jueves, 1 de marzo de 2012

Revista Nº 16 ESPACIO DEL POETA



         Revista  N.º 16 -  ESPACIO DEL POETA
                              REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
                                                                                     Marzo 2012




                     Fallas de Valencia                                                19 Marzo
                        









SECUENCIA


Desnudos
ante el viento
los cuerpos
Desnudos
flamean
en el fuego
Desnudos
junto al río
encandilado
Desnudos
frente al espejo
estallan
Desnudos
se detienen
al llegar
a la cima.

Ana Romano-Buenos Aires- Argentina








Eva




El paraíso crujía entre magentas y cinabrios. Se irisaban sin fin los horizontes.
Lilith lo había abandonado. Adán aún dormía.
Le prometí otra compañera -decía el monólogo de dios- Duerme.
Es el momento.
Entonces nací. Él fue el único que allí estaba.
Su risa me miró desde el silencio.
Fue solo verbo.





Lilí Muñoz Obeid- Victoria- Argentina





Ser  Poeta




He decidido abandonar
el instante del pensamiento
para ser expresión,
he decidido tomar la mano del Creador
que me ofrenda belleza
para agradecerle en salmos,
he decidido ser voz,
ser paisaje,
ser cénit,
ser fulgor,
ser hospitalidad,
ser abrigo,
ser canción de cuna,
ser melodía 
He decidido abandonar el silencio,
aquellos viejos gestos sin voces,
he decidido ser palabra
hilvanando sentires,
desde mi ser,
desde mis horas vacías,
desde mi plenilunio,
desde la alborada,
desde las pinceladas que adornan mis montañas
en las puestas de sol,
desde la bahía eterna donde el mar
se hace caricia para ondear la orilla,
desde un Olivia impoluto
desde Cinco Hermanos silentes,
desde mi particularidad,
desde la tierra a la bruma,
desde el agua a la escarcha,
desde la antorcha a la canoa,
desde mi nave de verbos,
desde los retales de mis propias palabras,
desde la pronunciación,
desde tu fruta celebrada en frases atinadas,
desde el gen,
desde mi amanecer,
desde mi origen,
desde un siemprenunca,
he decidido…
ser poeta.





Carlos Alberto Giménez- Ushuaia-Tierra de fuego- Argentina











Si Acaso…


Si acaso me encontrara,
recibiera un golpe en punta de repente,
un tajo de libertad...

El aire se llenaría de gritos puros
y alegraría mi corazón desesperado,
desatando los nudos del dolor.

Ah!
Los espacios abiertos a los rayos de sol,
a las gotas de sangre salpicada en agua clara,
nudo de sombras,
yugo de ira.

¡Ay, corazón que galopa en el silencio,
traspasa la edad de la crecida
y huye del río del dolor!



Rosario Bustos Cruz-Sevilla-España 14/01/2012










Olvido




El olvido llega lentamente. Uno se cree abandonado, pero llega. El olvido llega como llegan las tardes cuando empieza a llover. La lluvia llega y el alma se expande, cuanto más se expande el alma el olvido encuentra más espacio vacío y se prodiga. Espaciosa se hace el alma, mojada y fría, pero espaciosa. Como la lluvia, empieza con un golpeteo que es música de tanto golpear,  como la lluvia repica escondido en el hueco de cuencos silbadores, y sacude y eriza la piel.  La música se brinda  y sería bueno  detenerla para detener el tiempo del olvido y gozar. Pero sigue impasible, unas veces lenta, otras empujada por un viento del sur, pero impasible. Y el agua se abre paso, como las lágrimas cuando resbalan. Se siente que lento se derrama el olvido, pero implacable. Tiempo del olvido, real tiempo cierto. Es el espacio del día que nos detiene en el papel, y es ancha la extensión de las hojas. Uno mira los charcos sudorosos, las arboledas escanciadas, saciadas, y se siente cada vez más cerca del olvido. Y el olvido llega, hace un cauce profundo en el centro del alma. Lo hace de a poco, tan lento que hasta las palabras sobran y sorprenden. Y llega el sabor dulce del agua que se abre paso.
 La lluvia se viste de olvido, llega hasta el alma y le regala el vestido. Es lluvia el vestido que viste ahora el cauce rumboso. Y allí lo deja y sigue desnuda, va en busca de otra alma. Y  ya se siente la limpia, nueva piel. El tiempo lluvia. El cauce ya está hecho y otra vez el cantar y la niñez juegan en los charcos.
Inútil tratar del volver, es el manso regazo, es un ramo de cien calas desnudas sólo para uno, es la suavidad del interior del cáliz solitario.
Y si miramos hacia abajo vemos transcurrir el mar quieto. Bajo los pies pasan peces claros, algas brillantes, anémonas inquietas. Y ya no es posible regresar.
                                                                                         
   

Diana Luz Bravi-Rosario- Argentina






Puede Devorarme El Sol Esta Mañana

Puede devorarme el sol esta mañana.

