopla
mi sexo.
Amante mío,
puéblame los labios,
habítame, respírame,
en esas noches
de pálida luna ,
despobladas de estrellas,
quiero beber tu infierno,
y que este amor,
fluya por los huesos .,
se haga sangre, saliva.
se haga día., silencios,
y palabras y versos.
María Isabel Campos Quijano-Colombia
La decencia del vestido
De la hebra al nudo
el proceso es sencillo
casi accidental; del nudo
al abrigo tres cuartos
sólo es cuestión de tiempo:
unir dos nudos, seguidos,
tejernos los pudores,
tomar el frío en las manos y envolverlo,
adornar la belleza,
tapar las corrupciones,
aislar los pies del suelo
y cubrir las ideas.
Mucho después llegan los beneficios,
las pasarelas, la moda,
el uniforme,
las mujeres que tejen sin sueños en los dedos,
las niñas que no alcanzan a taparse la infancia.
Toda la urdimbre es dolor,
todas las hebras gritan:
la desnudez es lo único decente.
Mayte Sánchez Sempere- Madrid- España
Tras la luna de otoño una
estrella
¿Sueñas?. ¿Quizás pueda ser conmigo?. Me miro y observo lo que la
vida me ha dado. Sueño, quizás sea contigo, la luna se entretiene en embrujar
mi mente, dejaré que lo haga, vuela la imaginación, esta noche no carece de
señales, me avisa, el sol se apresuró en esconder su luz, clara de ideas la
realidad impone su tono y la verdad oprime la palabra, ¿quizás quisiera
mentir?. No es buen momento para enfrentarse al dilema de corregir lo
acontecido, la verdad avanza y pretende verse acompañada de nuestro ímpetu,
flor de natural belleza que necesita de riego para relucir, sabor dulce de un
elixir destilado de la emoción contenida en una noche llena de ilusión. La
madrugada espera con el fulgor incandescente de un amor encendido, fuego
enardecido que hace arder ese amor guardando la esencia de una pasión que
evapora su furor, furia de sabanas revueltas que quema las horas convirtiendo
el tiempo en mero espectador. La lluvia hace su aparición y gotas de placer se
resbalan por cristales, ventanas de vida que abren sus hojas como aquella flor
de belleza adormecida y enternecida por la savia del amor que ha regado su
ilusión para hacerla brillar para no apagar nunca más su luz, estrella que ya
no se esconderá tras la luna que el otoño descubrió.
Miguel
Urbano Peralvez-Córdoba- España
CÁNTAME...
Canta, para que el Sol te reconozca,
para que el campo huela a primavera,
para que en este huerto, en esta tierra
cada pregunta tenga su respuesta.
Canta, para que brillen las estrellas,
para que la noche huela a esperanza,
para que en este cielo, en mis sueños,
quede grabado el rastro de tus huellas.
Canta, para que tu luz sea eterna,
para que el viento arrastre tus pesares,
para que el rocío cubra tus temores
mientras diriges tus pasos a mi senda.
Canta, para saber que aún estás
despierta,
que tu alma huele a dulce primavera,
que tus flores crecen junto a la vereda
del sendero que, llega hasta tu puerta.
Canta, cántame, al oído, poesía,
entona un canto sembrado de esperanza
y, en él, sentir tu dicha, tu alegría.
MARIAN. Martín Humanes-Villa Luenga- Castilla la mancha-
España
De vuelta al hogar
De vuelta al hogar.
Me desperté
en mis instintos
más básicos,
no supe aislarme del animal que soy
pero un impulso en mi pecho
me animaba a seguir
no sé, llamémosle Fe,
guiado por este
sentí el aliento
de cientos de vidas
que malgasté,
el dolor de miles de corazones
que maltraté,
el sabor acibarado
del más de millón de lágrimas derramadas
concluí que nada de esto era real
que todas esas vidas
no fueron más que una pesadilla
que fueron necesarias
para despertar,
y en el día de hoy
y gracias a mi Fe
así lo hago
y siento mi cuerpo
diluirse
y mi Alma
fundirse con la Luz
he vuelto al hogar.
