sábado, 1 de marzo de 2025

Revista Nº 139 -Espacio del Poeta




Revista Nº 139 -Espacio del Poeta



2º epoca

REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA


Marzo  2025 











Las lavanderas  Rosario de Velasco






















https://espaciodelpoeta.blogspot.com/







EL CAMINANTE

El camino se ha teñido

del claroscuro del alba.

Por el sendero marchan

como si nada 

los potrillos briosos ,

la libertad los engalana.

Entre el retumbe de sus patas 

se escucha el quejido

del caminante

 que ya perdió la esperanza.

Miseria que se sospecha

 por el ropaje que calza

Zapatillas agujereadas…

como su alma

Pantalón remendado…

como su corazón cuando ama

Saco, que casi pierde una manga

como ha perdido la esperanza

Ojos que escrutan el alba

esperando la contestación a sus plegarias.

Solo el viento le responde

con su silbido que se pierde 

entre las hojas,

 sin verlas ni tocarlas.

Caminante , sin cadenas que te amarren

 te acomodas a disfrutar

el sol de la mañana.




   MIRTHA ORTIZ PEREZ - URUGUAY











LA ENAMORADA 

 

ante la lúgubre manía de vivir

esta recóndita humorada de vivir

te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo

y te fuiste triste estabas sola

y la luz rugía el aire cantaba

pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás

tremolarás tus manos así volverá

tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó

el barco con barbas de espuma

donde murieron las risas

recuerdas el último abrazo

oh nada de angustias

ríe en el pañuelo llora a carcajadas

pero cierra las puertas de tu rostro

para que no digan luego

que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días

te culpan las noches

te duele la vida tanto tanto

desesperada ¿adónde vas?

desesperada ¡nada más!


Alejandra Pizarnik-Argentina











LA TIERRA CUAJADA.



El día está apagado y oscuro.

Las nubes se acoplan bailando

Y se deslizan al aire puro

Entre gotas de rocío, chispeando.

Un charco cristalino se aposenta

Reflejando en su espejo mi mirada

Y lágrimas en el cristal se deslizan lentas,

Haciendo del alma, mi parada.

Ya está la tierra cuajada

Con huellas de pasos.

Las piedras húmedas y rajadas.

Tierra y piedras en barro.

Disfrutando de cada instante

En embauco de tanta templanza.

El suplicio de melancolía constante

Que en su fin pasión reemplaza.

Figurantes las nubes recorren

Con elegancia aqueste cielo impregnado.

Con sus rayos de sol que socorren

Del grisáceo, al azul… en su prado.




Alicia Climent-España
















Patrimonio 



Las sílabas torpes que vienen de una lengua distinta

El volumen de la vida

El silencio

El idioma cuando canta

El pan en la mesa

Los azahares del limonero que guardan los días de la infancia

Lo bello y lo triste

La insignificancia de las horas

El perfume del romero después de la lluvia

La promesa de que las flores siempre se abrirán



Ángela Pradelli-Patrimonio-Argentina 





















Nunca



nunca sabrás quién soy.

Puedo ser una espina que se clava en tu pecho

puedo ser un perfume que seduce tus noches

puedo ser una astilla que lastima tu piel.

Puedo ser una rama colgada del manzano

que  sujeta sus manos para no perturbarte.

Puedo ser la sonrisa de tus ojos de fuego

cuando tienes tu llama encendida hasta el cielo.

Puedo ser la mañana que despierta tu noche

embriagada de esperas  intuyendo que nunca

nunca sabrás quien soy. 

No es misterio ni engaño 

sólo sé que es milagro mantener el amor

y si no me conoces seguirás intentando

hasta el día que el viento me transporte

 en sus brazos.



Beatriz Ojeda -Uruguay



















Sentir



No parecía femenino

el modo en que

las revistas hacen hincapié

mostrando fotos

de angulosos perfiles

cabellos finos

hasta la espalda,

fue que

al verlas

sentí que

yo no era

tampoco

la mujer

acontecida

en la mente

de otros.




Concha García-España


















UNO DE LA CIUDAD

Ve por el bulevar de Obispo.  

Olvidado 

de todo y de todos, 

con un libro de René Char en la mano, 

cumple el rito de la ceniza: 

incluye tu incertidumbre 

en el relato de las proezas de los otros.

