miércoles, 1 de febrero de 2017

Revista nº 75 -Espacio del Poeta


Revista nº 75 -Espacio del Poeta
REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA

Febrero 2017




Alfredo Gutierrez                                                                    Esquina de Paris




Con cierta elegancia





Cierta elegancia en la boca, 
cierto desacuerdo, conviene 
—corresponde bien—
al modelo que predomina y triunfa.
En la ciudad abigarrada. En los festines 
—sexuados— de sus bares y casonas, 
conviene: cierta elegancia 
en la boca, cierto desacuerdo.
En las playitas privadas, en los puentes 
de una sola dirección, en las antiguas plazas
–solitarias– que frondosamente te reciben, 
conviene mostrar: cierta elegancia 
en la boca, cierto desacuerdo. 
En la piel seductora de sus hijas, conviene. 
No olvides ese dato.
Te recibe amena. Abre para ti sus galerías. 
Se entrega sin reservas —un cuerpo arreglado
para la especulación. Pero exige. 
Se entrega y exige, un resguardo seguro: 
cierta elegancia en la boca, cierto desacuerdo.
Conviene: un poco de travestismo. 
En la lógica virtual de los internautas, conviene. 
En las rápidas avenidas luminosas, conviene: 
bajar velocidades. En la extensa tradición 
comentada por los libros —que vuelven 
a ser época— conviene: cierta elegancia 
en la boca, cierto desacuerdo.
No olvides ese dato.
Corresponde bien al modelo 
que predomina y triunfa

Alberto Edel Morales-Cuba








Regálame los sueños




Regálame los sueños
Que veo en tus pupilas
Y fúndete en mi cuerpo
Para vivir la vida
Concédeme tus noches
Hasta verme dormida
Y luego en las mañanas
Sé luz y sé mi guía
Obséquiame las flores
Que perfumen mi alma
Y camina conmigo
Mil días de bonanza
Que yo iré contigo
Sembrando tus caminos
De amor y esperanza
No temas desafíos
Porque este amor es grande
Y logrará vencer
Incluso al destino
Ven, camina así, conmigo

Alibel Lamberet- Argentina
















Teñí al mar de Rojo







Teñí al mar de rojo
con la sangre de mí i corazón! 
ese corazón herido que tu me dejaste
cuando te marchaste sin i decirme adiós! 
le puse sus vendajes, para repararlo
pero fueron inútiles mis esfuerzos
pues mi corazón ya se i había vaciado! 
y no quedaba una sola gota más
de ésa sangre que le i diera vida! 
Hoy mi corazón yace muerto he inerte
ante tanto dolor que le i causaste! 
no supiste entender mi alma de Poeta
ni mucho menos supiste i valorarme! 
descubrir que hablábamos en diferentes
idiomas ése fue mi i gran dolor! 
ver que tu no te esforzaste por entender
mi corazón, mi alma y mis Letras
dónde me refugio para plasmar imi dolor! 
Hoy ya no vale la pena retenerte
sí entre los dos se ha roto el delgado hilo
que un día por cosas de la vida
o del destino fue lo que nos unió.






