lunes, 1 de agosto de 2016

Revista N.º 69 - ESPACIO DEL POETA

         Revista  N.º 69 -  ESPACIO DEL POETA
                           
                             REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
                                                                                  
                                                                                       Agosto 2016
        


                         La dama del armiño                                                          Leonardo Da Vinci






Lejos, en la baja gravedad






Lejos, en la baja gravedad, dejé de flotar las cosas una noche.
Estábamos muy juntos, creo, porque el aire era frío.
Mirábamos el resplandor rojizo de un astro en el cielo y a veces,
un poco de la aridez o la estulticia que corroen esta tierra.
El humo en los fragmentos de luz también flotaba.
En el canal de la bahía pitó dos veces un barco holandés.
Mi lengua repitió esta palabra: Litiusg, litiusg.
Todo lo imposible tuvimos esa noche desde una ventana abierta.
Estábamos muy juntos, lo recuerdo siempre.
Lejos, en la baja gravedad, las sirenas de tu pie danzaban















Alberto Edel Morales-Cuba



Cartas entre vates…










Tocados por las musas de las poesías,
comulgamos en un deseo latente,
desplegando la pasión en travesía;
Salir, juntarse y ser uno inmensamente.

Dios existe, nos expone su creación.
Bendice en hermoso ser de luz y amor,
sacudiéndonos en vibrante pasión
y haciendo de nuestros latidos el clamor.

(Qué) resaltan el elixir de la vida,
robándole segundos a la merced
de la noche, en esta pluma exigida
cual crepúsculo en versos amanece.

(Los) más bellos vestidos de la conciencia,
llegan susurrando en tinta candente
en esa dimensión de la distancia.
Caballero y doncella en acto presente.

Dos almas de reciprocidad desnuda,
ofreciéndose inmaculadas manos,
del sentir en la oscuridad profunda
d´este amor que nos profana y al cual amamos.

Ensalzando sentidos en locura,
al cual plasmando el latido que aún late,
creamos de amor perdido, la sutura.
Entregándonos las cartas… entre vate.



Alicia Climent.-Elche-Alicante-España





Opacidad





Merodean
los miedos
en torno a la respuesta
Incrustarse
logran
los fantasmas
El afán deductivo
escarba
los indicios
La mente
zigzagueada
por el sobresalto
y las imágenes
retienen la aflicción
La esperanza
titila
y se miran
ellas
La tarde
gotea en la ventana.

Ana Romano-Buenos Aires-Argentina
 Agua

Silencio.
El Universo se expande hacia
la eternidad total.
Miles de bloques de hielo
viajan entre planetas y estrellas.
Se acercan a la tierra.
Planeta azul,
como los sueños.
Se rompen en millones de fragmentos
 tornándose en fina cortina de bruma.
Ha nacido una nube.
Cae la lluvia en lánguidos hilos de seda.
El agua nutricia amamanta la tierra,
circula en las plantas
y estalla en las flores.
Esquiva, se filtra.
Emerge en mil manantiales.
Azules océanos, cada vez más azules,
cuanto más profundo vayas,
dieron luz a la vida.
Una gris neblina
se eleva en los bosques.
Cristales tallados bajan por las venas
de las hojas verdes.
 El hombre es agua,
agua es su ADN, refleja el alma humana.
Permítete fluir, salpicar, crecer,
con magnificencia.
Con valentía, sin vacilar,
como el agua, tu alma llegará más allá de los mares.
Somos cristales formados en esta tierra.
El agua de tu cuerpo
está conectada con el resto del agua
en todo el mundo.
El amor que liberes,
como riachos brillantes
cubrirá con su luz a los seres vivientes.
El sonido del agua es el eco de la vida.
Una melodía de curación.
No te resistas al flujo.
Tú eres agua...

                                         

 Ana Unhold-La Plata-Buenos Aires-Argentina


El tiempo pasa






El tiempo efímero
nos deja
la huella del recuerdo,

un recuerdo marchito.
Una idea
se escapó de nuestras manos
y el sentir,
de nuestros corazones.
Unos días felices,
agonizaron en pasado.
Una palabra
ahora no sirve de nada.
Arrepentirse,
no vale recordar ahora.
El tiempo pasa,
enemigo permanente
que borra toda huella
y no perdona.






