lunes, 1 de diciembre de 2014

Revista N.º 49 - ESPACIO DEL POETA


                             Revista  N.º 49 -  ESPACIO DEL POETA
                          
                          REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA

                                                    Diciembre 2014
        



                                Dona  Gelsinger                               Navidad




                                             



                   ¡FELICES NAVIDADES!




Síndrome del nido vacío

Hoy la noche se me aparece extraña. Es uno de esos crudos días de invierno en los que aunque percibimos en la piel la tibieza que nos proporciona el confort, nos descubrimos desapacibles. Me acerco a la ventana de vidrios empañados, los árboles están sombríos, desabrigados, y se bambolean al ritmo de la brisa gélida. El cielo brilla. Yo, me opaco. Mi cabeza aturdida está colmada de reflexiones, de preguntas sin respuesta, meditando sobre este presente inquietante. Vivo con el hombre elegido, tengo dos hijos que colman mis ansias maternales, ejerzo una profesión que me conquista a diario. Pretendo convencerme de que no tengo motivos para sentirme así, tan melancólica. Miro el reloj; me acerca a la magia ineludible de la medianoche. Estoy sola, bueno…, sola no, con mi perro, él siempre está. Lo miro, me mira; como siempre sus ojos tiernos y profundos me enternecen. Mis hijos cada uno en sus cosas. La nena se fue a vivir sola hace unos meses. Hacía ya un tiempo que lo insinuaba con frecuencia. Yo, tranquila. Ella sabe lo que significa para mí la independencia, debe ser total y absoluta, sino pierde su significado real. Además me alentaba el saber que le llevaría mucho tiempo conseguir todo lo que acondiciona una casa, no veía movimientos de preparativos inquietantes y mi corazón apostaba a que más que un deseo lo que ella tenía era un capricho, en fin, estaba casi segura que con el tiempo se le iba a pasar, que su ida de casa sería el día en que encontrara el verdadero amor. La imaginaba con su vestido blanco bajando las escalinatas de la entrada de nuestro edificio, sostenida por el brazo siempre protector de Rubén. Mientras tanto, yo…, tranquila.
Mis dos hijos aseguran mi alegría, el sentimiento de plenitud absoluta. Me encanta compartir todo con ellos. Sus chispeantes amigos nunca me invadieron ni fastidiaron. Sus anécdotas, ocurrencias y carcajadas, son una melodía para mis oídos. Quizás construí mi vida demasiada enlazada a la de ellos, hoy me doy cuenta que fue un error, producto sin duda, de vivencias pasadas, pero error al fin.
Mi memoria retuvo que faltaban pocos días para que comenzaran las vacaciones de invierno, cuando mi niña nos anunció “la gran noticia”: me voy a vivir sola. ¿Qué está diciendo esta chica? La angustia me turbó, me quedé sin palabras. Su mirada profunda esperaba una contestación; yo no pudiendo disimular sentimientos de felicidad ni comprensión, sólo mostré una máscara de desconcierto. Estaba asustada, conmovida, entonces, con febril desatino, comencé a preguntarle pamplinas:
- ¿Así que te vas a vivir sola?, ¿pero vos tenés idea de todo lo que se necesita para armar una casa? Ella, imperturbable y hasta divertida me respondió.
- Por supuesto mamá, no soy una improvisada.
Continué la indagatoria con una obsesión febril y voz de docente crispada:
- A ver a ver… ¿tenés acaso palangana y balde?
Y sin siquiera escuchar su respuesta continué, tozuda, una indagatoria disparatada.
-¿No me digas que ya compraste los palitos para colgar la ropa, el trapo rejilla, la gamuza, el tan apreciado sacacorcho, el oportuno escurridor de verduras, el vital abrelatas?
Me miró con ternura y con una sonrisa luminosa me contestó:
- Tengo todo lo necesario mamá, no te preocupes, hace más de un año que estoy juntando todo en tu baulera del sótano. Cuando ustedes se van a la casa de fin de semana, yo buceo en tus cajones. Así me aseguré que lo indispensable no me faltaría.
¿Qué está diciendo esta chica?, ya tiene todo preparado. ¿Cómo no me di cuenta de nada?, yo, que dicen soy una mujer que tengo la capacidad de mirar con tres ojos, que uno de ellos lo tengo estacionado en el medio de la nuca, yo, que dicen tengo un olfato que llega a varios kilómetros a la redonda. ¿Por qué no me di cuenta de nada? ¡Qué astuta ha sido mi pequeña! Enmudecida la miré a los ojos, en ellos leí su fortaleza. Entonces la angustia se convirtió en un regocijo tímido; sentí que había educado a una mujer valiente, una mujer que sabía guerrear por sus sueños sin escamotear dificultades. Con languidez, disipé la tristeza y me fortalecí para acompañarla.
Encontró su lugar en un departamento que decoró con todos los muebles de su pieza y con lo que pudo rescatar por allí. Cerré su habitación durante algunos meses, pensando que podría arrepentirse. Cuando comprendí que había elegido un buen camino y que lo estaba recorriendo con coraje y entusiasmo, abrí la puerta y armé un escritorio. A la casa la siento vacía; con ella se fugaron su música, su risa, sus amigos, sus enojos…, todo tan entrañable. A veces me oculto en un rincón del bar que está en diagonal con su nuevo hogar, desde allí puedo ver su ventana iluminada, me quedo aletargada, cavilando, preguntándome qué estará haciendo, con quién comparte sus horas, cuáles son sus sueños… ¿me extrañará? Un miedo cerval me intranquiliza. ¡Qué rápido pasaron los años! Recuerdo el día en que el partero la puso por primera vez entre mis brazos. En los arrebatos de mi fantasía aún la pienso allí y la acuno. Nunca dejará de ser mi niña.
El varón aún vive en casa. Intuyo que le falta poco para volar con vuelo propio, es un hombre de pocas palabras, cuando habla es para colmar la casa con su gran sentido del humor, sus cuentos, su fanatismo futbolero. Los circuitos eléctricos, la ropa desparramada, sus libros, conviven fraternales en el revoltijo de su dormitorio. Ese paisaje enmarañado siempre me enternece. Cuando él piense en independizarse espero poder acompañarlo en forma absoluta, aunque la angustia, el miedo y la incertidumbre lleguen al fondo de mi alma, se aletarguen allí y cada tanto inquieten mis sentidos.
Llegó la hora de entender lo que los psicólogos llaman: “síndrome del nido vacío”. Ahora ya lo conozco. Es sentir un no se qué, aquí, aquí,…justo en los alrededores del corazón.
Ada Gil- Rosario- Argentina


