Revista Nº 139 -Espacio del Poeta
2º epoca
REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
Marzo 2025
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Las lavanderas Rosario de Velasco |
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EL CAMINANTE
El camino se ha teñido
del claroscuro del alba.
Por el sendero marchan
como si nada
los potrillos briosos ,
la libertad los engalana.
Entre el retumbe de sus patas
se escucha el quejido
del caminante
que ya perdió la esperanza.
Miseria que se sospecha
por el ropaje que calza
Zapatillas agujereadas…
como su alma
Pantalón remendado…
como su corazón cuando ama
Saco, que casi pierde una manga
como ha perdido la esperanza
Ojos que escrutan el alba
esperando la contestación a sus plegarias.
Solo el viento le responde
con su silbido que se pierde
entre las hojas,
sin verlas ni tocarlas.
Caminante , sin cadenas que te amarren
te acomodas a disfrutar
el sol de la mañana.
MIRTHA ORTIZ PEREZ - URUGUAY
LA ENAMORADA
ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo
y te fuiste triste estabas sola
y la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
Alejandra Pizarnik-Argentina
LA TIERRA CUAJADA.
El día está apagado y oscuro.
Las nubes se acoplan bailando
Y se deslizan al aire puro
Entre gotas de rocío, chispeando.
Un charco cristalino se aposenta
Reflejando en su espejo mi mirada
Y lágrimas en el cristal se deslizan lentas,
Haciendo del alma, mi parada.
Ya está la tierra cuajada
Con huellas de pasos.
Las piedras húmedas y rajadas.
Tierra y piedras en barro.
Disfrutando de cada instante
En embauco de tanta templanza.
El suplicio de melancolía constante
Que en su fin pasión reemplaza.
Figurantes las nubes recorren
Con elegancia aqueste cielo impregnado.
Con sus rayos de sol que socorren
Del grisáceo, al azul… en su prado.
Alicia Climent-España
Patrimonio
Las sílabas torpes que vienen de una lengua distinta
El volumen de la vida
El silencio
El idioma cuando canta
El pan en la mesa
Los azahares del limonero que guardan los días de la infancia
Lo bello y lo triste
La insignificancia de las horas
El perfume del romero después de la lluvia
La promesa de que las flores siempre se abrirán
Ángela Pradelli-Patrimonio-Argentina
Nunca
nunca sabrás quién soy.
Puedo ser una espina que se clava en tu pecho
puedo ser un perfume que seduce tus noches
puedo ser una astilla que lastima tu piel.
Puedo ser una rama colgada del manzano
que sujeta sus manos para no perturbarte.
Puedo ser la sonrisa de tus ojos de fuego
cuando tienes tu llama encendida hasta el cielo.
Puedo ser la mañana que despierta tu noche
embriagada de esperas intuyendo que nunca
nunca sabrás quien soy.
No es misterio ni engaño
sólo sé que es milagro mantener el amor
y si no me conoces seguirás intentando
hasta el día que el viento me transporte
en sus brazos.
Beatriz Ojeda -Uruguay
Sentir
No parecía femenino
el modo en que
las revistas hacen hincapié
mostrando fotos
de angulosos perfiles
cabellos finos
hasta la espalda,
fue que
al verlas
sentí que
yo no era
tampoco
la mujer
acontecida
en la mente
de otros.
Concha García-España
UNO DE LA CIUDAD
Ve por el bulevar de Obispo.
Olvidado
de todo y de todos,
con un libro de René Char en la mano,
cumple el rito de la ceniza:
incluye tu incertidumbre
en el relato de las proezas de los otros.
Una tarde cualquiera, en la Plaza de Armas,
empuja una puerta:
el origen dudoso de los mitos,
el espacio de fábula
que agradecen la caballería y la flota,
esperan de ti una pregunta,
un signo de ironía o plenitud.
Considera cuán legítimo es ese sentimiento,
ese vivo deseo
de escapar a la nulidad de los días habituales.
Contempla este lugar:
un siglo cubano
mostrado al capricho de los restauradores.