Una tarde cualquiera, en la Plaza de Armas, 

empuja una puerta: 

el origen dudoso de los mitos, 

el espacio de fábula 

que agradecen la caballería y la flota, 

esperan de ti una pregunta, 

un signo de ironía o plenitud. 

Considera cuán legítimo es ese sentimiento, 

ese vivo deseo 

de escapar a la nulidad de los días habituales. 

Contempla este lugar: 

un siglo cubano 

mostrado al capricho de los restauradores. 

Entra a los barrios de La Habana, 

antigua y marinera: 

junto a los puntos de leche 

las mulatas anuncian su cuerpo 

con la estética voceadora del pregón.

Haz que dure ese instante 

hallado entre el sueño y la vigilia. 

No te obligues en demasía. 

Descansa una tarde 

y ve hasta la sombra acogedora 

de los nuevos toldos. 

Si ya estás listo. 

Si todavía eres uno de la ciudad.


Edel Morales- Cuba





LLAMAMOS AMOR...

...a una puesta 

de sol equivocada,

a la certera proa 

que atraviesa 

                        nuestros

sueños a medianoche.

Nadie registra el pulso

del último sorbo 

de la vida, la lentitud 

del parpadeo del humo

que sale de tus ojos

mientras se alejan

los pasos que la noche

procura. Un desleír 

de las miradas de antaño,

la luz de un faro 

que ya no existe,

como no existe el mar 

de los mapas seculares,

solamente las arenas

que son tiempo

                             triturado.



Esteban Cabrejas-España





















Identidad


Soy esa flama que arde en el sur.

En mi interior, una isla de

avellanos, arrayanes, chilcos,

gaviotines y chucaos.

Vivo entre el aroma de la madera

las aguas calientes 

el arrullo de la nalca 

el sabor de las sopaipillas

y el dulce almíbar.

Camino senderos

alimento los pájaros

los dejo volver al vuelo.

Ellos son el pulso que arde

oyendo las olas del mar

rompiendo en las rocas

de esta isla en silencio.



Eugenia Keysner- Chile






Rosa frágil 


El sol asomó por la ventana

la mañana como un día cualquiera

era abril cuarto mes del año

y por ende primavera

El hombre abrió los ojos

simulando descansado

el insomnio lo hizo presa

por pendientes atrasados

Se incorporó y alzó la sien

para agradecer al cielo

buscando con  la mirada

en algún punto encontrar consuelo 

Se avecina otro día más

la rutina, el trabajo, obligaciones

al igual que el resto del mundo

a luchar y reprimir sus emociones

Era lunes, quizás martes

en realidad el día no importaba

debía confundirse entre el mundo

afuera la batalla lo esperaba

Agobiado pensativo

a punto de cumplir cuarenta

con la etiqueta de soñador

y su alma puesta en venta

Sobre el Buró de una mesa

cuentas interminables 

insumos, colegiaturas

gastos impagables

Se incorporó y vistió su pantalón

se hizo fuerte miro al  espejo

 se guardo tres lágrimas en el bolsillo

y a su cabeza volvieron los consejos

Recordó las palabras de su padre

el hombre que lo educó

-así el mundo se esté despedazando

no tienes derecho a caerte, recuerda eres varón.

Se apoyó sobre un mueble

jalo aire intento respirar

era tanto lo que contenía

pesada su carga emocional

Se derrumbó y sentó

sobre la orilla de la cama

soltó dos o tres lágrimas

sus ojos ardían en llamas

De pronto y sin esperarlo

sobre su espalda sintió consuelo

un par de manos tocaron su pecho

y en silencio respetando su duelo

Le dio tres besos en la espalda

y lo apretó sobre sí

el hombre sintió volver la vida

y sintió deseos de sonreír

Era ella la compañera y consejera

ella su cura natural

la que de noche, día o madrugada

a su lado siempre incondicional

Que sin decir palabra lo dijo todo

y de energía lo renovó

su batería estaba recargada

al cien por ciento alcanizada con amor

Él un fuerte roble

con piel y corazón de acero

 que al verse derrotado

solo entre sus brazos encuentra consuelo

Ella una frágil rosa

llena de belleza y voluntad

ella la mujer la diosa

con la  fuerza  del imponente mar.