Cuadrícula

Transgresión
es esa palabra
en su labia
            interceptada           
es esa mirada en su ceguera
Transgresión
es ese silencio que quebranta la soberbia
es ese rincón barnizado de adulterio
Muda
en tinieblas
la T
esa
se empecina
se expande
explota
Sueña
con ser descubierta
Juega
escondida
con el lector.








Ana Romano- Buenos Aires-Argentina









¡MALDITA... LA PENA NEGRA!
       
En esas tierras de Víznar,
ya no hay lobos que la pisen,
llorando...
todos se fueron
¡Lejos!
cerca de las cumbres.

¡Aullidos!
salieron de aquellas fauces.

Las aves...
también volaron,
buitres, gansos y palomas
¡Graznidos!
salieron de aquellas bocas.

Porque oyeron los disparos
y porque olieron la muerte,
pero no oyeron los gritos,
sólo...
la pena de verte.

Sobre tu camisa blanca,
manchas había de sangre
y tu cara...
no sabían...
si era cera o era carne,
luego tierra...
luego barro...
luego calavera y huesos.

Ahora el carro se detiene,
cargadito...
con amores.

Los besos...
te los dejaron
en el Café de Chinitas,
cuando ya todos lloraron
y cantaron todo el cante,
carceleras...
seguiriyas...
tarantos y peteneras...
Recitaron tus poemas
con señuela de tus penas.

¡Ay! Federico García!
¡Maldita la pena negra!
¡Maldita!
¡Siempre maldita!

Palmas...
se siguen oyendo,
palmas sordas...
con arrastre
y un cante que va dejando,
las lágrimas...
como un lastre,
llevando el río Genil
por la vega de Granada,
llenito...
de ramas verdes
que ya se han vuelto moradas.

Por cada pueblo que pasa,
echan...
rosas a sus aguas,
son blancas como tu alma,
para iluminar sus alas,
y van al Guadalquivir
para unirse a los claveles
rojos...
como fue tu sangre,
para llevarlos al mar
porque tú...
ya no los hueles.