Entra a los barrios de La Habana,
antigua y marinera:
junto a los puntos de leche
las mulatas anuncian su cuerpo
con la estética voceadora del pregón.
Haz que dure ese instante
hallado entre el sueño y la vigilia.
No te obligues en demasía.
Descansa una tarde
y ve hasta la sombra acogedora
de los nuevos toldos.
Si ya estás listo.
Si todavía eres uno de la ciudad.
Edel Morales- Cuba
LLAMAMOS AMOR...
...a una puesta
de sol equivocada,
a la certera proa
que atraviesa
nuestros
sueños a medianoche.
Nadie registra el pulso
del último sorbo
de la vida, la lentitud
del parpadeo del humo
que sale de tus ojos
mientras se alejan
los pasos que la noche
procura. Un desleír
de las miradas de antaño,
la luz de un faro
que ya no existe,
como no existe el mar
de los mapas seculares,
solamente las arenas
que son tiempo
triturado.
Esteban Cabrejas-España
Identidad
Soy esa flama que arde en el sur.
En mi interior, una isla de
avellanos, arrayanes, chilcos,
gaviotines y chucaos.
Vivo entre el aroma de la madera
las aguas calientes
el arrullo de la nalca
el sabor de las sopaipillas
y el dulce almíbar.
Camino senderos
alimento los pájaros
los dejo volver al vuelo.
Ellos son el pulso que arde
oyendo las olas del mar
rompiendo en las rocas
de esta isla en silencio.
Eugenia Keysner- Chile
Rosa frágil
El sol asomó por la ventana
la mañana como un día cualquiera
era abril cuarto mes del año
y por ende primavera
El hombre abrió los ojos
simulando descansado
el insomnio lo hizo presa
por pendientes atrasados
Se incorporó y alzó la sien
para agradecer al cielo
buscando con la mirada
en algún punto encontrar consuelo
Se avecina otro día más
la rutina, el trabajo, obligaciones
al igual que el resto del mundo
a luchar y reprimir sus emociones
Era lunes, quizás martes
en realidad el día no importaba
debía confundirse entre el mundo
afuera la batalla lo esperaba
Agobiado pensativo
a punto de cumplir cuarenta
con la etiqueta de soñador
y su alma puesta en venta
Sobre el Buró de una mesa
cuentas interminables
insumos, colegiaturas
gastos impagables
Se incorporó y vistió su pantalón
se hizo fuerte miro al espejo
se guardo tres lágrimas en el bolsillo
y a su cabeza volvieron los consejos
Recordó las palabras de su padre
el hombre que lo educó
-así el mundo se esté despedazando
no tienes derecho a caerte, recuerda eres varón.
Se apoyó sobre un mueble
jalo aire intento respirar
era tanto lo que contenía
pesada su carga emocional
Se derrumbó y sentó
sobre la orilla de la cama
soltó dos o tres lágrimas
sus ojos ardían en llamas
De pronto y sin esperarlo
sobre su espalda sintió consuelo
un par de manos tocaron su pecho
y en silencio respetando su duelo
Le dio tres besos en la espalda
y lo apretó sobre sí
el hombre sintió volver la vida
y sintió deseos de sonreír
Era ella la compañera y consejera
ella su cura natural
la que de noche, día o madrugada
a su lado siempre incondicional
Que sin decir palabra lo dijo todo
y de energía lo renovó
su batería estaba recargada
al cien por ciento alcanizada con amor
Él un fuerte roble
con piel y corazón de acero
que al verse derrotado
solo entre sus brazos encuentra consuelo
Ella una frágil rosa
llena de belleza y voluntad
ella la mujer la diosa
con la fuerza del imponente mar.
Felipe Cancino Castro -México
Afuera,
el jardín con el peso del sol
y vociferaciones diversas.
Aquí adentro,
algunas flores, su desarraigo,
otros objetos y yo
-salvo el murmullo del ventilador de techo-
negamos en silencio
cualquier deseo de lo eterno.
Griselda Riottini -Argentina
¿QUIEN ERES?