Amanda Gutiérrez-(Seudónimo Amaranta Alvarado)-México












El achurero
Algo más de cincuenta años atrás para ser precisa hablamos de sesenta años pasaba el achurero recorriendo las calles de los barrios de la ciudad de San Rafael en el horario de la siesta. Muy habitual en el horario agradable de verano cuando muchos niños se rehusaban dormir siesta.
Horario algo extraño de recorrido, pero las dos hermanas Claudia y Silvia huían despavoridas al interior de su casa. Temerosas y asustadas de que el achurero no las fuera a achurar por no decir asesinar. Algo así según su madre les advertía.
Verano tras verano se repetía un día tras otro la escena con las niñas cada vez que se sentía el silbato avisando que él estaba pronto a pasar por el frente de sus casas.
Pero en otros niños sucedía lo contrario a las dos hermanas porque los niños del barrio salían a las veredas de sus casas con gran alegría y algunos con sus mamás esperando ansiosamente el paso del achurero.
Años más tarde con el paso de la madurez de la niñez a la adolescencia temprana y con más conocimiento por conversaciones con otros niños descubrieron que ese achurero no era en realidad el achurero sino el heladero y el porqué de la algarabía de los demás niños. Por qué con monedas en sus manos y otros yendo con sus madres esperando el paso de este comerciante ambulante  de dulzuras frescas de sabores frutales variados transportando tales delicias de la época veraniega en su bicicleta con su caja blanca ubicada en la parte delantera de su vehículo.
Las niñas Claudia y Silvia desilusionadas con su madre que pasaron los años y cuántos helados perdidos sin haberlos podido degustar en tantas ocasiones con la alegría que otros niños dibujaban sus rostros mientras ellas demarcaban tristeza con temor corriendo a sus casas despavoridas. Ni siquiera haber probado un heladito cada tanto para calmar los deseos de ser pequeñas.
La inocencia no permitió descubrir las mentiras de las palabras de su mamá para no afectar la economía hogareña. El sabor de los helados no era conocida por las pequeñas porque del temor sentido al escuchar el silbato era amargo y ácido como la mentira misma.
La inocencia y la lealtad en creer en un adulto; y luego, la mentira y la desilusión pero la verdad es imprescindible y salta tarde o temprano a la luz. 
Ana María MANUEL ROSA- San Rafael- Mendoza- Argentina
De San Rafael, Mendoza (Argentina



Rumbo








Acurrucada
recuerdo
Mi figura cautiva
por el nudo del brazo
Desato
sin embargo
la amarra
Salto el cerco
Emancipada
humeante.

Ana Romano- Buenos Aires- Argentina
























La vida y el tiempo


Mi tiempo,
es la vida que yo vivo
con trabajos y consejos
con escritos y con versos
con mi amor y mi bondad.
Contratiempos y desdichas,
suspiro que llora y grita
como un aliento gigante
en una lluvia de luz
sin cenizas que soplar.
Veo limitar mi vida
en este planeta humano,
donde dejaré la huella
de pasos y pensamientos
de ideas y de enseñanzas,
de sueños y de silencios.
Sin derramar la belleza
hasta un delta solitario
y en la orilla de un gran charco
sentarme a ver los colores
del cielo y del infinito.
La naturaleza viva
del sol cuando ya se apaga
con sus luces y sus sombras
y ver ausencias y llantos
y a los pájaros que cantan.
Ver la luna que recita
con su hermosura poética
y con su alma palpita.
Dar las gracias al pensar
en los libros que leí,
por ser................
a imagen y semejanza
a un parto en el que parieron
todas las vírgenes madre,
en todos los universos,
a un Cosmos que evoluciona
con música y armonía
modulada por un ser
…........con tesitura vital.
Donde viven las estrellas
los astros y los luceros,
con una paz sin querellas

y el amor de los braseros.








Antonio Monzonís Guillén- Valencia- España









Ilusión
Se rasgan las horas
y los relojes
marchan mas veloces
,los días ,los años,
desvanecen recuerdos
Y...
sorprendido el tiempo,
me mira abrazada
a mis letras,
a mis viejos
y nuevos poemas
En ellos están,
desfiguradas lágrimas,
que se secan
en una tarde de sonrisas
frente al mar,
mi confidente mar
Es verano,
mi piel quedó morena,
mi piel de mar
Y...
me viene a la memoria
su recuerdo,
su imagen que es tan mía,
¡Ah!¿por que lo sueño,
si solo es mi secreto?
y pasa el tiempo,
y yo,
lo tengo en las letras
de mis poemas
y su imagen está ahí,
serpenteando en las aguas
que me abrazan