Rojos....
como fueron tus quereres.
¡Con mil amores!

Antonio Monzonís Guillén- Valencia-España





Prisionero en una boca roja

Como se silencia, un grito nómada
Que regurgita y clama, para estar impreso
en primera plana  ,en grandes letras
De hojas que hablen en pedúnculos de versos.
Que las pupilas del mundo se abran agigantadas
con pestañas de horizontes....

Por  instantes sonidos metálicos
ensordecen mi ceguera..
Otros quejidos de luna herida
ameritando sutura...
...Más ahí  está, pende en el abismo de mis labios
Como piedra erosionada
Como menguada historia, que suena a bisagra de vieja puerta
Que huele a madera de cedro añejo...

Escápate "te amo, te amo" ,salta del abismo
de mi boca roja, de mi boca rota
De hendir entre dientes oprimiendo entre exhalos
este corazón escudado...
hasta que una escalada de un rojo bermejo
pintada de sangre , se desprenda en cascadas
hasta mis manantiales externos ,que ocultos ...
Ya no están,  va entonando sonatas , se sumerge un amor.
En mis venas , por sangre se licua la miel....

Mi boca roja, mi boca rota esboza una sonrisa!!!




Carmen Guzmán Cedeño- Curmaná –Venezuela





Ten cuidado 




Ten cuidado de lo que dices
porque cuando nombras a los pobres
ellos tocarán tu puerta
y no aceptarán tu pan recalentado.

Ten cuidado de los afligidos
porque ellos tocarán tu puerta
y sólo tendrás piedras para darles.

Ten cuidado del amor
porque cuando llame
reclamará todos tus vestidos.

Cuídate de hablar de justicia
porque ella no se saciará
hasta que te desnudes frente a ella.

Ni siquiera nombres a los ricos
porque vendrán a pedirte tu alma
y tendrás que dársela.

El paraíso y el infierno están bajo tu lengua
y aquello que nombres, espera ser nombrado.



Ezequiel Feito-Buenos Aires- Argentina





Paradigmas




Desaparecen las certezas y la realidad se pasea desnuda ante mis ojos.
Me conmuevo con la grandeza de lo simple y lo cotidiano.
Todo mi ser se goza con el despojo de lo inútil y lo superfluo.
Decido soltar el lastre para transitar liviana en estos días concedidos recientemente.
Me entrego intensamente a los momentos que conforman cada día, agradezco el milagro de existir.
Entre las montañas y el canal todo se viste de blanco lentamente.
Salgo a caminar sin apuro para descubrir lo nuevo en lo ya conocido.
Convencida de que el tiempo no es mío me entrego sin resistencia ni apuro al presente.
Me había olvidado de “vivir”.
Este nuevo paradigma se tiende a mis pies para que elija un nuevo camino.
Todo cambia, todo fluye, yo también estoy en movimiento y en cada uno de ellos origino un punto de partida.
El universo entero interactúa a mi favor en este empezar otra vez sin miedos, con la esperanza liada a mi alma y la ilusión habitando mi corazón.

Marcela H. Toro-Ushuaia-Tierra del Fuego





                                   Vivencias


Sentir:
         ¿Cómo podría explicar lo que no puede explicarse?
         ¿Cómo hacerte comprender lo que siento deseable?
         Si lo pudiera explicar no sería sentimiento;
         si lo sintieras sin más no precisa entendimiento.

Soñar:
         Como un volcán que erosiona las duras rocas del Teide
         así sería mi amor soñando como quererte;
         pero mi volcán en calma no desea erosionar,
         la dura roca de tu alma, sólo quiere descansar.

Deseo:
         Los deseos son torturas si no pueden realizarse.
         Por más que los sientas dentro, de nada sirven a nadie.
         Si pudiera conseguirlos, se volverían realidades;
         la realidad no es deseo, sólo es algo alcanzable.

Tortura:
            Este sin vivir no es vida, es una muerte aplazada.
            Es una tortura lenta, es apatía, es desgana.
            Un día igual a otro día, el hoy igual que el mañana;
            sin proyectos, ni ilusiones, ni deseos, ni esperanzas.