Puede recortar mis ojos vacíos
y poner en ellos un azulado tiempo
sin importancia e infinito.

Disolver mi cuerpo en el aire
y darlo de comida a los ávidos pájaros del cielo,
o recortarme en pedazos y esconderlos en las nubes
para llevarlos a cualquier parte de la tierra.

Puede envolverme en su luz, de tal manera
que desaparezca como si nunca hubiese existido
o convertirme en sal y que en el agua
me vaya disolviendo de la forma más lenta y aburrida.

Su luz puede envejecerme, puede anestesiarme,
hacerme ver como soy, y con ello encontrar la muerte.

Si, la muerte, con sólo iluminarme
y volver mi alma transparente.

Esa alma que desea el regreso de la noche
para caminar, huérfana, por las negras calles.

Por eso amo el sol de la mañana.

Porque en él tengo la oportunidad de que mi nombre
sea borrado de todos los registros de la tierra
y el caos y la sombra se ocupen de mi ausencia.





Ezequiel Feito-Buenos Aires- Argentina










Cuerpo y Sombra



“Todos los atardeceres la mujer se sienta en el patio de la casa. Si alguien la acompañara vería como su cuerpo se vuelve transparente al compás de la sombra”
                                                                                                                      María Rosa Lojo




La mujer sonríe en la noche incipiente. El viento zarandea  a su ligero cuerpo. Sospecha, espera. Su espíritu se hace magno y libre.  Presiente. Una sombra como de relámpago ingresa en ella, encendiendo la llama de lo bello. Sin ropas, abrazados en ardiente silencio, palpándose, penetrando en honduras y cañadas, sus sombras resplandecen por la luz del ocaso que las ha pintado color carmesí,  reflejadas en el piso fogoso del patio. Juntos derriban barreras y emociones, para entregarse al amor, y luego a la paz. Cuando todo concluye la mujer ingresa al interior de la casa con su secreto. Inexorablemente lleva consigo cuerpo, alma y sombra. Una misteriosa felicidad ilumina su rostro. Puede sentir que se repetirán otros  atardeceres. Regresará a sentarse en el patio de la casa (refugio cautivante) donde el sol del atardecer encenderá sus venas y su corazón, para entregarse serena, a la pasión de esa ráfaga penetrante. Se otorgará cuanta fantasía desee, se asumirá en insolente, apenada, desmesurada.
Quizá, piensa, este hecho ineludible la llevará a verse reflejada en la bóveda celestial, o tal vez sea el atroz camino hacia el infierno.  Cierra los ojos, y con piedad, espera.
  


 Irma Sambuelli-Rosario- Santa Fe- Argentina









SI ALGÚN DIA TE VAS







Si algún día te vas, te seguiré en silencio,
porque seré tu sombra, tus huellas, tus miedos.
Escribiré tu nombre, en las paginas del tiempo,
y en la mirada de tus ojos, seré recuerdo.

Si algún día te vas, floreceré a tu yermo,
entre las matas verdes que huelen a fresco,
y armoniosas estepas canturriaran al viento,
el angélico y sutil el hechizo, de mis besos.

Si algún día te vas, mi corazón seguirá latiendo,
enfebrecido de amor y sin cauce como el eco,

arrasando por doquier, al olvido, a lo incierto,

apelando a la distancia, por tenerte de nuevo.

Si algún día te vas, me has de llevar contigo,

 amarrado a los filamentos, por donde se escapa el descuido,

y alborotado tu ego, pedirá sentencia al destino,

que en la sangre de tus venas, enrojecido yo, me vuelva río.





JORGE AMADO SERRANO SUARDI – SANTA FE - ARGENTINA










Cuando el Tiempo Insista





Cuando el tiempo insista con su rumor de espadas,
e inútil sea contrarrestar su canto.
Yo gritaré tu nombre, y el vino danzará en las bodegas,
y la tierra nos lanzará la llamarada azul del día.

Mantengamos viva la dulce absolución del sueño,
y el orden de nuestros quemantes anhelos,
seamos el matrimonio secreto del sol en la cara,
y la humedad de la noche practicándose en el trigo.

