miércoles, 1 de enero de 2014

Revista Nº 38- Espacio del poeta

         Revista  N.º 38 -  ESPACIO DEL POETA
                           
                             REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
                                                                                  
                                                                                   Enero 2014
        







Claude Monet
        












El encuentro
(Microrrelato)
Era de noche y hacía mucho frío.
 Un hombre alto, de cara angulada y cetrina piel; tenía, asida de  su huesuda mano, la crin corta y amarronada de su  pequeño asno.
 Minúsculas gotas de agua, que salían de su aguileña nariz, se perlaban al caer sobre su barba gris.
Por el sendero, apenas iluminado por la luna, le salió al encuentro la Muerte.
-¿Hacia dónde te diriges, hombre bueno?-le dijo en un tono gutural, con maliciosa inflexión.
El hombre, sorprendido primero, temeroso después,  se limitó a decir:
-Vengo de Al Huhassan,  y me dirijo a mi hogar, que está en Deir ez-Zur.
-Y tú de dónde vienes-prosiguió, el hombre, con un tono  de voz entorpecido por la angustia.
-Eso a ti no te incumbe. Yo voy discurriendo por el mundo, sin más. Últimamente, me conformo con un óbito diario. No olvides que con la edad, nos volvemos más improductivos.
-¡Oh Señor de las Tinieblas! Tengo suma prisa. Te ruego que me permitas llegar a casa, antes de que despunte el alba.
 Debo entregar estas medicinas a mi familia, con urgencia.
-Si, ya lo veo. No temas buen hombre. ¡Vete en paz ¡ Porque esta mañana, ya cumplí con mi faena.

 Y estuve, por unos instantes, en Deir ez-Zur.



José Romero Espasa Muñoz- Benidorm -Alicante -España





Décima simple...-.



Cada hombre tiene un drama,
un sainete, una comedia;
a veces una tragedia,
con desenlace y con trama.
La vida, esa impía dama,
que al ser atrapa y coloca,
en su trance al porvenir,
enfrentando al existir,
mientas la mente trastoca...,
La vida ,infiel, nos convoca,
y nos lleva hasta el delirio,
impulsa al hombre al delirio,
y entre angustias lo sofoca.
La vida al fluir nos toca,
y nos invita al placer;
marca sutilmente al ser,
sin que acaso lo advirtamos
que, cada paso que damos,
ya no nos deja volver....
La vida debiera ser
un discurrir placentero;
pero su ritmo severo
no nos mide el parecer.
En la vida, un mal querer,
de esos que el ser nos destruye,
de tan mal manera influye
que del amor renegamos,
y ya jamás aceptamos,
que el rencor nada construye...
La vida, eterna obsesión,
es devenir. Lucha, entrega;
es un bajel que navega
en pos de nueva ocasión.
Quien presente el corazón,
enrumbando al porvenir,
jamás habrá de morir,
porque aunque al fin sucumba,
emergiendo de la tumba,
logrará sobrevivir...


M.º Nieves Merino Guerra- Gran Canaria- Canarias- España





INFANCIA"

Con la misma pluma con que escribo poemas
con la misma frescura de fontana,
con la misma gracia de juegos en las calles,
de escondidas bajo las farolas de los patios,
de figuras con gallos de veleta
de todo aquello que he visto,
que he oído y he vivido;
Vírgenes atravesadas por puñales,
jarrones con peces y arreglos florales,
niñas en las ventanas y azoteas,
ángeles de las torres,
juegos y hamacas en las plazas,
relojes en los campanarios
escudos dominantes y banderas destenidas,
arlequines, señores de trajes, mendigos,
soldados ebrios y enamorados,
curas y monjes escondiendo sus pecados
bajo la tela opaca del disfraz,
eruditos, sabios y políticos
partidarios de los que no tienen nada
y hasta la tranquilidad de la nada se les niega,
llanto en la sombra de la noche
cobarde de asesinos;
Con la misma pluma con que he escrito
a este pueblo que sigue siendo mío
ríos corredores de alta montaña
dueño de espumas nuevas
en medio de las soledades
crucificadas del desierto sur,
viento que llaman con su canto
peregrinos de aullidos,
como la sangre derramada que grita
desde los cerros, desde los coirones amarillentos,
desde el “paralelo 42”
hasta el frío nevado del Anecón.
Con la misma pluma con que escribo
aquel paisaje de juventud
como una eterna estudiante en vacaciones,
esos mismos paisajes que tantas cosas
dijeron a mi poesía;
Entre los tirantes estíos de Harosteguy
movidos de manzanos y limoneros,
aquella guitarra firme en las manos de mi PADRE
invadiendo los silencios de las noches,
enredando grillos en sus acordes de milongas.
¡Que fascinante! Había magia, duendes,
algo irresistible en todo aquel sitio campestre,
Ah...esos días de mi infancia
que no quieren desprenderse;
No hay escarcha de luz que pueda enfriar
tanto sentimiento,
no hay canto ni diluvios de azahares
que puedan cubrir tantos recuerdos,
no hay cristal que cubra de plata
tanta luna reflejada en las retinas
hay sí, un nombre, convertido en hojas
bajo la palma de mis manos,
que después de recorrer este extraño camino
hasta la pluma,
acaba convirtiéndose
en rayos de luz, que fue mi “INFANCIA”.

 Nora Flamini Avellaneda- Argentina





Hoy...



incierta...desterrada...perdida...
de aquello que me llama...
quebrantando mi hoy...
masticando el ayer...susurrando el mañana...
como el agua que corre sin remedio y sin cauce...
sin poder encontrar el poder de mi misma...
perdida en las sombras que me habitan a diario...
quebrantando mi alma...
cercenando caminos...
de silencios forzados...
de olvidos compartidos...
Hoy...
mi corazón se llena de doloroso hastío...
de huellas invisibles, marcadas de recuerdos...
recuerdo que me siguen, que me acosan y matan...
danzando al compás de mi promesa rota...
para volver a encontrarte en mi recuerdo mañana...!!

Alejandra Leal Gana-Chile






SOLEDAD, ÚNETE A MÍ




No merezco nada;
mas que el olvido allá en el horizonte
donde el sol se oculta
y la noche reina

¡Soledad se mi compañera!
ni el sonido arrojo de un poema sutil; anhelo
ni los cariños del amor sublime de pareja, se unen a mi
ni las efervescencias de una amistad
dulce y pueril han de estar conmigo

El cariño no es cariño
cuando emocionalmente se deshace
en zafiros para desaparecer en polvo

En agua para hacerse vapor
mejor es irme… ¡YO Sola!
Sin nadie ni nada a quien yo pueda perturbar

Soledad amada
hace más de 20 años eras mi mejor amiga
en las bellezas de tu aroma mil reflexiones me otorgaste

¡Hoy deseo seas tú, mi eterna compañera!