Todo:
         Deseos de no existir, de extinguirme al infinito.
         De soledad, de no ser, de meditar con lo escrito;
         haciendo trabajar la mente explicando mis deseos.
         Volcando las frustraciones, sabiendo con desespero,
         que  quien  las lea no entiende como pienso y como quiero.
         Temiendo recibir ofensas, reproches varios y celos.
         Calificando mis dudas por no haber entendimiento.
         Sin escuchar mi dolor, sin enjugar mis lamentos;
         sin comprender mis angustias, sin desear mis deseos.
         Sólo depresión y pena, ya nada quiero ni espero.
         Si pudiera descansar dormiría eternamente;
         no quiero vivir así, quisiera anular mi mente.
         Que no piense, que no sienta, ni mi corazón ni mi alma;
         que se apague en un suspiro y al final llegue la calma.
                                                                  
          Marga Utiel.-Badajoz-España






Loanza a tu añoranza


Mirar un atardecer, un crepúsculo,
mojar mis pies a la orilla del mar,
recoger caracolas, recostarme en la arena,
ver el vuelo blanco de una gaviota
que se pierde en el horizonte celeste,
el sonido de una guitarra, una canción,
un niño a lo lejos haciendo castillitos,
la espuma de las olas que vienen y van.
La luna llena y amarilla reflejada en el agua,
contemplar una estrella naciente,
la paz y el silencio; la mágica noche.
La brisa marina que humedece mi cara,
caminar sola por el malecón de piedra,
respirando y bebiendo mi propia soledad,
mirando ese infinito donde vive Dios.
Mezclar mis lágrimas con el agua salada,
navegar con mis ojos más allá
de las palmeras, de las rocas,
seguir creyendo en un sueño real;
rezar repetidamente tu nombre
callada sin que nadie me pueda escuchar;
acariciar con mi mente tu rostro
sabiendo que no lo sentirás.
Vencer este imposible con un verso,
llamarte con mi alma enamorada
sabiendo que jamás volverás.
Empapada de sal y de añoranza
buscar el surco perdido de tu huella
en esta mi vida donde ya no estás.
Amor hecho de mar, de melancolía,
de sueño inalcanzable, de soledad;
amor náufrago que resiste al olvido
sobreviviendo a un pasado vivo;
para mí acabó el tiempo de amar,
sólo me queda mirar la azul lejanía
rezando una loanza a tu añoranza
sentada en la playa, volviendo a recordar.

María José Acuña- Curmaná –Venezuela






Pensando en ti




Noche tras noche, 
el  insomnio me acurruca  en su regazo.
Gotas de lluvia  humedecen  mis mejillas,
mi voz se quiebra al  pronunciar tu nombre.
El pensamiento  vaga, cual niño perdido,
busca tu presencia en  recuerdos añejos,
Añejos como mis deseos  adormecidos,
cual si fueran  volcán  apagándose.
Deseo tanto  estés conmigo  ,te  invoco
Y al evocarte cruzas  distancias.
Llegas a mí, acompañas  mis noches vacías,
llenas de soledad embriagante.
Sueño despierta, te siento conmigo,
acaricio tu rostro, beso tus labios
navego en tu cuerpo, te hago el amor,
me haces tuya ,te hago mío.
Una  quimera  para este  corazón,
más cruel realidad, solo es  ilusión.
Un placebo  para este  tonto  amor,
Amor  Herido  y  lleno de dolor
Hecho piltrafas, desgarrado por tu recuerdo

Nancy Salas Aquino-México

    







 Piedras



Durante un suspiro fuimos eternos
Durante un momento nació el amor
Durante un aliento nos conocimos
Durante un silencio todo acabó.
.
.

Nos re-parimos a cada instante
y eternizamos al caminar
Reconstruimos cuando destruyen
aún mutilados al continuar

Piedra alisada con duros golpes
Piedra quebrada por la violencia
Piedra y cincel hieren las gemas
Piedra que arena es acariciada

Y se desbrozan por los caminos
alzando rocas por la montaña
Piedras que marcan nuestro destino
son los cimientos de ése mañana.


Piedras que pesan en los bolsillos
levantan muros -Nuevos castillos-

Nieves María Merino Guerra Gran Canaria – España










Bruma




Brisa, ¿dónde estás?
la bruma cubre todo
con su manto gris.