Panolillo Díaz-Islas Canarias- España
ÚLTIMO
AMOR
Conocí
tu rostro antes de verte... desde el tarot egipcio llegaron los presagios, con
el calor de enero y la desazón que, entonces, no tenía origen determinado.
Julián
me advirtió que el verdadero amor era mayor que yo, usaba barbas como, el Che.
Como
entonces, me gustaban los hombres. Tenía dos hijos varones y también había estado
preso...
Nada
de eso me sorprendió, era la primera vez que me tiraban el tarot, así que me reí
Pensé
que me quería alejar de su hijo, a quien aún admiro.
Mi
amiga Lita, me mostró esos días, su cuaderno de cárcel, con relatos ajenos y
propios... y allí ví a un niño recién nacido, dibujado en lápiz, con sangre y
leche de una joven madre... lo bello y lo triste... un nombre, Matías, se me
grabó en la memoria.
Me
contó que era una historia de amor, el padre en cuestión salió exactamente un día
antes de su encierro y allí estaba... esperándola ella, con su mejor y único traje
azul, y un gran ramo de rosas, no lo reconoció, estaba tan flaco, sin barbas,
el cabello corto... se alegró pensando
en esa felicidad desconocida... en un encuentro así ignoraba que era ella la
verdadera destinataria de las flores y los besos.
Otra
vez enero y la vida vibrando alrededor... y tantos años encima, ese hombre es
el del tarot está a mi lado hace casi 22 años, todo fue con mucha anticipación,
estaba escrito en el idioma universal de los destinos que se cruzan y los
corazones que se bifurcan.
Es
la historia de mi último amor.
Veo
un túnel enorme, me embriaga un aroma intenso de manzanas.
«La
lluvia borra todas la heridas... no voy a morir por dentro».
Mis
manos están a salvo, con las tuyas.
Patricia Cuarenta- Rosario- Argentina
Vivió pendiente de un
amor guardado
Vivió pendiente de un amor guardado…
en un paquetito de ajadas palabras,
que con una cinta de tul rosa,
ató entre lágrimas aquella madrugada.
Arañó distancias sin la autorización de
su alma…
dio dos vueltas al tesoro que tenía entre
sus manos…
y con un nudo, que nunca más se
desataría…
inventó un abrazo eterno de despedida…
Aprendió que hay historias que nunca se
repiten
no se copian, no se calcan…se resisten
y se leen hasta después de imaginarse la
vida
y aún cuando se habita lo eterno se
siguen leyendo.
Y cuando aquel moño desataba
en qué lugar el secreto de la verdad
estaba
y se jugó de nuevo en todos los atajos
…soltó a volar los pájaros blancos…
de aquella madrugada
y…siguió caminando la vida…
porque no llegaron cartas…
Horneó aquel pan que conjuga la esperanza
con hilos de seda encadenando
el entramado perfecto de las canciones de
cuna…
y encendió las velas amarillas en los
estantes de todas las Navidades.
Cultivó flores perfumadas en todas sus
ventanas.
pintó en las paredes sutiles mariposas...
colgó aquel retrato de cartas y
nostalgias...
…y se volvió a enamorar en aquel verano
sin retazos de olvidos
pensándose en consuelo…
y renovada.
Pilar Ferrer- Ushuaia- Tierra de fuego- Argentina
Soy de los hombres….
Soy de los hombres que al amor le dice: ¡Vale
la pena amarte!
Y lo dice en tu cabellera, al borde del
palpitar,
en la cima de una caricia.
¡Vale la pena amarte!
Como la flor a la primavera y el corazón a la
tarde.
Junto a la senda del alba que abre caminos sin
par.
Soy de los hombres que besan y lloran.
Y lloro tus labios, y les lloro al tocar.
En cada parte del beso sucumbo en espiral,
en cada labio que acercas soy pasajero del mar.