Alejandrina Arias-Autlan-Jalisco –México





UN NUEVO SENDERO…

Ya no aguanto ni siquiera mis huesos.
No espero nada ya de la vida.
Pues ni siquiera mi dolorido cuerpo,
me persigue y hace de mí la huida.

Estoy cansada de llorar y reír.
Sólo veo en mi piel su marchitar,
como otoño que registra el vivir.
Ya mis ojos no pueden ni mirar.

Sólo encuentro temblores en mis manos
cuando las alzo para recordar
Y en mi corazón en latir en daños,
hacen que mi cuerpo quiera parar.

Ya no hay duda de mis pasos al andar,
pues sólo en sueños recorren la libertad.
Ni siquiera para poderme levantar,
cual mi alma prepara su despertar.

Ya tan sólo me queda un rezo emigrante,
Que divaga en mi mente sin razón,
se pierde en los ecos al cante
de baladas continuas en pasión.

No hay milagros en lo que se acaba.
Ya es principio de un camino nuevo.
Allí me esperan algunos que amor me daban.
Cual mi alma a Dios .. que en su senda… llego.

Alicia Climent.- Elche- Alicante- España






No se busca la redención






No se busca
la redención 
con la palabra
no basta
 con ser
 voz
de madera y cerrojo
con creerse
 posibilidad infinita
y más allá
No basta
saberse paso obligado
y dejar salir 
las nostalgias 
por las rendijas
hace falta
ser fábula
oler a teca
ser crujido
tener textura
de metal
de astilla 

Amanda Reverón-Venezuela




Contrasentido




Licencia
que encabeza
la arbitrariedad
Preludio
que amedrenta
la recuperación
Creencia
que evoca
el orgullo

Mutila
los cuerpos
el sicario
Domina
la soberbia
las vestiduras

El cíclope
agrupa
el instrumental
Desnudo
el nódulo
mendiga.


Ana Romano- Buenos Aires- Argentina




Sin título





Tomas levantó el chato y pegó un sorbo, el vino se balanceó en el vaso dejando una lágrima regodeándose sobre el cristal.
-¡Chico, ponnos otro!- su voz recorrió la estancia hasta llegar a la barra de madera, el chico rondaba los cincuenta, y tenía el mismo perfil que el local, como si uno fuera la proyección del otro. Tomás tendría por entonces cincuenta y tres, los acababa de cumplir. Lo sé porque a mis treinta y cuatro me nombraron jefe de personal y fui yo quien le dio la noticia.
-¿Y dónde voy a ir yo a esta edad - me dijo completamente pálido- después de 30 años de trabajar en la contabilidad?
Chico apareció con unas cazuelas pequeñitas de paella y dos huevos fritos con pimentón, a un lado había colocado dos rebanadas de pan de hogaza. Lo mejor de la ciudad era su afán por compartir su gastronomía, el único lugar donde no te cobraban las tapas, y era de mal gusto rechazarlas.
Tomás me llevaba veinte años, me resultó extraño en un principio tener que dirigir a gente de la edad de mis padres, luego lo asumí, aunque ellos me trataban como a un chaval, casi fue él el que acabó consolándome, salió de la oficina dándome palmaditas en la espalda. Cuando estudiaba psicología no hicimos ningún simulacro de este tipo de situaciones, y debería, porque se pasa muy mal.
Los meses fueron pasando, tuve noticias de varios a través de los compañeros, algunos de los más jóvenes habían aceptado destinos en el extranjero, pero en general el ERE los había dejado a casi todos en el paro, y la empresa se convirtió en un mero reducto de gestión del trabajo en el exterior.
Tomás vociferó: - ¡Pon otro, Chico, que aquí viene Fernandito!- Fernandito en cuestión rondaba los cuarenta y cinco, desde el parón no había levantado cabeza, aunque al menos la mujer tenía un buen empleo.
-¿Qué pasa? - Saludó con la mano antes de atravesar el dintel.
-Aquí-hinchó los carrillos Tomás, -sacando el sábado adelante- Fernandito escogió el lado del ventanal y se sentó en el banco de madera. Un grupo de peregrinos entró a olisquear, miraron nuestros huevos fritos y decidieron sentarse.
- ¿Y tus niñas?- pregunté a Fernandito.
- ¡Listas, listas!- se le iluminó la cara- acabo de dejar a la mayor en la clase de judo.
- ¿Y tú?- me palmeó la mano- ¿te echaste novia ? -Le sonreí con cara de ni fu ni fa- ¡pues Tomás tiene unas sobrinaaaas! - y levantó el vaso. ¡Por tu nueva vida, Tomás!
Levantamos el vaso los tres.
-¡Vamos, que se me hace tarde, tengo que volver a la pollería!- se levantó Tomás mientras estiraba su delantal- ¿Quién me iba a decir a mí que aprendería a trocear pollos y me pasaría el día recogiendo menudillos después de pasar mi vida en una oficina? Aunque prefiero esto que no hacer nada en casa, mi mujer estaba ya amargada.
-Vete yendo-, le comenté- luego pasamos a por la carne para la plancha.



Ana Ruibarbo- Las Palmas de Gran Canaria- España





EL BALCÓN



Lo mismo que en tu balcón
me quitaste tú las penas,
yo te di mi corazón
y la sangre de mis venas.

Y de testigo la luna
en las sombras de la noche,
con las rosas y los lirios
con los lirios y las rosas.

Me enamoré en tu balcón
y quiero volver a ver
en ese cuerpo moreno

La pasión que me entregaste,
tus uñas en mis espaldas
mientras cerraba los ojos.




Antonio Monzonís Guillén – Valencia-España







QUIERO OBSEQUIAR UN VERSO



Quiero obsequiar un verso
para esta navidad,
que esté cargado de amor
y aflore en felicidad.

Un verso que lleve vida
y un abrazo fraternal
que tenga aroma a canela,
y sepa a fruta invernal.

Que viaje por el camino
con su cesta de ilusiones,
que lleve fe al peregrino
y toque los corazones.

Un verso de amor donado
por el cielo y su nobleza
un verso por Dios amado,
por la vida y su belleza.

Quiero obsequiar un verso
de recuerdos liberados
asido en el universo
por silencios expresados.


Beatriz Vielman S. Guatemala






YO HE DE SER LA CAPITANA



Yo he de ser la capitana
de tu barco solitario
llevaré su timonel
al océano turbado
y las gaviotas en vuelo
contarán avergonzadas
que tu barco solitario
se ha vuelto un potro embrujado.

Se ha vuelto un potro tu barco
con sus cascos desbocados
espoleando tus infiernos
yo despierto tus soldados.

Yo he de ser la capitana
tu jinete voluntario
barco y corcel es tu esencia
barco y corcel devorado.
Barco que surca el océano
horadando sus entrañas
potro que brinca las olas
potro jadeante afiebrado
barco desnudo tu cuerpo
timonel desorientado.

Perdido el barco su rumbo
tu potro cae agotado.