Armelinda Nuñez- Uruguay 








Búsqueda



Yo soy la voz de mis cimientos 
la raíz escondida de mis duelos
la invocación perpetua al universo
para encontrar el vuelo hacia lo excelso.
Busco entre mis espadas la más vieja
la desvisto del poder que manifiesta
continúo extrayendo cada una
hasta quedar exhausta y aliviada.
Yo soy la extradición de mis tormentos
la finitud del alma que fomenta
amargos despertares extraviados
en las húmedas rocas del enigma.
Enigma que concentra en mi morada
el pasar de la vida memoriosa
quiero abrir sus ventanas y soltar
el árbol que bloquea mi avanzada..
Yo exploro en mi inconsciente lo que aísla
buceo en sus rebullos encriptados
desanudo madejas agobiadas
abriendo algunas puertas oxidadas.
Y así día tras día voy rasgando
el velo que los sueños no lograron
es hora de salir de esta muralla
que ha hechizado mi destino con falacias.
Hoy tengo entre mis manos un papiro
escrito con verdades solidarias
mi espíritu de sombras acuñadas
se enciende con aroma a nuevas galas .
Asomada a mi alma custodiada
he visto florecer mis extravíos
los dibujo
los observo y reconozco
que avanzo en el sendero de mi Yo.


Beatriz Ojeda - Uruguay






Me pides que te escriba, 





y me va doliendo de a poco 
la falta de palabras.
Me pides que te escriba, 
y me va dejando sin letras 
un tributo de entonces.
Me pides que te escriba, 
cuando miro sobre el hombro 
las cosas que fui haciendo
Y no puedo escribir 
algo que desde su propio génesis 
sabe a imposible, 
reflejado en espejismos
que alimentan recuerdos, 
que se espesan 
en la viruta de un lápiz
avejentado de distancia, 
que se mecen en una hamaca 
que oscila entre la pasión
y el olvido...
no puedo escribir
palabras que se esconden 
detrás de un duplicado.
Me pides que te escriba… 
tal vez la lluvia me llore lejanías


Carlos .Alberto.Gimenez- Ushuaia-Tierra de fuego- Argentina










El ultimo antojo en un café…





Ella no sorbe el negro café,
pasa suavemente sus dedos sobre la loza tibia…
y como corola entreabre sus labios 
humedeciendo el alma.
 ….Y se bebe el aroma
  que le endulza la ausencia.
Y recorre en volutas la acostumbrada
 manera de colarse en su pecho, 
donde palpita un beso, 
donde se oyen latidos…
 Ella en un ritual sagrado,
hablando al negro liquido;
le confiesa en silencio 
musitando al oído, 
Como sueña quimeras
de aquel que algún momento
en dos tazas, dos volutas… 
se sorbían a besos con la fina tibieza 
de aquel café cargado; con sabor a compañía…
 …y así en el negro café como la noche oscura
 …la sombra de tus besos los degustó…
como lumbre en los labios… 
como húmeda gota del último antojo 
que dormía en la taza…  





 Carmen Guzmán  Cedeño- Venezuela.









Mi sueño





Creo no haber soñado jamás 
hasta que me ví en el verso.
Lo que no sabes es que despierto
en la noche mientras el silencio
parece escribir en las paredes
el título de un poema que siempre
me persigue, ser, solo ser.
Ellos ignoran mi sueño, duermen.
¡ Despertar! alumbrar mi ventana.
Callad, dadme la hoja sin rama
que ha caído en el suelo,
en mi mano se hará roble,
resistirá, será sueño, mi sueño.








Consuelo Jimenez-España











Hay un nombre plomizo…






Hay un nombre
Plomizo que
Anda conmigo.
Y hay también 
En mí
Una consecuencia
Sorda,
Ciega y
Muda
Que no sabe
Hallarse,
Verse ni
Escucharse.
Que avanza
A paso
De grilletes,
Condenada
En la osadía
De haberse
Llamado
Amor.




Diego Santiago  Cazzaniga- Argentina











Sueño









Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Alzáronse el cielo
los nombres confundidos.

Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Nuestros cuerpos quedaron
frente a frente, vacíos.

Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Entre nuestros dos cuerpos,
¡qué inolvidable abismo!



Emilio Prados -España





















Te siento









Te siento
En esta soledad
Que abraza el silencio
Cuerpo y deseo
Lloran la ausencia
De tus besos

Piedad ....
Sin sentido
Sin un lugar donde guarecer
Estas lágrimas
Marchitas
Sin mancha

Entre sabanas
Un adiós encubierto
Descubriendo
El mañana.



