viernes, 2 de noviembre de 2012

Revista nº 24- ESPACIO DEL POETA



         Revista  N.º 24 -  ESPACIO DEL POETA
                              REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
                                                                                   Noviembre 2012













NEPAL









ALGUN VERANO



Tesoro escondido en el oasis del alma,

salitre encallado en mi piel que te llama.
Fantasma sediento en busca de su habita,

sonora sonrisa, caricia del alba.

Refugio de sueños, paridos en la arena,

capullos de soles florecidos en la gleba,
se tornan de fuego, los pensamientos mundanos,
y en viento pampero recorres, recorres mis llanos.


Abraza ha mi encanto, mi fuego te clama,
suspiras sulfuros enardecidos en llamas,

emerges en lava cuando tu volcán estalla,

de cenizas me cubres, soy parte de tu cama.

Quizás una tarde de algún perdido verano,
a la sombra de mis besos te quedes enamorado,
guarnecido y apropiado entre la flora mía,
me juraras por siempre amor, hasta el fin de nuestros días.


JORGE AMADO SERRANO-Suardi-Santa Fe- Argentina












Clímax






Conmigo cabalgando
seguí por la sombra del tiempo
y me hice paisaje lejos de mi visión
JULIA DE BURGOS






Con un suspiro aletargado
      me hundí en un mar de lágrimas
           enrosqué mi cuerpo a tus bahías ondulantes
                 laceré mis manos entre tus acantilados
                         me perdí en la danza macabra del oleaje
                              derrapé en tus abismos insondables

Resurgí en la gaviota
          remontando vuelo hacia el infinito
                                                                 en exaltación mortal.





ANA MARÍA HERNÁEZ - Mar del Plata-Argentina







DESCARTABLE




Arrastra
marginado
el cuerpo
La búsqueda
devuelve
miseria
El viento
entumece
¿Prosigue?
desnudo
Las ruedas pesan
e insiste
El hambre
traspasa su sombra
Sueña
con una frazada.





Ana Romano-Buenos Aires- Argentina








TANGO ARGENTINO


En homenaje a la tierra de la plata, Argentina, y en especial a Ushuaia
(Tierra del Fuego)




Buenos Aires, barrios bajos,
rufianes y prostitutas.
Es el tango.................
un hechizo sensual, apasionado,
sentimiento violento del amor,
inquietante y melancólico.

Piensa en ese amor que lloras,
ya que la vida que pasa
si no hay amor ya no es nada,
un beso que ya olvidado
vuelve volando a tu boca.

Es el tango que acompaña
a un silencio sin palabras
y a una mujer que tú adoras.

Es mi obsesión de tanguero
bailarlo con mucho esmero.

Es sollozo y lamento de amargura,
son los tacones de aguja,
siempre con bandoneón.

Es un amor que ya sufre
y que llora la mujer
pero la consuela el hombre.

Es el pesimismo roto y la nostalgia
que ama....................
cuando se siente el amor
pero no se ve la luna,
y se convierte en tristeza
o en amarga poesía.

Danza que dominan dos,
esos cuerpos que desnudan
amores y sentimientos,
de un abrazo prolongado
en un fervor virtual.

Y caminamos por barrios
y por los corrales viejos
sabiendo que hay que olvidar
el amor que quedó atrás,
porque así siempre sabrás
lo que no tienes que dar.

Tango intenso................
sensual y afroargentino
Tango........................
es el poder vulnerable
en el silencio del éxtasis.

Y con el bandoneón
en sonido de sollozos
puedes bailar siempre fino,
tango porteño argentino,
los dos cuerpos bien pegados
y dale lo que disponga.

Es hombre y mujer que juegan,
juntando bien las mejillas.

Si te desliza la pierna
al bailar en la taberna,
siempre lo acompañarás
con alegres contorsiones.

La sujetas por el talle
para llevarla a tu aire,
con pernada en la entrepierna,
los muslos a la moderna
con un gran corte en la falda
que cuando lo ves........... te calda.

La media negra con baste
y costura con bordón.

Tú,.............sombrero de matón
un poquillo ladeao
con el pelo engominao
¡Tomas mate con bombilla!
Llevas en el cuello el lengue,
el bigote recortao..............
y semblante de salón.

Mandando en el movimiento,
también en el sentimiento.

¡Te arrimas en la milonga!
con guitarra acompañada.

El tango es más reposado
que los pasos del candombe,
que en los burdeles se baila
nacido en el arrabal.

Arrastras los pasos largos
y los cortos con empuje,
de lado, mas con letargo
y luego das una vuelta,
entrevuelta y desenvuelta,
cerrados muy bien los ojos
echándole buen arrojo.

Soñar,..........en ese misterio
de la música en cauterio
de un amor que va naciendo
y el corazón va rumiendo.

La música emborrachando
a la voz que va cantando.

En este mundo del tango,
se une el amor y el mango,
la música, la guitarra,
la milonga con la farra
y a media luz la taberna.

La media, la ligapierna,
el humo de los cigarros,
la bebida con el jarro
y bailes de medio pelo,
oxígeno que no queda
y el ambiente que se enreda.

¡Baila el tango con tu alma!
Cógelo con mucha calma
que es preciso y elegante.

Piensa en la mujer que quiere
y que el corazón te hiere.
Y así........................
con el tango y la milonga,
sin pasarte en la candonga,
sé astuto y zalamero
jugando sin ser brechero
y con el semblante serio, 
belleza de movimientos,
sentirás el embeleso,
pensando siempre,
!Qué el tango...
es canto a la libertad!




Antonio Monzonís Guillén-Valencia-España























Acúsame de todo lo que quieras





Acúsame de todo lo que quieras
acúsame diez veces
si esto te conforma.

Acúsame
de ser una bengala disparada
de armar los días más cortos que las noches
de embriagarme de luna y de silencios
de acostarme de día
de vivirme en las sombras.

