viernes, 1 de junio de 2012

Revista N.º 19 - ESPACIO DEL POETA



         Revista  N.º 19 -  ESPACIO DEL POETA
                              REVISTA LITERARIA DE HABLA HISPANA
                                                                                    Junio 2012









            

                                 El Alcazar                                                                        Segovia













TENGO UN AMOR ESCONDIDO





Detrás de aquellos cerros, tengo un amor escondido,
que suspira y suspira cuando a los ojos me mira.
Se divulga entre las piedras como el agua del río,
se enamora de mis besos, mi dulce amor escondido.

Detrás de aquellos cerros, está la razón de mi vida,
vestido de verde esperanza, armonizado de estíos,
perfumado de yerba buena, manzanilla y tomillo,
con un gigantesco corazón, rebasando de cariño.

Detrás de aquellos cerros, tengo un amor escondido,
que a luz de la luna, se vuelve feroz y atrevido,
me recorre con lujuria, el valle que mi cuerpo tiene,
y son mil ansias de amor, las que se funden en creces.

Detrás de aquellos cerros, alguien me piensa seguido,
y a la distancia me grita, vente ya conmigo,
que en el vado de sus sueños soy sujeto elegido,
y predicando su amor detrás de los cerros, seguirá escondido.





JORGE AMADO SERRANO-SUARDI – SANTA FE - ARGENTINA





ZOZOBRA









Trepa
astuta
la imagen
(y es como
espía)

Estacionada
en la hendidura
deposita

La madre
aúlla
en un rincón.




Ana Romano-Buenos Aires- Argentina










CORAZONES OSCUROS



Es difícil amar
en nuestros ideales.

La seducción oscura...
abre nuestro corazón
con elegancia clásica,
haciendo cantar el alma.

¡Ámame!
Con tu infinita belleza.

¡Cautívame!
Con natural elegancia.

Eres más hermosa que el plenilunio.

Tu vida y la mía van unidas
porque tu amor brilla...
como una luciérnaga
en la oscuridad de nuestros corazones.

Mi gran amor
lleva la música en la sangre.

Tus besos saben más de mi
que tu de tus besos.

La piel de tus manos
cuando acaricias mi cuerpo...
llora,
porque transmite la pasión de tu cerebro
y mi cuerpo tiembla...
pero tenso mis piernas
y respiro...
encontrando la armonía
que nos posee...
a un ritmo inconsciente.


Antonio Monzonis-Valencia-España









        
                                                    VAIVENES



Hay tantos espacios distanciándose del muro
que el vacío se proclama inminente. 

Se recula, y al seseo de un mosca
enardecida de entusiasmo,
cuando al apóstrofe que su nombre la nombra
en su insonoridad sequía,
la vislumbre, toma el caos sintáctico
en el poema. 

El viscoso y lascivo aleteo,
que las letras forman,
camina del pie
a la mano, al pecho, a la boca… como locura
de lo escrito. 

Pero el látigo en pluma empuñado de verdades
ante las pecaminosas muchedumbres, que le señalan
el desnudo como arma arrojadiza de emociones,
se ve ante un castigo que persevera
lacerando el dolor de lo humano
para acercarse a la realidad. 

Y es que es irreversible
la miñambre,
el temor,
el recuerdo de la niñez…,
la causa,
la posteridad artística diluida,
un cubo de agua arrojado en tierra,
la visceral situación de la vida (…), en los seres y un espacio,
cuando el vacío se adhiere,
como unidad de todo
ante el espéculo disociativo. 