Ethel Belliz - Argentina
















 Lluvia para tortas fritas





Extraño que tú no estás. Tus hábiles manos
multiplicaban la luz en la cocina;
hoy llueve como ayer, ¿recuerdas? Estábamos
mirándonos en los charcos de plata fina.

Más allá del comedor se escuchaba
la voz del viento, clara y distinta,
y el cielo y la tierra parecía que miraban
los discos de oro puro que de tus manos salían.

Otro tiempo que no es éste. Otra lluvia.
Ni los cielos, ni la tierra, ni los vientos,
ni la casa ya es la misma.
El oro se apagó entre tus dedos
y la casa está vacía.

La lluvia suena en el patio
con una sola voz, que es la mía.



Ezequiel Feito-B Aires- Argentina





















Primera lluvia de otoño



Cae una lluvia tan fina 
que no parece que llueve... 
Más bien es como el recuerdo 
de otra lluvia, que florece 
en la memoria de todos 
callada y súbitamente. 
Más bien es como el ensueño 
del cielo, que se desteje 
sobre los árboles quietos 
del paisaje transparente. 
Más bien es como una pena 
que desde las nubes vierte 
su mojada melodía 
para que en el mundo sueñen. 
Cae una lluvia tan fina 
que no parece que llueve... 
Seguramente hay enfermos 
que la escuchan tristemente 
como si cayera dentro 
de sus pobres pechos débiles, 
ensombreciendo en crepúsculo 
el paisaje transparente, 
apurando el paso grave, 
misterioso de la muerte. 
Hay, seguramente, madres 
que al oír llover padecen 
y enfermos que entre la lluvia 
ven como crece la muerte... 
Cae una lluvia tan fina 
que no parece que llueve…



 Francisco López Merino-Argentina







Un suspiro en la noche


Detrás de una cortina, despido al sol en este atardecer que arrastra emociones hay tanto suspiro en la soledad que viene por el camino que aún nos falta su fulgor es triste, como aquel romance cristalino que ya a nadie pertenece. Se siente la brisa, que en su prisa sacude las hojas queriendo esquivar la noche sigo oculta en este presente, viviendo la exquisita calma que detiene a la aurora y sobre los tejados, los recuerdos aguardan ser soñados en este opaco clima. Mis ojos se oscurecen lento, mientras se va despojando de color el cielo me abraza un momento de melancolía haciendo un gesto en mi conciencia sonrío celosa viendo besarse a las nubes antes de deshacerse en despedidas. De pronto, el ánimo se levanta entre hojas secas, los grillos extravagantes saltan hacen suyo aquel instante, emanando con su canto el trinar en el retorno de las aves perdida en el eco de unos pasos, recuerdo esa vereda intangible que ocultó los tuyos. Hoy el aire acarició las paredes de nuestro cuarto, susurró tu nombre y lo fue arrancando sequé mis ojos de esta cortina que me ciega, dejé una almohada húmeda de conclusiones la nostalgia me arropó esta tarde, y me perdí en la noche que se duerme, y de todo se olvida.









 Grissel Canche Albornoz.-México

















Los viejos amantes 




Apoyando nuestras espaldas, 
nos levantamos invisibles.
¿Cómo pudimos soportar el día siguiente ?
¿No existe el peso de la vida dentro del amor ?
La noche alarga las sombras y las hace distantes.
¿Qué es lo que nos une y nos separa de todo ?
Sentados en la casa de los sentidos
cuando el corazón mandaba 
nadie calculó su estatura.
Enamórate locamente de mí,  
dije entonces, 
de cada trozo que construiste,
más allá de tu cuerpo. 
Enamórate 
de mi alma
en la tuya,
donde presumimos ser uno en el otro,
dije entonces...
Frente a nosotros la vida que pasa  
y lastra el peso de su propia herida.
Solo un verso recuerdo de entonces : 
"Fíjate en la lámpara
cuándo arde el aceite,
en la leve lumbre de dos cuerpos unidos 
en una sola sombra
cuando no quede nada".