Acúsame
de oscurecerte la mirada
de mirarte profundo con mi fuego candente
y quemarte tu alma detestable farsante.


Acúsame de todo lo que quieras
acúsame diez veces
si esto te conforma.


Acúsame
de verte con los ojos dormidos
de esperar la carroza de los años felices
de correr las cortinas cuando entre la aurora
de ponerme antifaz
cuando voy a la cama.


Acúsame
de continuar indiferente
de escribir en tus labios varios besos vacíos
de fingir en tus brazos el amor que sentía.


Acúsame
de todo lo que quieras
ya no importa saber quien estuvo en mi cama
ni que historia perversa estarás calculando
yo ya sé que en tu alma ya no estoy habitando
ni me impone la vida ser tu fuego sagrado.


Acúsame
si puedes soportarlo
que faltaré a tu entierro
que no estaré contigo cuando llegue la parca
que ya me voy armando una inmensa fogata
juntando leños nuevos que iluminen mi paso.




Beatriz Ojeda-Montevideo













Para comenzar






Abro el balcón
y respiro la mañana:
incertidumbre de un día cubierto de lluvia,
el amargor de un café…

-una metáfora disuelta
como  terrón de azúcar-






Begoña M. Bermejo- Guadalajara- España


















Las Manos del día







Al filo del silencio,
blanqueando con la nieve que no gime
de tanto llanto inútil trasnochado,
espero el imposible milagro
de reconocerme y aceptar la verdad que me
prolonga,
en éste silencioso prólogo
del que ha de venir a quedarse para siempre,
en la triste realidad que me contiene hasta ahora.

Cada noche dejo mi soledad entre libros
y bosquejos de sentimientos huérfanos
de hermandad y sensaciones.
No soy, no siento nada en un corazón
que se paró ante una infelicidad
carente de sensaciones y altruismo.

La voluntad de peligro me desvela
calmando la sed de vivir de la palabra.
Cada día acuno las manos del aire
con el ansia de seguir respirando
antes de dormir mi sueño eterno

Manos olvidadas entre la sábanas
rompen cuartillas de papel,
incinerando los escombros de mis sueños.
¡Ay dolor de mundos!
¿Para qué tantos sueños inútiles
sin visos de realidad?

Miro a mi alrededor…
¿ que queda?
Soledad y silencio,
abstracción entre la realidad
y lo ilusorio…
¡Son las manos del día!





Charo Bustos Cruz-Sevilla-España




























ANGUSTIA







He visto a la luna
salpicarse ondas
en la piel del mar,
he visto las estrellas
ir apagándose de a poco
en la sal de tus lágrimas,
he visto a la costa
besar tus sandalias
y un caracol
beber en lentitud
envejecidas palabras
que bajaban como copos,
tus pensamientos…
atolondrados vigías
se apilaban en tus rodillas
deshonrando el ruedo
de tu solero de lilas.

La soledad de una lágrima
amaró a tus pies,
y rogó a destiempo
que reveles tu zozobra,
la nube de humedad
que ascendía como un géiser
desde el espíritu
de las rocas,
se hizo eco de la tristeza
apretada entre tus labios,
y una vez más…
sujetaste las riendas
del pasado,
renegando en comisuras
el sabor de los recuerdos.

En la distancia
que propone el cielo,
despreocupadas gaviotas
se hacían el amor
en pleno vuelo,
y en gorjeos informes
celebraban su cópulo,
pleamar hacía coros
cada vez que besaba la orilla
rumoreando suspiros,
y en tu alma…
el silencio se rodeaba
de la angustia
que compartías con el mar.







Carlos Alberto Giménez-Ushuaia-Tierra de fuego-Argentina.









Preguntas





A veces uno se queda o se despierta o se realiza las preguntas que le hacen las diferentes personas con las que se cruza uno en la vida, en los trabajos, en los almuerzos, en las reuniones, en los buses, en las calles, y se presenta y preguntan, o cuando recién lo acaban de conocer, a qué se dedica usted y uno se les queda mirando y analizar si la pregunta es sincera o es por salir del paso y dejar bien claro, para uno, lo que es y que para ellos es extraño: escritor.

¿Escritor?, sí, ¡escritor! ¿Por qué la duda? Pues porque de eso no se come, reflejan sus expresiones y le pasan a uno como si estuviera enfermo o loco el escáner o rayos x o le hacen una tomografía visual para ver si uno es flaco, peludo, vicioso, limosnero y se sorprenden cuando lo ven a uno simpático, alto, lleno de energía, sin barriga y con sus zapatos cuidados y su cabello recortado, sin barba, y dicen es raro o un milagro conocer a un escritor que no sea como ellos pensaron que tenía que ser o como han aprendido tienen que ser o como otros del gremio son y como no se quedan tranquilos con lo que ven, atacan de nuevo y como grandes críticos de arte y que apenas leen lo que se publica aunque sean investigadores, lanzan el dardo y ¿qué escribe?