Begoña M Bermejo-Guadalajara- España






  



                                             RETORNARNOS

Cuando el otoño viento nos rescata
el tiempo sepultado en los caminos
se sube a los labios sorbiendo a tragos
...la copa del retorno y del buen vino

No imagines un futuro en soledad
que el amor se encenderá en los lupinos
tu abrazo se hará dueño de mi abrazo
y en tu pecho harán eco mis latidos

Juntos… al fin
Haremos el amor frente al hogar
pintaremos fuego en las paredes
que el frío amenaza en regresar
y la brasa de lenga siempre es breve

Olvidemos las pausas de este amor
Para componer pentagramas sin esperas
En la chispa de un coihue dominante
En el tronco añejo de un árbol bandera

La brisa de los labios se hace bruma
Mientras el techo nos anuncia afuera llueve
Derrotemos al invierno entre cobijas
Derrotemos al olvido… y a la nieve

Juntos… al fin
Haremos el amor frente al hogar
pintaremos fuego en las paredes
que el frío amenaza en retornar
y la brasa de lenga siempre es breve.
Carlos Alberto Giménez-Ushuaia-Tierra de Fuego-Argentina







LA VIDA






Camino por la vida por senderos abiertos
obviando la maleza y los recovecos
Huyo de la maldad con la frente serena
y la vista despejada de valores adversos.

A veces llega el odio de elementos externos,
soslayo situaciones que me sean ajenas
hilando mi camino con hebras de vida y rosas;
pues la bondad del alma es mi ultimo intento

Por eso en mi camino nunca encuentro maldades,
Si tal vez me las opo siento que no las veo,
tensando siempre el hilo de un amor bello y sano
cuidando que no se rompa para seguir viviendo

Vivo el eterno sueño de los gratos momentos,
si falla mi intento y la hebra de mi vida se rompe,
Aflojare los hilos que sostienen mi dicha
Para esta bien segura allá…
En la vida eterna






Charo Bustos Cruz- Sevilla- España






NADIE ESTA SOLO


Regresó de almorzar sin pasarse del tiempo reglamentario marcado por su responsabilidad de consultor circunstancial; además, no era su estilo hacerlo.
Hay conductas, actitudes y mentalidades establecidas como buen hábito, responsabilidad se llama, simple. Salvo cuando se tienen que hacer diligencias bursátiles y no corten el agua, teléfono, luz, cobrar salarios atrasados, como ocurre hoy en día.
Pavo con recado (tomate), carne asada, frijoles colorados con carne de cerdo, rabo. Comidas típicas. Pavo y arroz y una Coca-Cola, por favor, de los demás platillos que estaban anunciados en el pizarrón.
Mientras, su dolor de cabeza no se reducía. Creyó que la Coca-Cola le subiría el azúcar y le quitaría el dolor como en otras ocasiones.
Mientras don Ricardo (persona que tenía un doctorado en su trabajo) le lustraba los zapatos dejando un brillo impresionante que dura varios días, y unos niños jugando al futbol en un parque cuyos árboles daban una sombra y una frescura de relax sabroso, además de mirar como cada mediodía juegan a la baraja (naipes les dicen también) unos ruteros; mientras las palomas picotean en coro y unas damas hacían la digestión conversando sobre el amor y los hombres y los hijos, riéndose a carcajadas cuando hablaban de sexo, cuestiones que alcanzó a escuchar al cruzar la calle de regreso y subir las gradas de una oficina y su ambiente lleno de trincheras y espinas (reconociendo que dentro de las instituciones se hacen los cambios, sean públicas o privadas: la diferencia la hace el respeto y la identificación institucional), caminando por una avenida-bulevar donde circulan vaya qué marcas de vehículos y su séquito de guardaespaldas y sirenas de ambulancias a cada rato.
Su dolor de cabeza, no quería entenderlo, provenía de que ya no la llamaría, o era migraña por tanto calor de cuando le daba por muchas cosas o proyectos, o dejémonos de cuentos, deudas que no podía cumplir a la vez, aunque quisiera hacerlo como le gustaba, ya no lo sabía.
Previo a todo lo anterior, concertó cita con un médico que le había sugerido, para encontrarle solución a un problema de salud que lo aquejaba desde hacía mucho tiempo, pese a haber visitado a muchos médicos con formación occidental, que todo lo resuelven con medicina sintética y uno que otro de los llamados homeópatas, pero todavía con visión ortodoxa.
El médico le dio cita para las 6 con 30 minutos (de la tarde, conste) de un miércoles que se iba a presentar lleno de reuniones, y cambio de trabajo, y permanecer en un escritorio atendiendo como primera experiencia on line, aunque él también ha usado esta “herramienta” a través de cursos interactivos, como les llaman, y exámenes convencionales en los que quieren leer lo que las lecciones dicen, si no, no creen lo que redactan, a personas que no conocía, y quién sabe si las conocería, y su libertad de hacer y locomoción reducida.
Le costaba permanecer mucho tiempo sentado, pero le tenía que hacer ganas, ya era mucho pasar sin empleo.
Lloró como niño, y su dolor de cabeza se redujo y lentamente fue desapareciendo como cuando termine este relato.
Sabía que estaba enamorado y que era mejor dejar de llamarla.
Recordó que nadie está solo. Solo el que quiere.
En su caso no era sí, y le dio coraje tener que estarlo.