Soy un pequeño poema
en una página en blanco
dibujando mi camino
en horas secretas y oportunas
cada hoja en el calendario del cielo
que voy labrando poco a poco
“Mi destino”
Soy vida, paz y armonía
un cargo universal
escrito está en el libro del sol
¡donde la libertad es divina!
momentos de ilusión a mi razón.
“Soy un alma”
que el viento lleva a la deriva
donde mis letras van cobrando vida.
“momentos de lucidez”
Que voy diseñando plan minucioso
mirando un mar de amor en el horizonte
cantando alegre, debajo del ocaso
majestuosas nubes de algodón
donde la visión cosecha
azucaradas estrellas de cristal.
“Soy un sueño”
Evocación que cargan historias
llena de emociones y esperanzas
son todos esos momentos
que nos hacen ser quién somos
Isabel Flores Rodriguez.--México
He deshojado todas mis flores
He deshojado todas mis flores
delante de ti,
mientras el brillo de tus ojos
me descosía la piel.
He medido tu espalda
palmo a palmo,
mientras mi boca
escribía tu nombre.
He vestido de noche
todos los besos
en el líquido de tu cuerpo,
en la sed que me despiertas.
He colocado el cielo
dentro de tu ombligo,
y he creado nubes
en la magia de tu pecho.
He creado para ti
mil suspiros en el aire,
un nuevo canto para tus labios,
un nuevo hogar para tus besos.
Contigo los verbos
están a salvo.
Isabel Garrido-España
De dónde vienes
De dónde vienes
y a qué cielo vas;
serán acaso tuyas éstas
marcas indelebles...
Creces como una ilusión
en el fondo de mis ojos
o como el cielo claro
de mis amaneceres...
De dónde eres
mariposa ambulante,
será que viajas a otros mundos
cargando deseos...
Vuelas libre sin lastres,
sin equipaje,
y te detienes curiosa
frente a mis anhelos...
Creces como la idea valiente
de una juventud perdida
y la flama noble que arde
en mis olvidados placeres...
No te quedes sola,
mariposa de ensueño,
que el amor sea parte
siempre de tus quehaceres.
Y dame siquiera uno solo
de tus favores,
para acariciar el cielo
en el huerto seco
de mis antiguos amores…
-Jorge Daniel-Costa Rica
A VECES
A veces siento
Que la vida se acaba
Para después comprender
Que este es el comienzo
Y el final de la nada.
A veces creo
Que sin ti, no seré,
Para después comprender,
Que la vida comienza
Donde todo se acaba.
A veces pienso,
Y lo sé, que este mundo
Tan simple y a la vez complicado,
Es un mundo de amor,
Es el más deseado...
Sí a veces pienso, siento, creo...
Julia María Mederos Fonseca.-Cuba.
Mi bien amada…
Mi bien amada, yo sé que sabes de memoria
cuánto me gusta verte caminar por mis predios,
descalza, despeinada y sin un solo velo…
El desnudo de tu alma y tu cuerpo tienen
el frescor del agua que va remendando
los trinos del pájaro azul de las florestas
Mi bien amada, yo sé que aunque asustada,
no te cansas de escuchar los gestos de mi voz
al decirte con qué pasión se aloja tu desnudo
en el mío troncándolos en la zarza ardiente donde
laten todos los éxtasis de la carne y los sentidos.
¡Ay del ay! Pero tres veces más me gustas
cuando desnuda tu alma, tu cuerpo sin velos
clama y pide te socave con esa querella mía,
tan antigua como el agua, como el fuego.
Y mi voz entra en el caracol de tus oídos
con eucarísticas blancuras de bravíos encajes
como marejadas del mar picado, como las ondas
del lago Tal y Tal donde cincuenta cisnes
a la hora del alba sus blancos cuellos
semejan pensativos tallos de azucenas…
¡Cómo se te mojan los ojos mi bien amada!