Más sorprendidos, pronuncian ¿poesía, cuento?, y no conformes como directores, jefes o diz que empresarios, al creer que leer y escribir es una pérdida de tiempo y se es improductivo por la que consideran simple razón el escribir, haciendo gala de la ignorancia más absoluta sin darse cuenta del gran porcentaje de analfabetas y analfabetas funcionales dentro de los que se encuentran, lanzan el dardo más venenoso, haciendo notar que no están satisfechos o están buscando trabajo o hay que decirlo con claridad la envidia les sale y guardan silencio por incapacidad emocional y falta de humildad como ocurre en todos los lugares sin importar si es público, privado y más si son compañeros de trabajo, ¿y cuánto se gana con eso, usted?, y nada satisfechos con las preguntas siguen y a cómo vende sus libros porque los ha de vender o los regala y para tapar sus incoherencias culturales, dicen a mí me gusta la literatura motivacional, y le pronuncian una lista de miedo de los mercaderes de la cultura y que los escaparates o vitrinas de las librerías muestran y hasta sacan tarjetas donde hacen diferentes descuentos de forma permanente y gastan en publicidad en distintos medios o bien dicen los nombres de los autores más conocidos y que no terminaron de leer, mientras la literatura literaria, con la que se busca, ganarse la vida como profesión con audacia y honestidad y la cual conlleva una permanente formación y leer muchas veces libros de prestado o de las pocas bibliotecas existentes o fotocopiando libros o haciendo como que se va a comprar un libro y lo que se hace es leerlo de pie, sus autores, dentro de los que me encuentro, nos ningunean, marginan o nos consideran raros y es más, creen, erradamente que escribir es un acto de inspiración divina y que poquitos son los únicos los llamados de poder hacerlo, cuando con lecturas, escritura y disciplina se puede lograr cubrir la primera línea que agarre al lector y continuar hasta sentir la sensación de culminar un texto que primero le agrade a uno, es decir, que lo disfrute cuando lo lee, pero esto es un viaje solitario y a veces poco agradable por la existencia de tropiezos y poco apoyo, muy poco, y en el cual antes se tiene que vencer el deseo de fama y dinero todos los días se esté donde se esté y no pertenecer al club de los elegidos o establisment cultural y pese a las caídas, pues con tener para vivir con modestia se logra bastante y pagar las deudas y la luz, el agua, el teléfono, el Internet, y muy de vez en cuando, muy de vez, el vino o un buen trago, necesarios para el alma y sentirse vivo y con los pies en lo que se hace con placer, leer, escribir.

Estas son respuestas que mentalmente hago cuando se tiene al lado, en fiestas eventuales, en congresos de escritores, en pocas presentaciones de libros, en escasísimos programas culturales de radio y televisión y suplementos culturales o conversaciones con personas culturalmente correctas con retórica políticamente correcta.

El cuestionario de preguntas no cesa y vuelven a la carga, ¿poesía amorosa o poesía romántica? ¿Cuento motivacional o cuentos bonitos?

Uno en su infinita búsqueda de humildad como principio cultural, porque no lo sabe todo, les pregunta y hacer que la plática se torne en conversación y aprender más sobre la vida y lo humano, qué autores ha leído y conocer impresiones de sus lecturas y conocer el punto de vista, sus gustos, qué piensa sobre los personajes, las tramas, y todo esto que el oficio y exigencia de la escritura, luego de abundante autocrítica y censura, hacen dudar de forma permanente cómo escribir mejor cada vez si se puede llamar a esto así y que ya mencioné para que no se olvide, se da cuenta que como feroces interrogadores son corderitos ignorantes que no leen como aquellos profesores de literatura, pese a que laboré de profesor y me solidarizo con ellos, pero que siguen enseñando de igual forma y no tienen hábito de lectura y caen dando clases con títulos que usan como libros de texto o fuerzan los textos en sí para encontrar temas como aquellos colegas que confunden autores con títulos de libros o aquellos funcionarios públicos que apenas leen los periódicos nacionales o las famosas bibliotecarias cuya ignorancia es del tamaño de su estatura y de su grasa corporal sin importar si son gordas o flacas, jóvenes o viejas y de todas las que he conocido una ha mostrado ser un poquitito diferente, bueno también hay bibliotecarios aunque son pocos en este oficio y que se convierten todos y sin excepción en relacionistas públicos buscadores de imágenes y que apenas han leído y conocen los autores que tienen las bibliotecas donde trabajan y esperan, desean, que los usuarios lleguen solo a lo que van y no conversen entre sí y uno se pregunta si convento o qué chingados creen que son las bibliotecas y que hacen mucha falta existan más en todos lados y con horarios más amplios y calendario de apertura con más días en el año incluso días feriado.

Luego, como no han logrado hacer callar con sus serias preguntas, cuestionan sin saber de géneros literarios, la forma y el contenido, cuando dicen a mi me gusta que sean cortos los cuentos y bonitos y poemas chiquitos, como si la vida de los seres humanos del cual hablan mis textos y la literatura, fuera sencilla, distinta o fácil, no.

Ellos, los jueces, preguntadores y críticos que no leen como los que tienen que hacer crítica y promover y ganar y recuperar lectores en las escuelas, colegios, institutos públicos y privados o universidades, entre los que están los directores generales y de áreas, dueños de establecimientos que hacen el juego agiotista del aprendizaje y así como las editoriales no apuestan por incentivar monetariamente a los profesores y editarles sus libros o hacer ediciones accesibles en precio y con agresividad aplicar la sociología de la literatura y coadyuvar con los escritores en la producción, distribución y consumo, fortaleciendo el mercado nacional, haciendo esfuerzos conjuntos ni los provocan y le echan la culpa a la falta de educación y que no hay hábitos de lectura, grupo donde se incluyen a los mismos escritores que tienen a su cargo suplementos culturales y muchas veces son copia, refrito también le dicen, de suplementos extranjeros o como los comentaristas o periodistas y que son pocos que hacen lo que no les gusta que hagan con ellos, criticar al escritor antes que invitar a que lean todos los libros posibles y no volverse como se llegan a considerar la última palabra con respecto a la lectura, haciéndole el favor a aquellos autores que son sus conocidos como pasa con todos lo certámenes literarios donde los jurados dan el primer lugar a sus cuates escritores y luego se creen Premio Nóbel y sólo hay uno, Miguel Ángel Asturias Rosales en Guatemala, Octavio Paz en México, Gabriela Mistral, Pablo Neruda en Chile y que Nicanor Parra espero que no se vaya ni tampoco Ernesto Cardenal sin que se los den como le sucedió a mi maestro Augusto Monterroso, Gabriel García Márquez en Colombia, porque a Jorge Luis Borges ni a Julio Cortázar se los quisieron dar por puros egoísmos de clase de todos y ahora no me digan que no pensaron así porque ya me estoy riendo y Juan Rulfo y César Vallejo nos ven y nos cuestionan y ya no sigo para no caer en lo mismo de gustos y usted se enoje y con Europa no me meto porque no soy de allí y puedo decir nombres pero lo dejo para otro relato si les parece, lo mismo sucede con las editoriales del Estado, desvirtuando con ello la ciencia que es la literatura y que pasa en todos los lugares del planeta Tierra y luego dicen es que no tenemos suficiente presupuesto y cuando cambian de puesto o los entrevistan los cuates periodistas se llenan la boca de ética como si no se supiera de qué pata cojean.