Antonio Monzonís Guillén.-Valencia-España







Pesadilla




Las garzas y los sueños, son pesadillas luego de tocarte.
Son pesadillas insomnes tus besos nunca otorgados.
Parecen ranas que caen por los árboles tus ojos si
no me miran, y miran a otro lado; pero tengo rabia
por ver tantos fantasmas en tu nuca en mi sueños
cuando te extraño y no llegas...¿es la locura, acaso
este modo de ser o es petulancia? Tú dilo, despierto
a la hora nona para escuchar tu decisión como un
parto amoroso...y no dormiré jamás si tú no me
contestas. ¿Ha quedado claro? Subo a las ramas
y de inmediato, horas después: desaparezco…






Benjamin Adolfo Araujo Mondragón- Toluca México









Crepita el lirio en mi boca

  
Tal vez muriendo, con soplo de vida
  Renazco...  subo a los cielos..   
  Y me planto firme en tu piel de arena.
 En el engranaje casi perfecto
 De tus articulaciones,
nube y bruma
Bruma y fuego…
 Fuego silente que me enciende el verbo
Que me apaga flama…
 En la augusta aurora de mis atropellos
 No valió de nada la fuerte alambrada ,
Para acorazar mis fuertes latidos,
 Supiste saltarla, o quizás…
 Como una  serpiente   sinuoso 
 arrastraste las  briznas del suelo.
Vienes y te enroscas, donde arden mis manos .
 cual áspid glorioso hincas tu aguijón.
El dulce veneno se ocultó en mis venas.
 Se acallo en la arena, humedeció la bruma…
 …Siento que florezco
 Entre tu piel fría,
mi invernal hoguera…
 …No sé si fallezco en dulce veneno,
 O crepite trémulo el lirio en mis labios. 



Carmen Guzmán Cedeño-Curmaná-Venezuela





Quietud serena…

... volví a pisar tu playa,
despacito me embarque en tu cuidadosa bitácora
delinee con mis dedos, cada una de tus palabras
e ilumine cada estrella de tu escondido mapa
sal y viento, caricias y besos
en tu desvelo me iba sumergiendo.....

...sin horas, sin tiempo desnuda de sentimientos
con los deseos prendidos en el pecho
robando la magia de los sueños
en cada caricia, en cada silencio
en cada instante, tan preciso, tan concreto
se vestían de colores los recuerdos....

... con los anhelos y conjugando verbos
las manos tejen el traje del deseo
tus alas de luz se deslizan abrazando mi cuerpo
serenidad perdida en tu boca, en tus besos
altar de fulgurantes destellos en la espesura del tiempo
a tu latido fundida.... quedo.....

... con la música en el viento,
con tus ojos, con mis manos
por en el laberinto del cielo he paseado
abrazada a la esencia de tu ser
agitando mis labios al silencio he gritado
que vives bajo mi piel….


Carmen Leyre Quintana-Torrejón de Ardoz-Madrid




Vivencias de un pasado



Dejé que la sangre corriera por las mejillas y mi cara; cuando el cielo oscuro cubría mi madurez temprana.
La infancia fue de dicha, juegos dentro y fuera
de la casa, el tronco del árbol triste
soltaba sus hojas color esmeralda, turquesas y rimas
al aire volaban.
Aquella primavera... pronto se fue a la plaza vestida de blanco subido, con barba y corbata; pantalones largos, un morral de huichól a la espalda y un arsenal de versos escritos con horchata,
odas al viento, amores de la distancia.
El jardín se volvió leyenda,
aquel amigo que por las tardes, cómplice me disfrazaba entre sus ramas y huecos, el verano acababa,
...y yo, sentado a la orilla de una cancha,
viendo pasar los años, recordando a mi amada.
Palomas volaban al centro de una quimera larga con dos torres iguales, un campanario sonaba cuando siendo las doce, mi vida... apenas llegaba.
La juventud se fue de pronto, cual si fuese agua
bebiendo de un golpe mi vida, una daga me asechaba
clavada en mi pecho estaba, y gimiendo por la sangre derramada.
Hoy recuerdo esos tiempos, con melancolía inigualada, sintiendo los vientos del norte, como golpean mi cara, llorando mi tierra por dentro, de esa dicha inmaculada.