 Daniel Alarcón Osorio-Guatemala










HAY PALABRAS BREVES

Aquí la vida es pormenor: hormiga,
muerte, cariño, pena,
piedra, horizonte, río, luz, espiga,
vidrio, surco y arena.

                                                                                                                                   Miguel Hernández



Hay palabras breves, sonidos
digo “sí, no sé, pero, yo, vos”
                                                     ¿cuál es el alma?,
es lo breve,
                   el espacio v  a  c  í  o
el que intento en vano llenar de ruidos
                                                              y solo lo breve puede conmigo.
Dicen mucho,  escucho
                                        mas sólo puedo
                                                                     oír las palabras BREVES
 las que
                    me llenan de la verdad,        me dicen todo

                                      las que me atreven
 leo
 fechas, citas, números, anécdotas, busco conexión a la raíz tierna y
                                             BREVE
que me lleva al alma que busco y
leo
       entre las letras leo
en el intersticio
un estribillo de mi niñez,  la espera,
                                                      también la luz dulce y seda
Vos decí que sí y vuela mi alma
Es breve
                             y tal vez lo hagas de forma breve
Tal vez no
                            y llegará a mí de igual manera
porque
yo sólo puedo              
                             leer el medio, leer el pliegue.






Diana Bravi-Rosario-Argentina










ELEGÍA PARA UN GATO CAZADOR DE ESTRELLAS




Cierto día se puso a cazar
en la parte más baja del cerro.
Se acostó suavemente en el agua,
atrapando unos cuantos insectos.

A unas nubes que, maleducadas,
por el agua pasaban sin verlo,
las deshizo con pálidas garras
que parecen rezar en silencio.

Por las noches, inmóvil, desgarra
con sus dientes perfectos y quietos,
unas pocas estrellas que errantes
saciar buscan la sed de los muertos.

Se va hinchando del sol de la tarde
cuando el pasto despinta su cuerpo,
y el sereno crepúsculo arde
en sus ojos callados de cielo.




Ezequiel Feito-Buenos Aires- Argentina










 NOCHE DE VERANO




En una noche de verano, que el calor ardiente venía arrastrando insidiosamente por extendidos días  y noches, no poco influía en el malestar generalizado de los habitantes del pueblo. A la hora del crepúsculo abrían sus balcones al aire cansino y denso, que llegaba casi  rezongando, desde los montes que lo rodeaban.
Los techos de las casas se serenaban parsimoniosos de los rigurosos rayos del sol, mientras hablaban  con el cielo extasiado  del verano.
Sobre la zona arenosa,  junto al arroyuelo que formaba las aguas surgidas de alguna cumbre pedregosa, el esplendor de la luna se filtraba por entre los arbustos,  cubriendo a borbotones sus troncos y sus ramas en sombras  de carbón, de ardiente arenilla calcinada.
La torre encendida de la iglesia, iluminaba al  paisaje nocturno, desde su silenciosa cúspide de plata.
Un perro vagabundo y yo, caminábamos sin tiempo por las veredas sofocadas.
A lo lejos, formas de seres extraños flotaban entre el vapor de esa noche ardorosa y pesada de verano. Y la voz de él, que no está, se escuchaba, aquí y allá, lánguida, asfixiada.
                       