Beatriz Ojeda- Montevideo- Uruguay





La gota
La gota…
diadema de reflejos,
como una lágrima perezosa
fue cayendo lenta
sobre el cristal empañado.

Tu mano
hundida en el silencio
sorprendió a mi mano.

Tu beso
prófugo de un suspiro
sorprendió a mis labios.

Tu gesto seductor
en sonrisa contenida
sorprendió a mi pulso.

En la brevedad
de un hoyuelo
que coqueteaba
cerca de tus labios,
fui dejando en cuotas
retazos de mi vida.

Mientras…
Pablo Milanés
desde la consola del auto
me proponía negarte tres veces
antes de que rompa el alba.

Y me hice sueño
que se espesa en el cielo…
y se esfuma en la lluvia.

Jugamos a amarnos
jugamos a recrear la piel
hasta que la gota llegó
al límite del cristal

Y sólo quedó
la compañía
de un sordo gorjeo
percusión de aguacero
sobre el techo de la noche…


Carlos  Alberto Giménez- Ushuaia-Tierra de Fuego- Argentina



VOY A BABOR



Voy a babor
y a estribor
con la proa
y la popa
de mi antigua goleta
y soy yo mismo
y el que me abomina
al que sacio su hambre
con mi pan
todos los días.
Atalaya de pueblos redimidos
enjaezo mi caballo
con borlas,
y tiemplo el ébano
de mi arco
cuando quiero.
Con el canto lastimoso
del muecín
llamo a los fieles
a la oración
y como mito solar,
soy nadie
y todos
al unísono.



Carlos Garrido Chalén- Perú








A MÍ ME LLAMAN "POETA"…






Dedicado a ciertos poetas
que se piensan los "mejores"

A mí me llaman “poeta”…
pero yo no soy poeta.
Sólo sé que necesito
echar al aire mis letras.

Escribo lo que me sale
de dentro del corazón,
sin palabras rimbombantes,
que así lo concibo yo…
porque hay cada diletante
que no lo entiende ni Dios.

Con capacidad se creen
de enjuiciar a los demás,
y tan sólo hacen pegar
una frase tras de otra,
que a la gente vuelve loca
para poder descifrar.

He encontrado algunas perlas
en poemas de Internet.
Quien lo haya escrito lo entienda…
porque yo no lo sé hacer.

Y no sólo hablo por mí…
porque hay mucha gente más
que se quedan a dos velas.
¿Dije velas?... ¡¡oscuridad!!

La poesía es tan sutil
tan airosa y tan etérea,
que requiere se la trate
con suma delicadeza.

Hay que imprimirle su ritmo
su sentir y su cadencia;
lo mismo si es verso libre
o si abrazado se encuentra.

Y con palabras sencillas
hacer figuras poéticas,
y crear grandes metáforas
con un puñado de estrellas.

Y a mí me llaman poeta...
¡Pero yo no soy poeta.!
ya que no me considero
digna de tan alta esfera.



 Carmen Aguirre  - Málaga- España










SIGILOSO VACIO




...Enciendan cocuyos el titilar de sus luces...
como ciudad suspendida en el aire
en la extraña oscuridad...
quiero luz en mi camino, camino que serpentea a través de la incongruencia...

Si permaneces ahí, jardinero fiel...sorbiendo mi alma...sembrando horizontes...
porque la nostalgia que huele a tristeza?
acaso la magia...apago su candil?...la mecha que ardía. se vuelve cenizas…que como virutas
ahogan mi espacio...

El efluvio de fragantes azahares de aquella mañana de octubre...no impregnó las blancas paredes...
las sabanas verdes
ni mi  piel en espera...

Una sigilosa vaguedad se me fue anclando, por cada suspiro ,por cada beso...hasta sentirme vacía!!
El efluvio celestial que emano de tu aliento, salto desde una brillante y candida luna llena...hasta pisar la menguante...

luna llena tu aliento, luna llena tus ojos...mas no es, el que tu no estés...sino el que no me encuentro!!
tu hoguera encendida...se volcaba en mi...derramando el eros de mil primaveras...fueron minando de pétalos
húmedos...mi inerte despertar!!

Te pedí un abrazo...enlazados cuatro brazos..en dos cuerpos fundidos...
fue cálido...mientras delineaba tu espalda
intentando despegar la gélida escarcha que intuía en ti...mas todo era cálido..
la bruma cubrió la escena..pero aún sentía frío....enjugaste una lagrima de mis pupilas...colocándola en tus labios...intentando descubrir el insondable misterio de mi alma de mujer...es así de incomprensible...
llora 
gime...ama... como ama!!
pensemos solo fue el viento otoñal, no me perdonó un rocío primaveral!!
..mas no es el que tu no estés...sino el que no me encuentro!!


Carmen Guzmán Cedeño- Curmaná- Venezuela







ESTOY CANSADA


Estoy cansada de todo y de todos,
ando por los rincones sin rumbo fijo
y desvarío intentando encontrarte y encontrarme.

No hallo el modo de zafarme de tanto dolor
y tanta hiel en las entrañas,
que me tienen sin respiro por momentos,
que no me dan margen de maniobra
para llegar a tu interior y conocerte,
tal cual eres en el fondo de tu alma.

Esa alma para mí en nebulosa,
tan lejana y fuera de mi alcance.
Y, es que es  tan importante para mí estar segura
de ése amor que pregonas a cada instante,
que mi entendimiento se encierra en mil barreras
y no sé salir de estos barrotes y esta pena.

Pena en el corazón por no encontrarte,
pena en las entrañas de tanto amarte


Charo Bustos Cruz- Sevilla- España






Quiero dormir…





Quiero dormir,
Tengo sueño,
¿cansada?
No creo,
Hoy no hecho nada,
Solo he paseado
Por la playa,
He cosido una estrella
Que en el cielo
Estaba rota,
He tomado un poco
De agua de mar
Para bailar con ella
Al son de la paz,
He escuchado
En trinar de las campanas
De una iglesia cercana,
He visto llorar
A un niño buscando
Un caramelo por la arena,
He ido a coger
Flores a un campo
De cactus,
Por tonta me he pinchado
En un dedo,
Nadie ha escuchado
Mis gritos,
Me he encontrado ¡tan sola!
Quiero dormir,
Tengo sueño.
¿Cansada?
No creo,
Hoy, no hecho nada.



Conchita Hernández Santos- Madrid







En el camino azulado del silencio





En el camino azulado del silencio, Donde nadan en burbujas de luz las pequeñas sirenas, Y se encienden candelas de fuego eterno. En el sendero mágico de aquel misterioso sentimiento, Al que rodean avenidas de pensamientos bellos, Se dibuja la línea que delimita la explosión de un beso. En la laguna profunda que se baña de deseos, Con caracolas blancas que pintan un cuadro de óleo fresco, Se construyen alfombras de espuma para descansar un momento. Se tiñen de sonrisas las caricias al despertar de un sueño, Y descubrir las negras pupilas del mismo universo. En el camino azulado del silencio, Bajo en manto protector del fuego eterno, Se tejen pergaminos de seda con el mapa del tiempo. Se dejan ver el amor y la felicidad, Se toman de las manos una incandescente ilusión y las ansias de volar, Se entrega el alma en un frasco de cristal, Se carga de esperanza la belleza de la humildad. En el camino azulado del silencio, De despierta el ave fénix de tu cuerpo, Se descubre la inmensidad de un pequeño momento, Se retorna a la nostalgia eterna del sueño. De un sueño alado en pasiones infinitas, Impregnado de aquel camino azulado que conduce al tan anhelado silencio.