Hector Berenguer- Rosario- Argentina











¿Te acordás el día que dejaste de ser chiquito? 
Estábamos tomando sol en la pileta, y mi hijo Joaquín, de tan sólo cuatro años, me sorprendió con esta pregunta:
Papá: ¿vos te acordás el día que dejaste de ser chiquito? Me lo quedé mirando. Al instante sonreí. Me repuse en silencio mientras un sinnúmero de imágenes pasaban por mi mente.
No recordaba cuál era el día que había dejado de ser chiquito, pero en cambio sí podía contarle lo que significó para mí alguna vez haber sido un niño.
Entonces le dije: Recuerdo que yo era chiquito cuando llegaba fin de año y mi viejo me regalaba el  “Patoruzú de oro”.
Era pequeño cuando miraba por televisión "Los Tres Chiflados" y a "Hijitus", acompañado por una taza de mate cocido.
Era un niño cuando mi tía me sorprendió una mañana regalándome una gomera. Cuando mi casa de Ensenada se atestaba de mosquitos y debíamos prender un espiral. Ese olor es mi infancia. Y esa casa creo que la encontré el otro día en un sueño.
Era un simple pibe cuando daba la vida por un partido de fútbol. Cuando jugaba a la bolita a tres quemas. Cuando juntaba figuritas y cambiaba el álbum lleno por una pelota de cuero número cinco.
Cuando una vez me subí solo al tren que pasaba a tres cuadras de mi casa. Cuando fui por primera vez al cine a ver una película de Bruce Lee. Cuando sentía galopar la alegría en un caballito de madera.
Pero vos me habías preguntado qué día había dejado de ser chiquito. Entonces te miro y pienso: ¿Cúando se deja de ser chiquito? ¿cuándo empezamos a mirar el noticiero? ¿Cuándo preguntamos qué cosa es la economía? ¿Cuándo renovamos el documento? ¿Cuándo nos quedamos solos y elegimos por primera vez una canción? ¿Cuándo por fin nos sale el nudo de la corbata?
Claro, vos te reís de todas estas cosas que te digo. Entonces te miro y pienso: ¿no será un sueño este juego que me propusiste, en el que yo te explico que día dejé de ser chico, y vos me regalas este inmenso privilegio de ser tu papá?

Hector Fuentes- Argentina

Déjame contarte pequeños secretos








Déjame contarte pequeños secretos,
y mirándote a los ojos decirte que te quiero,
que los soles de mis dedos supuran de luz en tu universo,
y en la póstuma algarabía, en tu destino me encuentro.
Abrazo a tu cuerpo descuidado de cariño,
y tremolo se vuelven, los pasillos del olvido.
Te rescato con mis besos, mas que nunca solo mío,
y en el adviento de la gracia, te has de quedar conmigo.
(Palabras de mi alma)






Jorge Amado Serrano- Argentina





















Atrévete





Como sirenas a los navegantes,
engañado, destrozado
te vas de bruces
contra los acantilados.

No recuerdes momentos
que ya se fueron,
cuando solo el silencio
tapó el llanto.

Suelta amarras,
abandona el puerto seguro,
atrévete, explota,
sueña, vive.



Maria del Carmen Latorre-Rosario- Argentina










Abismo Azul…






Miro
el espacio, el abismo, el infinito,
late en ese plano, fugaz y temblorosa
una flor derramada, una gota de luz apretada en capullo…
Raso puro en mi cielo azul celeste…
jadea mi esencia, prisionera en sí misma.
Como un punto en la nada que deja su mensaje…
empezó a parpadear desde otro tiempo,
como rastro entre estrellas , luminosa…
Destinada a brillar y enamorarte
va mi alma en tu busca….