Irma  Sambuelli-Rosario-Santa Fe- Argentina










GAVIOTA  MORIBUNDA

Gaviota de los ojos hundidos.
Gaviota moribunda de alquitrán y silencio.
Mientras pides explicaciones a los hombres, sedientas dunas
se prenden a tus patas descalzas;

Es abril y llueve…

De las barcas hundidas, los mástiles asoman.

Me vigilan con sus ojos fijos los peces,

y sobre un muelle abandonado, apenas zurea una paloma.
Yo estoy allí, aprisionado entre las fuerzas
paralelas de las olas y las rocas desveladas.

¿Pero dónde está mi alma?
¡Quiero alivianarla!

¡Deseo rescatarla con el tajamar de tu mirada!
¡Allí va…!
Grité trisando con mi voz el vaho que ciñe la playa.
¡Es ella, es ella!

Alta y lánguida y blanca y camina: blanca nube.
La reconozco, la olfateo, la persigo a través del crepúsculo.
Pero nunca la alcanzo.

Sólo sé, que de vez en cuando, se da vuelta,
y con ojos de gaviota moribunda, callada, me mira.

José Rodolfo Espasa Muñoz- Benidorm-Alicante-España








DESTELLOS

   

 Era uno de esos días grises, en los que no logras centrarte en nada de lo que te rodea. La apatía, y la falta de opciones, llenaban mi espíritu; y tenía la sensación de ser un ave sin alas, metida en una gran jaula de oro, con las puertas abiertas, hacia caminos inciertos.
     El crepúsculo culminaba su andadura, entregando el testigo a las tinieblas de la noche. Viajaba por la autopista sin rumbo fijo, sumergida de lleno en mis recuerdos, transportada a lugares y tiempos felices; realizando una especie de catarsis, que aliviara mi espíritu de la masacre final.
     Como en las páginas de un libro, hojeo su contenido, deteniéndome sólo en los capítulos que aportan algo positivo a mi existencia; algo parecido a una ráfaga de viento que separara las palabras escritas, lanzándolas al infinito de mi memoria, y dejando en blanco, las páginas que no quiero recordar.    
Sigo recorriendo el espacio a ninguna parte, huyendo de mi misma. Es una situación angustiosa que había sentido otras veces, pero presentía que esta vez era diferente. Como si hubiera agotado cualquier posibilidad de solución, y me sintiera en la obligación de tomar un único camino, teniendo ante mí un muro infranqueable de incomprensiones, una enorme Torre de Babel; desolada por la impotencia, y el desánimo.
     A medida que transcurrían los kilómetros de mi viaje, me repetía a mi misma: “Estoy muerta, aunque no entierren mi cadáver hasta dentro de treinta años”.
     Y de pronto, una luz brillante, cegadora, me atraía como un potente imán. Luchaba por alcanzarla, presionando con fuerza el pedal del acelerador; tenía que conseguir llegar. Era la solución que estaba esperando, la señal que me haría desconectar del mundo conocido, para pasar a otro mucho mejor. Pero en ese momento, un enorme cartel de Neón, se cruzó en mi camino, anunciando un atajo con luces multicolores, y las prisas por llegar a la meta, me hicieron tomarlo sin dudar. De ese camino principal, partían bifurcaciones; todas con un mismo nombre: “Senderos de vida”. Y tomé la primera a la derecha. Después, otros tantos caminos con nombres extraños para un destino: Opciones, Ruta sin retorno, Mirador de tu interior. Todos ellos invitaban a seguirlos, con brillantes anuncios de luces de colores llamativos. Y elegí “Opciones”.
      A medida que pasaban los kilómetros, iba aminorando la marcha, sintiendo que mi euforia disminuía, volviendo poco a poco a mi ansiada paz; hasta encontrarme en el centro de una calzada, desfilando lentamente entre carrozas engalanadas, donde una multitud aclamaba mi paso, vitoreando a ambos lados de la calle.