Rocío seco
mi alma queda aplastada
por aire sucio.

Una gran presión
amarra al espíritu
carente de sol.

Mares flotantes
sobre esta bella tierra
grueso algodón.

Abriré el cielo
lluvia, viento, sol y yo
libres seremos.


Patricia Röeder Schafer








Maldito domingo!!!

Casi de madrugada…
para aprovecharlo hasta el mismo segundo que dice el reloj de mi cocina…
de tenerte hasta que no llueva…
o grabarte en el espejo,

Fui al dormitorio y te miré callada
…dormías profundamente,
como queriéndote quedar en mi cama…
para siempre…
aunque sé,
que el siempre…
¿Qué es el siempre…me decías aquella tarde
en un bar de la esquina en España...?

…volví a esos pasos sin ruidos
y saqué del estante mi “libro sabio”…
hoy decidí sólo abrirlo,
sin tirarme las monedas…sólo lo abrí.
”El Aumento”…
....leía tan sin ganas ¡!!

¿Aumento de qué?
(me pregunté en este noviembre…
empedernido de deberes...
de rutas...
y vuelos...
como es nuestra vida
sin estaciones reclamadas
sin sosiegos)
…respiré profundamente y me dije:
-aumento de vos…
y te retuve en el espejo de la entrada.

Pensé entonces en mis alevosías.
…me pinté las uñas…
…me teñí el pelo…
………elegí aquella blusa de encajes que te gusta
y te desperté con un café...
y me hiciste el amor con la mirada…
ese,
el que me encanta cuando me zambullo en tus ojos…
y sin tocarnos,
nos amamos con el alma.

“El aumento”
…volví a la cocina ya aumentada
y como por arte de magia salió el sol…

Como es acá.
...entre las montañas donde comienza el todo
...y si depende de pronóstico y de monedas
...este domingo maldito:
es el fin del mundo...como dice la leyenda...

Así…
Como nuestra vida…
llena de contradicciones.

Siempre ese perfume repleto de etiquetas de vedas
pero importados…
para olernos,
aunque la luna gire en viceversas…
y entre lluvias y soles de Ushuaia...
sean tiempos
...estos los tiempos de silencios…

…Aumento...
de rozarnos por la casa
…de espiarnos a la noche pensando en madrugadas
…de imaginarnos que alguna vez…
todo estará en calma…

De mirarnos junto en un espejo…
y editarlo.
Aumento
de días en silencios…
Aumento
de que me esperes…
Aumento…
de pensar que la vida es esto.
Aumento
de que me quieras…
………………… y yo aumentada de quererte.



Pilar Ferrer- Ushuaia-Tierra de fuego- Argentina







Sentimientos





Torbellinos de temores
por momentos compartidos
confunden las sensaciones
de los sucesos vividos.

El recuerdo vence al olvido
y el alma, ahogada en la tristeza,
encuentra el pretexto a su pereza 
en la paz y tranquilidad de lo vivido.

Del viejo hecho establecido
en lo creado y por Dios unido,
resplandeciente emerge
Pachamama renacida
en crepúsculo de calma
desde el fondo de su alma.
Añoranza del amor perdido.


Rafael Serrano Ruiz-Madrid- España






Algo erótico


"La noche que hoy araña mi piel
tirita / con predisposición apenas contenida
y se sienta/
mariposa lúdica y audaz /
en el vientre tembloroso de mis sábanas.."







Belkys Larcher de Tejeda-Santa Fe- Argentina






A donde iras...


A donde iras para olvidarme
si en cada huella que pisas
voy contigo
a donde posaras de nuevo tus besos
si aun mi boca te sigue besando.
Te perderás en mi recuerdo
tropezaras con las alas del viento
que te susurra que me llevas dentro
y seguirás ante todos fingiendo.
Querrás mirar en otro ojos
pero el paisaje de los míos te ha cegado
cuando amanece
aun sigue el cielo nublado
sin verme me siguen mirando.
Te atrapara la locura
de una existencia sin mi
cayéndote bajo la lluvia,
y no sabrás distinguir
esas lagrimas tan locas
con el amargo dolor
de una extraña despedida.
Te enredaras en cuerpos de lata
fundirás noches con sabor a nostalgia
te beberás el enjuto despertar
que entre silencios se levanta.
Entre orgasmos atraparas
mi distancia
y volverás a recordarme
con el vació de mi ausencia
en tu alma.
Ana Ocaña Azor- Almería- España