CRISTINA GUERRERO- Chile






CENIZAS DEL DESTINO




Las palabras se volvieron momentos,
los momentos, existencia... tu existir en mi.

Las caricias se fueron de mis manos,
de tu piel hicieron poesía,
con la que vestir la vida...
como tus recuerdos la mía.

Tus cartas en letras que embargan mi mente,
tiñendo mis lagrimales de tinta y sangre...
de las letras que escribimos,
de la vida que vivimos y murieron en los adioses.

Las emociones fueron culpables de tu recuerdo,
las alegrías de mis frustraciones... desamor en el viento.
tus labios el veneno y los míos el cadáver de este amor,
Que sentimos intensamente en las cenizas del destino.


David Valdés Belinchón. Arganda del Rey- Madrid








OPUESTOS



Verano

Despréndete de sol
Tócame de ramas tibias
acércame
Siémbrate de ventanas
Esculpe  mis pies de azahar
Acaríciame de  colibríes
Despiértate colmado
Verano,
               Recíbeme


Invierno

Aferrado al sol
calentando viejos huesos
acércate
Mirando tras los cristales
con los pies junto al brasero
ya no veo golondrinas
y amodorrado en el recuerdo
Invierno
    vete

                   



  Diana Bravi Torras Rosario- Argentina
  Rafael Serrano Ruiz- Madrid- España






PLEGARIA
Entre mis manos
preparé tu vuelo.

Nervaduras sagradas
prometieron un cauce
y tan solo te nutriste
de la sal de mi
credo.

Humedecida
y  caliente,
aprendiste
de la caricia
que con poco
se vive,
(tus primeras palabras).

Te fuiste hoy
con el silencio
de las huellas
por las rendijas
que formaron mis dedos,
(tu prisión entre mis miedos).

Epístola buscando
su destino
sin tormentas
(sin tormentos),
su nuevo
cuenco.

Diego Santiago Cazzaniga- Rafaela- Santa Fe - Argentina





La tarde


Tenue es la luz, quizás la tarde recuerde
la melodía de nuestros labios,
de aquellos que hoy, corroídos por el polvo,
hayan perdido su memoria para siempre.

Sepultados por la sombras, disueltos en un ocaso
que volvería a nuestras almas transparentes
solíamos contemplar aquella belleza,
la atractiva belleza sin retorno
de lo nacido muerto, de aquella tragedia anunciada
por lo imposible de ser el uno para el otro.

En la tarde, en esta tarde que parece
atravesar el alma y deshacerla,
callando nuestra voz, detenida en el viento
hay una melodía incontenible
que habla por nuestro silencio
de hojas secas.

Viajante, tú que en el crepúsculo, lleno de vida
vienes hacia aquí, hacia este amable suelo
detén tu marcha, y por nosotros
reza una plegaria.
Ezequiel Feito- B Aires- Argentina






Poesía, que belleza y de verdad



"Mi poder es la palabra,
desde el hálito del ser,
como un buey que, arrastra, labra
la tierra por florecer...
Mi palabra es cuerpo y alma
de mi sueño y mi verdad,
como un rumbo que se empalma
a una mejor realidad...
Mi poder es la palabra,
para siempre y por doquier,
para que el futuro se abra
a un más justo amanecer...
Un poder que, en sí, no basta
si no hay lucha, fe y amor...
...¡ya que su ímpetu entusiasta
es fértil trabajador!"
Me lo confesó, extasiada,
la Poesía, aura en papel,
¡y al amarla, volviose hada,
pan, zorzal, miel, flor, mujer!!!

Fernando Adrián Zapata- Concordia-Entre Ríos- Argentina






Esta larga noche






Tras los cristales de esta larga noche
van por calles florecidas
                         algunos augurios 
                                       o promesas

Entre trinos y  relámpagos 
                       hay paseantes que cantan a la luna 

Más allá de la cordillera
                                 de las largas nubes
                                                       de los mares
tú habitas la región de las viejas tierras 

Hablas con el cifrado lenguaje del tiempo actual
                       
( Tu voz me trae ecos de antiguas piedras 
de decires olvidados 
                         antiguos poemas
canciones y danzas inscritos en la memoria de mi tribu)

Y acá bajo la fría noche del Fin del Mundo
                                         intento recrearte
             y beber de tus labios de vino
la fuerza embriagante y perfumada de la vida

Mi noche 
se alarga como un río
                                 caudaloso y lento
hasta el océano del amanecer
                                               y te sueño

Somos una repetida y placentera agonía 
en la distancia                              




Frans Gris- La Cisterna -Santiago de Chile- Chile







Belen- El portal


Caminante, el portal
huele a miel de maíz
y es un puente la piel
Corazón sin doblez
Un silbar y  fulgor de estación
al partir
                y seguir
para siempre llegar.

El portal
                  Navidad
turrón y mazapán.
Corazón ilusionado,
espíritu renacido
pues el gran día ha llegado.
Buscador, el portal
tiene lluvias
y ríos del ser
abrazados al mar de unidad.

Navidad
                 el portal
no tienes de qué temer 
nunca más.
Visionaria, el portal
llega siempre una y otra vez
A encontrar el principio sin fin
del amor.

Diana Bravi Torras Rosario -Argentina  y Rafael Serrano Ruiz- Madrid España






¿QUIEN LLAMA EN MI SILENCIO?




¿Quien llama en el silencio de mi alma?
casi creo escuchar mi nombre en el vacío,
despacio, imperceptible, llega en calma,
trayéndome el recuerdo del que ansió.

Y quedo absorta, sin ánimos pensando,
¿Por que lo escucho tan cerca, si esta lejos?
si hace mucho me dejó triste llorando,
y me quedé con estos recuerdos viejos.

Si su imagen se me pierde, mas su risa,
llega a mis oídos en mis noches de desvelo,
y lo vuelvo a recordar con mucha prisa,
queriéndolo encontrar aquí en mi cielo.

Y duele el corazón cuando lo añoro,
y mi voz no lo alcanza, ni mis besos,
y aquellas caricias por las que lloro,
al traerme de su amor sus embelesos.

¿Quien llama en el silencio de la noche?
y acompaña en el susurro su esencia,
esa que por amarlo hoy es reproche,
y grita en mis adentros su presencia.

Ese que me busca, está en mi mente,
en ella has hecho casa y nunca dejas,
que haya nadie más en mi presente,
y me siento prisionera entre tus rejas.