César Curiel-Durango- México









Sueño mágico


Agotado anoche me dormí
en un sueño muy profundo
sin darme cuenta Yo estaba
cuando de repente Yo sentí
como de tu mano iba Yo
recorriendo un sendero
tan hermoso como lo eras tú
antes de viajar al Jardín del Edén .

Me hablabas mentalmente
con tu suave voz angelical
invitándome a pasear junto
a tu dulce compañía al cielo
en tu bello Jardín del Edén .

Emocionado y en silencio
seguía tus pasos sin hablar
mientras me contabas tus
sueños y experiencias
mostrándome tu jardín
rodeado de miles de flores
de millones de colores mágicos .

Tiernas aves trinaban canciones
al vernos juntos pasear
tal como lo hacíamos Tú y Yo
en cada nueva Primavera de amor
celebrando nuestro Aniversario
rodeado de Mariposas y Rosas
que brotaban para nosotros .

Ya confundido me sentía
pues mi mente real me decía
ten calma pues solo es un sueño
más Yo convencido que era real
y no deseaba ya nunca despertar
si acaso era solo un sueño más .

Me has hecho tanta falta mi amada
que hasta despierto te logro sentir
y es tanto mi deseo de verte
que ruego a mi Dios que venga
para que me lleve frente a tí
y nos permita una vez más
convertir nuestro amor real
en un eterno sueño mágico .

Claudio Kruger Ahues .Rancagua-Chile



Ódiame o quiéreme



Bórrame de tus ojos
de tu fría madrugada,
de los hilos de tu sangre
de tu boca y de tu cama.
De las yemas de tus dedos
de tu luz y esperanza.

Déjame llorar tranquila
con mi dolor encerrada,
que tu amor es un enjambre
de aguijones que se clavan.

Que mis ojos son dos ascuas
y mis lágrimas espadas.

Que mi dolor ya se escucha
por encima de las casas
y mi lamento en el aire
hasta los niños lo cantan.

Deja que mi amor se hiele
turbio de horas pasadas,
que mi pecho sea granizo
y mi piel paloma helada.

Deja que el olvido envuelva
a mi alma desgarrada.
Ódiame, o quiéreme tanto...
¡que hasta la tierra se abra !
Clotilde Román-Granada-España

¿Acaso has comprendido algo?




Sería como si se tratase
de disculpar al mundo
de ser mundo
redundancia que exhala traición
un toque de cinismo
y algo de olvido melancólico
como si se tratase de juzgar al silencio
por carecer de miedo
mientras recorre algún cuerpo desarmado.
Sería una historia como cualquier otra
si no fuera porque ha sido la mía
la que se trabó entre tus dientes de leopardo
sería
una historia como cualquier otra
si hubiera sido
otra historia cualquiera.
¿Acaso has comprendido algo
o aún continua aterrándote la razón?




Concha González Fernández.-Salamanca- España





La llave






Su mirada breve
me acompañó
a través de la plaza pálida
Estaba distante,
pero  de pie
frente al  ayer huido

Su boca  fría
contrastaba con mi sed confusa
entre recuerdos.
Yo apretaba la llave tibia
en mi bolsillo.

Divisé la oficina
del escribano
en la vereda infinita

           Y no hizo falta decir nada.
Le di la llave de la casa vieja,
la nuestra,
mientras con furia
apretaba una mano
ausente.


Diana Luz Bravi-Rosario-Argentina




Irreal







Este pudor de
reverso de espejo
se llama noche,
se llama beso.

Escondido detrás,
cotizo virtual.

Soy tu sueño
sin precio,
cruzada
sin santo grial.