Duele el amor


Hay un dolor
brillante definitivo
y ese dolor lleva tu nombre
No voy a mentir
ni siquiera a callar
duele el amor
no resiste la razón.
El eco de tu recuerdo
como caja musical
martilla y martilla
me enfila y te dibuja
con visos de mañana.
Es un dolor que mata
mi existencia
y deja el sabor amargo
de tu ausencia.
El deseo de ser tuya
y no tenerte
la distancia lo acrecienta
cada día.
Duele el amor
Ese dolor lleva tu nombre.




Doralice López- Colombia







No…



no puedo amarte 

como el resto de la gente ama,

ni puedo dejar amarte
con la furia con que te amo.

He de amarte 

cómo nunca antes se amó,

he de amarte…

como aman los amantes…

robando el tiempo a los segundos,

robando el brillo a las estrellas…

robando cada beso,
robando cada caricia, 

cada mirada en el fondo de los ojos.

He de amarte mi ángel de amor
como ama la luna a la noche,

como el rocío ama a la mañana…

como mi corazón tus labios…

He de amarte…

no como ama la gente
si no como aman los locos…

viviendo, deseando, gozando…

muriendo en tus brazos
henchido de pasión.

He de amarte,

he de adorarte…

pues en ti…

esta mi muerte, esta mi vida…

está mi condena, esta mi salvación…

en tus ojos está mi felicidad…

y en tus besos…
el sentido de mi vivir.

Romero de Buñol-Valencia- España







Algo ( el amor)






algo hay
que me permite
amar sin esperanza,

sonreír
sin rencores
al dueño de la herida

y ser rama
agitada
que besa en los labios
al viento que me arranca cada hoja

algo hay tan sencillo
que pocos lo comprenden
en la entrega del río
cuando cae en cascada

el fluir de miriadas
de partículas niñas
que se abrazan y juegan y sonríen y aman

algo hay
que no entiende
de silencios helados,

algo,
hierro candente
que perfora el letargo
en que mueren muñecas
con el alma de trapo
que se pintan los ojos
follan
ríen
y luchan
por un hueco en el pozo
y un pedazo de tumba

algo hay
en la tierra,
en su húmedo vientre,
en la matriz podrida que abona este espanto,
algo en la espina afilada de mis huesos
algo
cierto
ancestral
esencia de lo humano

y también está el miedo
a nombrarlo
y matarlo.





Mayte Sánchez Sempere- Madrid- España









Niño de la luna

No te alunes hijo mío

no sabes lo triste que es alunarse

decía mi madre y me tapaba los ojos,

como si la luna hiciera daño para siempre.


Después conocí la luna enorme,

el sol y las temibles cosas que no nombro

por miedo o por asombro.

Y abajo la tierra,

con los todos sus fuegos,

las cabriolas y las danzas del aire

y el mar de donde nace todo.

Luego los signos terribles de la guerra,

los hombres buenos y malos.

Y finalmente la escritura,

para librarme y para unirme a todo.

No diré más una palabra innecesaria madre,

entenderé todas las lenguas

y sus premoniciones.

Luego miraré fijamente la luna

y callaré para siempre.

Héctor Berenguer- Argentina






No te demores






Porque tus frías palabras se mueren en la distancia,
En la simiente de tus besos quiero rescatarte,
Mi asombro de tenerte es aflicción constante,
Y en la dádiva ruiseñora, soy ave sin alas procurando alcanzarte.

No es sombrío tu cariño, pero tiene sus misterios,
Que te enclaustran en la esfera nostálgica de un tiempo,
Y es coraje lo que emana la sangría de tus venas,
En un derrotero carrusel te aprontas, pero aun no llegas.

Te hablare despacio y dulcemente,
Con la fonética breve que tiene la conciencia,
Y dejare que un Abrego libremente y melodioso,
Disipe para siempre, a tanta tormenta.

Si en tu camino hay vallas, usa las fuerzas de tu espíritu,
Que al son de mis caricias, un nuevo amanecer te habrá elegido,
Pos testando la dulzura de mis labios embebidos,
Y haciéndote en mi cuerpo, la gravedad de mi equilibrio.