¿Quién llama en el silencio de mi alma?
y viene a perturbar un corazón que ama,
y entre dulces susurros, pierde la calma,
sabiendo que jamás encenderá esa llama.

Gladys Alvarado -Estados Unidos








La espera




En este tiempo armado
de libros, café y poesía
me confabulo con las letras,
Porque amo ese cantar
que en silencio me contagian,
y aunque son breves los espacios
entre líneas de tinta y grafito,
puedo sentir que me apasionan
los momentos sostenidos entre líneas,
tu imagen… se escabulle en mis versos
y acompañan a mis frases solitarias,
se me ocurre un deseo... un suspiro,
y en un sorbo de café, me detengo
a la espera… de la calidez de tus besos.

 Grissel  Canche Albornoz.- Mérida -Yucatán -México




Lo que se queda aquí



Es el día de dejar la antigua casa: los muebles
ya han sido retirados, las ventanas
están ya sin cortinas; y los cables de la luz
cuelgan del techo con tristeza de desastre.
Nada importante va a ser olvidado. Pero acaso,
ocultos en un rincón, seguramente queden
fragmentos de uñas, de cabellos, un botón
de una vieja camisa, la hilacha de un vestido,
una moneda de diez centavos que una mañana
saltó de mi bolsillo —poca cosa
como para extrañar su ausencia—, alguna mota
de polvo de un viaje lejano. El resto está ahora
en el camión de mudanza. Menos el tiempo
que imperceptiblemente nos fue apartando de las fotos
que llevaremos a la última casa, las uñas del dolor,
los cabellos de la ternura, los botones
de los días de fiesta. Eso se queda aquí:
las hilachas de las conversaciones, las monedas
perdidas del amor, el polvo que trajimos de otros sitios
en los que rozamos la felicidad. Cáscaras de nuestras vidas
que ignorarán los que vengan, bagatelas sin precio
que a nadie más enseñarán a vivir.



Guillermo Pilía- Buenos Aires- Argentina




LA MUSA INFIEL






Alguien debe hacerse cargo del tiempo perdido:
El tiempo es una musa infiel,
bien lo sabemos.

Una palabra clara nos cuesta mucho más
que un poema desolado.
Defendemos una tradición de gran fragilidad.
Y a la hora de partir
nadie sabe bien quien está del otro lado
de un poema.

En la delgada línea de una hoja de papel
como en el filo de un puñal
cabe la vida entera,
el resto es nada.

Unas pocas palabras claras
y el resto es nada,
solo palabras vacías para corazones muertos.

¿ Es esa la medida de todas las cosas ?

Cuando fallan los contadores de palabras
y los contadores siempre fallan,
empezamos a saber si somos la respuesta,
o el problema que la impide.

De unas pocas palabras bien escogidas
un poeta extrae su paraíso,
tiene como único recurso la belleza.

Soñé con un desconocido
que escribía estos versos.
¿ Acaso es el hombre que yo habito ?
Sólo con él podía ser solícito y amable,
abrirme y acogerlo como a un huésped,
rodeándome de vida en un laberinto de dicha común.

Es bueno reconocerse y olvidarse en otro.
"Sé quien eres", me dijo:

"La tan temida nada".

Al fin supe
que nuestra orden tiene un templo,
que nos deja solos
frente al muro del mundo.

Entre rituales en ruinas
y largas horas de lamentaciones.

En la intimidad de la creación
la vida encierra su secreta musa,
para mirarse en un desconocido
que la ame.

HECTOR BERENGUER- Argentina



UN HOMBRE BESANDO SU COLOR

Cuando tus huellas busquen
aquella hoja, coloreada por el gris
de tiempos sombríos, te invadirán
los recuerdos de aquel hombre,
gitano de manos sin surcos,
miliciano de hambrunas implacables,
hasta terminar en un padre
de sombras sin luna,
agitando su agonía
entre la lumbre de sus ojos
y la certeza de sus huesos.

Cuando tu memoria se retuerza
entre las siluetas formales
y los quebrantos decididos
por la tradición y la historia,
los recuerdos de sus hazañas
sabrán a peñascos solemnes,
… o  tal vez
a ríos bravíos y renuentes,
agotando sus conjuros
ante las orillas sin brillo,
en esas noches abandonadas
al debilitado estío.

Cuando tu dolor se renueve
entre las  promesas a la vida
o los halagos a la muerte,
las plegarias de su piel
se quebrarán
entre crucifijos de sangre
y el olor a músculos bendecidos
por la pólvora de nuestras uñas,
rompiendo los espejismos,
conjurando los adioses sin retorno,
hasta abrazar la justicia,
…la justicia de nuestros fluidos
en las piedras sin color.

A la memoria del gran Nelson Mandela fallecido el día de hoy 5 de diciembre de 2013.

Hugo Manrique -San Miguel (Perú)





UN DÍA...COMO OTRO CUALQUIERA...







Hoy hace frío...
Apenas si ha dado unos momentos de relax la pertinente lluvia que me recibía cuando de madrugada salía de mi casa rumbo al trabajo...

Gotas que se adhieren al parabrisas de mi coche ofuscadas, y que las escobillas de los limpia parabrisas barren a cada rato, dejando tras de si la imagen de un paisaje con apariencia noctámbula e irreal, tras una leve pátina de humedad.

Los faros horadan la oscuridad, para iluminar de nuevo a base de lúmenes prefabricados, una oscuridad insistente que parece negarse a ser desvelada, mostrando así los misterios que sus sombras encubrían...

Un jabalí cruza la carretera a plena carrera, y pasa por debajo del quita miedos, como si en ello le fuese la vida, para desaparecer en el denso matorral de zarzas que crece al lado del arcén, perdiéndose en su impenetrable espesura.

Fijo los ojos con mas atención a la carretera; no vaya a ser que uno de esos porcinos se me atraviese delante y me lo lleve puesto.

En la radio, un presentador desgrana con voz pastosa las noticias del día recién iniciado.
Me cansa su voz...
Esa voz pastosa, densa, cansina, que da la impresión de que está contabilizando una a una las palabras que pronuncia...

Mi mano se desliza hasta el mando del dial, e inmediatamente y de forma casi inconsciente, uno de mis dedos oprime el botón...

Los dígitos de la pequeña pantallita color ámbar, comienzan una loca carrera hasta detenerse en la frecuencia de otra estación de radio...
 Escucho...


Es música pop-rock...
A esas horas de la madrugada, uno no tiene el cuerpo para demasiadas florituras, ni la mente, que aún lleva guardada en su interior la ultima sensación de un placido dormir, al lado del recuerdo del ultimo sueño que persiste en el cerebro como negándose a abandonarlo definitivamente para dar paso a la actividad del nuevo día.