¡Que no se extinga el fuego de tus manos,
o el temblor leve y puro de tus labios,
que tu voz desmenuce los poderes del llanto!

hasta que el combate de tu sangre en la mía,
se apague como el pulso de un largo y misterioso río,
deslizando a nuestros besos, hacia un mar eterno.




        José Rodolfo Espasa Muñoz-Benidorm-España



 






MI UNIVERSO




¿Por qué te echo de menos, si no te tengo?
¿Cómo podré respirar si tú eres mi aliento?
No puedo escribir poemas si tú eres mis versos.
Seré tu estrella o tu luna si tu eres mi universo.
Dime que elixir me has dado que produce esta locura;
que me eleva al infinito sin desear la cordura,
y en mis adentros te alojas disipando mi amargura.
La calidez de tu voz me acaricia con dulzura.
Desear, soñar, amar, sintiendo sueños de amor;
hiriendo en lo más profundo con dardos mi corazón,
que reclama y proclama recuperar la ilusión,
mirando en el infinito sentimientos de pasión.
Te busqué en el cielo azul, buceando mar adentro;
en oasis y jardines, paraísos y desiertos.
¡Nadie me hablaba de ti! Con pesar y sentimiento,
volví a mi rincón oscuro de tristezas y lamentos.
En mi noche tenebrosa una luz me iluminaba;
era mi sueño despierta, era la luz de mi alma.
Mi sendero, mi refugio, devolviéndome la calma;
Guiando mi caminar, de las tinieblas al alba.




Marga Utiel- Badajoz- España








           

  Esa de Ayer





Pensar en esos días, en ese tiempo
me devuelve a aquello que vivimos,
no lo puedo evitar... te vuelvo a extrañar...
y obligo a mi memoria a recordar,
la primera vez que nos miramos,
cuando tus labios se abrieron
para confesar un te quiero.

¿Cómo olvidar esos días? ¿Tú podrías?
 Pensar en ti me hace casi llorar
de nostalgia, de tristeza,
¿quién dice que el pasado no vuelve?
si aquí te tengo otra vez, tú preguntando por mí,
yo, destapando recuerdos que no han de volver.

Porque si te confieso ahora, sin tapujos
que en esta soledad desierta, en este destierro,
en este desamor al que vivo condenada,
es tu recuerdo quien me vuelve a dar vida.

Esa que fui ayer, esa que te amó,
se perdió dentro de mí, no volverá a ser.
Mas al buscar tu foto, no puedo evitar
sentirme esa tonta romántica,
que enamoraste con un vals,
que con un beso me hacías volar a las nubes.

...Fuimos ese amor prohibido, una locura
que el destino separó por esas cosas del azar,
o tal vez porque alguno de los dos se alejó, que más da.

Hoy que regresas como si no te hubieras ido,
me pareces el mismo de ayer, el que yo amé,
guardando en ti, el mismo gran amor, el que perdí.

Y yo, esa de ayer, que tampoco te olvidó,
esa que guarda una mínima esperanza de encontrarte,
de cerrar mis ojos otra vez, temblar al recordarte...
y esperar con ansiedad ese beso que el adiós no borró.





María José Acuña Belaustegui- Curmaná- Venezuela








POEMAS ( Te Llamé Amor)



Te llamé amor
durante tanto tiempo
que olvidé
todos tus otros nombres,
los del reflejo que ves en los cristales,
la mueca egoísta,
el miedo a seguir vivo.

Te llamé amor
por hábito y costumbre,
nombrándome a mi misma
amante,
paciente,
virtuosa
y al nombrarte creé mi propia sombra,
el vestido de gala
con que quise adornarme.

Te llamé amor
como hubiera podido
llamarte árbol o piedra o naufragio
y te amé
con tus ramas partidas,
tu dureza y todas tus tempestades.

Te llamé amor
hasta que la garganta
se negó a pronunciar palabras con espina
y fui nombrando
uno a uno tus nombres
hasta que amor quedó
pequeño,
desnudo
y sin caretas





Mayte Sánchez Sempere- Madrid -España








Calla , Corazón





Calla, corazón... 
Que me pone alas 
y ata a una cuerda 
de eterno suplicio.  
Calla, corazón, 
que me ahoga el llanto 
y caigo al abismo 
donde aflora el canto 
dulce de sirenas 
que engañan las penas  
y vuelvo al infierno.  
Calla, corazón. 
Calla al sentimiento. 
Y vuelva el sentido 
de supervivencia.  
Calla corazón.  
No hables de nuevo. 
Me caigo al vacío 
que  roba mi  aliento  
y es mi perdición.
Aunque sangre el alma, 
por mucho que añore…
¡Calla, corazón!