¡De amor
que me 
mate la luna
argenta
              (y-real)




Diego Santiago Cazzaniga-Rafaela-Santa Fe- Argentina









Para dejar de adivinar sueños dejo el lecho




para dejar de ver milagros...
Voy a la mesa para que mis codos
los hagan los encarnen olvidando la espalda.
Mi brazo alargado cae en el vacío con frecuencia
y las limosnas en la arena.
Y de la mesa voy a la ventana
y alzo los ojos para ver espacios en fuga
y poco después rayos luminosos de estrellas
que salvan el cielo y el corazón.
Desayuno pureza y fortaleza.
Los trenes no son lobos. Aúllan como lobos los trenes.
Vuelvo a la ventana: pájaros en el tejado
ventisca por las calles un gato sobre un banco
rojas las copas de los árboles
apuntan las jóvenes ramas de la inmortalidad...
El pasado aún está por venir para nosotros
porque hay lenguas en que nido rima con estrellas.
Revelando y rompiendo la magia de la magia
me siento como un atlas liberado
que suspira del pecho con alivio.




Ezequías Blanco-Zamora España






Caminando al anochecer








Sujeta bien fuerte mi mano, ¿sabes?
Dentro de poco desaparecerá el camino,
los pájaros callarán cuando el crepúsculo venga
harapiento y pobre como un mendigo.

Estréchame muy fuerte, yo guiaré los pasos
y la tibieza de mi cuerpo nos dará el abrigo
que necesitamos para soportar tantas estrellas
que a buscarnos vienen de la región del frío.

Una es nuestra carne, uno nuestro aliento
en esta noche quieta que borró el camino.

¡Ay, noche sin sombras, cielo sin vida, viento que escuchas
a dos enamorados rezar como los niños!






Ezequiel feito-Buenos Aires-Argentina











"Abrazo universal"




Late el mundo cada instante,
siempre y en cualquier lugar;
late y vibra, sueña y canta
por poblarse de amistad.
Se iluminan los abrazos
con el pulso de los pueblos,
con el agua y con el viento,
con la siembra de tus sueños.
Se reinventan tantas ansias
que una vez soñamos juntos:
¡ ansias de una tierra libre,
tierra unida, mundo justo!
Abrigamos en el alma,
en los ojos, en las manos,
las mañanas florecientes
por una equidad de hermanos.
Se iluminan los abrazos
con el pulso de tus sueños,
con el agua y con el viento,
con la siembra de los pueblos.
La esperanza del futuro
abre paso al cultivar
¡un planeta para todos
y un abrazo universal!

Fernando Adrián Zapata-Argentina










Desencanto






Esperar demasiado de un momento
diseña la desilusión.
Una luz cálida rompe la cerrazón
y visualiza un camino diferente.
La resistencia a avanzar acompaña pasos indecisos y temerosos
que juegan a seguir el sendero
a pesar de todo.
¿Qué esperaba encontrar en esa senda?
¿Acaso la puesta abierta
a una tibieza acogedora,
bien estable, madurada, expectante?
Pero, en cambio, ve sus manos.
se extasía en su sonrisa.
Y espera
lo que no llega.

El desencanto nubla el camino.
El regreso es bruma… aun más cerrada,
sin manos, sin sonrisa, sin tibieza.
Sin luz.







Hilda. González-Concordia-Entre Ríos- Argentina





Mientras el agua cae





Mientras el agua cae
sobre tu cuerpo
                           yo pienso
que de todos los cuerpos del mundo
tú posees el más preciso.
Tienes algo de intercambiable
conmigo, algunos órganos secretos,
                           los más saludables y hermosos,
o el sabor
o la mirada.
Ayer
me acerqué por tus espaldas
y deslicé mis manos
bajo tus axilas
hasta tocar tus senos. De pronto
sentí
el temblor de una restitución:
si yo hubiera tenido tetas
serían
como las tuyas.