Mientras suena un tema de un grupo de moda. el vehículo sigue avanzando en la oscuridad; taladrando las sombras; profanando la oscuridad con sus faros, que dibujan sombras a ambos lados de la carretera, mientras el coche se va tragando kilómetro a kilómetro, la distancia que me resta por llegar a mi destino.

Llego a la altura del paso a nivel, que como tantas otras veces está cerrado, con las barreras rojiblancas atravesando la carretera, mientras un semáforo de vías; con sus dos luces rojas, me hace guiños alternativos, como si de dos ojos rojos se tratase.

El tren pasa...

Apenas alcanzo a divisar en su interior, las figuras de unos pocos viajeros que reclinados en sus asientos dormitan, esperando llegar a estación término...

Las barreras se levantan...
Los ojos han dejado de parpadear...

Sigo conduciendo calle arriba y me adentro entre las calles de la urbe, que a estas horas empiezan a mostrar una actividad incipientemente febril...

Giro en la rotonda, y me dirijo calle arriba hasta el polígono industrial donde se ubica la nave que será mi punto de destino.

Al llegar a la calle en cuestión, me recibe una hilera de coches aparcados a ambos lados de la calzada. Aminoro la velocidad y miro tratando de hallar un hueco vacío donde poder estacionar; labor harto difícil desde que a algún iluminado se le ocurrió la brillante idea de construir una nueva zona residencial, llena de viviendas, pero carente de estacionamientos para los vehículos de sus habitantes, que se ven obligados a dejar aparcados sus autos por las geométricas calles que atraviesan el polígono...

Al fin, allá a lo lejos diviso un hueco.
Me dirijo hacia el y doy la vuelta para encararlo.
Pongo la marcha atrás y las luces traseras me iluminan el espacio vacío.
Maniobro y dejo mi coche estacionado.

Acciono la palanca de mando de los limpia parabrisas y la paro.
Sigue lloviendo...

Agarro mi pequeña mochila donde llevo mi "bocata"; mi frutita , mi botella de agua y mi termo lleno de café caliente y abro la puerta con decisión...pero con pocas ganas...

Salgo y cierro tras de mi.
Comienzo a cruzar la calle casi a la carrera, mientras mi mano derecha oprime el botón del mando a distancia de cierre, y mi auto me responde con un guiño de sus indicadores de dirección....Todo está bien...

Penetro en la vacía nave y me dirijo a la escalera...
Mis pasos resuenan sobre los peldaños de la metálica escalera que lleva al vestuario...
Abro la puerta y una maraña de gente en plena actividad me da los buenos días...

Unos charlan, otros se están cambiando de ropa, otros permanecen sentados; callados y taciturnos; tal vez intentando ahuyentar los restos del sueño que aun embargan sus ojos...

Me dirijo a mi taquilla; meto la llave y abro la puerta...
Comienzo a cambiarme, mientras voy dando los buenos días...

Mi mente, se va despejando y mi cerebro comienza en silencio a repasar lo que serán mis obligaciones del día...

Termino de vestirme con mi traje de "romano" a colorines fosforitos, y de nuevo me dirijo a la escalera...
esta vez mis pasos me llevan hasta la planta baja de nuevo, y de nuevo salgo a la calle...

Intentando que la lluvia no me empape antes de tiempo, me dirijo hacia la otra nave, donde me destinarán...
Paso mi tarjeta ante la implacable máquina de fichar, que me muestra un lacónico mensaje de buenos días, pero que me muestra tras de si el saldo de horas que me restan por cumplir en la jornada...

Me apoyo sobre una de las paredes, y enciendo un cigarrillo.
Fumo en silencio, mientras el personal va llegando.
Arrojo la colilla lejos y de repente la puerta de la oficina se abre, y "la bestia parda" sale dando gritos y berreando órdenes de destino...

Se acabó la diversión...

...Llegó el comandante y mandó aparar...

...Comienza otro día para mi...






Javier Beláustegui -Asturias-Siero- Langreo- España





Despedidme del sol y de los trigos


Despedidme del sol y de los trigos,
de los campos resecos, de las sendas,
de todas las riquezas, de las prendas,
de golleras, de capas y de abrigos.

Viviendo me he perdido en un camino
estrecho, sinuoso y sin retorno,
perdiendo, por perder, hasta mi entorno
amigos y família ¡ oh cruel destino !

Me aguarda una vejez, si es que me aguarda,
de todo parabién desposeída.
Y al fin , esa mi muerte que ya tarda.

Os dejaré tan solo con mi verso,
ese fruto que paro entre suspiros
y engendro con la fiebre del converso.



 Joan Gimeno Conesa. Barcelona- España




Estar contigo


Hoy solo quiero estar contigo,
Estar contigo, estar contigo,
Y en el rincón de las travesuras,
Hacer el amor, seguido y seguido…

Que destellen todas las estrellas,
Cuando llegues muy dentro mío,
Que tu cascada de aguas blancas,
Combatan las llamas, de este fuego mío.

Que tus brazos se enreden a mi cuerpo,
Cuando tu piel transpire junto a la mía,
Que los dulces movimientos de tu pelvis,
Transformen el dolor en alegría.

Hoy solo quiero estar contigo,
Estar contigo, estar contigo,
Y en el relieve de tu regazo amor,
Quedar dormido amor, quedar dormido.



 Jorge Amado Serrano.-Suardi – Santa Fe - Argentina





SÓLO ME QUEDA

Sólo me queda
la hueca inmensidad de la noche,
y el polvillo intangible de luceros lejanos.
Solo me queda volver
Quiero un buen vaso de silencio
que nade en el vino hermano
de la quietud interior;
y un gato
que frote su pelambre
con la piel de mi adulta soledad.
Pido al tiempo
que recoja sus alas
y alargue las cuentas
de su propio rosario sin tiempo.

Veo los rostros encogidos y gastados
por la vista de nosotros,
y el rumor de las cosas que se gastan
en el vientre cotidiano del desear
y la renuncia.
Solo me queda olvidar.

De los pasos que se escuchan
transitando los tejidos con sonido
sofrenados
por la ansiedad que no gozan,
solo queda la voz de la voz
dentro del cuerpo,
y ese frío fuera del cuerpo…
La noche.

No hay quien entierre el despojo,
ni el poquito de recuerdo de la carne.
Solo queda encendida la mirada
y el llanto tuyo que oreó mi eternidad.
Solo quedaste tú cuando me fui.

Luego la noche se hizo una envoltura
al adueñarme de tu cielo
y habitar dentro de ti.

 JUSTO ALDÚ/Julio Stoute. Panamá







NO PUEDO MÁS




Nostalgia y aflicción
pulsan mis sienes.
Sorbo un cáliz acerbo…
mis malhumores.
Más sospechas.

Me insisto:
Ponle fin a ese recuerdo:
Monólogo absurdo
de un solitario.
Desnorteado y triste pájaro
que ya no bate alas
ni deseos alberga
de volar.

Sin voz ni aliento.
la razón abjura.
Desolados legajos
papelpluma, languidecen
en juegos efímeros
de saltimbanqui triste.