 NIEVES M.ª MERINO GUERRA-GRAN CANARIA- ESPAÑA









Respuesta







A él no le quedó más remedio que decirle,


cuando el orgullo cese
y el bisturí del silencio caiga como lluvia
sin abrigo
y la distancia se vuelva kilómetros de soledad acompañada,
quizás,
la humildad surja como chimenea ecológica
y tal vez así,
la plástica del recuerdo te recuerde
que no eras reina
y yo,
mucho menos,
súbdito.

Porque el amor es el rey de los que se esfuerzan por amar
y no los seres que se imponen el amor
con evasivas, locura y desamor.






Daniel Alarcón Osorio- Guatemala













HOY ME SIENTO COLIBRÍ



HOY ME SIENTO COLIBRÍ, ese que aunque sea de pequeño tamaño, tiene colores iridiscentes y vistosos, ese cuyo vuelo es muy rápido, ese que no limita su espacio para hacerlo.

Me siento Colibrí ese que se adapta a todos los hábitats, desde las selvas lluviosas tropicales, hasta las regiones más áridas y desde el nivel del mar hasta el borde mismo de las nieves perpetuas de los Andes…

Me siento Colibrí ese que vuela en cualquier dirección, a la derecha, a la izquierda, arriba, abajo y al revés, pero que pasa su mayor tiempo volando…volando…

Me siento Colibrí ese que se detiene instantáneamente frente a una flor para introducir sin titubeos, pero delicadamente, su pico en la corola mientras permanece en vuelo absolutamente estático, así sin titubeos pero con firmeza, consciente de lo que se quiere.

Hoy me siento como el Colibrí que cuando es atacado por otro colibrí, se vuelve sobre la espalda, retrocede velozmente y poco después recupera su posición normal de vuelo para eludir la persecución del que se comportaba como dueño del arbusto, con la inteligencia para eludir el conflicto pero no desistir de la meta, pues ya en lugar seguro, se posa en otro arbusto.

Hoy me siento Colibrí que se alimenta del néctar de las más hermosas flores, porque sabe que es el único alimento que satisface la necesidad de energía que necesita para volar… Hoy soy ese Colibrí que admite sus debilidades pero aprovecha sus fortalezas.

Hoy soy Colibrí que vuela, colibrí que sueña…Colibrí que vive.




María Eugenia Leal –Cali- Colombia











Como Hojas Secas



Sopores de sueño
confunden la mente
Pocos quehaceres,
 todo rutina
El  gesto aburrido
inicio de  un tiempo

¿Tiempo de que?
De nada.
 Pasar las horas,
 los días,
viviendo  recuerdos…

 Infantiles risas:
lloros, pataleos,
locas carreras
¡Estaros quietos!
¡Como te pille!
Cállate ya
Escucha este cuento

Tan solo débiles huellas
de aquellas vivencias
como hojas secas
en  remolino eterno
del tiempo implacable
Luminaria de momentos
que la vida se lleva
como ráfagas de viento


                       
 Rafael Serrano Ruiz- Madrid-España9.2.2012







LOOKING FOR YOU




Miento cuando digo que no te extraño;
parpadeo, y leo algún método dialéctico de Marx,
y fumo, y me invento un sistema métrico en el almanaque
que elimine los años bisiestos.

He visto caer el café, tostar el pan duro,
relojes con cisnes luminiscentes,
y al que dice ser dueño
de las motas de luz del edén.

El amor no es la hierba que crece en época de lluvias
es tu pecho desnudo abrigando mi torso,
escuchar Claro de Luna de Debussy,
pájaros sin alas en las cosas que veo.




Begoña Martínez- Madrid- España




 