También tienen razón que los escritores no hacen más que escribir y los comprendo porque en la vida cotidiana la coherencia que evidencian no presenta la calidad de su producción haciendo actividades que puedan desencadenar procesos y uno se pregunta gente que domina el lenguaje y conmueve porqué se creen tanto, claro que escribir en condiciones muy adversas y más cuando de mujeres se trata complica mayormente intentar hacer más, puede ser una justificación trillada para no intentar hacer nada también, o no, son posibles respuestas para que no haya más y mejores lectores y que a veces pienso y a veces digo cuando me pongo teórico y me doy cuenta que hay que seguir intentando no solo escribir sino impactar con otras propuestas como las que he intentado y tengo evidencia con firma y sello de recibido en distintos lugares culturales, no gubernamentales y gubernamentales y privadas y que me han llamado considerando y haciendo publicidad gratuita cuando doy a conocer los libros que editan/imprimen sin buscar beneficio particular apreciando los costos y la ediciones de cuando he presentado propuestas para jóvenes y de forma ad honorem incluso y si no lo digo resultaría como el mono satírico que quería ser escritor, al considerar que para los niños existen un poco más de programas, y observar también que sigue pesando una dictadura cultural apoyado por los profesionales y técnicos y que tampoco son lectores permanentes, pues entre menos sepan más los ciudadanos comunes y corrientes como yo, se les puede dominar como ocurre constante y permanentemente y hacer como que hacen conservando sus puestos de trabajo sin comprometerse ni entregarse con responsabilidad a lo que se supone están dedicados y trabajando en organismos internacionales o nacionales porque se les hace peligrar su trabajo.

Escuchando se quedan cuando se dan la oportunidad de saber de boca de los escritores las condiciones dentro de las que se escribe y se dan cuenta que uno como escritor intenta sacarlos de sus rutinas o realidades en la que caen regularmente y a veces se logra a través de la ficción, aunque algunos digan o afirmen que la rutina salva, no creo sea así, la rutina es óxido, porque el que camina siempre en línea recta regresa al mismo punto y se frustra, entonces, se dan cuenta que la literatura literaria recoge la vida misma, las emociones, sentimientos, aspiraciones, trabes, fobias, curiosidades, ingenio, dolor, alegría y la muerte, vistiendo a los personajes de dichas voces en el tiempo y el espacio de páginas que para conquistarlas si puede llamarse así al momento de escribir ha pasado como pasos de niño, la observación, el cuestionamiento y una poderosa si es que puede llamarse así a la infaltable concentración y amar lo que se hace porque cuando se escribe hay que hacerlo bien, ya que el aprendizaje nunca termina y las relaciones sociales y no sociales, superan en mucho en lo cotidiano al cine y la televisión, claro está que el cine, la televisión, la literatura y el arte en general, buscan desrutinizar la vida y lo humano a través de sus distintas formas de presentarlos cuando sus productos buscan al ser humano en el propio ser humano, presentándole perspectivas abiertas sin buscar homogenizar el pensamiento ni enlatar sus gustos, sus ideas y su capacidad de consumo.

Sin embargo, a veces o muchas veces lo hacen dudar a uno si es hasta correcto dedicarse a escribir y a veces uno se da cuenta que está en un país con gente extraña pero lo extraño es generar acciones que hagan procesos y la lectura y escritura son vistas como coyuntura y no algo estructural y decide pese a tantos no seguir con lo que a uno le gusta tanto o le motiva o le inspira pero no en el sentido divino sino cotidiano, leer, escribir, púchica, dice uno si no fuera por la cultura generada por artistas de distintos géneros seríamos desconocidos y considerados más salvajes de los que nos creen los que saben donde estamos viviendo geográficamente hablando.

Escribir me recuerda versos de Jorge Debravo, poeta costarricense, en Milagro abierto,

Más que cualquier ciudad es poderosa
la ternura del hombre.

Más que cualquier camino es caminante
la pisada del hombre.

Más que cualquier silencio tranquiliza
lo piadoso del hombre.

Más que cualquier olor es delicioso
el perfume del hombre.

Y más que cualquier dios es creadora
la esperanza del hombre.

Versos que he recitado, mientras asienten con la cabeza lo que va significando para mí y para muchos escritores creo, sin son serios y éticos y no padecen alzheimer y no recuerdan sus inicios y comienzos como los políticos, el ejercicio de escribir, el ejercicio de leer, más el trabajo arduo que representa la corrección y los costos de la publicación que uno se financia como una forma de aprender a quedarse en los ojos y posiblemente en la mente del que lee o del que algún día nos lea y se dé cuenta que lo expresado lo lleva a él en sus líneas así como a otros que seguro no conoce pero que su propia sensibilidad le recuerda y felicitan y hacen buenos deseos porque la literatura nunca desaparezca ni los creadores mueran sin ver publicadas y leídas sus obras y todos tengamos una mejor y más cómoda vida porque más que cualquier dios es creadora la esperanza del hombre siempre y cuando se dé desde el compromiso y la entrega cotidiana sin olvidar quiénes somos ni lo que somos a partir de nuestro nombre y apellidos pues la esperanza también es una técnica narrativa y compren nuestros libros.