José Watanabe-Perú






Siento que me elevo por momentos







"Siento que me elevo por momentos
sin ayuda del aire ni del viento
acaricio las estrellas sonriendo
y mis lágrimas
van cayendo sobre el tiempo
me gustaría expresar con palabras
lo que siento,
cada vez que te miro y no te encuentro"







Liliana Aguirre Morelli Avellaneda-Argentina











Puntos de vista



“A través”, es un modo de ver,
de penetrar el árbol con palabras
que diluvian y lloran en la noche.
Dejar en buena vista las llamas,
los invisibles fuegos que alejan
la esperanza de ser trueno
y caer en ti:
 espacio eterno y mar.
La elegía que rompe y cruza
el vítreo espasmo del cristal,
el espejo que dona solamente el vacío,
la fábula de luz inmóvil del jardín
hecho con verbos consumados
y perennes inquietudes.
“A través”, es la transparente hora
que conjuga poemas más allá del amor,
el diálogo del alma en movimiento,
el migratorio instinto de llegar,
dejar la sangre en las barreras
que caen a nuestro paso.
Andar a la deriva después de las mil noches.
Abandonar mis ojos al beso en tu mirada.
“A través”, es llegar a tu cuerpo
fundirme en él sin ser lampo
           espada o tiempo
y saborear tu piel hecha soneto.



Lionel Licea-Cuba


Se me escapa mi aliento



Se escapa mi aliento
y choca contra el vidrio
escurre mi lágrima
hasta tu cuerpo tibio.

Me envuelvo en tus brazos
buscando tu abrigo
acuno mi cuerpo
cansado y dolido.

Espero inmóvil
gozando en tu nido
se corta mi aliento
exhalo un suspiro.

Sujetas mis manos
me hablas al oído
rozando mi boca
robas un gemido.

Preludio de arpegios
tus ojos en los míos
inerte contemplas,
mudo, sorprendido…

Flor del capullo
que ha florecido
sucumbe agotado
tu cuerpo en el mío.

Marcela H. Toro –Ushuaia-Tierra de fuego-Argentina

Un gran disgusto al llegar







Un gran disgusto al llegar.
que rompe ese entrañable
recuerdo de vivencias inolvidables
que tenías del lugar
Irreconocible e irremediable
Sin duda una escena lamentable
que sucede con demasiada frecuencia
y enseguida sabes quién es el culpable.
El que y el quien ha roto la magia
el encanto, la sonrisa de sus gentes
que eran serviciales, recibiendo
a sus visitantes  alegres y joviales.
Llenándose el bolsillo el de siempre,
han permitido que el polvo negro,
se junte con el ladrillo buscando el cielo

y destruya aquel entrañable pueblo.








María del Socorro Duarte- México







Como una araña



me desprendí de mi cuerpo
bajé por la falda de la sábana
caí en el suelo...
Miré la puerta y la abrí
y salí caminando
por las paredes y techos...

escuché las voces en la esquina
pero no estaba 

para husmear conversaciones.
Me asomé en una solitaria casa
y en mi jardín
salté sobre mi árbol
y sentí el balanceo del aire nocturno
Luego humana y etérica 

sané los linajes de todas la mujeres
que han tejido la vida
en mis genes y en el mundo
Y recité entre flores y flamas
el verso en que lo femenino vuela libre
Y como colibrí liberado, salieron
sanadas, curadas y llenas de luz todas ellas...

Y como una araña retorné a mi cuarto
y me metí limpia, y sana, armoniosa y feliz, en mi cuerpo


Mary Ramos-Barquisimeto-Venezuela








Lluvia






Me extravié de tu mano,
no se si me soltaste,
no se si te solté.
Con ella me abría paso en la niebla.
Tiempo, tiempo,
brisa,
lluvia,
noche.
Si pudiera quedarme contigo...?
Pero ando solitaria
por calles extraviadas
y me abordan las ganas insaciables,
de verme abandonada,
de ser pájaro herido,
de cortarme las alas.
Quizás es esta lluvia,
que escurre en mi ventana