Clara


Enfrentaba una brisa de claros rencores y luego, llovían premisas. Calma, tiesa, casi dormida se entregaba a más y más rendiciones, punzando el eje de las osadías.
Una trincheta que se deslizaba a marca paso debajo de una yema, luego la falange desnuda sobre la perspectiva de sus opuestos, a poco más, recorría la palma siniestra y encontraba cabida en un ramillete rojizo-azulado; según Clara, ahí yacía espigada  la trama de su vida.
El gemido particular que despedía su turbulenta disfonía y una pupila dilatada junto a su compañera que acudía adormecida, arrebatando las horas de incontinencia lagrimal, petrificando la sal que empañaba la retina. Eran los párpados quienes enfrentaban la vigilia mientras las agujas sufrían, ella oía, dilucidando notas, en el tenue sonido de la herida, una penumbra que envolvía por completo sus ojos. La visión se le perdía y luego retrocedía.
Una alusión al pasado le entraba casi como un alfiler en la memoria aturdida, y sin reparar en detalles, su labio inferior se invertía hasta tragar sigilosos, los comensales de arriba. No alcanza a brotarle la voz (completa afonía), no distinguía un color azul de otro rojo, ya en la ceguera repleta de púrpuras que recorrían suavemente la tina y se fosilizaban en el fondo formando un círculo de sangre tibia. El goteo se tornaba constante y desgastante, brillante y asonante, sólo la respiración deseaba mantenerla unida al redentor, mas previo a la crucifixión se alejaba y, pálpito a pálpito, se detenía. Ahora Clara balbucea claramente, librándose así, del oprobio de la vida.



Eva Wendel-Rosario- Santa Fe- Argentina








 ESE HOMBRE




Ese hombre dedos de purpurina
entramado en mi rosa espinada
estigmatizado de distancia
me sugiere placer con sus labios  carnosos
cuando la noche ha mordido
a la mágica luna dejándola en
cuarto menguante
mis fantasías como marionetas intergalácticas
llegan desde mis sombras
mezcladas de deseos, y creo tenerlo
entre mis muslos anudados
contraídos de impotencia sanguínea
amanso mi ansiedad descarrilada
con la esperanza de encontrarlo
en algún agujero  sustancial
por alguna piedra corrida del destino

ese hombre escaramuza incongruente
aquilatado en mis hormonas
se ha instalado de ex-profeso
en mis neuronas seduciéndome
el oxígeno
obligándome a suspirar por sus abrazos
por trepar hasta sus montañas resbalosas
por tener el placer de sentirlo mío
en cada latido

quiero sentir la verdad de su presencia
tal, como él me lo dijo
quiero mezclar dimensiones
desde la prisión de la carne
hasta donde se aloja mi espíritu
estoy negada por el brillo de
mujer prohibida
brevedad de un orden instaurado
por altos ideales altruistas
en los que brindo con mis copas amargas
cada vez que renuncio a esos besos
en los que me reinvento y remonto
hasta el cielo de  un maravilloso
paraíso perdido

no quiero llorar por lo que no ha sido
ese hombre osado muere en mis venas
somnolientas
vive en el ritual crepitante del día
espero sentirlo mío cuando lo
marque el universo definitivo
y mi tumba se cierre.....
sin que la habite el vacío.



Myriam Teresa Mena- Fray Luis Beltrán- Santa Fe- Argentina.









FUE EN UNA NOCHE DE MAYO
  




María de la Taberna,
cuando te besé en tu puerta
en las perlas de tu boca,
y vi tu cara,
de manzana y de canela,
me diste
la sal y te hice girasoles.

Aquella noche...
gozamos con locura,
en los juncos junto al río
y oí el latir en tu vientre
que para mi fue alegría
y que para ti fue llanto,
mas no cerraste los ojos.

Cuando en lo alto,
la luna...
iluminaba el camino,
te llevé, pero sin penas,
con el vacío del rapto
huyendo entre los olivares.

Tú tenías quince abriles
y yo no llegaba a veinte,
tú me mirabas los ojos
y yo miraba tus labios.

Yo te abracé con mis brazos
y tú me dabas tus pechos.
Fue el amor,
fue la locura,
fue el delirio,
fue el deseo,
fue un “no se qué” del “te quiero
en una noche de mayo.




A.    Monzonís Guillen- Valencia – España














                                       Lista de Autores


Autor
titulo
Ana Romano
Secuencia
Lilí Muñoz Obeid
Eva
Carlos Alberto Giménez
Ser Poeta
Charo Bustos Cruz
Si Acaso
Diana Bravi
Olvido
Ezequiel Feito
Puede devorarme el sol esta mañana
Irma Sambuelli
Cuerpo y Sombra
J. Amado Serrano
Si Algún Día te Vas
José Rodolfo Espasa
Cuando el tiempo insista
Marga Utiel
Mi Universo
M.º José Acuña
Esa de Ayer
Mayte Sánchez Sempere
Poemas
M.ª Nieves
Calla, Corazón
Daniel Alarcón Osorio
Respuesta
M.ª Eugenia Leal
Hoy me Siento Colibrí
Rafael Serrano Ruiz
 Como Hojas Secas
Begoña M Bermejo
Looking For You
Eva Wendel
Clara
Myriam Teresa Mena
Ese Hombre
A. Monzonís Guillen
Fue en una noche de Mayo