No te demores, no entorpezcas más a tu destino,
Emprende ya tu viaje, antes que llegue el olvido,
Y será de manera tan natural este reencuentro vivo,
De dos seres que se aman, y que han de vivir unidos.






Jorge Amado Serrano- Suardi- Santa Fe- Argentina







Ave que vuela sin alas






Ave que vuelas sin alas
ave que vuelas sin rumbo,
dime que siente tu alma
cuando se aísla del mundo.
Cruzas los cielos a ciegas,
surcas los mares azules,
¿qué escondes allá en otras tierras,
qué herida que yo no te cure?
Busca en mi lecho el consuelo
de esa amargura que albergas,
busca la estrella en mi cielo,
vuela y no te detengas.
No temas lluvias ni vientos,
alza tus alas de nácar,
yo calmaré tu tormento,
yo seré luz en tu alma.




María Martín Humanes- Villaluenga- Castilla la Mancha- España








La otra orilla.

Un mástil con una vela
desde babor a estribor,
un ancla con su cadena,
capitán y timón.

El paisaje difumina
hilos de plata en la mar;
dirección a la otra orilla,
el barco navega ya.

La otra orilla se acerca,
buenos vientos le guían;
la otra orilla se aleja,
el barco va a la deriva.

A veces, en la tormenta,
pierde la vida misma
y desde lejos le llega,
la otra orilla es poesía.

Y se siente capitán
de su barco y de su vela;
el timón, su talismán,
y en la otra orilla, poeta.


Mavel Zaves- Vicar- Almería- España








Mi asombro fue al nacer




Mi asombro fue al nacer, yo no sabía
que se anda por la senda tropezando,
cayendo y levantándose hasta cuando
parece todo llano en nuestra vía.

Las zarzas, socavones, hasta el guía
parece que deslumbran y engañando
rasgaron piel y alma y en llegando
al fin, mi mente vuelve a estar vacía.

¡Feliz quien al andar ha ido llenando
de amor su corazón y todavía
se llena de perfume al ir pasando!

Lector de mi soneto, hoy te daría
fragancias de ilusión que he ido guardando
para irlas repartiendo noche y día...


Xavier Coderch Vives- Barcelona –España





Mi territorio





Soy mi territorio y su habitante. Me recorro, desde los suburbios viajo hasta mi centro. Soy el contexto de un relato, mi narración, enhebrada en palabras sumisas que insisten en desandar huellas para volver a los sitios conocidos y palabras rebeldes, libres, que pretenden llegar a mis lugares aún no develados.
Soy mi continente-cuerpo, deambulo por imágenes que forman mis paisajes, lugares irrepetibles construidos por mis vivencias, día tras día. Navego aguas mansas o ríos correntosos. Me elevo liviana y alada hasta cielos luminosos o me sumerjo en abismos oscuros. Me habito en silencio, desconecto las voces, los sonidos o danzo descalza al ritmo de mi propia melodía.
Soy mi mundo y los espacios que ocupo, conviven en mí la coherencia y la locura, mis ángeles y mis demonios, las certezas y los enigmas todavía no revelados.
Soy la tierra donde germino, enraízo y doy los frutos. Soy la geografía intransferible donde me pierdo, me busco y me descubro.
Soy e territorio que un día, expatriado, desaparecerá conmigo.


Silvia Rodríguez. La Plata. Argentina.










SIENTES?


Sientes cómo el poema se desliza,
inundándote el alma,
como lo hace el torrente,
cuando los raudales son intensos,
y te hacen vulnerable al amor?
Sientes cómo mis manos ,
buscan la tuyas,
y la pluma tiembla,
cuando las letras claman por nacer,
mientras el corazón se estremece,
 con la sublime onda,
de los sentimientos nobles y profundos?
Y caen las letras,
quizá del cielo,
tal vez de la estrellas,
para dormirse en ese mundo,
que sublime y encantado,
solo el alma percibe,
pues amar y soñar.
solo se escribe en letras de oro,
cuando los ojos se te nublan,
y la hoguera arde,
aun sin atizarla.-
Sientes, percibes, vives ,
cuando mis manos buscan las tuyas,
y te haces vulnerable al amor?