     Me sentía protagonista, y feliz; por fin, había encontrado mi lugar, desenvolviéndome con soltura, sintiéndome querida, y admirada. Divisaba a lo lejos a mis hijos sonrientes, mis amigas y compañeras, y todos alzaban sus manos saludando, complacidos de verme de nuevo entre ellos; y ya no quería irme de allí. Sólo deseaba seguir mi recorrido, disfrutando de esa paz y felicidad, que hacía mucho tiempo que no sentía.
     Al final del trayecto, había una comitiva de recepción, esperándome para hacerme los honores; y un señor muy amable, y sonriente, me entregó un gran libro. Le di las gracias, y lo abrí para hojear su contenido; pero no pude disimular mi asombro, cuando observé, que aquel gran  libro encuadernado en piel, y  con el título en letras doradas, sólo contenía unas inmaculadas hojas blancas. Miré la portada, y creció mi perplejidad, porque el título coincidía con el nombre de su autor; y en la portada ponía simplemente: “Tú”.
     Otro caballero mayor, de aspecto bonachón, y  muy sonriente, me entregó un estuche con dos plumas estilográficas, invitándome a iniciar el relato de ese libro. Una de las plumas tenía la tinta blanca, para corregir todo lo que no quisiera incluir, una vez escrito con la otra pluma de tinta azul. Y entonces comprendí, que lo que esperaban de mí, es que volviera a reescribir mi vida, que en ese momento tenía las hojas en blanco; y sólo de su contenido dependía la trayectoria que quisiera seguir.
     Me quedé pensativa, redactando mentalmente el inicio de esa nueva vida que podía personalizar; llenando huecos, cambiando vivencias, eligiendo compañeros de viaje; y que permitiría expresarme libremente, pudiendo añadir un vocabulario al final, para mejor comprensión de mi terminología, sin tener que dar explicaciones engorrosas, que hicieran sentirme culpable. Era maravillosa la opción que me brindaban; y lo que estaba esperando durante toda mi vida anterior. Podría volver a nacer, dónde y cuando quisiera, y vivir mi infancia y adolescencia de la forma en que había soñado; y mi madurez, sin traumas ni sometimientos. Tenía en las manos mi destino, sin interferencias, ni imposiciones ¡Por fin sería libre! Libre para decidir de principio a fin, lo que quería hacer de mi vida. Libre, para marcar mi camino, sin senderos fijados de antemano, ni obligaciones; pudiendo elegir cómo y cuándo, realizar mis deseos.
     Abrí los ojos, un poco aturdida, despertando de esa aventura entre sueño y realidad,  sin saber a ciencia cierta donde me encontraba; me incorporé buscando con la mirada ese libro -fruto de mi imaginación-, para iniciar el relato. Lo primero que escribiría en las páginas del libro de mi nueva vida, sería mi nombre; como un nuevo registro, -con bautizo incluido-, que definiría mi nueva identidad. Tenía que elegirlo bien; no quería equivocarme, ahora que la elección dependía sólo de mí. Pero por más que miraba a mi alrededor no encontraba el libro encuadernado en piel con las letras doradas; y sólo me vi rodeada de muebles vacíos, en la habitación de un hospital. Hasta ese  momento no fui consciente, de que la vida me estaba regalando una segunda oportunidad, para dirigir mis pasos de forma pausada, hacia senderos que antes había ignorado, y que las opciones, crecían en progresión geométrica; tanto, que necesitaría más de una vida para poder acceder a todas. Mostrándome lo equivocada que había estado hasta ese momento, en el que mi hundimiento personal, me había llevado a esa “Ruta sin retorno”, de la que, de haberla tomado, jamás ocuparía el lugar donde ahora me encontraba.


Marga Utiel.-Badajoz-España









PENSAMIENTOS LIBRES, SENTIMIENTOS FIRMES…








Vuelan...vuelan libres nada ni nadie los detiene,
Los sueños los acompañan en ellos nada daña…
No hay tiempo que perder, ya tienen libertad…
Ahora solo se posan en papel, cuando quieren dejarse leer.