Daniel  Alarcón Osorio- Guatemala



















VIRGINAL





Silueta continental
en la que cincelar
tu inocencia atípica
sería como incitar
un chantaje lunar
de mecenas atrevido
que invocando la marea,
se marea en el intento
y tan solo logra
perderse ese beso
de agua y sal
que no cambia tu talla
de bahía virginal,
naturalmente intocada,
salvajemente deseada.






Diego Santiago Cazzaniaga- Rafaela-Santa Fe- Argentina














El Árbol Perfecto





Cierto día de otoño, Joaquín se paseaba pateando suavemente las hojas de un bosque que no estaba lejos de su casa, disfrutando de los remolinos que formaban con el viento, cómplice de aquella travesura y del indolente sol que parecía iluminar tardíamente todo el paisaje, hasta que cerca del camino encontró un inmenso árbol que aún no había dejado caer ni una sola de sus hojas. Joaquín se detuvo frente a su tronco. Mientras que los demás árboles prodigaban alegremente sus hojas, éste seguía inconmovible.
-Oye  le dijo Joaquín al árbol- ¿No sabes que es otoño?
-Por supuesto crío, ¿por quién me tomas?
-¿Y por qué no dejas que tus hojas caigan libremente al suelo? El orgulloso árbol no le contestó; entonces Joaquín le volvió a decir:
-¿Tampoco sabes que si no lo haces los pájaros no volverán a fabricar sus nidos en tus ramas? El árbol sonrió ante la ocurrencia de aquel niño y moviendo sus ramas pareció decirle que no creía nada de eso. ¿Quién puede creer en las palabras que dice un niño?  pensó . Entonces, como haciéndole un favor le contestó:
- ¿Quién te dijo eso? Te han mentido. Nada impresiona tanto ni es más importante y confiable, que un árbol que aún tiene sus hojas cuando todos las pierden. El niño miró al imponente árbol. Aunque no pudo responderle, tampoco estaba convencido de lo que había dicho. Joaquín sintió un fuerte impulso pero levantando sus ojos, lo miró por última vez y se fue, volviendo a patear las melodiosas hojas que seguían cayendo de los demás árboles. Pasó el otoño y el invierno; el bosque comenzó a llenarse de hojas mientras los pájaros, atraídos por la melodía que el viento hacía sonar en ellos, fabricaban sus nidos y cantaban como sólo los pájaros pueden hacerlo. Por la mañana, Joaquín paseaba por aquel bosque y se detenía en cada uno de ellos para escuchar la música y ver el hermoso verde de las hojas que el sol resaltaba como si fueran los vivientes ladrillos de una gigantesca catedral. Cuando llegó al orgulloso árbol, notó que el viento no mecía sus ramas y que éstas, vacías de pájaros, ostentaban un raro verde que el mismo sol parecía deslucir.
-¡Otra vez tú!  dijo ásperamente el árbol- ¿Has notado que aún mis hojas siguen conmigo? No he perdido una sola ni he dejado que crezcan más. Joaquín no contestó. Ahora era más grande y sabía callarse; se limitó a mirarlo y a seguir su camino. Pasaron muchos otoños y primaveras; Joaquín seguía pasando por el mismo bosque mientras que como en un complejo pentagrama, el viento creaba melodías nuevas en las ramas vacías de los árboles. Las hojas muertas daban paso a otras más verdes y hermosas y los pájaros, como era su costumbre, volvían a los árboles para aprender el nuevo canto que había dejado el viento mientras que aquel solitario árbol seguía conservando sus  hojas. Joaquín ahora era un hombre. Se había casado  y sus niños correteaban por toda la casa y el parque, mientras su esposa lo acompañaba en el camino cada vez que iba o volvía de su trabajo. Un día de otoño, mientras Joaquín regresaba a su casa, se le ocurrió pasar por el bosque. No había perdido la costumbre de caminar entre las hojas para oír su dulce crujido, posiblemente recordando cuando era chico; fue entonces cuando se le cruzó la idea de visitar al viejo árbol. Estaba allí, tal como Joaquín lo recordaba. Se detuvo, miró brevemente su repetido follaje y dio vuelta para irse, pensando que seguramente su mujer estaría preocupada por la demora; fue entonces que el árbol, con cansada voz, le habló como en los viejos tiempos:
-JoaquínEl hombre se dio vuelta.
-Estoy cansado, Joaquín. Mira mi follaje: es verde, pero está muerto. El viento hace muchos años que no pasa por él, aún el sol le ha retirado para siempre su saludo y una savia de plomo verde me alimenta día tras día…
 Joaquín bajó la cabeza y le dijo:
-¿Y qué podré hacer yo por ti?
-Amigo mío, el sol aún está alto. Ve rápido a tu casa y haz conmigo aquello que pensabas hacer cuando eras niño...
 Joaquín sigue paseando por el bosque cercano a su casa, a veces con su mujer, mientras el viento toca suavemente su flauta de polvo por entre las ramas de todos los árboles y sus niños juegan alegremente sobre un enorme tronco.





Ezequiel Feito-Buenos Aires- Argentina









RENACER





 ¡Qué sensible alegría, arbolitos!
 Mi emoción los saludó hoy, al ver que comienzan a revelar nuestro secreto: ya el morado de los nuevos retoños pretende avisar a sus antiguos moradores y asiduos visitantes:


¡Sobrevivimos!
¡Estamos vivos, con un vigor nuevo seguiremos desenvolviendo ciclos en nuestro lugar!
¡Vuelvan!
La Vida reivindica, hermanos, el error del hombre.
No hemos sucumbido. Las máquinas no pueden vencer a la vida. El hombre tampoco; no podrá, oh, cuánto dolor, cuánto daño, hombre, no te destruyas, no nos destruyas…


  Alimentados con la lágrima inútil de meses atrás, fue el invierno la cura de sueño que les permite hoy, “como el ensayo de una melodía”(*) erguirse, tiernamente, y levantar los pequeños brotes como brazos poderosos, como invencibles bastiones que proclaman:


¡SÍ A LA VIDA! ¡ÁNIMO, ARROYITO!