Al escuchar los gestos de mi voz diciendo:
La querella que en mis cantos te llega
con un llorar de flautas en tormenta
y en otras, en manojos de pétalos y espinas
Pertenece a mis ancestros. A gentes
que levantaron cornisas y campanarios
donde suspira el viento que no duerme
y donde estalla el rayo que no cesa…
Eran gentes tan sanas, tan limpias, tan lindas
su ropas las lavaban en el rio del tiempo
bajo el azul profundo de los cielos
a la hora en que las primeras golondrinas
con sus vuelos de tijeras le recortan
un nuevo delantal a la del alba….
Lionel Yino Sánchez-Costa Rica
“ESTELAS",
Viajero que llegas de otras tierras
y pasas al lado de mi tumba,
detén tu litera y mira un breve instante
el mensaje que ha grabado el pedrero:
cuanto atesoré en vida quedó entre vivos,
la hierba que me cubre es toda mi riqueza.
Quien lloró de amor por una mujer,
llore conmigo sobre esta tierra ingrata.
Extranjero fui en su corazón,
extranjero lejos de mi patria.
Dos dolores para un mismo pecho.
Mercedes Escolano.-España
Y me encantó eso de ser mujer
....y me encantó eso de:
….ser una mujer ,
común y de la calle.
...a mí me encanta el siempre
Y a vos lo cotidiano...
…a mi me encantan las margaritas
Y a vos los pájaros de la tarde…
…a mí me gustan los girasoles que van detrás del verano
Y a vos te gustan las miradas en palabras silenciadas…
…a mi me enloquece el aroma a caramelos
Y a vos te gusta …el terciopelo de mi falda….
…a mi me fascinan el mar de tus ojos verdes
…y a vos…
…..a vos te gustan…mis estados.
Pilar Ferrer- Argentina
Propiedades
Poseo un cielo azul
cada vez que lo miro
La tierra es mía
cuando simplemente camino
De lo que inquieta al poderoso
nunca jamás me cuido
Y cuando sueño soy
un país infinito
Raúl Gustavo Aguirre Argentina
Me despertó llorando la tristeza
Me despertó llorando la tristeza
y me he quedado el día envuelta pensando en todo y nada
en ti en mi
en lo que somos y no se si seremos
el día me pasa
yo acostada en mi hamaca
el viento me trae me lleva como a mis pensamientos
como al recuerdo de mi pecho en tu espalda
tus manos tomando mis piernas
mis dedos
deslizándose suavemente por tus hombros
tu cuello
el lobulo de tu oreja
tu cabello
besando luego el hueso occipital
las horas pasan
los días pasan
y tú no vuelves
estàs ...
no estás conmigo
Sire Segovia- Uruguay
Indice Autores Nº 139 Marzo
Mirtha Ortiz Perez | El caminante | Uruguay | 139 |
Alejandra Pizarnik | La enamorada | Argentina | 139 |
Alicia Climent | La tierra cuajada | España | 139 |
Ángela Pradelli | Patrimonio | Argentina | 139 |
Beatriz Ojeda | Nunca | Uruguay | 139 |
Concha García | Sentir | España | 139 |
Edel Morales | Un de la ciudad | Cuba | 139 |
Esteban Cabrejas | Llamamos amor... | España | 139 |
Eugenia Toledo Renner | Identidad | Chile | 139 |
Felipe Cancino Castro | Rosa frágil | México | 139 |
Griselda Riottini | Afuera | Argentina | 139 |
Isabel Flores Rodriguez | ¿Quien eres? | México | 139 |
Isabel Garrido | He deshojado todas mis flores | España | 139 |
Jorge Daniel | De donde vienes | Costa Rica | 139 |
Julia María Mederos Fonseca | A veces | Cuba | 139 |
Lionel Yino Sanchez | Mi bien amada | Costa Rica | 139 |
Mercedes Escolano | Estelas | España | 139 |
Pilar Ferrer | Y me encantó eso de… | Argentina | 139 |
Raúl Gustavo Aguirre | Propiedades | Argentina | 139 |
Sire Segovia | Me despertó llorando la tristeza | Uruguay | 139 |