Felipe Cancino Castro -México

Afuera,




el jardín con el peso del sol

y vociferaciones diversas.

Aquí adentro,

algunas flores, su desarraigo,

otros objetos y yo

-salvo el murmullo del ventilador de techo-

negamos en silencio

cualquier deseo de lo eterno.


Griselda Riottini -Argentina




















¿QUIEN ERES?

 

Soy un pequeño poema

en una página en blanco

dibujando mi camino

en horas secretas y oportunas

cada hoja en el calendario del cielo

que voy labrando poco a poco

“Mi destino”

Soy vida, paz y armonía

un cargo universal

escrito está en el libro del sol

¡donde la libertad es divina!

momentos de ilusión a mi razón.

“Soy un alma”

que el viento lleva a la deriva

donde mis letras van cobrando vida.

“momentos de lucidez”

Que voy diseñando plan minucioso

mirando un mar de amor en el horizonte

cantando alegre, debajo del ocaso

majestuosas nubes de algodón

donde la visión cosecha

azucaradas estrellas de cristal.

“Soy un sueño”

Evocación que cargan historias

llena de emociones y esperanzas

son todos esos momentos

que nos hacen ser quién somos


Isabel Flores Rodriguez.--México










He deshojado todas mis flores





He deshojado todas mis flores

delante de ti,

mientras el brillo de tus ojos

me descosía la piel. 

He medido tu espalda 

palmo a palmo, 

mientras mi boca

escribía tu nombre.

He vestido de noche

todos los besos

en el líquido de tu cuerpo,

en la sed que me despiertas.

He colocado el cielo 

dentro de tu ombligo, 

y he creado nubes

en la magia de tu pecho.

He creado para ti

mil suspiros en el aire,

un nuevo canto para tus labios,

un nuevo hogar para tus besos.

Contigo los verbos

están a salvo.




Isabel Garrido-España










De dónde vienes


De dónde vienes

y a qué cielo vas;

serán acaso tuyas éstas

marcas indelebles...

Creces como una ilusión

en el fondo de mis ojos

o como el cielo claro

de mis amaneceres...

De dónde eres

mariposa ambulante,

será que viajas a otros mundos

cargando deseos...

Vuelas libre sin lastres,

sin equipaje,

y te detienes curiosa

frente a mis anhelos...

Creces como la idea valiente

de una juventud perdida

y la flama noble que arde

en mis olvidados placeres...

No te quedes sola,

mariposa de ensueño,

que el amor sea parte

siempre de tus quehaceres.

Y dame siquiera uno solo

de tus favores,

para acariciar el cielo

en el huerto seco

de mis antiguos amores…



-Jorge Daniel-Costa Rica








A VECES

A veces siento

Que la vida se acaba

Para después comprender

Que este es el comienzo

Y el final de la nada.

A veces creo

Que sin ti, no seré,

Para después comprender,

Que la vida comienza

Donde todo se acaba.

A veces pienso,

Y lo sé, que este mundo

Tan simple y a la vez complicado,

Es un mundo de amor,

Es el más deseado...

Sí a veces pienso, siento, creo...


Julia María Mederos Fonseca.-Cuba.





















Mi bien amada…

Mi bien amada, yo sé que sabes de memoria 

cuánto me gusta verte caminar por mis predios, 

descalza, despeinada y sin un solo velo…

El desnudo de tu alma y tu cuerpo tienen 

el frescor del agua que va remendando 

los trinos del pájaro azul de las florestas

Mi bien amada, yo sé que aunque asustada, 

no te cansas de escuchar los gestos de mi voz 

al decirte con qué pasión se aloja tu desnudo 

en el mío troncándolos en la zarza ardiente donde 

laten todos los éxtasis de la carne y los sentidos. 

¡Ay del ay! Pero tres veces más me gustas 

cuando desnuda tu alma, tu cuerpo sin velos  

clama y pide te socave con esa querella mía,    

tan antigua como el agua, como el fuego.

Y mi voz entra en el caracol de tus oídos

con eucarísticas blancuras de bravíos encajes

como marejadas del mar picado, como las ondas

del lago Tal y Tal donde cincuenta cisnes 

a la hora del alba sus blancos cuellos 

semejan pensativos tallos de azucenas…

¡Cómo se te mojan los ojos mi bien amada!