(*)Es apenas agosto.- J.L.Ortiz



Hilda González- Concordia- Entre Ríos-Argentina



AQUELLA CITA






Quedamos aquella tarde
para vernos por la noche.

La media luna menguante
fue testigo de las voces,
mientras el sol se escondía
dejando estela de bronce.

En el café de la cita
estaban dando las doce,
murmullo de gente suena
sin observar los relojes,
allí yo estaba esperando
oír tus templadas voces,
de un “hasta luego” cansado
y de un adiós, que se esconde.

Senderos de incertidumbre
y moribundos faroles,
yo caminaba tranquilo
de la mano de la noche.

Me hago pregunta de celos
y la conciencia responde,
que cuando tú te marchaste
sabías bien, cómo y dónde
podrías de nuevo hallarme
en el café de las doce.

Por la calle la amargura
vi que brillaba tu nombre
junto a corazón partido
marchito de sangre y flores,
con un sobrenombre anónimo
que a ningún grito responde.

Y dándote por perdida
alcé mi vista a las torres,
donde se mira mi alma
en un mar de corazones.



Curro Sevilla - Alhóndiga-Guadalajara, España


























A veces me detengo…




A veces me detengo a mirar tus manos:
redonditas, blancas, parientas de una nube,
y en ellas navegan lentamente las mías,
como la nave que cruza un golfo lejano.

Allí, escalan hasta el límite de los dedos:
frágiles, sencillos, como los sueños de un ave;
y luego se duermen como los aviones,
cuando, por las noches, la nieve se acuesta en sus alas.

¡Ay, que no se termine un sólo día
sin que yo pudiera acariciarlas!,
porque ese día amor, al privarme de tus manos;

vendrá a visitarme, con su traje de cólera, el invierno,
y al cantarme canciones y nanas de escarchas,
heredaré bienamada: los terribles derechos del frío.




José Rodolfo Espasa Muñoz –Benidorm- España












ABDUCCIÓN



Tus ojos se encuentran en el mar,
tu voz me susurra entre la olas,
tus manos son la brisa que acaricia mi rostro,
el viento logra balancear con fuerza mi cuerpo,
para estar entre tus brazos, dormida.
Tus besos los siento en mis labios sedientos,
tus dedos adentrándose en mis cabellos.
Llegan por fin los caballos, que juntos
hemos decidido galopar por la orilla de la playa,
sintiendo la humedad de la tenue llovizna
y el sentir hundirse las herraduras
en la suave arena mojada.
No quiero despertar de mis sueños a tu lado,
que son la felicidad que se funde entre los dos,
porque somos dos en uno, uno en uno, dos en dos;
al final comprendemos que...
abducida estoy yo por ti y abducido estas tu por mi.
Pronto llegara el día de nuestro encuentro,
donde se multiplicará de manera sublime
todo el ahora que estamos viviendo,
sintiéndolo en los instantes absolutos
de nuestras soledades, de los silencios
que se convierten en voces dulces
a pesar de no estarnos viendo...


M.ª Alejandra Jiménez-Valencia-Venezuela





EL JARDÍN DEL EDÉN




Al fondo del universo donde se termina el cielo,
hay una alameda viva rodeada de cerezos.
En bancada y con su manto se pasean los almendros;
impregnados de fragancia, naranjos y limoneros.
Una alondra con su banda sonoriza desde dentro;
golondrinas, ruiseñores, dos jilgueros y un mochuelo,
acompañan con sus trinos a tan sonoro concierto.
En el centro de una nube dos cigüeñas en su nido
anidan a los polluelos.
En el lago de cristal se arrullan cuello con cuello,
dos cisnes bailando un vals;
la bella dama de blanco, el caballero de negro.
El gran Pegaso con alas surca el viento cual velero,
llevando a lomos un hada, y la cuida con esmero,
para derramar su gracia que inunde al mundo entero.
Un edén de fantasía; un paraíso en el cielo,
con suspiros y sonrisas, una mirada;
un te quiero.