Soy de los hombres que dice: ¡Vale la pena
quererte!,
quererte en los labios, sentirte y volar;
quedarse en tus brazos, volverse caudal.
¡Vale la pena sentirte! ¡Vale la pena tu amor!
Soy de los hombres que acercan un labio para
beber,
y bebo sólo tu boca para amanecer.
Salvador Pliego.-México
SOLO QUIERO ESTAR ALLI:
Quiero estar allí,
donde el tiempo no cuenta,
y el viento siempre es brisa de caricias,
donde el vientre desnudo y blanco,
de las arenas vírgenes ,
se mece al sol,
y las olas ríen al universo,
en los blancos dientes de la espuma.
Quiero estar allí,
perdido, mezclado con la arena,
con la brisa,
con la sensación de otras dimensiones,
pues volar el universo,
me vuelve al alma,
como esas pequeñas gotas de lluvia,
que vuelven al mar,
para ser un poco más de mar.-
Sabes, quiero estar allí,
donde la historia no interesa,
donde pasado y futuro convergen,
en la justa dimensión del presente,
en la alocada filosofía,
que solo dios sabe,
sentir como los blancos dientes
de las olas se clavan en los invisibles ojos del
alma,
y desgarran el dolor mundano,
en el amoroso abrazo,
y el viento siempre es brisa de caricias,
donde el vientre desnudo y blanco,
de las arenas vírgenes,
se mece al sol,
solo quiero estar allí.-
Víctor Kartsch Brenh-Asunción- Paraguay
Lista de autores Octubre
Autor
|
número
|
titulo
|
|
|
|
Ada
Gil
|
59-1
|
Caminos auhellados
|
Ana
Arias Saavedra
|
59-2
|
Camino
del corazón
|
Ana
Romano
|
59-3
|
Fulgor
|
Antonio
Monzonís
|
59-4
|
El pañuelo
|
Beatriz
Ojeda
|
59-5
|
Ojos
de ceniza
|
Carlos
Alberto Giménez
|
59-6
|
Nacer
al amor
|
Carmen
Guzmán Cedeño
|
59-7
|
Me
desvistió como hidalgo
|
Daniel
Alarcón
|
59-8
|
El que considera que esta solo
|
Diana
Luz Bravi
|
59-9
|
Estallidos
|
Diego
Miró Quesada Mejia
|
59-10
|
Corazón arrancado
|
Diego
Santiago Cazzaniga
|
59-11
|
Tú ,espejo
|
Egle Frattoni
Romano
|
59-12
|
Yo
vigilo la aurora de los años
|
Ezequiel
Feito
|
59-13
|
Quietud
|
Francisco
José Romero
|
59-14
|
Cuando
te conocí
|
Grissel
Canche Albornoz
|
59-15
|
Enigma
|
Héctor
Berenguer
|
59-16
|
Hotel
Oriente
|
Javier
Melloni Ribas
|
59-17
|
DE:…Sed
de ser
|
José Rodolfo
Espasa Muñoz
|
59-18
|
Si
muero
|
Justo
Aldú
|
59-19
|
Amores
acumulados
|
María
José Acuña Beláustegui
|
59-20
|
Cómo
olvidar
|
Mary
Ramos
|
59-21
|
Ven
aquí y míralas
|
María
Isabel Campos Quijano
|
59-22
|
Tu
amor
|
Mayte
Sánchez Sempere
|
59-23
|
La
decencia del vestido
|
Miguel
Urbano Peralvez
|
59-24
|
Tras
la luna de otoño una estrella
|
Marian
Martín Humanes
|
59-25
|
Cántame
|
Panolillo
Díaz
|
59-26
|
De
vuelta al hogar
|
Patricia
Cuarenta
|
59-27
|
Último
amor
|
Pilar
Ferrer
|
59-28
|
Volvió
pendiente de un amor guardado
|
Salvador
Pliego
|
59-29
|
Soy
de los hombres
|
Víctor
Kartsch Brenh
|
59-30
|
Solo
quiero estar allí
|
|
|
|
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