Mavel Quijano-Colombia








Relato

El recorrido de esos 15 Km. , hasta el paraje Las Amintas había empezado hace casi 40 años....
El rastrojero de mis padres iba cargado de bolsas y tipas de panes y galletas...
Un pequeño cartel en blanco y negro indicaba "Paraje Las Amintas...doblábamos y a los lejos se veía dos casas...la última de todas era de la familia Zorzón...
Estábamos en el campo, cómo me gustaba el camino y los girasoles ....mirar el cielo e imaginar otros mundos en las nubes copiosas que a veces amenazantes nos anunciaban alguna tormenta. Era entonces cuando mi padre aceleraba la marcha..
Predestinadas al encuentro , nunca imaginé tanto tiempo transcurrido...y Maria Zorzon..sentada en la mesa de mi casa...recordando aquella nena, que bajaba con su madre a dejar el pan en las manos de la suya... Nunca imaginé y sin embargo sé, que fue unos de esos momentos en que el instante se hizo eterno... y no era Borges ni Man Ray...era la risa que daba círculos concéntricos con aquella birome azul...que Tomasito...el señor del almacén de la zona...intentaba aproximar a las tetas en cono, ..... las tetas puntiagudas de mi madre...que María azorada , observaba apostada detrás del mostrador, de aquel amigo de su madre...sin olvidar el gesto incómodo de la mía.... alejándose rauda de aquel erótico adminículo...que ya presagiaba aventuras inimaginables....son éstos días y el futuro ... tan cerca nuestro como aquellas huellas polvorientas del camino a Las Amintas. Nuestras madres jamás imaginaron semejante desenlace...aquel corpiño , y otros tantos del agrado de mi madre, eran vendidos de casa en casa por un viajante de apellido Antón , aseguraba traerlos de la muy lejana Norteamérica..confieso qué vendí uno de ellos a un transformista de Rosario, confieso que fue a parar a un escenario y recibió aplausos..confieso que la vida nos depara intensidad a cada paso y lo celebro!.






Patricia Cuarenta-Rosario-Argentina








Alguien








Alguien trazó en mis manos
presagios de acíbar,
conspiró en su aquelarre
la casualidad,
le fue muy fácil
desde su trinchera de enigmas
tejer en mi cuerpo,
con retales de un paraíso,
la afrodisíaca piel de un fruto
que muerde el deseo.

Alguien esculpió en mi sexo
la travesía del tiempo.

Alguien desde su propia angustia
llora por mí....
su destierro.






 Patricia Orellana-De Cuenca- Ecuador






Tiempo


Las manos le cubren el rostro.
Ronda de un misterio
estallando en su frente.
Mirada perdida que cede
recobrando firmeza.

¿Será cierto que el tiempo le olvida,
que no es como antes,
que se hace infinito?

Tiempos buenos o malos,
cortos o largos.
Tiempos relativos que van pasando.
Paréntesis de vida olvidados o perdidos
que pasan sin advertirlo…

Solo el tiempo,
ese intenso camino hacedor de vida,
en la decrepitud producida en su pasar,
muestra su grandeza
a quien verla quiera
y en él, fundido,
encuentra su eternidad





Rafael Serrano Ruiz-Madrid-España







Caminando tras la luna



Mis pasos palidecen,
delicados en la arena aun tibia,
que sedienta de mar,
se estremece como tú lo haces,
cuando mis manos,
el cuerpo te recorren.-

Es la extraña simbiosis del tiempo,
con la pasión del beso y del verso,
cuando la luna pone romance,
a la penumbrosa ambientación de la noche,
en esas horas,
en que me anhelas,
y yo te deseo,
no en el anhelo físico,
sino en la íntima cercanía,
que solo el amor construye,
cuando la pasión se hace omnisciente,
y los suspiros se extienden,
en el halo profundo,
que al infinito conquista.-

Y vamos tras la luna,
pálida, cansada de romances inmemoriales,
loca por llegar al final del horizonte,
para no competir,
con la íntima cercanía,
cuando tú me anhelas y yo te deseo.-


Víctor Kartsch Brenh-Encarnación-Paraguay
Un dia en el recuerdo

(A mi amado hijo Cristián)
“El amor auténtico se encuentra siempre hecho. En este amor un ser queda adscrito de una vez para siempre y del todo a otro ser. -José Ortega y Gasset-