 Marga Utiel –Badajoz- España







Algarve, desde mi punto intermedio

Ni turista ni aventurera, mi lugar está en algún punto intermedio. ¿Viajera? Quizá la palabra sea demasiado grande, pero no encuentro otra a pesar de tener miles de ellas siempre en la punta de la lengua.
Algarve, fuera de temporada. Algarve en octubre, con los ojos tan abiertos que caben en ellos todo lo inmenso y todo lo diminuto. El mar. Desde el avión vemos acercarse la superficie espejada, el complicado encaje de las marismas de Faro. Volar a bajo coste es como viajar en el tiempo; en los años 70 también subíamos la escalerilla del avión deprisa para coger sitio y tampoco había demasiado espacio para las piernas; también andábamos por la pista hacia la terminal. Lo novedoso es el concepto de centro comercial con alas.
Faro da la bienvenida al viajero llena de sol. El recorrido en autobús hasta la estación de tren nos lleva por calles vivas, de andar por casa, sin maquillaje para recibir a las visitas. Pocos cogemos el autobús, la mayoría corren a los taxis, esas especies de cápsulas al vacío que aíslan al turista del olor de la calle. De puerta a puerta sin respirar, de puerta a puerta sólo preocupados de comprobar que el taxímetro funciona y el taxista no intenta timarles. Y en el autobús mientras tanto, suben y bajan mujeres con bolsas de compra, jóvenes con carpetas del instituto, vecinos de Faro que van y vienen en su rutina habitual. No es una gran aventura, es, si acaso, una aventura pequeña y sencilla; son unos minutos ganados a la vida, unos minutos de aire y palabras y luces compartidas.
Antes de subir al tren hacia Lagos nos da tiempo a dar un paseo por el centro de Faro. Un paseo corto aplastado por el sol de mediodía.  Las fachadas blancas reflejan la luz y la multiplican, las calles peatonales están desiertas. Sol de octubre, intenso. Y por ser octubre, bocadillo y cerveza en cualquier terraza, a elegir. Todas para nosotros, todas con más de la mitad de las mesas libres y los camareros ofreciéndonos desde la puerta el menú del día. Pero preferimos bocadillo y cerveza, el presupuesto es corto.
En el bar de la estación, el primer pastel, tan delicioso como el edificio. Sabor, autenticidad, vida. Comparo con otras estaciones, metálicas, plásticas, desinfectadas, estaciones que parecen quirófanos venidos a menos, lugares repelentes en los que ni los insectos están a gusto, y esta de Faro me parece un lugar al que podría ir a pasar la tarde por el simple placer de contemplar el edificio, refrescarme en su vestíbulo y ver a los viajeros y a los trenes pasar.
Sentados en el andén, un joven soldado portugués me pide fuego y no sé por qué aprovechamos para iniciar una conversación que no sé a donde nos llevará; supongo que es la sensación de encontrarme como en casa. Él habla muy bien español y nos comenta la situación de la agricultura en el país, nos pregunta por el trabajo en España, nos habla algo de su familia y del viaje que está a punto de emprender hacia el norte, de vuelta a casa. El andén se anima y se oscurece. Fumamos y hablamos, el tiempo pasa y el sol cae. La estación cambia de perfil con la luz y el aire se mueve entre los viejos edificios y los vagones parados en vía muerta.
Por fin, el tren. De nuevo un viaje en el tiempo, finales de los 70, principios de los 80. Asientos de skay, molduras metálicas, mesas abatibles. Lentamente avanzamos junto a la costa. El paisaje se convierte en una silueta negra contra el cielo naranja del ocaso. El mar se esconde, los frutales se intuyen, avanzamos despacio hasta la última estación: Lagos. Nueva, aséptica, extraña pero hermosa. Un éxito que ha dejado tras de sí a la pequeña estación antigua de tejados rojos y azulejos verdes.
El olor a mar, a pescado y salitre nos acompaña hasta el hotel: un paseo junto a la ría atravesando calles casi desiertas. Temporada baja: el hotel en la rua Cándido dos Reis, más barato que el albergue, las plazas vacías, los restaurantes, los cafés, las terrazas. Subimos y bajamos. Calles empinadas, fachadas blancas, azulejos. Un pequeño paraíso sin apenas coches y una sorpresa a la vuelta de cada esquina.
No conozco ningún hotel en el que el café sea bueno así que para completar el sencillo desayuno nada mejor que un pastel. Lo difícil es elegirlo. En la pastelería que hay en la misma calle los dulces me tientan en las vitrinas. Quizá haya que probar dos, con un buen café, ahora sí.
El mercado. Visita obligada en todos mis viajes. Mercado tradicional, dónde compran las señoras a primera hora de la mañana. Cámara en mano trato de beberme cada detalle y me olvido de hacer la mitad de las fotos. El olor intenso y delicioso del pescado fresco, eso no puede fotografiarse. En la entrada, varios puestos de libros usados y un afilador con su bicicleta. Lamento no contar con un fogón para poder cocinar alguno de esos maravillosos peces que me llaman desde sus camas de hielo y mármol. Ganas de mar.
Es posible navegar desde Lagos costeando y visitando las cuevas de los acantilados. Temporada baja: siete pasajeros. Pero la excursión se hace. Camino del colorido velero conversamos con Kate, una oronda y sonriente rubia de Kansas que viaja sola y nos pide consejo sobre la costa española. Por unanimidad decidimos que la excursión hable inglés, a pesar de que la única que lo habla a diario es la americana. Hay un matrimonio holandés y otro portugués, pero todos nos defendemos lo suficiente con el idioma “universal”.
El mar. Lo estaba necesitando. Avanzamos junto a la costa y me enamoro del paisaje, del color de las rocas, de las formas, los sonidos, los olores. La cámara vuelve a no ser suficiente. La tópica brisa marina, el tópico chillido de las gaviotas, el movimiento del barco, el agua que salpica… siempre nuevo para mí, siempre vivo y vivificante. Dejo de escuchar las explicaciones del guía. ¿Me importa realmente si no sé qué actriz o cantante o futbolista ha comprado una casa ahí arriba? ¿Me interesa el precio de la vivienda de lujo en el Algarve? El mar, el sol, la sal. Respiro hondo y me olvido de todo lo demás.
Navegar abre el apetito pero conviene mirar bien dónde se entra a comer. Por suerte, un delicioso pastel y un estupendo café consiguen quitarnos el mal sabor de boca de un pescado que ya estaba cogiendo confianza con el personal de cocina. Para las malas experiencias, humor y pasteles.
Caminar por las calles empinadas casi vacías a primera hora de la tarde hasta llegar a la playa, prácticamente desierta. Conchas de vieira incrustadas desde hace milenios en los acantilados, un paisaje mágico y primario. Los pies en el agua helada y un marino mercante noruego que nos habla de su amor por el Algarve y Lanzarote. Huellas en la arena que durarán sólo hasta que la marea suba. Lo mismo que nuestra huella en cada lugar que visitamos, tan tenue y escasa.
El día termina con pan tierno, queso de cabra y Oporto que hemos comprado en un supermercado. Una cena digna de reyes en el balcón del hotel disfrutando del viento, los tejados y las hermosas chimeneas de Lagos. Mañana, Tavira: allá vamos.


Mayte Sánchez Sempere- Madrid- España











PRIMAVERA ANSIADA





En la más absoluta desesperanza
cuando todo parecía ya perdido
enterrado en el invierno está el olvido
con la tierna primavera que le alcanza.