María Ángela  Itza -Buenos Aires- Argentina




















Un cadaver de olvido

Un Cadáver de olvido





En algún cajón
En algún recodo
En algún camino
Debajo de una piedra
Olvidado en un abrigo
Cual andrajo bajo el sol
en oxidada cuerda
O como un arrugado 
papelito en un bolsillo
Tú te quedaste...
Es posible que entre hojas
de algún viejo libro
con palabras que nada dicen
Todo un mustio recuerdo
amarillo seco deshecho
de la flor que bebimos
Eres aquello que yace
sin duelo, lo perdido
que no se extraña ni quiere
 un cadáver de olvido




Mary Ramos- Venezuela














“Contemplando”

Contemplo
caminando con calma
el rayo del sol
naciente entre ramas
el alba se despierta
despidiendo se de la noche
con su follaje despeinado
perfumada a roció
belleza de color manzana
de contraste a canela
de espinas secas
atesoro la temporada
con placidez despierta
al Adagio
que deja la madurez
del amor en el aire
de sueños durmientes
caídos en el vació
Contemplo
mientras las aves
en su canto de emigrar
llevan plegarias en sus alas
pra que el fruto
sea sembrado
con mas fuerza en el jardín
del sentir humano
al umbral
de su próxima primavera
espacio de separación
que se siente entre los dos
Contemplo
mientras el señor viento
se lleva el secreto
de su renacer y morir
en cada hoja
dejando la huella
de su amor escrita
en la canción del tiempo
que amando se muere
como el día y su noche
abrigados de la hoguera
de su LUZ eterna
con la esperanza
de la gracia de lo divino
del revivir de nuevo


Monserrat Pardo-N.J. Usa




De adioses y recuerdos



Princesa del desorden
acuarela del canto,
bruja irremediable y oscura,
te vienes
como un viento desbocado,
sangre infinita de la sangre,
agua dulcemente triste,
Todo,
todo calla a tu paso
todo menos tu alma
que grita en la noche
como un pájaro ciego.
Vuelves derrotada
a la ciudad prohibida.
Y así,
caerán sobre ti
las últimas escarchas,
el último rayo de luz,
la nostalgia herida,
el peso de la culpa.
Tus ojos en los míos
no volverán a mojarse,
te irás apagando
como un cirio consumido
serás,
la última gota del desastre,
te irás alejando, diluyendo
por la antigua calle de la noche
y tras de ti,
caerá el telón,
como si nunca
hubieses
existido.



Pablo Mauricio Barrattini Vidal-Chile





No querría dejar de despedirme




..no quería dejar de despedirme de aquellos, 
mis calderos...
tibios...
como un abrazo apretado
secretos...
de amigos entrañables
y luminosos...
de buena compañía
...!! ay de ellos, que dieron tanto de sí ...!!
Por eso , hoy decidí
encender la chimenea de casa
como la magia y el presagio de
"estar juntos"
...en éste,
mi nuevo hogar...
reconstruyendo mis geografías con historias
o aquellos cuentos que recuerdo...
augurando un año lleno de nuevos abrazos...
de encuentros...
con despedidas...
o despedidas... esperanzadas
de reunirnos otra vez alrededor del fuego...
...Feliz comienzo de un nuevo año
y...
tener la dicha de seguir vivos
otros tiempos ...
más para estar 
y seguir juntos !!!


Pilar Ferrer- Argentina









Silencio infinito




La lluvia cae lentamente.
El asfalto vaporea.
Un silencio infinito
grita la espera
en el temblor de las horas.

Gemir del viento…
de nuevo el silencio,
impasible, completo,
hálito de miedo, oscuridad,
silencio hueco
de nada lleno.

Ansío en mí
escuchar un grito,
un gemido de amor,
un último estertor,
mas….
todo calla,
hasta la lluvia mansa,
mientras suda el asfalto.






Rafael Serrano Ruiz- Madrid- España

















Cae la lluvia sobre el techo de zinc








Cae la lluvia sobre el techo de zinc,
cae desde muy alto. Las chapas
guarecen más que el cemento denso.
Si alguna gotera se manifiesta
y filtra su fría perla persistente,
qué tenemos allí:

es sabido,
ninguna perfección se ha dejado ver
sobre la tierra,

no obstante, acaso

esa arrasadora música sobre nuestras cabezas.
    
Coros de ángeles.