Una noche fría de julio regresaba a casa pasadas las 12 de la noche, luego de celebrar el cumpleaños de  una amiga.
Apenas abrí la puerta, algo distinto había en el ambiente. La luz, en una mesa esquinera, estaba encendida y junto a ella, una pequeña silla plegable que solía usar mi hijo en su pieza.
Al pasar frente a su dormitorio y no ver el televisor, era la confirmación más real.  Sentí que se me apretó el estómago, el pecho, la garganta, todo.
Corrí al teléfono a llamar a Susana, una amiga que ya había vivido la experiencia que yo empezaba a vivir. La ausencia del hijo, el nido vacío, diría algún texto relacionado.
 Mi voz, apenas audible alcanzó a decir:  Su. …., no digas nada, se fue tu hijo, me dice y lloramos, ella solidaria, o tal vez, recordando aún la partida del suyo. Le había comentado que Cristián me lo anunció días antes, “madre, en cualquier momento me voy de casa” con su mirada, clavada en la mía,  “sin pena eh?”.
Perdí la noción del tiempo, nos despedimos. Toma un vaso de leche caliente, recuerdo que fue lo último que me dijo; me dirigí a prepararlo. El frío era más intenso, más vacío, más sólo. Al pasar frente a la mesita, apagué la luz y entré a la cocina como a un lugar desconocido. Empezaba a entender “sensaciones” que mi amiga comentaba, no se pueden explicar, hay que vivirlas. Ahora tenían sentido real para mí.
Lo dulce y agraz de la vida; feliz por él que empieza a recibir los frutos de años de estudio y esfuerzo; pero, era mi único hijo y única familia y, pese a ser muy independientes, deseaba tenerlo en casa, unos años más;  pensaba en cómo reorganizar mi vida. Ya no tendría que preparar comida para dos, por ejemplo, alguna vez desee no tener que hacerlo a diario; tendría más tiempo libre para leer.  En ese ir y venir de ideas, en forma casi automática, coloqué en una bandeja, la taza de leche y unos bizcochitos de almendras, creo, y me dirigí a mi dormitorio. Al pasar frente a la mesita, alumbrada sólo por el suave reflejo de las luces exteriores, que se colaban a través de las cortinas de las ventanas, tropiezo en una de las ruedas de la silla y caigo lanzando por el aire la bandeja.
La ley de Murphy; todo saldría mal ese día. A la partida de Cris., se sumaba la caída con  fractura del pie. Qué hacer?,  eran más de las 3 de la mañana, no me atreví a llamar a mi hijo y me recosté. Lo curioso era que no sentía gran dolor. Dudaba de que fuera “algo grave”, pero el pie estaba visiblemente hinchado.
Apenas amaneció, me dirigí al servicio de urgencia. Recuerdo que se jugaba un mundial de football y esa mañana temprano transmitían el partido de Chile. En el centro médico, no había mucha gente en la sala, pero la atención era casi nula, alguien comentó que los médicos estaban viendo el partido. Total, nadie, al parecer, estaba grave. Yo, resignada, no tenía nada qué hacer, nada importante, al menos; tenía la boca seca, con un sabor raro, desconocido.