Los sueños empiezan a cambiar su rostro, la realidad ya toco…
Cada sueño alcanzado por otro será reemplazado…
Mis tiempos hablan de prisa, tocan con insistencia y dicen
“Eres libre de pensar, eres libre de sentir…avanza es tu tiempo de surgir”

Las lagrimas se secaron…la sonrisa les quito el espacio,
Hoy solo queda agradecer  a quien  te ama sin condición…
Te levanta de un tirón y susurra al oído…” Hija no temas, estoy contigo”






María Eugenia Leal. © -Cali- Colombia











MI POBRE AMOR SE ESTÁ YENDO







Mi pobre amor se está yendo...
yo me quedaré llorando...
La lluvia, leve, cayendo;
una nube, allá, glisando...

Mi pobre amor se está yendo.

Lejos, muy lejos!, soñando
la dulce amada, y tejiendo
su ilusión, me va matando...
Mi pobre amor se está yendo...

¿Qué pasa, que nada entiendo?
Qué pena se va a acercando?

La lluvia, leve, cayendo...
Una nube, allá, glisando...
La dulce amada tejiendo
su ilusión, que voy matando!

Mi pobre amor se está yendo...
Yo me quedaré llorando!

CANCIONCILLA

Quise una vez y para siempre
-yo la quería desde antaño-
a ésa mujer, en cuyos ojos
bebí mi júbilo y mi daño...

Quise una vez -nunca así quise
ni así querré, como así quiero-
a ésa mujer, en cuyo espíritu
fundí mi espíritu altanero.

Quise una vez y desde nunca
-ya la querré y hasta que muera-
a ésa mujer, en cuya boca
gusté -otoñal- la Primavera.

Quise una vez -nadie así quiso
ni así querrá, que es arduo empeño-
a ésa mujer, en cuyo cálido
regazo en flor ancló mi ensueño.

Quise una vez -jamás la olvide
vivo ni muerto- a ésa mujer,
en cuyo ser de maravilla
remorí para renacer...

Y ésa mujer se llama... Nadie,
nadie lo sepa -Ella sí y yo-.
Cuando yo muera, digas -sólo-
quién amará como él amó?



María José Acuña Belaustegui-Curmaná- Venezuela










ZUMO DE RELOJ





Rota, los pies helados,
me fumo el miedo
en puño blanco fuerza.

Una hebra se escapa
de mi trama;
enredada en el clavo
torcido de la caja
me arrastra al horizonte.

Deshilachada
renuncio al paso largo,
ralentizo el segundo
y me muevo despacio.

El zumo de reloj
me reconforta.


Mayte Sánchez Sempere- Madrid- España











AMISTAD




No tiene limites la amistad, ni distancias
tiene la simpleza de la flor, la grandeza del mar
fuerte como la roca es la amistad sincera,
cuando te sientes solo, recuerda a los amigos
y su fortaleza habrá de sostener tu mano.
No escucharas de un amigo solo lo que tu deseo pida
el amigo te dirá verdades aunque duelan ,
y confiado podrás verte en el espejo de su lealtad.
No es casual que le digas hermano, lo has elegido
para llevar en vuelo los sueños mas altos
remontando en alas azules, pintando mundos nuevos
Y si alguna vez me equivoco, disculpa
que no fue la intención hacerlo,
pero es que en tanta confianza olvido que eres libre
y llegas a ser parte de mis proyectos y mis gestos.
Cuento con tu compañía en los silencios
cómplice, sin dar lugar a soledades.
La compañía para la risa que alimenta el alma
y el sostén firme en los momentos oscuros
cuando tu palabra es bálsamo y sabiduría.
Todo lo que pueda decir no alcanza, por eso solo digo
AMIGO.


NELDA LUGRIN CONCORDIA-ENTRE RÍOS -REP. ARGENTINA







                                 


                                   ACARICIO TUS SUEÑOS 



En sueños acaricio tus musicales palabras.

Sabores y delicias en el aroma de tu vida.
Primavera que alcanza el culmen de tu alborada
llenando de esperanza al nuevo día
Felices remembranzas
Cuando cierro los ojos y mi alma viaja a ti, silente.
Aspiro los aromas de las violetas, rosas y jazmines 

delicias en tu cuenco
convertido en fruta, miel y canela.
El mismo aire que juega con tus cortinales
acaricia mi pelo.
Deja mis pensamientos en libertad,
en ese paraíso, que pisas sin notarlo,
por lo cercano,
por serte tan habitual;
 Edén de amor y paz
Contigo o sin ti.
Hago mío tu sueño
Te siento.