                                           de "Cuaderno del no hacer nada" 
                                             
                                                                                           



Roberto Daniel Malatesta- Argentina















Notas suaves:






Las notas se desgranan suaves,
así como la brisa a las hojas,
que seducidas,
en tenue movimiento,
sus encantos al tiempo regalan.-
Las notas se desgranan suaves,
y tú suspiras apenas perceptible,
rompiendo la premisa de color,
que al día precede,
pues eres más que el día,
y un poco más que misterio.-
Es la sinfonía eterna,
que deja extasiadas a las estrellas,
mientras ellas en el mar se sumergen,
en esos foquitos de luz,
que en las olas a la ronda juegan,
mientras tú a la arena seduces,
en los hilos brillantes,
que dejan los caracoles al pasar.-
Notas suaves, delicadas, sublimes,
Beethoven en un vals,
que revive del pasado,
y se hace poesía en las odas apasionadas,
mientras  tú suspiras apenas perceptible,
rompiendo la premisa de color,
que al día precede,
pues eres más que el día,
y un poco más que misterio.-
                                                                             

Victor Kartsch Brenh-Paraguay






Cuando en el mar…






Cuando en el mar, los caballitos blancos
dejaron, ya cansados, de saltar,
el cielo ensombrecióse  de repente
y vi entre tus enaguas un lagar.

Fue en tiempos de milagros, cuando de hombre
venía sollozando a declamar
ensalmos por lograr que con caricias
pudiérasme las penas consolar.

Quizás fui un ser sin cuerpo ni alma,
quizás me conformé en solo soñar
que algún pintor feliz me dibujara,
sin conocerme aún, para tu hogar.

Y así, viendo que el vino que guardabas
jamás beber podría, ni catar,
seguíme entrelazando entre volutas
de voces que escribiera por azar.

Tildaronme “poeta”, ensarté versos
buscando caracolas en el mar
y en besos de amargura fui a tu playa
perdiéndome en la arena sin llegar…


Xavier Coderch- Barcelona - España
















Indice de autores de Espacio del Poeta Febrero 2017


Nombre 1ºApellido 2ºApellido titulo Pais Orden Pag
Alberto Edel Morales Con cierta elegancia Cuba
74
1
2
Alibel  Lambert

Regálame los sueños Argentina
74
2
3
Amanda Gutierrez

Teñí al mar de rojo Mexico
74
3
4
Ana María Manuel Rosa El achuchero Argentina
74
4
5
Ana  Romano

Rumbo Argentina
74
5
6
Antonio Monzonís Guillén La vida y el tiempo España
74
6
7
Armelinda Nuñez

Ilusión Uruguay
74
7
8
Beatriz Ojeda

Búsqueda Uruguay
74
8
9
Carlos Alberto Gimenez

Me pides que tre escriba Argentina
74
9
10
Carmen Guzmán Cedeño El último antojo en un café… Venezuela
74
10
11
Consuelo  Jimenez

Mi sueño España
74
11
12
Diego Santiago Cazaaniga

Hay un hombre en mi Argentina
74
12
13
Emilio  Prado

Sueños España
74
13
14
Ethel  Belliz

Te siento Argentina
74
14
15
Ezequiel Feito

Lluvia para tortas fritas Argentina
74
15
16
Francisco López Merino Primera lluvia de otoño Argentina
74
16
17
Grissel Canche Albornoz Un suspiro en la noche Mexico
74
17
18
Hector Berenguer

Los viejos amantes Argentina
74
18
19
Hector Fuentes

¿Te acordáis el día que dejaste de ser chiquito? Argentina
74
18
20
Jorge  Amado Serrano Déjame contarte pequeños secretos Argentina
74
19
21
Mª del Carmen La Torre

Atrévete Argentina
74
20
22
María Àngela  Itza

Abismo azul Argentina
74
21
23
Mary Ramos

Un cadáver de olvido Venezuela
74
22
24
Monserrat Pardo

Contemplando U.S.A
74
23
25
Pablo Mauricio Brattini Vidal De adioses y recuerdos Chile
74
24
26
Pilar Ferrer

No quería dejar de despedirme Argentina
74
25
27
Rafael Serrano Ruiz Silencio infinito España
74
26
28
Roberto Daniel Malatesta

Cae la lluvia sobre el techo de zinc Argentina
74
28
29
Victor  Kartsch Brenh Notas suaves Paraguay
74
29
30
Xavier  Coderch Vives Cuando en el mar… España
74
30
31

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