Víctor Kartsch Brenh- Encarnación –Paraguay





Amasijo




Exprimo las palabras
Las  obligo a entregar su corazón
                                                  en cada aliento

Dicen que esas palabras
son de carne rebelde

Las tengo para mí
No abortan flores
Multiplican sus frutos y sus alas
y de una trama azul
                                             violácea
                                                rosa
emergen libremente cual  palomas




Violeta Herrero - Salta – Argentina








                                                        FESTEJO

Todo era algarabía en la pequeña playa, a 200 metros del bosque.
El grupo de la Colonia “Niños felices” había conseguido el permiso para salir ese sábado y, por supuesto, lo disfrutaría a pleno.
La impulsora de la idea, y organizadora, había sido Melanie, quien, además de ser Asistente Social, cumplía en el establecimiento la función de kinesióloga. Y amaba a sus cariñosos “chicos down”.
El grupo lo conformaban dieciséis chicos y chicas de entre 8 y 14 años; a algunos los acompañaban sus madres, o alguna tía y, en el caso de Adriel, su madre y sus tres hermanos, puesto que se festejaría su cumpleaños número doce. Justamente, el mayor de sus hermanos practicaba por enésima vez el “Happy birthday” en la guitarra y bajo la aprobación de Lucas, el profesor de música. Atento también el profe de educación física, Efraín.
El sol atacaba sin vergüenza. Minutos después de llegar, Melanie y yo habíamos untado a todos los chicos con crema con filtro solar 50. Nosotras, aunque en shorts y musculosas, no necesitábamos tanto cuidado; ya estábamos bastante bronceadas. Y los que querían estar fuera de su alcance podían refugiarse bajo la sombra del gazebo, donde ahora la familia de Adriel disponía las bebidas y la torta para el festejo.
Pero antes, por supuesto, todos nos daríamos un buen chapuzón.
Todavía jugábamos en el agua cuando oímos el estruendo, y lo que nos pareció un grito. Enmudecimos; todos miramos hacia el bosque pues de allí emergió la bandada que por un momento nos ocultó el sol. Entonces vimos al animal, un caballo desbocado, enmarañado en una especie de red de pescadores, tan asustado que pensamos que nos embestiría. Se adentró en el agua aturdido por el disparo y el griterío de los chicos.
De inmediato, Lucas y Efraín se lanzaron tras él para intentar ayudarlo a desembarazarse de la red. El animal dio tantas coces que el atalaje quedó destrozado. Pero lograron calmarlo con múltiples golpeteos afectuosos.
Reunimos a los chicos con cierto nerviosismo y apresuramiento por no saber qué estaba sucediendo.
Al llegar al gazebo, con la intención de secarlos y tranquilizarnos todos, encontramos a Adriel sentado en el suelo arenoso, rodeándose las piernas con los brazos y hamacándose… en la más completa soledad.

Egle Frattoni Romano-Rosario-Argentina






LISTA DE AUTORES Diciembre

Autor
número
titulo



Ada Gil
49-1
Síndrome del nido vacío
Ana Romano
49-2
Cuadricula
Antonio Monzonís Guillén
49-3
Maldita la pena negra
Carmen Guzmán Cedeño
49-4
Prisionero en una boca roja
Ezequiel Feito
49-5
Ten cuidado
Marcela H Toro
49-6
Paradigmas
Marga Utiel
49-7
Vivencias
María José Acuña
49-8
Loanza a tu añoranza
Nancy Salas
49-9
Pensando en ti
Nieves María merino
49-10
Piedras
Patricia Röeder Schafer
49-11
Bruma
Pilar Ferrer
49-12
Maldito domingo
Rafael Serrano Ruiz
49-13
Sentimientos
Belkys Larcher de Tejeda
49-14
Algo erótico
Ana Ocaña Azor
49-15
A donde irás
Doralice López
49-16
Duele el amor
Romero de Buñol
49-17
No
Mayte Sánchez Sempere
49-18
Algo( El amor)
Héctor Berenguer
49-19
Niño de la Luna
Jorge Amado Serrano
49-20
No te demores
María Martín Humanes
49-21
Vuela sin alas
Mavel Zaves
49-22
La otra orilla
Xavier Codex
49-23
Mi asombro fue al nacer
Silvia Rodríguez
49-24
Mi territorio
Víctor Kartsch
49-25
Sientes
Violeta herrero
49-26
Amasijo
Egle Frattoni Romano
49-27
Festejo