Al escuchar los gestos de mi voz diciendo:

La querella que en mis cantos te llega

con un llorar de flautas en tormenta

y en otras, en manojos de pétalos y espinas    

Pertenece a mis ancestros. A gentes 

que levantaron cornisas y campanarios

donde suspira el viento que no duerme 

y donde estalla el rayo que no cesa…

Eran gentes tan sanas, tan limpias, tan lindas

su ropas las lavaban en el rio del tiempo 

bajo el azul profundo de los cielos 

a la hora en que las primeras golondrinas 

con sus vuelos de tijeras le recortan 

un nuevo delantal a la del alba…. 


Lionel Yino Sánchez-Costa Rica



“ESTELAS",



Viajero que llegas de otras tierras

y pasas al lado de mi tumba,

detén tu litera y mira un breve instante

el mensaje que ha grabado el pedrero:

cuanto atesoré en vida quedó entre vivos,

la hierba que me cubre es toda mi riqueza.

 

Quien lloró de amor por una mujer,

llore conmigo sobre esta tierra ingrata.

Extranjero fui en su corazón,

extranjero lejos de mi patria.

Dos dolores para un mismo pecho.








Mercedes Escolano.-España













Y me encantó eso de ser mujer


....y me encantó eso de:

….ser una mujer ,

común y de la calle.

...a mí me encanta el siempre

Y a vos lo cotidiano...

…a mi me encantan las margaritas

Y a vos los pájaros de la tarde…

…a mí me gustan los girasoles que van detrás del verano

Y a vos te gustan las miradas en palabras silenciadas…

…a mi me enloquece el aroma a caramelos

Y a vos te gusta …el terciopelo de mi falda….

…a mi me fascinan el mar de tus ojos verdes

…y a vos…

…..a vos te gustan…mis estados.


Pilar Ferrer- Argentina









 Propiedades     








Poseo un cielo azul

cada vez que lo miro

La tierra es mía

cuando simplemente camino

De lo que inquieta al poderoso

nunca jamás me cuido

Y cuando sueño soy

un país infinito


Raúl Gustavo Aguirre Argentina 
















Me despertó llorando la tristeza



Me despertó llorando la tristeza

y me he quedado el día envuelta pensando en todo y nada

en ti en mi

en lo que somos y no se si seremos

el día me pasa 

yo acostada en mi hamaca

el viento me trae me lleva como a mis pensamientos

como al recuerdo de mi pecho en tu espalda

 tus manos tomando mis piernas 

mis dedos

  deslizándose suavemente  por tus hombros

 tu cuello 

el lobulo de tu oreja 

 tu cabello

besando luego el hueso occipital

las horas pasan 

los días pasan

y tú no vuelves 

estàs ...

no estás conmigo



Sire Segovia- Uruguay










Indice Autores Nº 139 Marzo



  

 

 Mirtha Ortiz Perez 

 El caminante

Uruguay

139

Alejandra Pizarnik

  La enamorada

Argentina  

139

Alicia Climent

La tierra cuajada

España

139

Ángela Pradelli 

Patrimonio

Argentina  

139

Beatriz Ojeda

Nunca

Uruguay

139

Concha García

Sentir

España

139

Edel Morales

Un de la ciudad

Cuba

139

Esteban Cabrejas

Llamamos amor...

España

139

Eugenia Toledo Renner

Identidad

Chile 

139

Felipe Cancino Castro 

Rosa frágil

México

139

Griselda Riottini

Afuera

Argentina

139

Isabel Flores Rodriguez

¿Quien eres?

México

139

Isabel Garrido

He deshojado todas mis flores

España

139

Jorge Daniel

De donde vienes

Costa Rica

139

Julia María Mederos Fonseca

A veces

Cuba

139

Lionel Yino Sanchez

Mi bien amada

Costa Rica

139

Mercedes Escolano

Estelas

España

139

Pilar Ferrer

Y me encantó eso de…

Argentina

139

Raúl Gustavo Aguirre  

Propiedades

Argentina 

139

Sire Segovia

Me despertó llorando la tristeza

Uruguay

139