Estación ansiada en las heladas
de los campos y la angustia de la gente.
Son los cantos de jilgueros. Duendes. Hadas
anunciando la invasión en cada mente.

Con los sueños de los niños, ancestrales
nanas mecen fantasías e ilusiones
de la Vida en primavera con fractales

entonando más alegres las canciones
de equilibrio permanente en universos
exprimiendo nueva vida en arenales.



Nieves M.ª Merino Guerra-Gran Canaria- España










TUS BESOS


....Tus besos en la ventana del pasado
hicieron del tiempo transcurrido
....la inmediatez del presente de mi alma
porque tus caricias prometidas
serán el pretérito fiel de tus palabras.

Y la insensatez
de este loco amor que nos habita
es la dueña absoluta
de la luna nueva...
que cuando ella mengua...
nos quedamos abrazados
y cuando ella crece....
con alevosía ...
nos amamos.

Entonces aparecen los puntos cardinales
y en mi sur...
vivo colgada en un abrazo agradecida...
y sigo conjugando los verbos enamorada
porque se que en tus nortes...
aguarda la esperanza.

Pilar Ferrer-Ushuaia-Tierra de Fuego- Argentina












  De La Vida I




Tiempo que roba la vida
Regusto agridulce
de viejos sucesos.
Vuelta recurrente
de antiguas vivencias
ocupando la mente
con sabores ancianos.
Sueños y verdades
mezclados,
a veces sin orden.
Imágenes de un pasado que
llaman pidiendo un instante.
Repaso de vida,
principio de muerte.
¿Cuánto queda?
Tanto como recuerdos pendientes








Rafael Serrano Ruiz- Madrid-España











EL CAÑO


Caudal de vida que atempera mi cuerpo
frío  sutil que alivia mi ser
donde mi garganta agradece su tersura
suave como la añoranza  que en mi cabeza siempre dura.
Neonata del vientre de la montaña
grávida  en invierno a golpe  de lluvia,
cariñosa amante es la nube que en su tierra se acurruca
dando aguas de amor sin ninguna duda,
cariño que su interior se agrupa
modelando cascadas de alegre manantial
buscando el fin del anhelante caño
inagotable universo de la locura
 donde abreva el rebaño
donde llegue el placer del caminante
lugar  del fin de la sequedad apenas dura
campo de encuentros de de la dichosa juventud
bregando con nobleza por su  inquietud
buscando el alivio de la oscura y fresca noche
allí donde acaban los reproches
patria del pasado  en plenitud.



Santiago Medina-Madrid- España






AMIGO MIO



Ahora tengo que llamarte así, amigo,
¿Lo seguiré siendo para ti? ¿Lo habrás sido alguna vez?
Hoy me duele egoístamente tu felicidad,
en un año me olvidaste, hay alguien más…

Qué puedo decirte amigo mío, que no sepas ya
fue efímero lo que me diste; antes de tenerte, te perdí,
me envolvió tu ternura, tu cara de chico triste, y te amé…
Tu amor… fue flor de un día, el mío fue de verdad

Alguna vez te sentí intensamente mío.
Tus besos inventados que me pertenecieron
Tu caricia prohibida que poseyó mi cuerpo
Tus palabras de amor que fueron mi universo

Hoy es a otra que se las estás diciendo,
Como mariposa vuelas de amor en amor,
¡Qué fácil es amar para ti y después dejar!
Olvidar un amor para inventarte otro.

Porque debemos reconocer, amigo mío…
me abortaste de tu vida de un porrazo,
para hacerme a un lado, para no volver más
Yo aún busco mi culpa, mi pecado ¿cuál fue?

¿Te absorbí demasiado? ¿Fui muy exigente?
¿Y qué mujer no lo es cuando defiende lo que quiere?
Ayer que te vi empalagado de versos para otra
Tuve rabia, odio, impotencia, me hirió tu puñal.

Pues sin tú queriéndolo me sigues clavando,
me sigues matando con tu olvido;
y es otra muerte que me das al saberte
cobijado en otros brazos, amigo mío...

Amigo mío déjame contarte de esta tristeza
que nace tu recuerdo, de tu corazón vacío.
Una vez pude llamarte amor, hoy a secas, amigo…
Y tú… el silencio y tu ausencia, no me hablan de nada

 ciertamente de lo que poco que merecí;
esas palabras tuyas aún resuenan en mí,
ese sentimiento que rompiste en pedacitos,
ayer embrujaste mi alma, después me la hiciste añicos.

Y sin embargo me queda este corto consuelo
de leer entre líneas, tus palabras de amor, para ella,
¿Qué me resta sino llorar por mí, de celos y de envidia?,
una vida se me fue contigo y tú ni las migajas me tiras.

Perdón, amic meu, por mí quiere hablar la herida
que como una llaga vierte su purulento rencor
que tu corazón me perdone que te quiera todavía
sé feliz aunque me desangre saberte con otro amor.

M.ª José Acuña- Curmaná- Venezuela













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Autor
titulo
Jorge Amado Serrano
ALGÚN VERANO
Ana Romano
DESCARTABLE
A. Monzonís Guillen
TANGO ARGENTINO
Begoña M Bermejo
PARA COMENZAR
Carlos Alberto Giménez
ANGUSTIA
Charo Bustos Cruz
LAS MANOS DEL DÍA
Daniel Alarcón Osorio
PREGUNTAS
Beatriz Ojeda
ACUSAME DE TODO LO QUE QUIERAS
Ezequiel Feito
EL ARBOL PERFECTO
José Rodolfo Espasa
AVECES ME DETENGO
Marga Utiel
EL JARDIN DEL EDEN
Curro Sevilla
AQUELLA CITA
M.º José Acuña
AMIGO MÍO
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ALGARVE
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PRIMAVERA ANSIADA
Rafael Serrano Ruiz
DE LA VIDA I
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