Por ella me ha sido vedado
redimir mi alegría.
Crepúsculo de maravillas
que ya no vibra
con aquellos tonos suaves.
Despertares somnolientos.
Brisa fresca en las cortinas.
Tibieza de parva. Ladrido fiel.
Melancólico tin, ton
De un lejano campanario.

¡Oh¡ Cuánto desearía
Rozar otra vez
con mi pie desnudo,
tu pollerón de alelíes
Así…apenas…
Y devolver con ansia loca
el beso que me quemó el alma.

Un gaviotín gira anillos.
Su picotón indefectible
descubre y revuelve
el despojo inanimado.
Resaca del río pardo.
Olor de tierra mustia.
Pitazo de un tren distante
y el misterio de un adiós.

¡Ay de mi¡
¿A quién amar?
Capullo de manzanilla.
Orquídea de agua viva.
Fragancia de albahaca fresca.
¿Dónde hallar el pecado
y la lumbre de lujuria?
Tan tuya. Tan para mi.
¿Dónde el jazmín de otoño?
¿En qué lugar la tersura
del duraznillo si no en ti?
¿Volverás en flores róseas?
El crepitante delirio
de tus senos…
Venero de losa y marfil
¿Alguna vez…?

Pero no.
Mi ceguera sin remedio
ha desgarrado para siempre,
la frágil y lánguida tersura
del amor.
Sólo queda un nido vacío,
dote vil,
pesadilla inclemente…
desencanto del final.

Silban viento las palmeras,
Un halcón,
sombra lóbrega,
acecha su presa.
Lánzase al fin, intrépido
y ansioso.
Adiós…
mi quimera adolescente.
Ya nada más… puedo.




Luis Alberto Gontade Orsini- Montevideo





FOLCLORE Y TRADICION

Con música y bailes,
Sus trajes y vestidos,
recuerdos y costumbres,
de un ayer que no olvidamos.

Trasnochadas peñas,
zambas y chacareras,
el gato y el pericón,
zapateadas en tierra o en salón.

Guitarras y bombos,
flautas, quenas y timbales,
instrumentos ancestrales
que animan la reunión.

Dejando a un lado las penas,
empanadas y vino,
sonrisas, miradas, amor
unidos en esta Fiesta de la Tradición.

María del Carmen la Torre. Rosario- Argentina





Derrota .

Es noche cerrada, sin estrellas ni lunas
cielo negro pintado en la acuarela de las horas.
El calor del trópico implacable
va goteando por el techo
la humedad…todo es silencio;
un dolor que era pequeño
va creciendo otra vez,
como un árbol seco que retoña.

Sin pensarlo tu nombre volvió a mí
sin pensarlo me acordé de lo nuestro,
y como una estúpida lloré…
a secas… pero lloré…
por ti, por mí, por esta amargura
que se va haciendo hiel
dentro del alma y más adentro tal vez;
y en esta sequedad de vida, desamor y piel
todo el dolor de ti se me hizo carne.

Como ayer, como en todas las horas
cierro mis noches sin lunas
evocándote lejos de mí,
más allá del mar, más allá del tiempo,
preguntándome por qué me dejaste tan sola.
Por qué? Será porque nunca super ver tu corazón.
Otra vez es la noche, ¡cuánto tarda el día!
Ya no hay más preguntas, solo una certeza:
Tú fuiste y sigues siendo mi peor derrota.


M José Acuña- Curmaná- Venezuela





Porqué me enseñaste


Porqué me enseñaste
tantas maneras de amarte
si hoy no puedo estar sin ti.

Porqué tu esencia
vibra en mi
como un fuego arrasador .

Porqué este amor implacable
grita tu nombre
en el silencio de la noche.

Y te siento lejos
y necesito tu abrazo
y tus besos de ensueño
y tú no estás .

Y mis susurros
gritan tu nombre
y mi mano se extiende
hasta querer encontrarte
y ahora despierto
en lenta agonía
sintiendo las gotas de rocío
que hablan por ti.



Norma Mabel Soria- Buenos Aires -Argentina





AGUJERO




Por la primera orilla merodean
apretados en imágenes,
fantasmas de besos que han partido.
Por la segunda, las sombras
de los que se han quedado.

Esqueléticos y valientes recuerdos
asoman sus huesos curiosos
al círculo que perfora el alma.

Melancolía.
Tentación de ir hacia el fondo
para explorar ese hueco
que se tragó la infancia.
Fugaron los juegos,
en pos de sueños heridos
con la esperanza en tacones.
Brillos y perfumes adolescentes
en el ideal de la primera vez,
hasta rodar por los bordes
de lo perfecto y resbalar
piadosamente, hacia el pasado.

El futuro se sienta en el presente.
Dos agujas se cruzan de piernas
y espero... saltando la soga
del Misterio.
En un momento me echaré a dormir
tan allá... más lejos,
en la última de las orillas,
donde está toda la Nada.
Donde nadie dispare silencio
ni aseste ausencia de voces y olores,
descerrajando soledades y locura.

Donde la vida le hace seña a los afectos
para sostener el equilibrio
sin caer, sólo llegando.


 Norma Aristeguy -Argentina





…con solo pensarte…





…con solo pensarte…
se me reinventan tus caricias…
…con solo imaginarte…
huelo en mi piel
tu nombre (porque me hacés falta)
...y uno a uno
todos tus besos…
…con solo soñarte…
en este mundo de acentos cotidianos
yo te necesito ¡!!

Me envuelvo en mariposas…
así,
tan sutil…y anaranjada
pasajera de brisas
en silencio…
sin palabras
…y sin que nadie se diera cuenta…
vuelo hasta encontrarte
…porque habitás
en esta avenida de mi alma...




Pilar Ferrer- Ushuaia- Tierra de Fuego- Argentina





Carta a los Reyes Magos




Era sábado por la tarde y no me apetecía ver la tele, ni leer un libro y ni siquiera tumbarme a la bartola en el sofá. Fui a mi dormitorio y me puse a colocar los cajones del sinfonier. Ordené los pañuelos por tamaños y colores, después, le tocó el turno a las medias. Descubrí que mi diario con las tapas de piel roja estaba guardado en el sitio en que lo dejé. Me llamó la atención cuando encontré la hoja emborronada dirigida a los Reyes Magos.
Mi hermana y yo aún no habíamos cumplido los siete y aquella carta decía así:
            Queridos Reyes Magos:
            Este año mis hermanos y yo hemos sido buenos porque a mamá aún no la hemos sacado de quicio y nuestra abuela no nos ha amenazado diciendo: —Un día de estos, os vais a quedar sin madre y sin mí. Son insoportables las carreras que echáis por el pasillo, esta casa se parece al Hipódromo de la Zarzuela. ¡Qué ganas tengo de que llegue el día que os marchéis y no regreséis hasta que tengáis nietos con capa!.
           