El dolor de la ausencia de Cris., se mezclaba con la espera y el frío  de la estación. Hasta ese momento no había pensado siquiera en alimento. De pronto necesité mi taza de café con leche del desayuno, podía sentir el aroma y me dieron ganas de llorar. Cómo algo tan poco importante, aparentemente, podía provocarme tanta angustia y empecé a tomar conciencia de cómo serían mis siguientes días, si se confirmaba la fractura; algo caliente empezó a rodar por mis mejillas, sin poderlo contener. No sabía qué me afectaba más, pero, nadie podía ser tan desgraciada como yo en ese momento. De pronto escucho mi nombre como en sordina, luego más fuerte y regreso al momento y lugar … soy yo, soy yo. Me llamaban para una primera atención.
Después de los trámites iniciales, me indican otra sala. Las ganas de tomar algo, se hacía tan fuerte como imposible. Lamenté no haber llevado un libro. Los minutos me parecían horas. Empecé a contar las manchas de las paredes, clasificándolas de tamaño, luego de dirección. Sentí que me pesaba la cabeza, la apoyé en la pared y los momentos vividos, pudieron más con mis fuerzas y me quedé dormida.
La voz de una enfermera que me nombra, me despierta. Informa que debemos esperar con  paciencia, que hay un solo médico. La seguimos todos en silencio por un corredor. hasta el final de un pasillo. Solo nuestros arrítmicos pasos daban señal de actividad. Llegado mi turno, no alcancé ni a sentarme, apenas me saqué los suecos, el médico dicta a su ayudante “quebradura pie izquierdo…., términos técnicos, “ yeso hasta la rodilla…” más datos técnicos y se da por terminada mi atención. Alcanzo a balbucear algo, sin destino. Una enfermera me guía a una salita al lado. Le comento que el doctor sólo me miró el pié, me sonríe solamente, claro, no quería admitir que, ahora sí, tendría que avisar a Cristián.
Y llegó el momento; no sé cuales fueron mis primeras palabras, sólo recuerdo su voz, en tono muy marcado preguntando, qué?,  donde?.
Al verlo llegar, me sentí como pillada en alguna mentira y sólo le sonreí. Una vez en el auto, preguntó “qué te pasó?”, relato simplemente la caída y la hora. El escuchaba en absoluto silencio. Tratando de restarle importancia, hago referencia a un joven que  hacía bromas muy graciosas de los instantes más complejos, pero no alcancé a decir mucho. “no puedo creer, no puedo creer que no me hayas llamado”, repetía varias veces golpeando el volante. Nunca lo había visto tan enojado. “somos tu y yo, vieja y no me llamaste”, “no lo puedo creer”,  repetía otras tantas. Sentí que me invadió una gran emoción, nunca me había afectado tan fuertemente, un reproche y empecé a llorar, pero esta vez de alegría. Mi hijo seguía en casa, sólo un poco a distancia.

Victoria Gonzáles Badani-Chile
















Nombre
1ºApellido
2ºApellido
titulo
Pais
Orden
Pag
Alberto
Edel
Morales
Lejos, en la baja gravedad
Cuba
69
1
2
Alicia 
Climent

Cartas entre vates
España
69
2
3
Ana
Unhold

Agua
Argentina
69
3
4
Ana 
Romano

Opacidad
Argentina
69
4
5
Antonio
Monzonís
Guillen
El tiempo pasa
España
69
5
6
Benjamin A
Araujo
Mondragón
Pesadilla
México
69
6
7
Carmen
Guzmán
Cedeño
Crepita el lirio en mi boca
Venezuela
69
7
8
Carmen
Leyre
Quintana
Quietud serena
España
69
8
9
Cesar
Curiel

Vivencias del pasado
México
69
9
10
Claudio
Kruger
Ahues
Sueño mágico
Chile
69
10
11
Clotilde
Román

Ódiame o quiéreme
España
69
11
12
Concha
Fernández
González
Acaso has comprendido algo
España
69
12
13
Diana
Luz
Bravi
La llave
Argentina
69
13
14
Diego
Santiago
Cazzaniga
Irreal
Argentina
69
14
15
Ezequías
Blanco

Para dejar de adivinar sueños de lecho
España
69
15
16
Ezequiel
Feito

Caminando al anochecer
Argentina
69
16
17
Fernando Adrián
Zapata

Abrazo universal
Argentina
69
17
18
Hilda
González

Desencanto
Argentina
69
18
19
José
Watanabe

Mientras el agua cae
Perú
69
19
20
Liliana
Aguirre
Morelli
Siento que me elevo por momentos
Argentina
69
20
21
Lionel
Licea

Puntos de vista
Cuba
69
21
22
Marcela H
Toro

Se escapa mi aliento
Argentina
69
22
23
María del socorro
Duarte

Un gran disgusto al llegar…
México
69
23
24
Mavel
Quijano

Lluvia
Colombia
69
24
25
Patricia
Cuaranta

relato
Argentina
69
25
26
Patricia
Orellana

Alguien
Ecuador
69
26
27
Rafael
Serrano
Ruiz
Tiempo
España
69
27
28
Víctor
Kartsch
Brenh
Caminando tras la luna
Paraguay
69
28
29
Victoria
Gonzáles
Badani
Un día en el recuerdo
Chile
69
29
30