Te presiento,
etéreo, fugaz.
Nada real...

quizás imaginario.

Sublimemente amoroso, eterno.

Añorado.

Deseado...
Aunque fallezca florida en sueños.

NIEVES M.ª MERINO GUERRA 
- GRAN CANARIA- ESPAÑA  27- SEPT. -2011








SENTADA A MI LADO

Sentada a mi lado
Su joven belleza inunda mi espacio
llenando el ambiente su aroma de vida
La admiro inmersa en su libro.
Quiero romper su silencio,
hablarla… del tiempo,
cualquier cosa para capturar su aliento

Una discreta mirada
descubre la desnudez de un hombro
Piel sazonada en canela
Intuiciones reprimidas
Besarla….
Puede que nada

Vuela imaginación vuela…
Leo
Pasa una página
Escribo
Busca su lápiz
Y mientras siento y presiento
el espacio se comprime en un mundo de raíles…
Quiero su juventud,
su frescura
Actuar con valentía
Besarla hasta la locura

Ni una palabra,
ni un cruce de  miradas.
Nunca sabrá
que por un momento
ha sido deseada

Vuela el tiempo
Oscurece
El paisaje se dispara
hundiéndose en el olvido

A mi lado permanece
Ignorante de mi ensueño.
Parte de un instante,
un cruce en la vida que no será nada,
ni siquiera un sueño…
Tal vez mañana olvidada

Rafael Serrano Ruiz (14-12-2011)












  AÚN ARROYO




Hombre que vienes de lejos, no has pensado:
mi destino americano, tema viejo.
Hombre que pisas tan fuerte, no me has visto:
siempre bajando lomadas, salpicando, 
brincando entre los recodos; canto quedo;
armonía con mi entorno, voz de risa,
derrochando la frescura, cual gurisa...

Que vecinos mateadores (¡oh. inconsciencia!)
aturdirse en zambullidas aún puedan.
Tengan sol, arena, piedra, transparencia.
que a pescadores de luna sedan, sedan...

¡Oh, recobrar lo perdido,
mis colores olvidados,
oh, no tuerzas mi camino:
ser arroyo, aún arroyo!

Hombre que vienes de lejos, a buscarme.
ayuda a recuperarme, sin escollo.
Cuelga el yelmo, toma el termo...
Donde pises, hombre fuerte, sin mirarme,
que vuelva a crecer el pasto, aún la arena...
visítame, escúchame, imagíname ya sin pena.
Mi certeza: ¡Soy arroyo, aún arroyo!



Hilda González- Concordia-Entre Ríos- Argentina





                                     




                               Lista de Autores junio


Autor
titulo
Jorge Amado Serrano
TENGO UN AMOR ESCONDIDO
Ana Romano
ZOZOBRA
A. Monzonís Guillen
CORAZONES OSCUROS
Begoña M Bermejo
VAIVENES
Carlos Alberto Giménez
RETORNARNOS
Charo Bustos Cruz
LA VIDA
Daniel Alarcón Osorio
NADIE ESTÁ SÓLO
Diana Bravi
HAY PALABRAS BREVES
Ezequiel Feito
ELEGÍA PARA UN GOTO CAZADOR DE ESTRELLAS
Irma Sambuelli
UNA NOCHE DE VERANO
José Rodolfo Espasa
GAVIOTA MORIBUNDA
Marga Utiel
DESTELLOS
M.ª Eugenia Leal
PENSAMIENTOS LIBRES
M.º José Acuña
MI POBRE AMOR SE ESTA YENDO
Mayte Sánchez Sempere
ZUMO DE RELOJ
Nelda del Carmen Lugrin
 AMISTAD
M.ª Nieves Merino Guerra
ACARICIO TUS SUEÑOS
Rafael Serrano Ruiz
SENTADA A MI LADO
Hilda González
AÚN ARROYO