            Mi hermano, que era tres años mayor que nosotras, cuando oía a la abuela se encogía de hombros. Sin embargo, nosotras le preguntábamos si aquella capa llevaba a niños colgando y cuánto tiempo tendríamos que estar lejos de casa. Mi abuela y mi madre se reían y luego nos comían a besos, a las dos.
           
            Rey Melchor, este año no necesitamos la caja de pinturas Alpine, hemos tenido muchísimo cuidado de no darle al sacapuntas, el plumier de madera de dos pisos aún nos sirve. Y como hemos sido buenas, nos gustaría pediros la muñeca Dulcita el color, a mi hermana y a mí nos da igual que sea blanca o negra, y mi hermano quiere un fuerte con vaqueros e indios.
           
            Pero aquel año no nos trajeron la Dulcita blanca o negra.
           
            El día de Reyes nos habían dejado unas cocinas de madera, con las ventanas hechas de celofán rojo, los visillos a cuadritos azul y blanco, disponía hasta de frigorífico y dentro tenía frutas de plástico, en la encimera figuraba dos cartones redondos negros que servían de cocina y había unas cacerolas y un par de sartenes para compartir. A mi hermano le trajeron el fuerte, pero no con tantos vaqueros e indios como él deseaba.
           
            Mi padre, en sus pocos ratos libres nos había hecho las cocinas y mi madre, que sabía hacer de todo un poco, se encargó de las cortinas con cuadritos azules y blancos.
           
            Aquella mañana de Reyes, el pasillo volvió a convertirse en el Hipódromo de la Zarzuela. El primero que llegó al comedor fue mi hermano, para eso era el mayor.
           
            Tres vasos vacíos de agua para los camellos y los restos de unas migas de galletas daban testimonio de que en casa habían pasado los Reyes Magos.
           
            En la mesa del comedor unas cuantas monedas de chocolate y peladillas, tres cuentos ejemplares que doña María, una enferma de mi padre, nos había regalado: Santa Rosa de Lima le tocó a mi hermana y a mí, Santa Teresa de Jesús y a mi hermano, por eso de ser chico, San Francisco de Asís.
            —Papa, dijimos mi hermana y yo cuando descubrimos las cocinas—. Son preciosas, pero en la carta ponía que este año queríamos las muñecas Dulcita, la blanca o la negra.
           
            Mi padre respondió: — Este año no ha podido ser porque hasta los Reyes han tenido que apretarse el cinturón. Estoy seguro chicos de que el año próximo, si os portáis bien con la abuela y con mamá, os lo traerán.
           
            Tal y como había predicho mi padre, nos las trajeron al año siguiente, y mi hermano recibió un montón de indios y vaqueros que completaron su fuerte.



Pilar Serrano Rodríguez- Madrid- España






TIERRA ROJA Y CALIENTE:
Tierra roja y caliente,
hija del verano a mediodía,
que deja el corazón,
en esos latidos intensos,
una voz imperceptible,
que clama amor,
en medio del silencio,
que diciembre inspira.-
Y estás tú,
en los versos frescos ,
que traen ecos de la cascada,
brisas que a la sombre del alma,
enjugan el sudor,
que cristalino se vuelve romance,
en esas voces imperceptibles,
que el verano deja a la vera del tiempo..-
Estas tú,
en las líricas notas,
que la guitarra deja como eco,
en el umbral del atardecer,
pues alguien que funge de poeta,
se ha puesto a susurrar al viento,
para que los sones leves y dulces,
se expandan en el horizonte,
con el ineludible destino: tu corazón.-
Tierra roja y caliente,
como la sangre que impetuosa,
se vuelca en pos de la vida,
esa que arde de pasión,
cuando me rozas la piel,
Tierra roja y caliente,
que arde, como arde el amor,
cuando al atardecer se mece en tus brazos.-  
               
Víctor Kartsch Brenh Encarnación Paraguay





Mujer enamorada



Te lanzas valerosa al horizonte
huyendo de les tristes madrugadas
que hirieron a tu alma enamorada
salvada por milagro de Caronte.

En vuelo de ilusión a otros albores
encuentras la melódica esperanza
que un bello corazón que al tuyo alcanza
te brinda en refulgir de otros amores.

Sea este renacer, sea esta danza
que en grácil pirueta y sin temores,
en paso conjuntado de alianza,

permita que de nuevo broten flores
en tu gastada tierra de labranza
do vayan a cantar los ruiseñores.

Xavier Coderch Vives-Barcelona- España








                             Lista de Autores Enero

Autor
número
titulo
José Romero Espasa Muñoz
38-1
El encuentro
Nieves Merino Guerra
38-2
Décima simple
Nora Flamini
38-3
Infancia
Alejandra Leal Gana
38-4
Hoy…
Alejandrina Arias
38-5
Soledad, únete a mi
Alicia Climent
38-6
Un nuevo sendero
Amanda Reverón
38-7
No se busca la redención
Ana Romano
38-8
Contrasentido
Ana Ruibarbo
38-9
( Sin Título)
Antonio Monzonís Guillén
38-10
El balcón
Beatriz Bielman
38-11
Quiero obsequiar un verso
Beatriz Ojeda
38-12
Yo he de ser la capitana
Carlos Alberto Giménez
38-13
La gota
Carlos Garrido Chalén
38-14
Voy a babor
Carmen Aguirre
38-15
A mi me llaman “Poeta”
Carmen Guzmán Cedeño
38-16
Sigiloso  vacío
Charo Bustos Cruz
38-17
Estoy cansada
Conchita Hernández Santos
38-18
Quiero dormir
Cristina Guerrero
38-19
En el camino azulado del silencio
David  Valdés Belinchón
38-20
Cenizas del destino
Diana Bravi Torras y R. Serrano Ruiz
38-21
opuestos
Diego Santiago Cazzaniga
38-22
Plegaria
Ezequiel Feito
38-23
La tarde
Fermín Adrián Zapata
37-24
Poesía, que belleza y de verdad
Fran Gris
38-25
Esta larga noche
Diana Bravi Torras y R. Serrano Ruiz
38-26
Belén –el Portal
Gladis Alvarado
38-27
¿quién llama en mi silencio?
Grissel Sánchez Albornoz
38-28
La espera
Guillermo Pilía
38-29
Lo que se queda aquí
Héctor Berenguer
38-30
La musa infiel
Hugo Manrique
38-31
Un hombre besando su color
Javier Beláustegui
38-32
Un día como otro cualquiera
Joan Gimeno Conesa
38-33
Despedidme del sol y de los trigos
Jorge Amado Serrano
38-34
Estar contigo
Justo Aldú
38-35
Sólo me queda
Luis Alberto Gontade Orsini
38-36
No puedo mas
María del Carmen la Torre
38-37
Folclore y tradición
María José Acuña
38-38
Derrota
Norma Mabel Soria
38-39
Porqué me enseñaste
Víctor Kartsch
38-40
Tierra roja y caliente
Xavier Coderch Vives
38-41
Mujer enamorada